Inmediatamente surgió el problema de que si cada nodo emitía su propia moneda local, para poder acceder a los bienes y servicios inter-nodos debía… [305317]

Índice

Introducción

“La anomalía es el principio no el fin”

En la presente tesis se plantea la deconstrucción analítica del tecnológico Feria de la Agricultura Familiar, a partir del análisis de dinámicas socio técnicas en el Norte Patagónico, con énfasis en las provincias de Rio Negro y Neuquén, a través de un constructivista.

este enfoque permite realizar un estudio detallado de la construcción de hechos y artefactos, vinculados desde su origen con problemas sociales más amplios, así como con problemas de claras implicaciones políticas y normativas.

Tanto en ciencias sociales como en otras instancias de análisis es importante el poder comprender las dinámicas que se introducen entre elementos sociales y no sociales.

La temática de análisis planteada nos permite situar al feria como constitutivo de un pervasivo estrechamente vinculado a que utiliza su entorno para captar la orientación que debe tomar su ambiente de ejecución y adaptarse de manera eficiente. De esta manera, a medida que pasa el tiempo los espacios de comercialización de la Economía Social solidaria y de la Agricultura Familiar recurren cada vez más al sistema tecnológico para la realización de sus experiencias de comercialización.

El análisis de este tipo de es importante dado que el mismo ocupa amplios espacios en la agenda de la política pública; Nacional, Provincial y Municipal; en la agenda de investigación y en las actividades de extensión; a la vez que insume esfuerzos y [anonimizat]-materiales no solo de los actores públicos sino de los agricultores familiares.

[anonimizat]ón [anonimizat]ón más [anonimizat] y [anonimizat]ún, se atribuye no solo a este artefacto sino a la tecnología en general.

Dentro de la estrategia promovida desde la Economía [anonimizat], [anonimizat], que tasa de interés justa, [anonimizat]ón, que genere ámbitos de autogestión entre otros. Todo ello sin analizar críticamente el sistema tecnológico sobre el cual se soportan las relaciones de comercialización.

Siendo visto el mismo como neutral. Lo cierto es que la Feria por sí misma no puede ser neutral ya que como artefacto de comercialización es una tecnología por definición mercantil.

Es por ello que en el presente trabajo se utilizará una definición de tecnología más amplia ya que facilita el análisis de los distintos elementos en juego y que es la que nos aporta Winner (1979). [anonimizat] “tecnología” se despliega en tres niveles:

Los “artefactos” (las tecnologí[anonimizat], máquinas, utensilios, etc.),

los “procesos” (las habilidades, métodos, procedimientos, rutinas, etc.), y

las “formas de organización” social ([anonimizat], los clubes, y también formas no institucionales como el barrio).

La tecnología entendida en esta forma facilita el análisis por medio del interjuego de sus ví[anonimizat]álisis resultantes poseen una mayor consistencia. [anonimizat] cómo los artefactos se inscriben dentro de procesos y cómo ambos son parte de las formas de organización.

Un componente elemental que posee esta definición de tecnología es que permite situar socio-históricamente a las tecnologías, dándoles un rol particular dentro de un conjunto de relaciones sociales dadas.

Cuando aquí se afirma que las tecnologías son situadas, esto implica que son significadas y funcionan en términos de las configuraciones socio-técnicas en las cuales se desarrollan. Es decir, un artefacto puede ser una mercancía o un bien social; un proceso puede ser una metodología productiva o una forma de aprendizaje; y una tecnología de organización puede ser una empresa privada, una cooperativa de trabajo, o una fábrica recuperada (entre otras).

Así, este trabajo de investigación fija su punto de apoyo en una definición de tecnologías que abarca genéricamente a los artefactos, los procesos y las formas de organización, que se sitúan particularmente dentro de configuraciones sociotécnicas.

Por lo expuesto consideramos que las Feria de la Agricultura Familiar combinan en un espacio físico determinado artefactos (productos, maquinas, utensilios y stand entre otros), procesos (formas de producción y logística) y estrategias de organización (circuitos cortos de comercialización). Siendo un (Winner, 1970) y como tal pasible de ser analizada desde los sociales de la tecnología

El trabajo de investigación consta de 6 capítulos, a saber:

En el capítulo 1 se presenta la problemática bajo estudio y fundamentos de la investigación. Asimismo, contiene antecedentes sobre la temática analizada, referencias y antecedentes locales.

En el capítulo 2 se marco conceptual utilizado y se desarrollan las definiciones de línea de base para el análisis. Poniendo especial énfasis en la triada Agricultura Familiar- Ferias- Economía Social Solidaria. Se desarrollan los conceptos operativos de la Agricultura Familiar; y se explicita por qué en la región las ferias conforman una estrategia común para la comercialización.

sitúa al trabajo de investigación en el marco de los Estudios Sociales de la Tecnología y se desarrollan las preguntas de investigación

En el capítulo 3 se la utilidad del abordaje analítico del enfoque socio técnico para el análisis de las Ferias de la Agricultura Familiar a la vez que se establece la metodología a ser utilizada.

En el capítulo 4 se analiza la trayectoria histórica de las Ferias de la Agricultura Familiar en las provincias de Rio Negro y Neuquén. Su contexto de surgimiento y los grupos sociales relevantes involucrados.

El capítulo 5 describe y analiza el tecnológico a partir del análisis de dimensiones identificadas a partir de la observación y la realización de entrevistas en tres ferias las cuales son tomadas como tipos ideales que acompañan el análisis.

Finalizando la tesis en el capítulo 6 se plantean las conclusiones del trabajo.

Capítulo 1

Problema de Investigación. Objetivos y de la Investigación.

Las Ferias de la Agricultura Familiar son espacios de circulación e intercambio usados por los pequeños agricultores familiares y que se caracterizan por relacionar en forma directa a los productores familiares con los consumidores locales sin la intervención, en esa instancia, de intermediarios y siendo esas interacciones no necesariamente bajo lógicas capitalistas tradicionales, ya que suelen intervenir patrones de Economía Social Solidaria.

La crisis generalizada que sufrió la Argentina a fines de 2001 trajo aparejada importantes transformaciones en todos los niveles, y la gestación de un nuevo escenario nacional, tanto en sus aspectos económicos, como políticos y sociales, con la emergencia de nuevas tendencias en el debate del desarrollo rural. La línea asistencialista de la política de desarrollo rural de la década de los ’90 incorporó nuevas preferencias e interrogantes, vinculados a una nueva concepción del rol de los pequeños y medianos productores en la sociedad y a la aparente institucionalización del problema del desarrollo sustentable, antes no tenido en cuenta (INTA CIPAF , 2013).

Surgió con claridad una demanda concreta hacia el sector público: la de dar una respuesta a la problemática de la Agricultura Familiar. Por ello, tanto desde el Estado (Nacional, Provincial y Municipal) las Universidades y desde las Organizaciones No gubernamentales se desarrollaron una serie de políticas públicas orientadas a fortalecer las instancias de comercialización de la Agricultura Familiar (entre otros aspectos) de la agricultura familiar.

Es así que se tornó como un eje fundamental de las políticas desarrolladas por los actores institucionales el corregir ciertos desvíos o inequidades en aspectos vinculados a la comercialización involucrados con esta.

Estos organismos desarrollan políticas públicas que se orientan a fortalecer las acciones que los agricultores desarrollan en una variedad de ámbitos, pero fundamentalmente, las que poseen relación con el desarrollo de mercados o espacios de comercialización en general, y el desarrollo de Ferias en particular.

Unas se orientan sobre el desarrollo de mercados alternativas o de alternativas al mercado, otros ponen foco en los aspectos productivos y la venta de excedentes, otros sobre los procesos organizacionales que atraviesan al actor de la agricultura familiar.

El análisis detallado de las mismas nos dará la posibilidad de observar las alianzas, los significados atribuidos, las diversas opciones tecnológicas y las oportunidades políticas.

El objetivo general será describir y analizar las dinámicas socio-técnicas que se dan en las Ferias de la Agricultura Familiar del Norte Patagónico de las provincias de Rio Negro y Neuquén, Argentina. Poniendo énfasis en los procesos de producción y circulación (comercialización) de mercancías

En términos de objetivos específicos:

1ro. Mapear y caracterizar las Ferias de la Economía social y Agricultura Familiar de las provincias de Rio Negro y Neuquén.

2do Analizar mediante estudios de caso (dos) dinámicas y trayectorias socio técnicas y el funcionamiento/no funcionamiento del Feria; y,

3ro Generar instrumentos de políticas públicas relacionados a los procesos de circulación de mercancías de la Economía Social Solidaria.

