Lista de abreviaciones…… 3 [613453]

ÍNDICE

Lista de abreviaciones………………………………………………………… 3
Introducción…………………………………………………………………………………………. 4

I. La fraseología ……………………………………………………………………………………. 8
1.1 Unidad Fraseológica……………………………………………………………… 13
1.2 Características de las unidades fraseológicas……………………………. 15
1.2.1 Frecuencia…………………………………………………………………………… 16
1.2.2 Fijación……………………………………………………………………………….. 17
1.2.3 Especialización semántica……………………………………………………………. 18
1.2.4 Institucionalización…………………………………………………………………… 19
1.2.5 Variación………………………………………………………………………………. 19
1.2.6 Idiomaticidad………………………………………………………………………….. 20
1.3 Clasificaciones de la unidad fraseológica…………………………………. 24
1.3.1 La clasificación de Zuluaga……………………………………………… 25
1.3.2 La clasificación de Corpas Pastor……………………………………….. 30
1.4 Conclusión………………………………………………………………….. 34

II. La paremiología……………………………………………………………… 35
2.1 Características comunes de las paremias…………………………………. 36
2.2 Problema de la definición del proverbio…………………………………… 38
2.3 El origen de los proverbios………………………………………………………………….. 40
2.4 La Función del proverbio…………………………………………………….. 42
2.5 La naturaleza semántica del proverbio……………………………………. 46
2.5.1 Recursos semanticos…………………………………………………………………………. 48
2.6 Paremiología y fraseología española y rumana en contraste……………… 50

Conclusiones……………………………………………………………………………………… 61
Bibliografía………………………………………………………………………………………………. 64
Glosario……………………………………………………………………………………………………. 67

Lista de abreviaciones

enc. – enunciados fraseológicos
fr. – fórmulas rutinarias
loc. verb. – locuciones verbales
loc. nom. – locuciones nominales
loc. adv. – locuciones adverbiales
loc. cls. – locuciones clausales
loc. adj. – locuciones adjetivales
pág. – página
págs. – páginas
ref. – refranes
uf – unidad fraseológica
ufs – unidades fraseológicas
cit. – citado
p. – página
pp. – páginas

1

Introducción

Los proverbios existen desde la antigüedad y el interés por ellos también es tan antiguo como el
mundo, por lo que la ciencia que los estudia tiene una base sólida. La ciencia que se ocupa del
estudio de los proverbios se llama paremiología. Teniendo en cuenta que es una parte integral de
la fraseología o una rama independiente de la lingüística, la paremiología juega un papel muy
importante en la preservación de la tradición y la sabiduría popular.
Debido a su estructura corta, lógica, expresión concisa y, al mismo tiempo, enjundiosa,
pintoresca y frecuentemente rimada, los refranes y proverbios constituyen un evidente adorno
lingüístico del acto comunicativo.
No debemos olvidar y evitar los proverbios y los cuentos populares. Estos son un tesoro
inestimable de sabiduría, cuyos valores y significados nunca cesan. Los proverbios no son solo
reglas de conducta, sino también patrones de acción en las más variadas circunstancias de la vida
con las cuales el hombre se encuentra y se enfrenta. El componente cultural de los refranes y
proverbios es incuestionable. Empleados en el lenguaje corriente, le dan al acto del habla una
expresión más fuerte y más significativa y generalmente nos ofrecen mensajes que son difíciles
de transmitir de otra manera.
Esta tesis es dividida en dos capítulos. El primer capítulo es sobre la fraseología como
ciencia y su objeto de estudio, es decir las unidades fraseológicas. Dediqué el primer capítulo a
esta ciencia porque según Corpas Pastor, es necesario entender que la “Paremiología” no es más
que el estudio de una parte de la Fraseología. De hecho, para poder seguir avanzando en el
estudio de las paremias habría que integrar la investigación en las corrientes actuales de la
Fraseología. En esta parte vamos a establecer que es una unidad fraseológica, sus rasgos
principales y las clasificaciones de los autores Alberto Zuluaga y Gloria Corpas Pastor.
La fraseología es una disciplina bastante difícil de definir. Veremos algunas definiciones
sobre esta de diferentes autores e intentaremos definir las unidades fraseológicas, que son el
objeto principal de esta disciplina. Se puede decir que las unidades de fraseología son la sal y
pimienta de un idioma y conocerlas y poder usarlas es una indicación de que el hablante ha
alcanzado un nivel alto / nativo de expresión en un idioma extranjero. A partir de aquí vamos a
hacer algunas aclaraciones sobre la fraseología como una disciplina lingüística con el objetivo de
dar una determinación y clasificación de las unidades fraseológicas.
Esta parte teórica no pretende ofrecer nuevos aportes al estudio de la fraseología, como tampoco
proporciona informaciones desconocidas para un especialista en fraseología.
2

La segunda parte de nuestra tesis se refiere al estudio de la paremiología: la disciplina
que estudia los refranes, los proverbios y demás enunciados cuya intención es transmitir algún
conocimiento tradicional basado en la experiencia. Al igual que con la fraseología vamos a poner
el marco teórico de esta ciencia. Investigaremos el problema de la definición del proverbio, su
origen y función. Después examinaremos la naturaleza semántica del proverbio. Y por fin
llegamos a la parte divertida; la paremiología comparada- cual establece relaciones entre los
refranes y demás enunciados sentenciosos de diferentes idiomas y culturas.
También veremos diferentes definiciones del refrán y del proverbio y pretendemos establecer la
diferencia entre ellos. A través de la traducción de los proverbios intentamos acercar dos culturas
que aparentemente resultan diferentes: la española y la rumana, pero cuales efectivamente tienen
algunos rasgos parecidos.
La sabiduría de los proverbios es un hecho establecido, bien documentado en el miles de
trabajos de los paremiógrafos al recopilar, escribir y clasificar proverbios. Durante siglos, los
dichos populares fueron, y continúan siendo, populares en muchas culturas e idiomas como una
forma de mantener y transmitir los valores y pensamientos de una generación a otra.El creciente
número de publicaciones universalmente y el mayor grado de la conectividad entre personas a
nivel internacional ha facilitado la migración de los proverbios en todo el mundo y permitió
estudiar estas expresiones en un base comparativa.
¿Las personas están interesadas en los proverbios hoy en día? Se puede demostrar fácilmente que
lo son. Los proverbios no están muertos, no han perdido su popularidad bien establecida y
continúan estando presentes en todas las esferas de la vida.
Los proverbios, refranes y otros textos paremiológicos constituyen un tema de una
riqueza singular puesto que han sabido fijarse a través del tiempo en el lenguaje cotidiano,
poniendo de relieve el alto grado de implantación de la cultura oral de tradición popular. Este
tipo de textos cortos forman parte integrante de la realidad lingüística y cultural que es el
resultado de una determinada historia, cultura y religión. El carácter específico de las paremias se
relaciona fuertemente con la tradición y el costumbrismo de una determinada comunidad
lingüística. A pesar de que la lengua como instrumento incuestionable de comunicación es un
organismo vivo, sometido a una evolución constante e inevitable, el lenguaje de las paremias
sigue siendo fijo y el mismo desde los tiempos más antiguos hasta el presente.
No cabe la menor duda de que los refranes, proverbios y otros textos paremiológicos, constituyen
un material lingüístico de carácter auténtico, debido a lo cual, utilizados en diferentes situaciones
de la vida cotidiana, vienen a ser un acervo cultural valiosísimo. Su conocimiento y capacidad de
3