Se busca estudiar la temática por medio de un constructivista que permita reconstruir la dinámica del Feria, a través de la participación, negociación, conflictos y acuerdos de los diversos actoresinvolucrados.

En este sentido esta aproximación implica necesariamente una serie de preguntas-problema que colaborarán con el desarrollo del trabajo, entre ellas podemos mencionar: ¿Qué tipo de dinámicas y relaciones es posible identificar? ¿Cuáles son las divergencias, coincidencias y sinergias tanto con la lógica de la Economía Social como con las de Agricultura Familiar? Estas, a su vez, ¿Provienen tanto de actores internos como externos? ¿De qué manera constituyen practicas enmarcadas en trayectorias que favorecen u obstaculizan de decisiones en torno a temas como los procesos de intercambio (producción, circulación y consumo) conocimientos, tecnologías y saberes válidos para actuar desde, con y para la Feria?

El presente trabajo es de naturaleza analítica fundada en estudios de base empírica (triangulación empírica) y se centra en analizar las dinámicas, trayectorias y configuraciones socio técnicas de las Ferias de la Región, siendo estas el objeto de estudio.

Antecedentes de la Temática Abordada

Lowy (2000) sostiene que la mayoría de las personas marginadas cuentan con recursos y capacidad para producir bienes y servicios, pero que se ven imposibilitadas de producirlos y/o comercializarlos. Los cambios ocurridos en el modelo de desarrollo dominan hacen que los mercados dejen de comportarse como instrumentos adecuados para las formas de producción e intercambio de amplios sectores de la población.

A pesar de que históricamente hayan existido y convivido distintos modos de producción y mercadeo, fue a mediado de los noventa cuando se hizo visible la presencia de mercados alternativos fundamentalmente de carácter barrial o local como las redes de trueque, ferias francas o callejeras.

Chávez Molina y Raffo (2003) sostienen que en estos espacios sociales, que los sujetos transitan, ponen en práctica estrategias y alternativas de inserción económica y dan lugar a la construcción de trayectorias socio laborales dinámicas, que constituyen reales o potenciales atajos contra la exclusión. A este fenómeno lo consideran como el resultado de un redimensionamiento de las actividades típicas de la informalidad, a las cuales identifican a partir de su precariedad, del escaso capital con el que se desarrollan, el bajo nivel de productividad, del reclutamiento laboral basado principalmente en redes de proximidad y a la ausencia de protección por parte del Estado. Estos autores refieren a la expansión y al re-posicionamiento de las actividades informales como producto del profundo y abrupto cambio registrado en la estructura del mercado de trabajo y de la mutación que sufre el trabajo no protegido, informal, característico del auto empleo respecto a su articulación y vinculación con el sistema formal.

Carballo (2004) destaca que en forma similar a lo ocurrido a partir de la re-estructuración del mercado laboral y al re-dimensionamiento de las actividades informales, puede evidenciarse una re-valorización de la participación de la pequeña producción agropecuaria en mercados alternativos a los de carácter hegemónico. Entre las causas de dichos fenómenos se identifica la necesidad de este sector de subsistir a pesar de las crecientes barreras de acceso impuestas por los mercados y de acortar los circuitos comerciales como forma de aumentar los niveles de apropiación sobre el producto del trabajo. Asimismo, se identifica la búsqueda de una mayor reciprocidad hacia el interior del sistema de de productos agrícolas, en contraposición a la fuerte subordinación que se manifiesta en las relaciones económicas configuradas dentro del sistema dominante.

Por su parte Vittar (2011) afirma que de esta manera la estrategia de implementación de las ferias emergió en este marco como una posibilidad de diferenciación del sistema que excluyo al sector, basándose en el rescate de producciones tradicionales, artesanales, orgánicas, en la conservación de los recursos naturales y el uso comunitario de las tierras y espacios, y en la cooperación mutua, el trabajo en conjunto, la dignidad y el ingreso sustentable.

Santos y London (2004), señalan a la intensificación de los procesos de producción e intercambio informal como un proceso de precarización institucional. Entienden a este fenómeno como respuesta surgida en el contexto de un desequilibrio institucional, considerado éste como una situación en que una o un conjunto de partes involucradas perciben que podrían capturar mayores beneficios cambiando los términos del acuerdo o el contrato. Ante la falta de respuestas a la demanda de cambios institucionales formales (fundamentalmente referidos a la generación de empleo o a la generación de redes de contención social que suplieran la falta de empleo) se habrían gestado los incentivos propicios para la conformación de organizaciones que cubrieran de manera informal la falta de oferta de cambio institucional formal.

Un aspecto que interesa es la convergencia de distintas expresiones de cambio estructural en un mismo campo de acción identificado en torno a los mercados emergentes. En este sentido, resulta importante señalar la influencia obrada a partir de cambios socioeconómicos que abarcan: aspectos productivos, referidos a la reconfiguración del acceso a los medios productivos (capital, tecnología, mano de obra); institucionales, referidos a las nuevas pautas de integración dispuestas por los mercados (incluidos el mercado laboral y el de bienes y servicios) y al modo en que los actores territoriales enfrentan los cambios. Y por último los culturales, referidos a la experimentación de medios de vida y a la reconsideración de los recursos materiales y sociales a partir de los cuales cabe la posibilidad de participar de la economía; entre otros.

Referencias y antecedentes locales vinculados a las Ferias

En la Argentina, los trabajos sobre el tema están, en su mayoría, centrados en el análisis de las denominadas ferias francas. Alcoba y Dumrauf (2011) analizan ocho de ellas ubicadas en diferentes regiones del país, en función de cuatro ejes principales: los procesos organizativos de la agricultura familiar y la creación de estas iniciativas, los aspectos legales e instrumentos de políticas públicas existentes, la caracterización económico-productiva y los aspectos operativos que inciden en su funcionamiento. Del trabajo se desprende que la participación en estos espacios ha permitido la mejora de las capacidades de producción de las familias, en las que cobra gran protagonismo el rol de la mujer. Además, dichas ferias promueven un modelo de producción de alimentos diferente al de la agricultura industrial, que genera dinamismo económico y social en el ámbito local; son también importantes como punto de encuentro entre productores y consumidores.

Rodríguez (2010), por su parte, pone el foco sobre los productores de San Vicente (Misiones) y compara dos modalidades de comercialización: la venta por medio de ferias semanales (puestos de productores pertenecientes a una misma colonia) y la comercialización diaria en un local del mismo grupo. El análisis comparativo le permite rescatar la continuidad de las ferias gracias al despliegue de prácticas de reciprocidad y solidaridad enmarcadas en reglas preestablecidas, que en definitiva lograron la consolidación grupal.

Paz, Jara y Nazar (2013) estudian la experiencia de la Feria de Villa Río Hondo (Santiago del Estero) a partir de la identificación de sus actores, su forma de organización y sus potencialidades. Analizan los procesos tendientes a lograr la colocación regular de la producción y la generación de un ingreso alternativo mediante la construcción de circuitos cortos. Argumentan también que las ferias son lugares que poseen una función que va más allá de lo económico, en tanto constituyen un espacio público donde se (re)construyen las identidades y las memorias de los productores.

Ya en el contexto pampeano, Cremaschi, Bravo y Scatturice (2013) analizan la feria “Manos de la Tierra” del partido de La Plata. Sus resultados resaltan que la iniciativa funciona como un espacio de construcción colectiva, que no sólo permite una comercialización más justa y acorde a las características de productores hortícolas familiares, sino también el intercambio entre feriantes y consumidores.

Si bien los trabajos mencionados han realizado aportes interesantes en relación a la identificación, caracterización y difusión de estas instancias de intercambio mercantil (comercialización) no es posible hallar en los mismos análisis relacionados al componente tecnológico, de hecho, no es un elemento que sea considerado fundamental para para el análisis de cualquier estrategia de intercambio o circulación presente. En todo caso los análisis vinculados a los procesos tecnológicos son aislados y frecuentemente vinculados a los procesos productivos anteriores a la instancia de intercambio mercantil que no necesariamente implica la estrategia Feria.

Según Caracciolo (2012) una de las estrategias de comercialización utilizadas por los productores familiares es aquella que prioriza la relación directa entre productor y consumidor sin gestión estatal, lo que comúnmente se denomina Feria de Agricultores o Feria Franca (si consideramos la denominación utilizada en el NEA Argentino). El acortamiento de la relación se da no solo en relación a la distancia física sino también en aspectos relacionados a lo social y lo cultural a través de la confianza y los valores compartidos en torno a ciertos atributos específicos de los productos ofrecidos (ecológicos, sanos, naturales, locales, etc.) también es necesario indicar que también, por el compromiso de los consumidores en el sostenimiento de estos circuitos (Soler Montiel y Calle Collado, 2010; González Calo, De Haro, Ramos y Renting, 2012).

El caso de las Ferias de Agricultores Familiares de la Patagonia pueden enmarcarse dentro de esta categoría, habiéndose sucedido en su trayectoria formas de organización que contemplaron la agrupación autónoma de vecinos con el objetivo de lograr la comercialización directa de productos, la conexión con movimientos de intercambio alternativos y no necesariamente guiados por la lógica del lucro(Santos y Rodríguez, 2002), con un involucramiento de las diferentes instancias de gobierno en una tentativa de legitimación y regulación estatal.

En estas Ferias los productos predominantes son hortalizas; frutas; dulces y conservas; productos de granja; miel: y, artesanías (Grinberg,2012; Apablaza, 2014). Las mismas son espacios de comercialización a los que recurren los productores para poder acceder a instancias de comercialización directa eliminando de esta manera a los intermediarios. Estas ferias en su mayoría se iniciaron de manera espontánea pero con el correr del tiempo se fueron consolidando como espacios y fueron recibiendo acompañamiento de organizaciones sociales y del Estado en sus diversos niveles, contando en muchos casos con ordenanzas que regulan y reglamentan su existencia. En estas se dan intercambios comerciales y no comerciales entre los feriantes y consumidores que son pautados de antemano no guiados exclusivamente por la lógica de consumo o ganancia (Cittadini et.al., 2010), y que también incluyen la búsqueda activa de organizar la producción, la distribución y el consumo asumiendo también la reivindicación de los derechos humanos, el cuidado del ambiente y la construcción de ciudadanía.

En la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén existen antecedentes de mercados alternativos que poseen distintos grados de formalidad, alcance y duración.

Se pueden citar entre ellos ferias de artesanos y/o productores agropecuarios impulsadas por municipios, ferias de trueque impulsadas por vecinos de manera espontánea (en ocasiones articulados con movimientos nacionales) y también asociaciones económicas no cooperativas (Lattuada, 2014) o que se han ido reestructurando con el correr del tiempo y en los cuales pueden identificarse distintas etapas respecto a su conformación institucional (Mauricio y Aliaga 2008). Siendo una característica común a todas estas experiencias la participación del Estado en sus diferentes niveles cumpliendo diversos papeles: promotor, facilitador, obstaculizador, regulador o colaborador.

Si bien existen investigaciones y trabajos sobre las Ferias, estos son escasos. Resalta el trabajo de Mauricio (2009) donde el análisis se centra en el análisis del comportamiento de mercados alternativos en tanto espacios de inclusión socio económica, de una experiencia puntual ubicada en la localidad de Plottier.

La totalidad de estos estudios son realizados por INTA-IPAF Patagonia. En Rio Negro se han detectado cerca de 17 Ferias donde las mismas poseen un cierto grado de formalidad han iniciado su actividad generalmente a partir del 2001 pero profundizando la presencia a partir del 2009. Las misma tendencia comparte las de la provincia del Neuquén donde la más antigua data de 1989 y a partir del 2001 se aceleró la creación de las mismas, siendo hasta el momento 21 Ferias (Apablaza et al, 2015).

En relación con las Ferias es posible identificar una serie de actores sociales relevantes públicos (Nacionales, Provinciales y Municipales estatales en sus diferentes niveles) y privados (consumidores, organizaciones y asociaciones vinculadas a iniciativas de economía social) de todos los niveles que basan su relación en cuestiones de asistencia técnica, colaborando en logística y aportando fuentes de financiamiento de la actividad. Las interacciones entre los actores del grupo social relevante, sus acciones y pensamientos se estructuran bajo el concepto Technological Frame. Este estructura la interacciones entre los miembros de un grupo social relevante y da forma a sus pensamientos y a sus actos” (Biejker, 2005). El technological Frame se construye cuando comienzan las interacciones en relación a un artefacto y guía las prácticas presentes y futuras. Toda decisión tecnológica que se adopte, pasa por una determinación política. Las diferenciaciones, la definición de problemas y soluciones, no son producto per se de la sociedad sino que son construidas activamente por los actores sociales relevantes que intervienen.

Las Ferias se han estabilizado como un espacio estratégico en el que los agricultores familiares puedan comercializar sus productos a precios convenientes y en condiciones favorables, sin la mediación de intermediarios u otros agentes que tradicionalmente captan una parte importante de la renta generada en este sector. Por otro lado las ferias son espacios donde los productores pueden conocerse entre sí, intercambiar experiencias, saberes e inquietudes, promocionar sus productos y visibilizar su actividad a las sociedades y comunidades en las cuales están insertos. Esto significa que además de ser puntos de venta, las ferias cumplen otros roles y tienen diversas potencialidades.

Si bien estas experiencias comparten elementos comunes -como el uso comunitario de espacios públicos, la priorización de la comercialización directa productor-consumidor, la intención de apropiación del espacio por parte de los agricultores familiares- la trayectoria y los proyectos de los cuales devienen no pueden considerarse homogéneos ni estabilizados completamente.

Aunque apreciables como referencias para la acción, existen en los casos mencionados procesos y condicionantes particulares que indican que difícilmente puedan reproducirse como tales en otros territorios.

¿Por qué entender este problema desde los Estudios Sociales de Tecnología?

Desde una perspectiva latinoamericana se ha elabora un framework con aportes de los estudios sociales de la tecnología (SST) y de la economía evolucionista de sistemas complejos (EE) para abordar problemas relacionados con procesos de innovación, cambio tecnológico y desarrollo en esta región.

La necesidad trabajar en este enfoque responde a que las Ferias constituyen un sistema técnico de intercambio de bienes y servicios que opera bajo una serie de premisas de complejidad (desequilibrio, irreversevilidad temporal y estructural como consecuencia de las acciones ) donde las organizaciones (instituciones y organizaciones) y artefactos co- construyen estructuras de interacciones las que por intermedio de su dinámica y trayectoria generan productos y/procesos de innovación y cambio.

Este sistema técnico de no surgió de manera aislada sino que mismo es resultado de procesos endógenos de auto-organización que operan al nivel de redes. En este caso la configuración que adopta, y a la cual está el presente trabajo es regional debido a que las organizaciones y actores analizados, y el sistema que configuraron, se inscriben en territorios integrados en espacios multidimensionales: geográfico, tecnológico, político, productivo, de conocimiento, de competencia, de asociación, de intercambio, actuando sobre el mismo de manera innovadora en la resolución de problemas comunes.

Es en ese proceso de interacción innovadora donde se generan dinámicas al interior del sistema técnico que implican el involucramiento de patrones de interacción de tecnologías y organizaciones, articulaciones y configuraciones socio técnicas. Esta dinámica incluye un conjunto de relaciones tecno-económicas y sociopolíticas.

Comprender a las Ferias como un artefacto tecnológico implica hacer un triple juego, indicando como es conceptualizada desde el sentido común en relación a la dimensión tecnológica, como indican Thomas y Becerra (2015) es visualizada como:

Una caja negra: las dinámicas tecnológicas no se explican. Se suponen efectos “desde” y “hacia” la “variable tecnología”, pero no se integran sus dinámicas y procesos dentro del orden causal.

Políticamente y socialmente neutral: no responde a intereses o valores, no responde a situaciones socio-políticas o socio-económicas, no responde a cuestiones geoestratégicas o ideológicas. En definitiva la tecnología no “inclina la balanza” (no participa en la toma de decisiones) de la trayectoria de cambios y continuidades de las dinámicas sociales.

Se define sobre una trayectoria lineal y evolutiva: los cambios tecnológicos, recorren sus propias trayectorias tecnológicas autogeneradas y autogobernadas. La variable que explica el cambio tecnológico es el “avance” del conocimiento científico que lo genera.

Es universal: concebida en base a “criterios de verdad” suficientemente justificados por un conocimiento científico positivista que aplica a todo tiempo y lugar.

Como bien señala Becerra (2016) no reflexionar críticamente acerca de las características que la dimensión tecnológica asumen desde el sentido común puede tornarse problemático ya que las mismas influyen, ejercen agencia y se materializa en normativas y regulaciones, en la planificación de políticas llevadas a cabo por organizaciones sociales y organismos públicos, en procesos de institucionalización, en políticas financieras y comerciales, en los programas orientados a la selección y formación de recursos humanos, en la orientación de las estrategias tecno-productivas, en el desarrollo de agendas de investigación y desarrollo, en nuevos artefactos y sistemas, y en política pública de Ciencia y Tecnología.