empleo correcto en situaciones reales de comunicación le ayudarán al estudiante a adquirir uno
de los aspectos muy importantes de la competencia lingüística, es decir, la competencia
refranesca, proverbial o paremiológica, propia, sobre todo, de los hablantes nativos. Así que el
aprendizaje de los refranes y proverbios más famosos o conocidos, enriquecería el conocimiento
de la auténtica lengua española.
Los proverbios resumen las experiencias cotidianas y las observaciones comunes en
forma concisa y forma figurativa. Han sido creados y utilizados durante miles de años y
transmitidos como expresiones de sabiduría y verdad de generación en generación. Por lo tanto,
no es sorprendente que los estudiosos están interesados en este fenómeno del lenguaje y
comenzaron a examinarlos desde varios puntos de vista. Por ejemplo, los paremiógrafos son
dedicados a recopilar y clasificar los proverbios, y los paremiólogos abordan preguntas sobre la
definición, forma, estructura, estilo, contenido, función, significado y el valor de los proverbios.
Los proverbios han sido, son y siempre serán eternos. La variedad y cantidad de proverbios y
frases proverbiales no tiene límites. No importa qué edad tengan, de qué país provienen, los
proverbios son parte de su herencia.
Aunque los proverbios han sido recopilados y estudiados durante siglos, hay una gran
pregunta que surge de vez en cuando, es decir, ¿los proverbios juegan un papel importante en la
era moderna o son proverbios en vías de extinción en culturas altamente desarrolladas?
Sin embargo, los resultados actuales de la investigación paremiológica muestran que los
proverbios aún están vivos e ilustran las complejas funciones comunicativas que poseen los
dichos: los grandes conjuntos estructurados de textos contemporáneos (corpora) almacenados y
procesados electrónicamente dan testimonio de la frecuencia relativamente alta de ocurrencia de
proverbios, y están siendo testigos de la fijación y la productividad de los proverbios en los
idiomas modernos.
Los proverbios se pueden recopilar y antologizar como pequeños textos completos en sí
mismos;se pueden describir en sus relaciones con otros proverbios, en sus contextos discursivos
y dentro de su matriz cultural. Para los folcloristas, los proverbios existen como elementos del
folclore junto con acertijos, frases proverbiales y chistes. Proporcionan bloques de construcción
textuales fijos con un potencial retórico único altamente reconocible. Estas joyas son valoradas
como sabiduría popular y portadores de tradiciones.
Su relevancia cultural hace que los proverbios también sean interesantes en la comparación
intercultural, incluidas las cuestiones de transmisión y traducción intercultural. Para los
lingüistas, los proverbios unen las características del lexema, la oración, la frase establecida, la
4

colocación, el texto y la cita. Ilustran patrones interesantes de prosodia, paralelismo, sintaxis,
léxico e imaginería. Debido a su imaginería, los proverbios proporcionan evidencia de
estereotipos y metáforas culturales estándar. Es decir a través de los proverbios podemos
entender mejor una cultura; su cultura, forma de pensamiento, valores, tradiciones etc.
Los proverbios se han estudiado desde perspectivas folclóricas, lingüísticas y lexicográficas
con diferentes métodos y objetivos, lo que resulta en diversas terminologías, a veces
superposición, a veces complementaria. Varios intentos de definir el proverbio y proverbialidad
se han encontrado con diferentes grados de éxito, pero hay un general acuerdo sobre los grupos
básicos de proverbios y sus características principales, cuáles van a ser mencionados en adelante.
Este trabajo tiene como objetivo abordar las principales características de las estructuras de
paremiología rumana y española, enfatizando el valor de los proverbios de la cultura dada. El
estudio se basó en abordando aspectos específicos de los proverbios, como el origen, las
peculiaridades formales y posibilidades de clasificación. Lejos de ser un estudio exhaustivo,
hemos mencionado las primeras colecciones de proverbios y dichos y, lo que es más, las
direcciones de los principales teóricos, a menudo recurriendo a ejemplos.

Palabras clave: ​ fraseología, unidad fraseológica, orígenes, cultura, composición, clasificaciones,
paremiografia, paremiología, interlingüística, proverbios, características, estructura, locuciones,
refranes, colocaciones, Español, Rumano.

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I. LA FRASEOLOGÍA

La fraseología es una disciplina lingüística cuyo enfoque a menudo genera contradicciones, ya
que los investigadores tienen diferentes puntos de vista sobre la definición, el establecimiento de
terminología y la clasificación de los elementos con los que lo estudia.
A juzgar por la gran cantidad de artículos, estudios y diccionarios que aparecieron
especialmente después de 1960, más una serie de coloquios y congresos internacionales, se
puede decir que la fraseología ha recibido una atención particular de los lingüistas en los últimos
cincuenta años. Aunque el término fraseología parece ser aceptado sin reservas en la actualidad,
las opiniones sobre el campo de investigación de esta disciplina e implícitamente sobre su
concepto fundamental, la fraseología, son bastante diferentes. Algunos estudiosos conciben la
fraseología en un sentido excesivamente amplio como una disciplina que se cruza con la
formación de palabras, la sintaxis, la terminología, pero también con la paremiología e incluso la
literatura aforística, mientras que otros restringen su alcance a las llamadas expresiones y
locuciones.
A pesar de que se puede decir que el tema de delimitar y clasificar las unidades
fraseológicas como unidades supraordenadas a la palabra permanece abierto a varias
interpretaciones, no se puede pasar por alto que el fundador de la fraseología moderna, Charles
Bally, razonó y argumentó que el campo de investigación de esta disciplina es indudablemente el
léxico. De acuerdo con la concepción del lingüista, la fraseología de un idioma es una parte
distinta del léxico en el que los grupos de palabras que tienen el valor funcional de las unidades
léxicas se unen. Si bien el término ‘fraseología’ parece ser bastante convencional, a veces incluso
diferente de un idioma a otro, se pueden distinguir algunas características generales, como la
polilexicidad, la posición fija, estable de los elementos componentes y el carácter figurativo,
expresivo, que proporciona una delimitación bastante detallada y una descripción de la
fraseología de un idioma.
Aunque la investigación en el campo de la fraseología como una disciplina independiente
comenzó en Rusia en la década de 1940 con el trabajo de V.V. Vinogradov y la aparición de
diccionarios de fraseología, en nuestro país, la fraseología se enmarca como una subdisciplina
lingüística que se encuentra en algún lugar en el límite entre la lexicología y la sintaxis con
aspectos tangenciales hacia la estilística funcional. Sin embargo, en los últimos 30 años han
habido artículos y estudios sobre este fenómeno lingüístico que han evolucionado rápidamente.
Un paso importante en la afirmación a nivel europeo e incluso mundial de esta disciplina fue la
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fundación en 1999 de la Sociedad Europea de Fraseología (EUROPHRAS), cuyo objetivo es
reunir, en conferencias anuales organizadas en varias ciudades europeas, a investigadores en el
campo de la fraseología para presentar sus estudios sobre las dudas que se refieren a este tema.
Al tratar de definir la fraseología, notamos que tiene varios acepciones, establecidos por
varios especialistas. Parece que el término de fraseología fue certificado por primera vez en 1558
en el Renacimiento Latino, de donde fue prestado en francés e inglés y luego en casi todos los
idiomas europeos. Este término se refiere a todas las construcciones (combinaciones de lenguaje)
típicas de un idioma en términos de la frecuencia de su uso como tal o en términos de su carácter
idiomático y se utilizó en trabajos para el estudio de lenguas antiguas (griegas o latinas) o de un
idioma extranjero en general.
Charles Bally, el lingüista suizo que sentó las bases para el estudio moderno de la
fraseología, definió la fraseología como parte del vocabulario en el cual se estudian y se
clasifican las locuciones compuestas cuya composición consiste en palabras que han perdido, en
todo o en parte, su significado individual, pero cuya combinación tiene un significado bien
definido. 1
En el trabajo de Theodor Hristea, Sinteze de limba română, encontramos dos definiciones de la
fraseología, a saber: "disciplina lingüística cuyo objeto de investigación son las unidades
fraseológicas de un idioma dado (o de un grupo de lenguas)" [20: p. 138] y "el conjunto o la
totalidad de unidades fraseológicas en un idioma dado" [Ibidem: p. 138].
En el Diccionario de la Lengua, la fraseología se define como "una disciplina lingüística en el
proceso de formación, que se ocupa del estudio de unidades fraseológicas en un idioma o un
grupo de idiomas".
Ioana Boroianu divide la fraseología en dos tipos: una fraseología lingüística, es decir "un medio
de expresión de una colectividad" y una fraseología literaria que incluye "aforismos, palabras del
habla, combinaciones de palabras, etc., que pertenecen a algunos escritores, personas famosas y
que tienen un carácter accidental. "
El profesor Liviu Groza hace una clasificación de fraseología como una disciplina lingüística.
Consecuentemente, después de la investigación, considera que la fraseología puede ser teórica o
general si se trata del estudio de combinaciones de palabras en un idioma o un grupo de idiomas,
1 ​ „Si, dans un groupe de mots, chaque unité graphique perd une partie de sa signification individuelle ou n’en
conserve aucune, si la combinaison de ces éléments se présente seule avec un sens bien net, on peut dire qu’il s’agit
d’une locution composée. C’est l’ensemble de ces faits que nous comprenons sous le terme général de
phraséologie”. (Bally, Traité de stylistique, 1921, p. 65–66)