El presente trabajo de tesis se enmarca dentro de las discusiones actuales del campo CTS en América Latina en relación a la triada Tecnología, Inclusión y Desarrollo. En este sentido pretende realizar un aporte en tres niveles: 1ro Ampliación del campo Ciencia, Tecnología y Sociedad, 2do Contribución a la disponibilidad de información de base empírica, y 3ro. La construcción de puentes ente reflexiones académicas de campo y recomendaciones de políticas públicas.

Las Ferias de la Agricultura Familiar serán consideradas en el presente trabajo como un sistema tecnológico en el marco de la teoría constructivista. Este proceso analítico requiere considerar que su construcción es producto de la compleja interrelación que se da ente individuos, grupos y tecnologías dando impronta a la característica socio-técnica. Donde el sistema tecnológico es producto de la lógica de imposición y negociación de soluciones que los grupos ponen en juego a la vez que establece agencia, siendo la alternativa que logra reunir mayores alianzas y logra estabilizar la solución en un contexto social determinado.

La reconfiguración ontológica-analítica de las Ferias de la Agricultura Familiar y la Economía Social Solidaria en términos de sistemas permite explorar en ellas un conjunto nuevo de dimensiones tradicionales del campo Ciencia Tecnología y Sociedad: dinámicas de aprendizaje, generación de conocimiento, resignificación de tecnologías, path dependece, dinámicas lock in, entre otros.

Los desarrollos actuales del campo permiten comprender a las Ferias como ensambles que poseen una configuración material y funcionamiento producto de la derivación contingente de las disputas, presiones, resistencias, negociaciones, controversias y convergencias que se dieron entre diferentes grupos sociales relevantes. Entendiendo a las Ferias como que es sujeto y objeto de la agencia de otros actores y grupos pero que a su vez se constituyen (las ferias) como actores que establecen agencia en su interior y en su relación con otros.

La trayectoria de Ferias de la Agricultura Familiar en la región puede dividirse en dos fases o etapas claramente delimitadas. Una inicial de emergencia y otra de estabilización y consolidación. En cada una de los momentos será posible hallar una serie de diferencias y particularidades distintivas tanto en la emergencia como en la estabilización.

Comprender estas dinámicas podrá aportar de mejor manera a la consolidación no solo del desarrollo de las Ferias de la Agricultura Familiar y la Economía Social Solidaria en la región a la vez que podría orientar un nuevo enfoque para el análisis de las mismas que aporte a la comprensión de que la utilidad de un sistema tecnológico o conocimiento no es una instancia que se encuentra al final de una cadena de prácticas sociales diferenciadas sino que se encuentra presente tanto en el diseño de un artefacto como en los procesos de re-significación y adecuación del mismo en los que participan diferentes grupos sociales relevantes.

Preguntas de Investigación.

A partir de la lectura realizada de los aportes teóricos y los datos secundarios con los que cuenta se plantearon una serie de interrogantes que orientaran las indagaciones y análisis que realizaremos en la presente investigación tratando de llegar a una comprensión integral de la temática.

¿Cuáles son los grupos sociales relevantes relacionados al Ferias de la Agricultura Familiar?

¿Cómo se relacionan los grupos sociales relevantes entre sí?

¿Qué cuestiones son consideradas problemáticas por cada grupo?

¿Cuál o cuáles son los puntos importantes de controversia?

¿Qué solución propone cada grupo social relevante para resolver los problemas identificados?

¿Qué alternativas tecnológicas de comercialización existen para los AF?

¿Porque se adoptó la Feria como tecnología de comercialización y no otra?

¿Cómo se construyó el funcionamiento dinámico de la Feria?

¿Cómo se dio la estabilización de la feria en el tiempo?

¿Cuáles fueron los temas de controversia durante ese proceso?

¿Cuáles son los temas de controversia actuales en relación a las lógicas solidarias?

:

¿Por qué una iniciativa que comienza en términos de lógicas solidarias convergen hacia (o tienden) hacia lógicas de producción y reproducción capitalistas?

De qué manera el marco tecnológico dominante en el que se desarrollan las ferias condiciona su desarrollo?

Preguntas con respecto a las dinámicas de aprendizaje e innovaciones de productos:

El funcionamiento de una feria de la ESS activa, restringe o potencia dinámicas de innovación? ?

¿Qué tipos de dinámicas de aprendizaje e innovación de producto viabiliza la comercialización de bienes en una feria de ESS?

¿Qué alcances se propusieron en términos de inclusión y desarrollo? ¿Se configuraron como proyectos estratégicos sistémicos?

Objetivo General

objetivo general e describir y analizar las dinámicas socio-técnicas que se dan en las Ferias de la Agricultura Familiar del Norte Patagónico de las provincias de Rio Negro y Neuquén, Argentina.

Objetivos Específicos

Derivándose del objetivo general se desprenden los siguientes

Comprender como la configuración de la Feria genera dinámicas que no son acordes a la Economía Social.

Describir las tecnologías y técnicas implicadas en los procesos de producción, circulación y consumo utilizadas por los feriantes.

Analizar los conocimientos, y saberes considerados necesarios para utilizar, adecuar y producir tecnologías.

Comprender como las relaciones entre diferentes grupos sociales relevantes orientan el funcionamiento de la Feria.

Indagar acerca de cómo las prácticas de grupos sociales relevantes inciden en la conformación de precios.

Comprender como soluciones que surgen en una coyuntura de emergencia se estabilizan en el tiempo.

Analizar los procesos que contribuyen en la construcción del funcionamiento dinámico de la .

Capítulo 2: Marco conceptual y definiciones de línea de base para el análisis

Para el desarrollo del presente trabajo recurriremos a un marco teórico compuesto por tres ejes que nos darán un sustento para lograr una mejor comprensión del fenómeno: nos referimos a las conceptualizaciones sobre agricultura familiar, economía social y los aportes del técnico.

Definiciones preliminares para la discusión: Agricultura familiar – Ferias – Economía Social

Agricultura Familiar: un concepto polifónico o polisémico

Dentro de las diferentes concepciones o términos relativos a la Agricultura Familiar es necesario que hagamos una revisión acerca de los conceptos más relevantes en la materia.

La agricultura familiar ha estado en el centro de la agenda política y publica durante los últimos años. Es a partir de una serie de elementos coyunturales y estructurales contribuyeron a la puesta en discusión de la categoría, de los sujetos que la representan y estilos de vida.

Si bien numerosos autores coinciden en la dificultad de la construcción de un concepto que sea representativo de un sujeto rural único, ya que se destaca la inestabilidad y transitividad de la categoría.

En la mayoría de los estudios y aproximaciones se utiliza la construcción de tipos ideales o puros. Obviamente este tipo de decisiones teóricas y/o metodológicas no poseen neutralidad ya que necesariamente tienen que tomar una posición, decidiendo acerca de quiénes son o no AF, con un impacto directo que afecta no solo la propia comprensión del sujeto en cuestión sino también las políticas públicas que sobre él se planifican y ejecuten.

El concepto de Agricultura Familiar: usos teóricos y políticos de una categoría

En este apartado tomaremos la postura que Nogueira plantea ( 2013) que el interés común que nuclea los diferentes abordajes e intentos de conceptualizar la Agricultura Familiar se encuentra radicado en la persistencia (o no) de este sujeto en las condiciones que establece, en sus distintas etapas, el modo de producción capitalista. Desde la teoría marxista clásica, la producción familiar, y específicamente la producción mercantil simple, entraría en proceso de descomposición al avanzar el capitalismo. Sin embargo la existencia, e incluso, en algunos casos puntuales, la expansión es una realidad propia del capitalismo globalizado.

Entonces la Agricultura Familiar se da en un contexto de reproducción específico que no es otro que el modo de producción capitalista, en su fase actual, globalizada, y la constitución de los mercados monopólicos nacionales e internacionales. De acuerdo a Friedman (1981) la vigencia de una teoría de la producción familiar ocurre en el capitalismo avanzado. Esta debe ser entendida en relación y en el desarrollo dentro de un contexto y dinámica capitalista que transforma y renueva sus atributos.

Con respecto a esto Harriet Friedmann plantea la necesidad de una teoría de la producción familiar, abordando la historia de su dinámica con relación al capitalismo, contemplando especificaciones de sus condiciones históricas y los límites para su existencia. (Friedmann, 1981). La producción familiar implica la movilidad del trabajo, tierra y capital entre los sectores de la economía, de tal forma que, aun cuando la explotación es el lugar del proceso laboral, las condiciones externas inciden en la determinación de las relaciones sociales y técnicas de la producción en la explotación. La producción familiar necesita del capitalismo para su reproducción a pesar de las diferentes especificidades derivadas de diferentes procesos sociales. De esta manera la producción mercantil simple se constituye como una forma de producir en el capitalismo, con la paradoja de que es " mientras la producción mercantil simple requiere de una economía capitalista, el capitalismo no requiere de ningún modo de ella aun cuando le proporciona una condición necesaria (aunque no suficiente) a la existencia del segundo".