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o puede ser especial si estudia sólo un determinado compartimento de la fraseología de un
idioma ( expresiones idiomáticas, colocaciones, unidades terminológicas, etc.).
Consideramos y estamos totalmente de acuerdo con la idea de que la fraseología puede
contribuir más que cualquier otra rama de la lingüística al énfasis de la riqueza léxica del
lenguaje, en la solución de problemas etimológicos, en la personalización de estilos funcionales
y en su uso expresivo: ". .. la verdadera riqueza de un idioma es dada, en gran medida, también
por sus riquezas fraseológicas. Incluso se puede decir que, de acuerdo con el "tesoro léxico"
propiamente dicho, la fraseología nos permite más que nada clasificar un idioma entre modismos
pobres, ricos o muy ricos " [20: p. 134].
En Rumanía, el interés por la fraseología se manifestó en la recopilación de proverbios y
en la elaboración de diccionarios de fraseología. En cuanto a la parte teórica, Theodor Hristea
(1968, 1984), Ioana Boroianu (1974), Stelian Dumistracel (1980), Gheorghe Colțun (2000),
Liviu Groza (2011) fueron los que se acercaron a la fraseología como una disciplina lingüística, a
su objeto de estudio, así como la clasificación de los tipos de unidades fraseológicas. La mayor
parte del trabajo en el campo se basó en la definición de conceptos y no en su clasificación. «La
fraseología ha sido desde siempre la tierra de nadie a la que acudían investigadores de todas las
escuelas, movidos por el interés que despertaban en ellos las combinaciones fijas de palabras» , 2
así define Leonor Ruiz Gurillo en el comienzo de su libro Aspectos de fraseología teórica
española la situación en que se encuentra esta disciplina que ha estado durante años al margen de
los estudios lingüísticos.
En España los trabajos acerca esta disciplina son pocos y recientes. J. Casares es el primer
lingüista español quien estudió esta disciplina más a fondo. Él aportó mucho a la lexicología en
su introducción a la lexicología moderna (1950). A partir de entonces lo siguen autores como
Coseriu, Zuluaga, Corpas Pastor, Ruiz Gurillo, Tristá Pérez, M. Seco. Este último en la
introducción al Diccionario fraseológico documentado del español actual apunta: «El término
fraseología recubre no sólo las locuciones en sentido propio, sino todas las combinaciones de
palabras que, en su práctica del idioma, no son tomadas libremente por el hablante, sino que se le
dan ya prefabricadas como “paquetes“ que tienen en la lengua un valor propio establecido por el
uso tradicional.» 3
2 ​ Ruiz Gurillo L. Aspectos de fraseología teórica española, Cuadernos de Filología, Anejo XXIV, València:
Universitat de València, 1997, pág. 17.
3 ​ Seco, M. Diccionario fraseológico documentado del español actual, Madrid: Santillana Ediciones Generales, 2005,
pág. 23.
8

El objeto principal en la fraseología y lo que más nos interesa es la unidad fraseológica. La
fraseología tiene como objeto de investigación " las combinaciones de palabras constantes o
grupos sintácticos estables". A veces, tales uniones léxicas constantes también se llaman frases
estables, unidades sintagmáticas o grupos fraseológicos. La mayoría de los investigadores están
acostumbrados a nombrarlas unidades fraseológicas o simplemente fraseologismos " [20: p.
138]. La unidad fraseológica fue utilizada por primera vez por Charles Bally en Précis de
stylistique, Genève, 1905 (capítulo: La phraséologie). De Bally, este término fue asumido por
V.V. Vinogradov y otros lingüistas soviéticos que lo tradujeron como frazeologhiceskaia edinița
y crearon, después de eso, el frazeologhizm.. El nuevo término tiene el mismo significado, pero
tiene la ventaja de que es más corto. Del ruso, este derivado fue tomado de varios idiomas
europeos, incluido el rumano " [Ibidem, p.138].
Existen varias denominaciones de carácter general que se incluyen dentro del concepto
correspondiente al término unidad fraseológica o fraseologismo, tanto las que tradicionalmente
se han denominado dichos, expresiones fijas, expresiones idiomáticas, expresiones, frases,
modismos, giros, fórmulas proverbiales o fórmulas comunicativas, idiomatismos, locuciones,
modos de decir, frases hechas, refranes, adagios, proverbios o aforismos, como las que más
modernamente se han llamado colocaciones, expresiones o unidades pluriverbales, lexicalizadas
o habitualizadas y unidades léxicas pluriverbales. De cualquier modo, unidad fraseológica es el
término genérico que se hace aceptar cada vez más para nombrar el conjunto de expresiones
englobadas bajo los términos anteriormente citados. También nosotros optamos por este término
porque como dice Pastor: «una sencilla razón: este término genérico […] goza de una gran
aceptación en la Europa continental, la antigua URSS y demás países del Este, que son,
precisamente, los lugares donde más se ha investigado sobre los sistemas fraseológicos de las
lenguas». Este término es uno de los más aceptados y es suficientemente amplio como para 4
englobar los diferentes tipos de expresiones sin que se confunda con otros subtipos. Por estas
razones, lo utilizaremos a lo largo del presente trabajo.
Según Theodor Hristea, todas las unidades fraseológicas en un idioma tienen en común el
hecho de que son combinaciones estables de dos o más palabras con un significado unitario que
se refiere a un solo objeto, una sola adquisición, una sola acción, un proceso o un fenómeno
único. Ejemplos adecuados en este caso serían: bal mascat, bătaie de joc, câștig de cauză, copil
din flori, lună de miere, șef de cabinet, țap ispășitor, ca din topor „grosolan”, într-o ureche
4 ​ G. Corpas Pastor. Manual de fraseología española , 1996, págs. 18-19

9

„smintit, țicnit”, în doi peri „echivoc, evaziv”, slab de înger „fricos, timid”, tras de păr „forțat,
neconvingător”, tobă de carte „foarte învățat” [20: p.139]. La distinción que hace Hristea entre
las combinaciones libres de palabras (que el hablante crea al expresarse) y la fraseología (que ya
existe en el lenguaje y está dotada de uso) lo lleva a concluir que la fraseología difiere del
vocabulario y de sintaxis: "Como hay unidades fonéticas, léxicas, morfémicas y sintácticas en el
lenguaje, también hay unidades que llamamos fraseologicas y que podemos agrupar en un
compartimento que no sea el vocabulario y especialmente la sintaxis.
Reconociendo que la fraseología (en el sentido de "totalidad de unidades fraseológicas en
un idioma dado") constituye un compartimiento lingüístico del vocabulario y especialmente de la
sintaxis, debemos admitir la legitimidad de una disciplina lingüística relativamente
independiente, que no puede tener otro nombre que no sea su objeto de investigación "[5: p.
140]. Por otra parte, hay autores quienes están en contra de la concepción de la fraseología como
una disciplina autónoma, y se trata sobre todo de los autores de la antigua República Federal de
Alemania, quienes creen que «los fraseologismos son combinaciones de palabras que pueden ser
descritas de la misma forma que las palabras», y por eso integran a fraseología bajo la
lexicología [12: p.39]. Además hay lingüistas quienes insisten en la opinión que la fraseología
ocupa una posición interdisciplinar: Ruiz Gurillo [12: p.37] opina que la fraseología tiene
carácter de una «categoría frontera, situada entre la lexicología y la sintaxis», y Pilz [cit. en 12:
p.41] asimismo cree que «la fraseología representa una disciplina especial de intersección de
varias disciplinas lingüísticas: etimología, lingüística histórica, lexicología, grafémica,
morfología o morfosintaxis, semántica, estilística, sintaxis».
Los tipos de unidades fraseológicas han sido denominados y clasificados por varios
lingüistas en sus estudios a lo largo del tiempo. Las opiniones de los investigadores son
múltiples, lo que se puede ver en la terminología utilizada: locuțiune, expresie, sintagmă,
formulă, idiotism, idiomatism, idiom, expresie idiomatică, frazeologism, izolare, clișeu. Sin
embargo, en la actualidad la fraseología puede considerarse una disciplina de gran interés por los
lingüistas, porque el objeto de su estudio tiene mucha importancia en la enseñanza de lenguas
extranjeras, que es ahora, sin dudar, uno de los ámbitos más florecientes [8: p.14].