En argentina se destacan trabajos de relevancia en esta área. Tort y Román (2005) se proponen revisar el uso del término “explotación predominantemente familiar”. Estas autoras advierten que, con frecuencia, cuando se utiliza el término “explotación familiar” se incluye tanto a campesinos como a productores comerciales. Este tipo de producción puede reconocerse como un “personaje híbrido” y ser de manera simultánea propietario, empresario y trabajador. Ciertamente no ocurre lo mismo en relación a los ingresos en correspondientes roles en el mercado: renta, ganancia y salario, de ahí una primera restricción.

En ocasiones, tal hibridez se esconde tras el uso de tipologías que sostienen una concepción “bimodal” de la estructura agraria. En palabras de Carmagnani (2008), entre quienes sostienen esta concepción, la tendencia es diferenciar las estrategias empresariales de las que no lo son y así, generar políticas diferenciales. Este autor considera que las ambigüedades en torno a la agricultura familiar provienen de percibirla como una “novedad” y propone un “nuevo acercamiento a la definición de agricultura familiar” (Carmagnani, 2008).

Siguiendo a Lamarche, se considera que la coexistencia de distintas modalidades excluye la posibilidad de definir la producción familiar como un “modo de producción específico”. Se destacan algunos requisitos para distinguir explotaciones “medianas” de otras “pequeñas” de base campesina (Tort y Román, Idem: 12): 1- poder mantener un nivel significativo de ahorro, 2- imputar un cierto retorno por separado al capital, el trabajo y la tierra. Para distinguirlas de las grandes, se indica: 3- la participación del productor y su familia en las labores del campo y 4- la responsabilidad directa del titular en la administración de la explotación.

Otros autores -Gasson y Errington (1993)- proponen una redefinición: agribusiness familiar, caracterizado por: propiedad del “negocio” y gestión de control, presencia de miembros de la familia como aportantes de capital y realizando las tareas productivas, transferencia generacional y, además, residencia de la familia en la explotación.

Por su parte, también Bartolomé (1975 y 1977) enfatiza la necesidad de no establecer dicotomías rígidas al estilo farmers capitalistas o campesinos, dado que esto no sería reflejo de lo que ocurre en nuestra país. Este autor recupera el término family farm para dar cuenta de la empresa agrícola orientada comercialmente, donde el grupo doméstico del productor constituye la fuente de trabajo principal. Este tipo de productor comparte con el campesino una “preferencia” por la mano de obra familiar. Además, estas explotaciones no se orientan a la obtención de una tasa de ganancia superior al excedente regular que, por otra parte, se reinvierte en la explotación.

Esta característica no exime al colono de poseer una conducta especulativa, sin embargo, los “criterios” para evaluar el funcionamiento de la explotación y su rentabilidad difieren de un análisis ortodoxo (Bartolomé 1975).

En base a esto, este autor construye tipos sociales agrarios estableciendo a partir de las variables “acumulación de capital” y “uso de mano de obra”, dos posibilidades de colonos. Los colonos tipo I son definidos como “productores que utilizan exclusivamente fuerza de trabajo familiar y no acumulan capital” y los colonos tipo II corresponden a “productores que si bien utilizan casi exclusivamente mano de obra familiar, están en condiciones de acumular capital en cierta medida en razón de una mayor eficiencia productiva” (Bartolomé, 1975).

Colonos, pequeños productores, productores medianos, chacareros. Muchas denominaciones con un objetivo común, caracterizar sociológicamente a aquella producción con un componente esencialmente familiar. Una variable muy importante y -de algún modo- muy necesaria para comprender la existencia de estas diferentes denominaciones se vincula con los espacios territoriales.

En este sentido, Argentina es un país con diferencias radicales. Definitivamente no está denominando a un mismo sujeto la noción de “productor familiar” en la zona núcleo de la pampa húmeda (que representa un territorio en el que las relaciones de producción capitalista se han consolidado desde los orígenes del Estado nacional) que en la noreste o en el noroeste del país, con tradiciones productivas, sociales y culturales diferentes. Existen diferencias inclusive dentro de regiones, como la patagónica donde, si bien hay características compartidas, los agricultores familiares de la las zonas de los valles se diferencian de los agricultores familiares de la precordillera, cordillera o meseta.

Neiman et al. (1997) y Quaranta (2003), tomando los datos del Censo de 1988 consideran “familiares” a las explotaciones que se desarrollan “exclusivamente” con aporte de mano de obra familiar. Además de la presencia del “productor familiar capitalizado con ingresos casi exclusivamente prediales” ”, existe el caso del “productor empresarial con pluralidad de ingresos”. Aquí destacan el fenómeno de la multiocupación que no es exclusivo de productores más “pobres”. Por su parte, las explotaciones son “pluriactivas” cuando “el productor y/o algún otro miembro de la familia combina el trabajo de la explotación con otra ocupación relacionada o no con el sector agrícola, ya sea como asalariados, como cuentapropistas o como empleadores” (Neiman et. al, 1997).

En Craviotti se encuentra que -en un sentido amplio- este concepto da cuenta de la “combinación de la ocupación predial agropecuaria con otras ocupaciones, llevadas a cabo dentro y fuera de la explotación” (Craviotti, 2002). De este modo, la autora considera que existe cierto acuerdo en considerar a la familia y no al productor como central en el análisis.

Más recientemente, sobre la base de la información provista por el CNA de 2002 los trabajos de Obschatko et al. (2006) y Obschatko (2007) elaboran una nueva tipología partiendo de la base de considerar como “pequeño productor” (PP) a aquellos que llevan adelante tareas productivas en Explotaciones Agropecuarias (EAPs) de manera directa y no utilizan trabajadores no familiares remunerados, es decir, trabajadores asalariados. En un estudio posterior, Obschatko et al. (2009) re-elaboran la tipología, tomando como criterio la variable trabajo asalariado, agregando entonces un tipo de PP que puede tener hasta dos trabajadores no familiares remunerados. Esta nueva tipología reorganiza los tipos 1, 2 y 3 en A, B, C y, el nuevo tipo D (Obschatko, 2009:16-17), siendo el resultado final el siguiente:

Familiares TIPO A. Estrato de pequeño productor que no puede reproducirse a partir de su explotación y mantenerse en la actividad (es inviable en las condiciones actuales de la producción agropecuaria). Este productor puede tener condiciones de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI): No posee tractor, tiene menos de 50 unidades ganaderas, menos de 2 ha bajo riego, sin frutales o cultivos bajo cubierta.

Familiares TIPO B. Estrato intermedio (campesinos o pequeños productores transicionales): estos productores poseen una escasez de recursos de todo tipo, siendo muy difícil la posibilidad de evolución. Sí es posible encontrar en ellos rasgos de pobreza, sobre todo vinculada a los ingresos prediales). Se encuentra semicapitalizado, con tractores de más de 15 años de antigüedad, con entre 51 y 100 unidades ganaderas, entre 2 y 5 ha regadas y hasta media ha implantada con frutales y/o invernáculos.

Familiares TIPO C. Estrato de pequeño productor capitalizado: este productor puede evolucionar (realizar una reproducción ampliada de su sistema de producción). No se trata de productores con rasgos de pobreza estructural pero sí presentan dificultades en cuanto al uso de tecnología, la asistencia técnica, créditos, etcétera. Se encuentra capitalizado, posee tractores con menos de 15 años de antigüedad, o tiene más de 100 unidades ganaderas, más de 5 ha regadas o más de media ha implantada con frutales y/o invernáculos.

Familiares TIPO D. Productor familiar que tiene uno o dos trabajadores no familiares remunerados permanentes. (Lógicamente se trataría de un productor capitalizado o más próximo al tipo C).

Por otra parte, Soverna et al. (2008) abonan la duda sobre el uso de las tipologías exageradamente amplias o, en el otro extremo, restringidas, que terminan siendo trabas para la construcción e implementación de políticas públicas. Una posición “bimodal” como la referida por Carmagnani puede ser contraproducente en este sentido. Ante ello es importante recurrir a las definiciones que se vinculan con la política pública, y con las políticas de desarrollo rural.

Una definición desde la política pública

En Schiavoni (2010), se identifican tres posibilidades actuales de considerar la producción familiar con un criterio que las tipologías estrictamente analíticas no tenían, al menos en sus consideraciones iniciales. Esto es, empoderar al sujeto “productor familiar”, construirlo como un sujeto clave de las políticas públicas orientadas al medio rural y, especialmente, aquellas que podrían considerarse de desarrollo rural:

La propuesta del “Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar” del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, 2005): define la producción familiar como “un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas, la agricultura es un recurso significativo en la estrategia de vida familiar, la cual aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación, y la producción se dirige tanto al autoconsumo como al mercado” (INTA, 2005).