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1.1 Unidad Fraseológica

Este capítulo lo dedicaremos a la delimitación de los términos fraseológicos más importantes y
luego a la descripción de las características más sobresalientes y comunes de los fraseologismos.
El vocabulario de una lengua es enriquecido no solo por las palabras sino también por las
unidades fraseológicas. Las unidades fraseológicas son grupos de palabras no motivados que no
pueden ser libremente inventados en el habla sino que se reproducen como unidades
prefabricadas. Estos unidades se compilan en diccionarios especiales. Lo mismo que las palabras
las unidades fraseológicas se expresan una sola nación y se usan en una oración como una parte
de ella. Se trata de las combinaciones de palabras con alto grado de fijación, formadas por dos o
más palabras, se caracterizan por su estructura compleja, la estabilidad y la presencia en su
estructura de anomalías léxicas o gramaticales. «En cuanto al plano del contenido, las
características que más se argumentan en las obras fraseológicas son su integridad semántica, es
decir, la desactualización semántica, parcial o total, de sus componentes y la adquisición de un
nuevo significado; el sentido figurado; la equivalencia semántica a una palabra y la
intraducibilidad.» 5
En la lingüística española tropezamos con un sistema terminológico heterogéneo. Se
emplean los términos diferentes como unidad fraseológica o fraseologismo, modismos,
locuciones, expresiones fijas, dichos, frases hechas, expresiones idiomáticas, expresiones, frases,
refranes, proverbios, modos de decir o aforismos. Existen varias definiciones del concepto
unidad fraseológica, diferentes entre sí, al menos aparentemente. A. Zuluaga, de una manera
breve y clara, considera que una unidad fraseológica es una «combinación fija de palabras» . La 6
definición de la unidad fraseológica no es homogénea. A. M. Tristá Pérez [3: p.299] define las
características principales:
● estructura compleja, formada por dos o más palabras, para algunos equivalentes a un
sintagma, para otros, a un sintagma o a una oración;
● la fijación o estabilidad, o sea el hecho de que son reproducidas como estructuras hechas
en el acto de habla y no creadas;
● la presencia en su estructura de anomalías léxicas o gramaticales;
La autora avisa que las dos primeras características no ofrecen dudas y son reflejadas en todas las
definiciones de la unidad fraseológica pero la última restringe las unidades fraseológicas a los
5 ​ Tristá Pérez, 1998b, p. 299.
6 ​ Zuluaga Ospina, A.: Introducción al estudio de las expresiones fijas, Frankfurt am Main, Peter D. Lang, 1980, pág.
16.
11

grupos conocidos en el español como modismos o idiotismos. En cuanto al plano del contenido
las características son:
● la integridad semántica;
● el sentido figurado;
● la equivalencia semántica a una palabra;
● la intraducibilidad (la traducción total de la unidad fraseológica no se obtiene a partir de
las traducciones de los componentes aislados);

En la actualidad se observan en la fraseología dos tendencias: «la que considera unidad
fraseológica las combinaciones fijas de palabras equivalentes por su estructura a un sintagma,
que es conocida como concepción estrecha de la fraseología, y la concepción amplia que plantea
que la fraseología la integran las combinaciones fijas de palabras con estructura sintagmática u
oracional». G. Corpas Pastor presenta en su Manual de fraseología española las características 7
lingüísticas sobresalientes de las unidades fraseológicas de diferentes autores:
● se trata de una expresión formada por varias palabras;
● ésta se caracteriza por estar institucionalizada;
● por presentar cierta particularidad sintáctica o semántica;
● por ser estable en diverso grado;
● por la posibilidad de variación de sus elementos integrantes, ya sea como variantes
lexicalizadas en la lengua o como modificaciones ocasionales en el contexto.

Según la autora las unidades fraseológicas «son unidades léxicas formadas por más de dos
palabras gráficas en su límite inferior, cuyo límite superior se sitúa en el nivel de la oración
compuesta». Las unidades fraseológicas son unidades léxicas formadas por más de dos palabras 8
gráficas en su límite inferior, cuyo nivel superior se sitúa en el nivel de la oración compuesta.
Dichas unidades se caracterizan por su alta frecuencia de uso y de coaparición de sus elementos
integrantes; por su institucionalización, entendida en términos de fijación y especialización
semántica; por su idiomaticidad y variación potenciales; así como por el grado por el cual se dan
todos estos aspectos en los distintos tipos [8: p.20].
Las unidades se caracterizan por:
● alta frecuencia de uso;
7 ​ Corpas Pastor, 1996, pág. 22
8 ​ Corpas Pastor, ob. cit., págs. 19-20
12

● institucionalización;
● idiomacidad;
● estabilidad;
● variación;
● gradación;

Para Ruiz Gurillo «las expresiones fraseológicas son principalmente complejos sintagmáticos
fijos, lo que indica cierta estabilidad, escasa o nula productividad de sus esquemas sintácticos y/o
defectividad transformacional». L. Ruiz Gurillo apunta que han sido varios intentos de 9
descripción formal de las unidades fraseológicas. Considera los rasgos más importantes la
idiomaticidad y la fijación. J. Martínez Marín igualmente deslinda dos rasgos fundamentales: la
fijación (la estructura formal de estos elementos está fijada) y la idiomaticidad (el significado no
depende de cada uno de los vocablos que constituyen la expresión fraseológica, sino que es
unitario o propio del conjunto).

1.2 Características de las Unidades Fraseológicas

Como ya hemos indicado en el capítulo anterior, la fraseología estudia varios tipos de
combinaciones de palabras. Durante los cincuenta años de los estudios fraseológicos varios
lingüistas han propuesto varios términos para denominar a las combinaciones de palabras, y así
se originó la disparidad de la terminología. Corpas Pastor [8: pp.17-18] ofrece un sumario de los
términos que se usaron en los trabajos escritos en castellano:
● Expresión pluriverbal, un término usado por Casares (1992), o sus variedades como p.ej.
unidad pluriverbal lexicalizada y habitualizada (utilizado en Corpas Pastor, 1995), etc.
● Expresión fija, un término usado por Zuluaga (1980), Martínez Marín (1991), y sus
equivalentes en otros idiomas, p.ej. fixed expression en inglés usado por Alexander
(1978-89), etc.
● Unidad fraseológica o fraseologismo, usado por Zuluaga (1980), Carneado Moré (1985),
Tristá Pérez (1988), Ruiz Gurillo (1997) y otros.
9 ​ Leonor Ruiz Gurillo. Aspectos de fraseología teórica española. València: Universitat de València, 1997, págs.
103-104.
13

Las unidades fraseológicas, aunque sean de tipos diferentes, tienen ciertos rasgos o
características comunes. Corpas Pastor [8: pp.19-20] enumera los rasgos comunes más
frecuentes de ellas:
● Son expresiones formadas por varias palabras.
● Son expresiones institucionalizadas.
● Son en diverso grado estables.
● Presentan cierta particularidad sintáctica o semántica.
● Sus elementos integrantes presentan cierta posibilidad de variación.

Corpas Pastor afirma que apenas existen caracterizaciones globales de las UFS y de las
indicaciones diseminadas por los trabajos sobre este tema deduce que estas unidades se
caracterizan por:
● su alta frecuencia de uso y de coaparición de sus elementos integrales;
● por su fijación y especialización semántica;
● por su idiomaticidad y variación potenciales;
● por el distinto grado en que se dan todos estos aspectos en las diferentes unidades
fraseológicas.

De forma hasta cierto punto análoga, Ruiz Gurillo [12: pp.74-78] recoge las propiedades y los
rasgos con los que se ha intentado caracterizarlas, sólo que esta autora agrupa las características
en función de los niveles fonético-fonológico, morfológico, sintáctico, léxico-semántico y
pragmático. De todas formas, para que una secuencia de palabras pueda convertirse en UF debe
cumplir, dos requisitos fundamentales cuales son:
● la fijación o estabilidad formal;
● la fijación semántica o idiomaticidad.

1.2.1 Frecuencia

La primera característica de las unidades fraseológicas de la que nos ocuparemos es la
frecuencia. Corpas Pastor [8: pp.20-21] distingue dos tipos de frecuencia: la frecuencia de
coaparición de sus elementos integrantes y la frecuencia de uso de la unidad fraseológica como
tal. El Diccionario de lingüística de Cerdá Massó [cit. en 8: p.20] explica el término ‘frecuencia
de aparición’ como el «número relativo de apariciones de un determinado elemento en una
14

muestra representativa de contextos». Analógicamente, frecuencia de coaparición significará que
los elementos constituyentes de ciertas unidades fraseológicas aparecen combinados con una
frecuencia más alta que la frecuencia de aparición individual de cada palabra de la lengua [8:
pp.20-21].
La frecuencia de uso, por otra parte, es la frecuencia con la cual se usan las unidades
fraseológicas en cuestión en la lengua. Y al revés: Si una combinación aparece muy
frecuentemente, tiene mucha posibilidad de convertirse en una expresión fija [Ibidem: p.21].

1.2.2 Fijación

Zuluaga señala que ciertas expresiones tienen propiedad de ser reproducidas en el hablar como
combinaciones previamente hechas. Se trata de una fijación arbitraria pero no es homogénea para
todos los hablantes. Manuel Seco la explica «como combinaciones que, en su práctica del
idioma, no son formadas libremente por el hablante, sino que se le den ya prefabricadas, como
«paquetes» que tienen en la lengua un valor propio establecido por el uso tradicional».
La fijación se divide en interna y externa:
● fijación interna – la fijación de contenido y la fijación material (realización fonética fija,
imposibilidad de reordenar los componentes).
● fijación externa – se distinguen varios subtipos.

El primer tipo es la «pasemática». Esta fijación está originada en el uso de unidades según el
papel del hablante en la comunicación. El segundo tipo es la fijación «situacional» – se trata de
combinación de ciertas unidades en determinadas situaciones sociales. Y también plantea la
fijación «posicional» que se entiende como la preferencia de uso de unidades en determinadas
posiciones de textos. En opinión de Zuluaga, la fijación es arbitraria desde el punto de vista
funcional, ya que no hay explicación semántica ni sintáctica del tipo de fijación en cada caso
concreto. Estas expresiones tienen esta forma porque así fueron fijadas por el uso repetido en una
comunidad lingüística. Zuluaga establece para el español una clasificación detallada de la
fijación en torno a cuatro aspectos concretos:
1. Inalterabilidad del orden de los componentes – se dice: “A buena fe, mal engaño”, pero
no se puede decir *a mal engaño, buena fe.
15

2. Invariabilidad de alguna categoría gramatical (sea de tiempo, persona, número o género)
– por ejemplo no se puede modificar la expresión: “Blanco o negro, el perro siempre es
perro” a *Blancos o negros, el perro siempre es perro”
3. Inmodificabilidad del inventario de los componentes (imposibilidad de insertar, suprimir
o sustituir) – se dice poner pies en polvorosa, pero no, p. ej., *poner ambos pies en
polvorosa.
4. Insustituibilidad de los elementos componentes – tenemos “Buey suelto bien se lame”,
pero no, p. ej., *Buey libre bien se lame.

No debemos olvidar, por supuesto, que la fijación, aunque sea una de las características más
frecuentes, es variable y depende del grado de fijación que haya alcanzado cada unidad
fraseológica. Como dice Martínez Marín, no es lo mismo que una expresión esté fijada en uno de
sus elementos que lo esté en varios. Tal expresión puede, además, presentar variantes.
Por poner un ejemplo, armarse de paciencia puede presentarse también como revestirse de
paciencia. Zuluaga afirma que «la fijación fraseológica es para el hablante nativo la 10
peculiaridad que tienen ciertas expresiones de ser reproducidas en el discurso como
construcciones ya hechas». Zuluaga también insiste que una unidad fraseológica frecuentemente
presenta varios tipos de fijación a la vez y que «la fijación es arbitraria desde el punto de vista
funcional; es decir, no encontramos ninguna explicación semántica ni sintáctica del tipo de
fijación en cada caso concreto». Ruiz Gurillo [13: p.25] concluye que «toda locución (o su 11
hiperónimo unidad fraseológica) es un sintagma fijo. En determinadas ocasiones, la fijación
viene acompañada de idiomaticidad, de modo que ambas se complementan».

1.2.3 Especialización semántica

Corpas Pastor en su libro explica que la lexicalización, o el cambio semántico, se realiza como 12
la consecuencia de la fijación. En otras palabras, primero una expresión se queda fija en su forma
y luego puede sufrir un cambio semántico.
10 Martínez Marín. Estudios de fraseología española. Ágora: 1996, pág. 20.
11 Alberto Zuluaga. Estudios generativo-transformativistas de las expresiones idiomáticas. Instituto Caro y Cuervo:
1975, pág. 229.
12 ​ Corpas Pastor, G. (1996): Manual de fraseología española, Madrid: Gredos, pág. 26.
16

Este fenómeno de especialización semántica a menudo recibe la denominación de lexicalización.
A través de este proceso «una construcción o combinación sintáctica libre pasa a formar parte
del sistema léxico de una lengua, convirtiéndose en una expresión más o menos fija con
significado propio». La lexicación presenta doble vertiente: 13
a) la lexicalización que surge como «resultado de la adición de significado […], donde se
pasa de lo particular, físico y concreto a lo general, psíquico y abstracto»;
b) la lexicalización que resulta de la supresión de significado [8: pp.25-26].

1.2.4 Institucionalización

La institucionalización es el paso de las expresiones neológicas a la lengua. Este proceso sucede
gracias a la repetición, el uso y la frecuencia de aparición. La repetición de una unidad
fraseológica puede desembocar en su convencionalización. Zuluaga denomina la repetición
como reproducción o repetición sin alteración de la forma.
Corpas Pastor [8: p.22] explica que esta institucionalización caracteriza las producciones
lingüísticas de los hablantes, los cuales, por lo general, no van creando sus propias
combinaciones originales de palabras al hablar, sino que utilizan combinaciones ya creadas y
reproducidas repetidamente en el discurso, que han sido sancionadas por el uso. Una expresión
fraseológica puede institucionalizarse si aparece con mucha frecuencia y se repite en el idioma.
Algunos autores usan la denominación reproducibilidad (Bally) o reproducción (Zuluaga).
Reproducción es, según Zuluaga [cit. en 8: p.22], «la repetición sin alteración de forma, que
conduce a la fijación de la expresión en una forma determinada […]». Se trata, entonces, de una
repetición diacrónica.

1.2.5 Variación

La fijación de las unidades fraseológicas es relativa. Muchas de ellas poseen más variantes
léxicas. Según Corpas Pastor [8: p.27] no todas las unidades fraseológicas son completamente
fijas. Hay muchas que presentan cierta variación léxica, p.ej. importarle a uno algo un
pimiento/un pepino/un rábano/un bledo. Tomando en cuenta esta característica, Corpas Pastor
[8: pp.28-9] distingue entre las variantes y las modificaciones.
13 www.rae.es/diccionario-panhispanico-de-dudas/terminos-linguisticos
17

1. Variantes – para poder denominar dos unidades fraseológicas como variantes, «éstas
deben darse dentro de una misma lengua funcional, no presentar diferencias de
significado, ser libres e independientes de los contextos en que aparecen, ser parcialmente
idénticas en su estructura y en sus componentes, y ser fijas». Se trata de los sinónimos y
las variantes estructurales.
2. Modificaciones – se trata de los componentes de las unidades fraseológicas que adquieren
un nuevo significado como consecuencia del significado global de la unidad.