Las definiciones establecidas en el marco del Foro Nacional de Agricultura Familiar (FoNAF). El Foro representa, en la actualidad, un espacio “alternativo” a las organizaciones tradicionales de representación de intereses en el medio rural de nuestro país. Organiza un espacio, en principio consensuado, integrado por numerosas organizaciones de la agricultura familiar (alrededor de 800 según la información oficial). Bajo una dinámica de planificación participativa, los productos del Foro pueden encontrarse en dos documentos: el Documento de Mendoza, de carácter más general y el Documento de Parque Norte con un componente esencialmente propositivo. El documento base de conformación del FoNAF define a la agricultura familiar como “una forma de vida y una cuestión cultural, que tiene como principal objetivo la reproducción de la familia en condiciones dignas, donde la gestión de la unidad productiva y las inversiones en ella realizadas es hecha por individuos que mantienen entre sí lazos de familia, la mayor parte del trabajo es aportado por los miembros de la familia, la propiedad de los medios de producción (aunque no siempre de la tierra) pertenece a la familia, y es en su interior que se realiza la transmisión de valores, prácticas y experiencias” (FoNAF, 2006). El FONAF tiene en cuenta la diversidad de actores que se cobijan bajo la denominación de AF como también la variedad de actividades (productivas, extractivas y de servicios) que se realizan, pero fundamentalmente rescata una “forma de vida”, una “cuestión cultural”, un ejercicio de la práctica social misma en co-evolución con el medio ambiente y la naturaleza.

Aquellos estudios provenientes del Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (PROINDER) de la ex Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación (SAGPyA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA-Argentina), entre los que se encuentran los mencionados trabajos de Obschatko et al. Las categorías introducidas por estos estudios coinciden con la creación del Registro Nacional de Agricultores Familiares (ReNAF) y la propuesta del FoNAF. Se trata de categorías “oficiales” en el sentido que surgen de los espacios de cooperación técnica de la ex SAGPyA con el IICA en este caso.

En este proceso de “fabricación [del sujeto] de la agricultura familiar” (Schiavoni, 2010) la clave parece estar en definir acciones y prácticas políticas que viren en el mismo sentido que lo vienen haciendo los analistas de la temática. Esta autora indica que “la discusión actual desplaza a la caracterización en términos de marginalidad y pone el acento en la posible contribución de los agricultores en el proceso económico” (p.45). Siendo el papel que la AF en el aporte al desarrollo muy diferente.

En este punto, para Soverna et al. (2008), la expresión “agricultura familiar” ha generado una serie de tensiones que no remiten exclusivamente a cómo operacionalizar el concepto, sino y principalmente a sus usos políticos. De este modo, la definición del “sujeto” a quienes las políticas públicas están orientadas aparece como una cuestión relevante.

En Nogueira y Urcola (2012), se observa que la redefinición de la agricultura familiar, y más precisamente, de la agricultura familiar como sujeto de política pública presenta en la actualidad e independientemente de cualquier posición valorativa, algunas dimensiones innovadoras a partir del análisis de los mencionados documentos.

En principio, una dimensión institucional. Tal como indica el documento del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF-INTA, 2005), se observa la “existencia de una decisión política” para la consideración de los sujetos de la agricultura familiar. Se asiste a un proceso de construcción institucional regional, a partir de la REAF-MERCOSUR y nacional, frente a la “reactivación de la representatividad” de este sector que se visualiza, por ejemplo, en el FoNAF como también, aún de manera incipiente, en el ReNAF.

Por otra parte, una dimensión espacio-territorial puesto que una política para la agricultura familiar sólo es posible integrada al plano local: “que forme parte de una estrategia de desarrollo local” (Márquez, 2007). En este punto, se evidencia una revalorización del espacio “vital” de lo rural apostando a su existencia, al desarrollo del “interior” rural. En la actualidad, la acción de las organizaciones que forman parte del FoNAF resulta relevante en ese sentido, sobre todo porque se trata de organizaciones más recientes con lógicas de acción diferenciadas de aquellas que tradicionalmente han representado a los sectores rurales.

Finalmente, podemos encontrar una dimensión productivo-tecnológica que supone un reconocimiento de la agricultura familiar en términos de soberanía y seguridad alimentaria (INTA, 2005; FoNAF, 2006; Obschatko, 2007) y respecto de la necesidad de contar con una tecnología específica para los distintos tipos de actividades y servicios enmarcados en esta “nueva” lógica de la agricultura familiar.

Definición Operativa de Agricultura Familiar:

Para el presente trabajo la definición operativa a utilizar de Agricultura Familiar será aquella que entiende por Agricultura Familiar a: un conjunto diverso de actores e identidades (pequeño productor, minifundista, campesino, chacarero, colono, mediero, productor familiar, trabajador rural sin tierra, pueblos originarios, agricultor urbano/periurbano, etc.) y sus actividades (agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales, de producción agroindustrial, artesanal y recolección) que desarrollan un tipo de producción en la cual la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas y donde la familia aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación y la producción tiene como fin principal el autoconsumo así como el mercado de proximidad por intermedio de su inserción en circuitos cortos de comercialización.

Por su parte se entiende que la Agricultura Familiar como perteneciente al Universo de la Economía Social (Coraggio, 2004a; 2004b), entendiendo a la misma como un conjunto inorgánico y desarticulado de actividades y actores que poseen las siguientes características:

Su reproducción depende -centralmente- de su capacidad de trabajo. Que refiere al trabajo destinado a la producción de bienes y servicios directamente para el consumo y la reproducción de la vida de los miembros de la unidad doméstica. No se hace referencia únicamente al trabajo que se realiza dentro del ámbito del hogar, sino que puede ser trabajo de reproducción realizado colectivamente por una comunidad

Desarrollan estrategias múltiples y/o diversificadas –reactivas y transitorias– orientadas por comportamientos adaptativos, desde su matriz cognitiva y de hábitos, valores, tradiciones,

Su acción no es absolutamente imprevisible ni totalmente predecible, sino que es respuesta a determinados aspectos de la realidad, determinada por estímulos condicionales y convencionales,

A su vez, su acción es producto de experiencias anteriores en contextos situaciones similares, lo que asegura un dominio práctico de situaciones de incertidumbre y permite realizar previsiones prácticas

Comprende las actividades que realizan para la satisfacción de sus necesidades: los hábitos, reglas, valores y conocimientos que orientan tales actividades;

el conjunto de recursos – subjetivos y materiales, privados y públicos – que comandan;

y los agrupamientos, redes y relaciones (de concurrencia, de regulación, de cooperación) que instituyen, formalmente o por costumbre o repetición.

Asimismo se toma como punto de partida que el sujeto social “Agricultor Familiar” que impulsa las experiencias de comercialización “Ferias” pertenece al universo de la Economía Social. Reconociendo siempre que el sujeto de estos procesos es complejo y multivariado, y que deben considerarse los procesos de acción colectiva (con mayor o menor organización, formal e informal) que conllevan, sus orígenes y cursos de acción, y su potencia en términos de construcción de sujetos colectivos que aporten a dinámicas de desarrollo local o territorial con inclusión social.

Los procesos de intercambios monetarios de bienes y servicios de la Agricultura Familiar

Entendemos por comercialización al intercambio de bienes y servicios entre agentes económicos. El fruto de estos intercambios son las transacciones, que pueden ser consideradas la unidad fundamental de análisis del funcionamiento del sistema económico (Zylbersztajn, 2000). Los bienes fluyen por los canales de comercialización y de distribución – por intermedio de acuerdos directos e indirectos- que conducen las mercaderías del productor al consumidor final. De acuerdo con Azevedo (2001), cuando mayor la coordinación entre los componentes del sistema menores serán los costos de transacción asociados. Como observa Wilkinson (2003), los estudios sobre la dinámica de la agricultura familiar revelan una marcada polivalencia en sus formas comerciales. Entre los límites de la subsistencia y de la entrada a sistemas productivos especializados, se encuentra presente la combinación de diversas estrategias, desde actividades típicamente de autoconsumo, trueque entre vecinos, ventas directas y actividades que incorporan circuitos formales de comercialización y distribución, hasta aquellas relacionadas con las agroindustrias, por medio de contratos de integración o arrendamiento. De manera taxonómica, con la salvedad de que pueden estar vinculados en diferentes niveles de integración, los canales de comercialización de los productos de la agricultura familiar pueden ser clasificados en cuatro: venta directa al consumidor, integración vertical con el agro negocio o las agroindustrias, ventas para el sector distribuidor (mayoristas) y compras públicas o institucionales. Hay que destacar que en la agricultura familiar, también son muy importantes las formas no monetarias de comercio, a pesar de que es un tema poco estudiado.