Las unidades fraseológicas en el discurso pueden sufrir una modificación creativa, pero tienen
que seguir siendo reconocibles al mismo tiempo. Corpas Pastor afirma: “cuanto más fija es la
unidad fraseológica, tanto más posible es que sufra una modificación en el discurso” [8: p.29] .
La autora explica esta realidad apoyándose en el concepto de ‘palabra potencial’ de las autoras
rusas Alexandrova y Ter-Minasova [cit en 8: pp.29-30] , según su explicación «los componentes
de las unidades fraseológicas no constituyen palabras en sentido estricto, sino que empiezan a
funcionar como palabras potenciales, es decir, adquieren un nuevo significado en virtud del
significado global de la unidad. Tal significado potencial se actualiza en ciertas expresiones que
se consideran deformaciones de estas unidades léxicas». [Ibidem: 29-30]
En cuanto a la definición de las variantes mencionados arriba vamos a exponer aquí la
concepción de Zuluaga, en la cual se apoya incluso Corpas Pastor. Zuluaga destaca que «estas
variantes deben ser consideradas dentro de la misma lengua funcional» (p.ej. “Tomar las de
Villadiego”, tiene también la variante “Coger las de Villadiego”, que se usa sólo en España y
Colombia), su significado no puede ser diferente y las variantes tienen que ser libres e
independientes del contexto. Además suele sustituirse sólo una parte o un elemento de la
expresión para que esta pueda considerarse una variante (como en tomar las de Villadiego se
sustituye tomar por coger). Y la sustitución como tal también presenta cierta fijación, porque el
componente sustituido no se puede sustituir por cualquier palabra, sino sólo por tal palabra con la
que forma otra expresión fija con el mismo significado [5: pp.241-2] .

1.2.6 Idiomaticidad

De acuerdo con Zuluaga la idiomaticidad se puede entender de diferentes maneras.
Etimológicamente, se entiende como lo que es propio y peculiar de una lengua. ​ Desde otro punto
18

de vista, es rasgo semántico característico de algunas combinaciones fijas cuyo sentido no puede
deducirse de la suma de los significados de los elementos constituyentes. La idiomaticidad se
considera como uno de los rasgos principales de una unidad fraseológica.
Según C. Pastor la idiomaticidad puede definirse como la «especialización o lexicalización
semántica en su grado más alto» [8: p.26] . Se puede decir que una unidad fraseológica es
idiomática si su significado global no es deducible del significado de cada uno de los elementos
individuales que forman esta unidad fraseológica. [Ibidem: 26] ( «Las unidades fraseológicas
pueden tener dos tipos de significado denotativo: significado denotativo literal y significado
denotativo figurativo o traslaticio, es decir, idiomático». [Ibidem: 26] El significado denotativo
figurativo es precisamente el responsable de la idiomaticidad que muestran la mayor parte de las
unidades fraseológicas. Se debería notar que no todas unidades fraseológicas son idiomáticas, se
trata de una característica potencial. Todas las UFS son fijas, en mayor o menor grado, pero no
todas son idiomáticas.
La autora Tristá Pérez en sus estudios parte de la concepción restringida de la fraseología,
considerando que el estudio lingüístico que se centra en la estructura de las UFS es posible solo
cuando se excluyen los dichos y los refranes, lo que Pator totalmente rechaza. Tristá aboga por la
clasificación de las UFS que en su momento ofreció Casares (locuciones, frases proverbiales y
refranes). En su trabajo Fraseología y contexto (1988) ofrece las definiciones principales de los
fraseologismos. Los tres rasgos que la autora destaca como más importantes para que una
combinación de palabras defina su condición de fraseologismo son:
1. la pluriverbalidad;
2. el sentido figurado;
3. la estabilidad;

1. La pluriverbalidad, viene a decir que cada UF representa una unidad de dos o más
palabras, de las que al menos una tiene que ser palabra plena. Los más predominantes en
la lengua española son los fraseologismos verbales. La autora los clasifica de la siguiente
manera:
● V + SUSTANTIVO
Lo vemos como mira al nuevo, cogiendo recortes.
● PRON + VER + PREP + VERB + SUST
Peor es que los hombres le tengan miedo a una y nos quedamos para vestir santos.
● VERB + PREP + SUST
19

Mi hermana y yo a quienes él debía mantener a raya.
● VERB + ART + SUST + ADJ
Quienes deben ser los que lleven la voz cantándole
● VERB + SUST + CONJ + SUST
Si para sacarle una palabra cuesta Dios y ayuda.
● VERB + PREP + ART + ADV + ADJ etc…
Te esperan con los brazos abiertos.

2. El sentido figurado es la segunda característica evidenciada por la autora. Como ella
afirma: “La metáfora es el factor semántico por excelencia que actúa en la formación de estas
unidades” [3: p.21] Posteriormente explica el fenómeno de la metaforización: “La
metaforización, es decir, el cambio de sentido originado por la semejanza entre fenómenos u
objetos, es una de las mayores fuerzas de enriquecimiento de la fraseología.” [Ibidem: 21]
Entre las figuras estilísticas que en la mayoría de los casos sirven de base para la creación de la
UFS Tristá subraya:
● La metáfora es, sin duda, la figura estilística que más ha motivado la creación de las UFS:
tirar la toalla, tender la mano, con los brazos abiertos.
● La hipérbole es otra figura que ha influido en la creación de las UFS pero no tanto como
la metáfora: ahogarse en un vaso de agua; una tempestad en un vaso de agua.
● La metonimia o sinécdoque no se consideran como intervenciones frecuentes a la hora de
crear UFS, pero en algunos fraseologismos sí que han intervenido por ejemplo: Está
leyendo otra vez a Borges. El País no ha llegado todavía a la conferencia de prensa.

3. Esta tercera y última característica de las UFS destacada de Trista, está definida de ella
misma del siguiente modo: “La estabilidad, es decir, la capacidad que poseen los fraseologismos
de ser reproducidos íntegramente, es una de las características que conjuntamente con las
restantes permite distinguir el fraseologismo como una unidad lingüística.” [3: p.25]
La estabilidad fraseológica según la autora presupone:
● imposibilidad de cambiar el orden de los elementos fraseológicos dentro de una unidad
fraseológica no se pueden intercalar elementos ajenos o sustituir unos elementos por
otros.
● las unidades fraseológicas son estables también desde el punto de vista gramatical, no se
permiten cambios morfológicos o sintácticos. La estabilidad fraseológica es un factor
20

importante, aunque, tal y como lo confirma la misma autora, hay muchas excepciones
respecto a esa característica de la UFS.

Tristá agrupa las UFS en los siguientes grupos:
1. locuciones
2. frases proverbiales
3. refranes

La novedad que presenta se refiere a las locuciones o fraseologismos en cuya estructura interna
se encuentra el elemento que identifica el indicador mínimo. Este indicador puede ser de
naturaleza semántica, léxica o gramatical. Su estructura es muy rígida y no permite cambios, o
más bien no permite que se coloque nada dentro de ese UFS. Las fraseologías con estas
anomalías pueden ser:
● UFS con elementos onomatopéyicos: hacer tilín,
● UFS con palabras cuyo significado existe sólo como parte del mismo fraseologismo, se
trata de palabras en desuso: hacer el paripé.
● UFS con un lexema que pertenece a una lengua especial poner en solfa, con anomalías
gramaticales: dar tijera (en este caso el artículo no se permite).

Cuando el indicador mínimo es de carácter semántico, el hablante diferencia estas unidades de
las combinaciones libres de palabras gracias a la realidad extra lingüística que poseen los
hablantes, estamos hablando de una imagen que no puede interpretarse literalmente, por ejemplo:
comerse el mundo. La responsabilidad de ese sentido figurado se encuentra en la metáfora. “Son
casos de la homonimia, es decir, casos en que a una misma unidad fónica corresponden
significaciones diferentes, unas con sentido recto y otras con sentido figurado.” [3: p.38]
Hay que señalar que no todas las unidades fraseológicas deben ser idiomáticas, porque hay
unidades cuyo significado es perfectamente deducible de los significados de sus elementos
constituyentes individuales. Por eso, no se trata de una característica esencial, sino potencial [8:
p.27]. Zuluaga explica que hay unidades fraseológicas que tienen significado literal, unidades
cuyo significado es una transferencia del literal (como en más papista que el Papa), unidades que
no tienen significado lingüístico (como las fórmulas de saludos), y unidades que tienen un
significado idiomático (como en tomar las de villadiego). [4: pp.127-8] Además de estas,
Zuluaga también define unidades fraseológicas semi idiomáticas y unidades fraseológicas
21

mixtas. [Ibidem: pp.127-8] Las primeras muestran menor grado de idiomaticidad, aunque su
significado sea literal, y las otras están compuestas de «una parte meramente fija y otra parte
idiomática».

1.3 Clasificaciones de la unidad fraseológica

Las diferentes clasificaciones que encontramos en los trabajos sobre fraseología de varios
lingüistas suelen basarse sobre rasgos internos de las unidades fraseológicas, como fijación o
idiomaticidad, o sobre categorías lingüísticas o funcionales [13: p.37]. Las clasificaciones más
sobresalientes de este tipo son las de A. Zuluaga (1980, 1992) y L. Ruiz Gurillo (1997). Nosotros
vamos a centrarnos en la clasificación de Alberto Zuluaga y veremos en detalles su método de
repartir las UFS
De misma manera que encontramos varias definiciones de las UFS, igualmente observamos
algo similar con respecto a su clasificación. De la misma manera que los lingüistas no parecen
llegar a un acuerdo sobre las unidades estudiadas y el término para referirse a ellas, tampoco
parecen unificar los criterios para clasificar estos fenómenos léxicos. Existen clasificaciones
múltiples y diversas que se han realizado con base en diferentes criterios, como semántico,
funcional o estilístico.
Corpas Pastor señala que las investigaciones globales sobre la fraseología en español se
han sucedido de la siguiente manera. A principios de los años cincuenta del siglo XX, J. Casares
da la primera clasificación de las UFS. En la década de los sesenta, E. Coseriu (1966) introduce
la diferencia entre la técnica libre del discurso y el discurso repetido. A finales de los setenta
aparece el trabajo de H. Thun (1978) sobre la fraseología de las lenguas romances. Dos años
después, A. Zuluaga (1980) publica su tesis doctoral de 1975 en la que mejora y completa la
clasificación de J. Casares. Para ello, al igual que H. Thun, se basa en las investigaciones
alemanas y soviéticas sobre el tema. En 1997 aparece una nueva propuesta de clasificación de las
UFS del español ofrecida de Corpas Pastor, quien llega a la conclusión de que las clasificaciones
existentes siguen siendo incompletas y por eso es necesario realizar una sistematización y
clasificación global del sistema fraseológico español. Al manual de Corpas Pastor vienen a
sumarse las investigaciones de Ruiz Gurillo (1997, 1998).
22

Las clasificaciones que nosotros vamos a estudiar más a grano, puesto que son las más
representativas y las más citadas entre los investigadores en la materia, pertenecen a Corpas
Pastor y Alberto Zuluaga.

1.3.1 La clasificación de Zuluaga

Bajo el denominador común de las expresiones fijas o unidades fraseológicas, Zuluaga estudia el
UFS desde combinaciones de dos palabras hasta las formadas por oraciones simples o
compuestas que se caracterizan por la fijación y por algún grado de idiomaticidad que presentan
muchas de ellas. Dentro de las expresiones idiomáticas de Zuluaga, destaca varios subtipos,
mezclando diferentes criterios semánticos, sintácticos y metalingüísticos, sin ninguna
homogeneidad. Zuluaga hace una clasificación de las unidades fijas cuyas principales
características son: fijación e idiomaticidad, por lo que tenemos:
1. combinación fraseológica fija no idiomática p. ej. dicho y hecho no presentan ninguna
peculiaridad que indique cierto nivel de idiomaticidad.
2. combinación fraseológica semi idiomática el grado de motivación es muy alto y su base
está en las figuras estilísticas dentro de las cuales destaca: la metáfora. En otras palabras
hablamos de expresiones con una motivación figurada. Por ejemplo: un lobo con piel de
oveja.
3. combinación fraseológica fija idiomática, dentro de estas Zuluaga diferencia varios
subgrupos:
● las UFS mixtas en las que una parte es meramente fija y otra u otras son idiomáticas p. ej.
prensa amarilla,
● las UFS idiomáticas con elementos únicos, p. ej. dar en el quid provienen de otras
lenguas o son arcaicas.
● UFS con anomalías estructurales, p. ej. a ojos vistas, las anomalías pueden ser de carácter
gramatical o sintáctico.
● con elementos metalingüísticos o auto designativos p. ej. meter las cuatro “parece
referirse a las cuatro letras de la pata: meter las cuatro equivale a meter la pata
(=equivocarse)”.
● Las UFS estructuralmente regulares, son aquellas expresiones que poseen un homófono
literal p. ej. tomar el pelo.
23

Existen UFS que pueden pertenecer a más de un grupo, como por ejemplo: mondo y lirondo. Se
trata de una UF idiomática mixta e idiomática con elemento único. Otra clasificación de Zuluaga
se basa en el funcionamiento de las UFS en el discurso, en esta clasificación tenemos dos grupos:
1. Los enunciados fraseológicos expresiones fijas capaces de construir por sí mismas
enunciados completos.
2. Las locuciones expresiones fijas que necesitan combinarse con otros elementos en el
interior de la frase para poder construir un enunciado.

A través del siguiente esquema Zuluaga [4: p.139] ofrece un resumen de la clasificación de las
UFS según su status funcional:

ESQUEMA 1.1
24

Zuluaga establece fundamentalmente dos grandes grupos de fraseologismos atendiendo a los
rasgos de su estructura interna (fijación e idiomaticidad) y a su valor semántico-funcional, es
decir, a las diferentes funciones sintácticas que pueden desempeñar en el discurso. De acuerdo
con el valor semántico-funcional, el autor distingue en primer lugar entre locuciones que,
siguiendo la terminología de Casares, define como expresiones fijas que necesitan combinarse
con otros elementos en el interior de la frase para poder constituir un enunciado, y entre
enunciados fraseológicos que son aquellas expresiones que constituyen enunciados completos
con autonomía sintáctica. Dentro de las locuciones distingue si se trata de instrumentos
gramaticales, de unidades léxicas o de sintagmas. Las locuciones equivalentes a unidades
gramaticales sirven para establecer relaciones entre unidades lingüísticas, funcionan como
instrumentos gramaticales y carecen de significado léxico.
Zuluaga diferencia tres tipos de ellas:
1. locuciones prepositivas – transforman un sustantivo o sintagma nominal en sintagmas
adverbiales (a ras de);
2. locuciones conjuntivas – funcionan como enlaces oracionales (así y todo);
3. locuciones elativas – intensifican y elativizan verbos (como loco), sustantivos (un mar
de), y adjetivos (como él solo).