Ventas directas: todas las operaciones de entrega directa de la mercadería al consumidor final por el productor, tales como: entregas a domicilio, ventas online, ferias francas, ferias especializadas, eventos comerciales promocionales, comercio, puesto propio del productor, ventas en la propiedad.

Integración vertical: venta de productos como materia prima para el comprador con destino final el procesamiento

Ventas para la distribución: acopiadores, distribuidores, restaurantes, tiendas especializadas en productos naturales, supermercados e hipermercados, exportación.

Mercados Institucionales y compras públicas: un ejemplo son los mercados creados por el estado a través de sus diferentes programas implementados por el estado nacional, provincial o municipal, que si bien no se encuentran formalizados con una estructura legislativa/normativa nacional y/o provincial integral poseen, sino que más bien son experiencias puntuales. En algunos casos se llevan a cabo compras públicas tanto a la agricultura familiar como a sus emprendimientos y organizaciones.

Estas compras públicas a la Agricultura Familiar poseen dos modalidades principales que son: primero, la compra para la atención de poblaciones donde está en riesgo su seguridad alimentaria y nutricional, distribución en escuelas, hospitales públicos, entre otros; segundo la formación de stock estratégicos para facilitar la accesibilidad a diversas comunidades y públicos a la vez que establecer ciertos mecanismos de regulación de precios.

Azevedo y Faulin (2003), indican que la comercialización de productos agrícolas, y específicamente los productos hortícolas y su alta perfectibilidad puede ser considerada una especificidad temporal e indicar, en algunos casos, ciertas formas contractuales, que se alejan del mercado y de las lógicas capitalistas en los procesos de intercambio. En otro estudio (2005) indican que la mayoría de las transacciones que involucran productos de la Agricultura Familiar y canales de venta como las Ferias o Mercados/Ferias Comunitarios se realizan en el marco del libre mercado donde el precio, cantidad, calidad, forma de pago y entrega son definidos en el momento y la transacción no se prolonga en el tiempo. Siendo comunes también la realización de contratos informales, basados en la confianza mutua.

Las ferias como estrategia de comercialización de la AF

De acuerdo a Ploeg, las estrategias de la Agricultura Familiar en relación a la comercialización se centran básicamente en la construcción de circuitos cortos y descentralizados de comercialización que se vinculan a la producción y al consumo de alimentos y, de manera más amplia, a la agricultura y la sociedad en general.

Asociados a estos circuitos encontramos un tipo de emprendimiento familiar que comercializa sus excedentes en mercados de proximidad, que genera productos para el autoconsumo, que realiza intercambios tanto monetarios como no monetarios y que se involucra en relaciones de producción no capitalistas, cuyas decisiones no siempre se encuentran orientas por el lucro.

Según Wanderley (1995) el foco esta, además de las actividades agrícolas, en comprender que las ferias son un actor económico que se inserta (o debería insertarse) en las reglas de funcionamiento del mercado pero que a su vez también valoriza la el trabajo por sobre el lucro, la familia, sus relaciones con la naturaleza y la sociedad, conformando formas particulares de producción, reproducción y consumo.

Más allá de eso, debemos destacar que es imposible analizar el funcionamiento de una Feria de la Agricultura Familiar desde una sola mirada, pues las mismas pueden ser comprendidas, como bien señala Godoy (2007) “como un espacio de intercambios económicos y sociales entre productores y consumidores sin perder de vista el aspecto político, que representa para una parte de la población preocupada en adoptar un nuevo sistema de producción y consumo”

Godoy también indica que “las Ferias de la Agricultura Familiar se constituyen de una intrincada red de relaciones que configuran un diversificado conjunto de ocupaciones, flujos, mercaderías y relaciones sociales, caracterizándose primordialmente como una actividad de trabajo informal esencialmente familiar, donde los involucrados en la operacionalización son generalmente miembros de la familia, generando a su vez una gran demanda de servicios directos e indirectos como transporte, insumos, embalaje y vendedores.

Como bien señala Ricotto (2002) las Ferias desempeñan un papel relevante en la consolidación económica y social de los agricultores familiares, siendo un elemento que promueve cambios y reconversión en el sector de los pequeños agricultores con un impacto en: procesos organizacionales, la circulación y el acceso a una fuente constante de dinero, la oferta de alimentos de calidad, los procesos de participación de los AF en la toma de decisiones vinculadas a la producción y su organización; la consolidación de espacios de discusión sobre un nuevo modelo de agricultura y la construcción de espacios de trabajo conjunto entre instituciones públicas y de la sociedad civil.

En consonancia con los aportes de Santos es posible comprender a las ferias en el circuito inferior de la economía urbana, el cual tiene como característica la utilización de trabajo intensivo, movimiento de pequeños volúmenes en relación al mercado monopólico, siendo la construcción del precio un producto de la relación entre comprador/vendedor.

Coincidiendo con Elgue (2007) este tipo de experiencias pueden incorporarse a la de la Economía Social no sólo por provenir de la base de la pirámide social sino también porque las mismas en su práctica diaria ponen en juego lógicas de reciprocidad y reproducción ampliada de la vida con eje en la generación de trabajo por sobre el empleo..

En la Norpatagonia, estos espacios se han multiplicado y consolidado como sitios validos de comercialización, en el que participan las organizaciones de productores, consumidores, gobiernos locales y provinciales, instituciones de asistencia técnica y organismos de control.

Las Ferias de la Agricultura Familiar son en la práctica formas asociativas económicas de interés común centradas en los circuitos cortos de comercialización entendidos como aquellas formas de circulación agroalimentaria en las que se reduce a su mínima expresión la intermediación entre producción y consumo. Donde los productos de los Agricultores Familiares llegan al consumidor de forma individual o colectiva.

Para ajustar aún más este concepto debemos hablar de espacios de intercambio en los que producción y consumo mantienen un alto poder de decisión en cuanto a qué y cómo se produce, y en cuanto a la definición del valor de intercambio de aquello que se produce. Al hablar de ferias de la Agricultura Familiar, debemos mencionar que las mismas suelen compartir además una base territorial común, compartida entre producción y consumo que aceita las relaciones que se dan entre ambos extremos de la cadena agroalimentaria. Siendo los productores un importante elemento dinamizador económico y social de la trama urbana y periurbana en un marco de donde la actividad de las ferias posee variadas resistencias (explicitas e implícitas) desde sectores comerciales.

Esto significa que además de ser puntos de venta, las ferias son la expresión de variadas luchas y resistencias sociales a la vez que contribuyen con el establecimiento de relaciones de confianza cara-a-cara basadas en la “la observación personal y las redes sociales en la vecindad directa”, en respuesta y resistencia a la estandarización de los productos ofrecidos y del vaciamiento de las relaciones con los consumidores que la existencia de grandes cadenas de supermercados proponen.

Siendo lo más relevante de estos circuitos, y de las ferias en general, la capacidad que las mismas poseen para devolverle a los extremos de la cadena –producción y consumo- el poder de decidir sobre cómo quieren que sea el modelo.

Economía Social y Agricultura Familiar

Como hemos planteado en nuestra definición de Agricultura Familiar, consideramos a la misma como parte de la Economía Social. Siendo esta última eje organizador de la primera.

Si bien es cierto que no se dan en la realidad formas puras de Economía Social, dado que las mismas se desarrollan en un entorno capitalista y utilizan diversas estrategias que pueden ser captadas a partir del desarrollo de una serie de dimensiones con las cuales es posible elucidar las experiencias que la conforman. Estas se establecen en tres dimensiones: la primera, directamente relacionada a la praxis, donde se ubican los diferentes tipos de experiencias socio económicas con objetivos sociales; la segunda, que propone como eje las definiciones teóricas contraponiendo se a la economía tradicional o hegemónica e incluso las diferencias entre economía social y economía popular; y, por ultimo; la dimensión política donde la prospectiva está centrada en la transformación social. En este punto la definición misma de Economía Social sufre el mismo proceso que la de la Agricultura Familiar, siendo diversa tanto en su definición como en sus usos.