En cuanto a las locuciones equivalentes a unidades léxicas , éstas se clasifican de acuerdo con 14
el significado categorial. Zuluaga presenta cuatro tipos que se corresponden con cuatro 15
categorías léxicas: sustantivo, adjetivo, adverbio y verbo:
1. locuciones nominales (paño de lágrimas);
2. locuciones adnominales (de rompe y rasga); 16
3. locuciones adverbiales, divididas a su vez en cláusulas, circunstanciales y adverbios;
4. locuciones verbales (volver a las andadas, pagar los platos rotos). 17

14 Como suma Corpas Pastor [8: p.43], ésta es la denominación genérica y global que reciben todas estas locuciones
a lo largo del trabajo de Zuluaga, a pesar de la distinción que hace este lingüista entre unidades léxicas y sintagmas
en el esquema.
15 ​ El valor categorial no es una función en la oración, sino un modo de significación, así que una locución nominal
significa, desde el punto de vista funcional, que puede ser sujeto, objeto directo o indirecto y con una preposición
puede funcionar como complemento circunstancial [4: p.149].
16 ​ Zuluaga adopta esta denominación porque es la más adecuada para referirse a la función de modificar un nombre
o frase nominal.
17 ​ Las locuciones verbales pueden reconocerse como unidades léxicas o como sintagma. Así, volver a las andadas
equivale a una unidad léxica, “reincidir” y pagar los platos rotos a un sintagma, “sufrir las consecuencias”.
25

Con respecto a los enunciados fraseológicos, Zuluaga proporciona la siguiente clasificación.
Primeramente, según el nivel de estructuración gramatical entre los constituyentes y el tipo de
estructura sintáctica diferencia los enunciados fraseológicos constituidos por:
● una sola palabra a los que llama enunciados formulísticos (salud); 18
● un sintagma (muchas gracias);
● una oración simple, nominal o verbal (En casa de herrero);
● una oración compuesta (Haz bien y no mires a quien);
● wellerismo, esto es, una cita introducida por un verbo declarativo (Habló el buey y dijo
mú);
● dialogismos, constituidos por una interrogación retórica seguida de una respuesta (¿Quién
es tu enemigo?: El de tu oficio).

La mayoría de los fraseólogos consideran que la clasificación de Zuluaga está tan distinta de la
de Casares. Nosotros también podemos afirmar comparando las clasificaciones de los dos
estudiosos que están parecidas. Zuluaga, incluso, acepta la definición de la locución de Casares:
“combinación estable (fija) de dos o más términos que funciona como elemento oracional.” Pero,
podemos observar que dentro de las locuciones Zuluaga introduce un nuevo tipo, es decir
desarrolla o completa las investigaciones. El nuevo tipo de locuciones introducidas por Zuluaga
son las locuciones elativas, que se encuentran dentro del grupo instrumentos gramaticales. Se
trata de locuciones con función intensificadora de los lexemas, que ponderan o elativizan verbos
(que es un gusto) o sustantivos (un mar de) o adjetivos (como él mismo)”.

Zuluaga presenta una larga lista de estas locuciones que se encuentran y usan con frecuencia
muy alta en la lengua española: hablar hasta por los codos; enrojecer como un camarón; llover a
cántaros; dormir como un tronco, etc. Las locuciones equivalentes a unidades léxicas se
clasifican según el criterio funcional que distintas clases de palabras tienen, así Zuluaga
distingue:
● las locuciones nominales (medias tintas, cabeza de turco);
● adnominales (de pelo en pecho, de vieja data);
● adverbiales (por si las moscas, con pelos y señas);
● verbales (echar una mano).
18 Este hecho particular no va en contra de la definición de UF como aquella combinación fija de dos o más palabras
porque hay algunas palabras aisladas que funcionan de forma semejante a las combinaciones fraseológicas, es decir,
su funcionamiento está fijado desde el punto de vista pragmático, tal es el caso de adiós o buena suerte.
26

Otro gran grupo de UFS se llama enunciados fraseológicos que el autor define como una unidad
de comunicación mínima que “no precisan de un contexto verbal inmediato para construir una
expresión de sentido completo” [4: p.139].
Zuluaga hace diferencia entre: enunciados fraseológicos funcionalmente libres o textos y
enunciados fraseológicos contextualmente marcados que no son independientes sino dependen
del contexto. Dentro de este grupo se encuentran: los refranes, fórmulas, dichos y clichés [4:
pp.199-207].

Respecto a la idiomaticidad se aplica la misma terminología que para todas las UFS, así tenemos:
● los enunciados fraseológicos meramente fijos (Deja a quien se está muriendo, y acude al
que está pariendo.);
● semi idiomáticos (Descubrir el Mediterráneo.);
● idiomáticos (Hay moros en la costa.);

La estructura formal del enunciado:
● palabras (Salud, Adiós.);
● sintagmas nominales (muchas gracias);
● oraciones simples (En cada villa, su maravilla.);
● oraciones compuestas (Cuanto más largo es el día , más larga es la romería.);
● citas que se introducen con una oración (los wellerismos) (dijo la zorra a las uvas: “no
están maduras”.);
● los dialogismos. (¿Quién es tu amigo? Tu pariente en el mal.).

Según Zuluaga existen expresiones que no dependen del contexto, no hay vínculo anafórico,
catafórico o deíctico con los textos, sino se trata de unidades semántica y funcionalmente
independientes. Aquí se encuentran los refranes. Otro grupo de expresiones, que sí mantienen la
relación de dependencia con el texto, es decir dependen del contexto lingüístico o pragmático
son: dichos o frases hechas, clichés o muletillas que aparecen en los diálogos, fórmulas propias
del texto narrativo y al final las expresiones “cuyo empleo está fijado a determinadas situaciones
de la vida social (buenos días, feliz año)” [Ibidem: p.207].

27

1.3.2 La clasificación de Corpas Pastor

Corpas Pastor juzga que las clasificaciones hechas anteriormente son incompletas y
esquemáticas, por lo que cita los criterios básicos que se han adoptado:
● fijación en el sistema, en el habla o en la norma ;
● elemento oracional u oración completa;
● grado de motivación semántica ;
● fragmento de enunciado ;
● restricción combinatoria total ;

La autora critica las clasificaciones anteriores, señalando que ninguna clasificación usa criterios
claros, tampoco sirven para vertebrar una clasificación global de la fraseología española. Por
consiguiente la autora combina el criterio de enunciado con el de fijación. Según Pastor un
enunciado es «una unidad de comunicación mínima, producto de un acto de habla, que
corresponde generalmente a una oración simple o compuesta,pero que también puede constar de
un sintagma o una palabra». De este criterio se crean dos grupos de unidades fraseológicas:
1. UFS que no constituyen enunciados completos
2. UFS que constituyen enunciados completos

1. Las unidades fraseológicas del primer grupo no integran actos de habla ni enunciados,
eso significa, «que necesitan combinarse con otros signos lingüísticos y ue equivalen a
sintagmas». Hay que decir que no es un grupo homogéneo.
Este grupo se subdivide en dos:
● La esfera I – contiene unidades fraseológicas fijadas solamente en la norma, son las
llamadas colocaciones ;
● La esfera II – incluye unidades fraseológicas del sistema, son locuciones;

2. Al segundo grupo se incluyen las unidades fraseológicas que pertenecen al acervo
socio-cultural de los hablantes. Se trata de la esfera III en la que encontramos el resto de las
unidades fraseológicas que se denominan enunciados fraseológicos. Su característica principal
es:
● están fijadas en el habla;
28

● crean actos de habla realizados por enunciados completos que pueden depender de una
situación específica.

ESQUEMA 1.2

Cada una de estas esferas admite un segundo nivel de estructuración si se aplican unos criterios
adicionales (categoría gramatical, función sintáctica, carácter de enunciado, independencia
textual, etc.). Ahora ocuparemonos de colocaciones, locuciones y enunciados fraseológicos.
Corpas Pastor distingue varios tipos de colocaciones:
● sustantivo (en función de sujeto) + verbo – estallar una guerra ;
● verbo + sustantivo (en función de objeto) – desempeñar una función ;
● adjetivo + sustantivo – importancia capital;
● sustantivo + preposición + sustantivo – banco de peces ;
● verbo + adverbio – llorar amargamente ;
● adjetivo + adverbio – firmemente convencido.

29

Tipos de locuciones:
● nominales – mosquita muerta, lágrimas de cocodrilo ;
● adjetivas – sano y salvo, blanco como la pared, fuerte como un toro ;
● adverbiales – a todas luces, a reglón seguido ;
● verbales – dormir como un tronco, costar un ojo de la cara ;
● locuciones prepositivas – con objeto de, en torno a, a causa de;
● locuciones conjuntivas – con tal que, mientras tanto ;
● locuciones causales – subírsele a alguien la sangre a la cabeza .

Tipos de enunciados fraseológicos:
● citas – Verde, que te quiero verde ;
● refranes – La ocasión hace al ladrón ;
● enunciado de valor específico – Dentro de cien años todos calvos;

ESQUEMA 1.3

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ESQUEMA 1.4

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