Esta multiversidad no implicaría una desventaja sino, por el contrario, una ventaja debido a que permite comprehender de mejor manera una actividad que pertenece a un universo no lineal. Asumir como punto de partida que el sujeto social que impulsa la experiencias de Ferias de la Agricultura Familiar pertenecen al universo de la Economía Social implica reconocer que el sujeto, así como las diversas interpretaciones que sobre el mismo se hacen, son complejas y multivariadas, y que su comprensión y/o definición implica comprender que forman parte de procesos de acción colectiva que no solo configuran, sus orígenes y cursos de acción, sino que nos hablan acerca de su potencialidad en términos de la construcción de sujetos colectivos.

La Economía Social es aquella que agrupa a las actividades asociativas y a los movimientos sociales que coinciden en los siguientes principios y características: la organización o empresa tiene por finalidad servir a sus asociados o a su entorno más que generar beneficios u orientarse al rendimiento financiero; tiene autonomía de gestión; integra en sus estatutos y en sus formas de hacer un proceso de decisión democrático; defiende la primacía de las personas y del trabajo sobre el capital en el reparto de sus excedentes; funda sus actividades en los principios de participación, y de la responsabilidad individual y colectiva. La organización colectiva no surge de procesos naturales, ni resulta predeterminada estructuralmente. La organización colectiva emerge en procesos socio-culturales que tensionan el habitus de los actores en torno a una estrategia compartida de cambio.

Capitulo3: Abordaje Analítico

Las Ferias de la Agricultura Familiar, serán definidas y abordadas a través de la teoría constructivista como un sistema tecnológico. Donde la construcción del mismo es producto de las relaciones sociales entre individuos y grupos, donde se dan lógicas socio-técnicas. Desde este enfoque teórico consideramos al conocimiento como producto de un proceso de imposición/negociación (según sea el caso) de significados que giran en torno a un problema y su resolución por medio de soluciones que son impuestas como válidas y pertinentes por medio de alianzas que logran estabilizar soluciones en un contexto social determinado.

En enfoque socio técnico como herramienta para el abordaje analítico de las ferias de la agricultura familiar

Para analizar las dinámicas que giran en torno al Sistema tecnológico Ferias de la Agricultura Familiar se consideran de suma importancia los aportes teóricos y herramientas de análisis que tanto la sociología de la ciencia y de la tecnología, como la economía del cambio tecnológico generan en relación al enfoque “socio-técnico” (Bijker, 1995) que integra las dimensiones tecno-científicas, económicas, sociales, políticas e ideológicas

Desde esta perspectiva, no es posible considerar a los artefactos y sistemas como meros derivados de la evolución tecnológica (determinismo tecnológico) o simples consecuencias de los cambios económicos, políticos o culturales (determinismo social), sino como resultados de la dinámica de procesos de constitución de “ensambles socio-técnicos” (Bijker, 1995).

Para ello se consideran de gran utilidad los conceptos que aporta el enfoque como el de las redes tecno-económicas (Callon 1992) donde una “…red tecno-económica (RTE) es un conjunto coordinado de actores heterogéneos: laboratorios públicos, centros de investigación técnica, empresas, organismos financieros, usuarios, y poderes públicos que participan colectivamente en la concepción, elaboración, producción y distribución de procedimientos de producción, bienes y servicios, algunos de los cuales dan lugar a una transacción mercantil” (Callon, 1992).

Otro elemento que el enfoque socio-técnico aporta es el del análisis de grupos sociales relevantes es porque consideramos que los mismos son de suma importancia ya que un grupo social relevante es el conjunto de individuos o grupos sociales relevantes que confieren un mismo significado a un sistema tecnológico, en este caso las Ferias de la Agricultura Familiar, en relación a un problema compartido: la comercialización de productos de la agricultura familiar y que pretenden imponer su posición para la resolución del mismo en interacción con otros.

El mismo puede estar conformado por una institución, organización tanto como por grupos de individuos organizados o no. En el caso del sistema tecnológico feria este grupo estará constituido por los agricultores familiares, los feriantes y los consumidores pero también encontraremos grupos sociales relevantes no tan obvios como los constituidos por los dueños de verdulerías, otros productores, los dueños de mercados, los responsables de la fiscalización sanitaria, el municipio, los legisladores, gestores públicos, e incluso los vendedores de semillas y fleteros entre otros.

Estos grupos relevantes tienen la particularidad de otorgar significados diferentes al sistema tecnológico, al hablar de esta flexibilidad interpretativa y (Collins, 1985; Pinch y Bijker, 1987) hacemos referencia al hecho de que hay en juego en torno al sistema tecnológico una serie de interpretaciones, que se expresan a través de diferentes divergencias. Requerimientos técnicos conflictivos o controversiales por diferentes grupos sociales, por ejemplo los requerimientos para vender carne o elaborar alimentos con cierto riesgo alimentario y la “seguridad alimentaria” que la feria debe ofrecer); soluciones conflictivas para el mismo problema ( la ubicación dela Feria en un espacio público visible y compartido o en una ubicación dentro de un local o zona de difícil acceso para el consumidor; y hasta conflictos morales e ideológicos ( por ejemplo las Ferias orientadas principalmente por valores solidarios orientados a la ESS y aquella donde priman valores capitalistas), todos ellos son la manifestación de las tensiones entre los diferentes grupos relevantes y con ellos podemos tener un esquema aproximado de los diferentes grados de estabilización, crecientes o decrecientes, de cada sistema tecnológico.

La actividad que los actores conforman no son producto de un proceso aislado o de la acción de un único elemento sino que se encuentran encuadrados dentro de marcos tecnológicos y forman ensambles socio- técnicos y (Bijker, 1995) que involucran aspectos heterogéneos (tecnológicos, legales, organizativos, políticos, científicos, etc.) y deben considerarse como un plano de relaciones materiales transversales que unen varios aspectos heterogéneos del mundo, yendo de lo físico a lo político, y pasando por lo tecnológico, semiótico y psicológico; esto nos brinda herramientas para poder comprender dentro de ese encuadre a los procesos co-construcción social de funcionamiento (Vercelli y Thomas, 2007) donde tanto la configuración material como el propio funcionamiento de un artefacto se construyen como derivación contingente de las disputas, presiones, resistencias, negociaciones, controversias y convergencias que van conformando un ensamble heterogéneo entre actores, conocimientos y artefactos materiales (Pinch y Bijker, 1987); Thomas y Fressolli, 2008);

Estas construcciones y co-construcciones no se encuentran aisladas sino que están inmersos en dinámicas socio-técnicas de las que forman parte(Thomas, 1999 y 2001): siendo las mismas un conjunto de patrones de interacción de tecnologías, instituciones, políticas, racionalidades y formas de constitución ideológica de los actores (Thomas, 1999), e incluyen un conjunto de relaciones tecno-económicas y socio-políticas vinculadas al cambio tecnológico, en el nivel de análisis de un ensamble socio-técnico (Wiebe Bijker, 1995). Este concepto sistémico sincrónico permite insertar una forma determinada de cambio socio-técnico (una serie de artefactos, una trayectoria socio-técnica, una forma de relaciones problema solución, por ejemplo) en un mapa de interacciones (Thomas, 2011).

Una dinámica socio-técnica incluye un conjunto de relaciones tecno-económicas y socio-políticas vinculadas al cambio tecnológico, en el nivel de análisis de un “ensamble socio-técnico” (Bijker, 1995), un gran sistema tecnológico (Hughes, 1983), una red tecno-económica (Callon, 1992) o, un sistema innovación (Lundvall, 1992).

Dentro de estas dinámicas podemos encontrar procesos que constituyen la Trayectoria socio-técnica del proceso de co-construcción de productos, procesos productivos, y organizaciones, instituciones, relaciones usuario-productor, de procesos learning, de relaciones problema-solución, procesos de construcción de funcionamiento y utilidad de una tecnología, racionalidades, políticas y estrategias de un actor o de un technological frame (Bijker, 1995; Thomas, 1999, 2008; Thomas, Versino y Lalouf, 2008). Esto nos permite ordenar relaciones causales entre elementos heterogéneos en secuencias temporales, tomando como partida un elemento socio-técnico en particular.

Tomando como punto de partida un elemento socio-técnico en particular, en este caso el sistema tecnológico Feria de la Agricultura Familiar, este concepto —de naturaleza eminentemente diacrónica— permite ordenar relaciones causales entre elementos heterogéneos en secuencias temporales (Thomas y Becerra 2012).

Este concepto es también de operacionalización modular: es posible tomar como unidad de análisis desde una unidad discreta (un artefacto singular —tecnológico, jurídico—, un sistema organizacional, una red, una empresa) hasta unidades complejas (sistemas tecnológicos, ciudades, gobiernos, sectores tecno-productivos, países) y reconstruir su proceso co-evolutivo en el tiempo y el espacio.

Dinámicas y trayectorias son unidades de análisis complementarias, pero no equivalentes. Las dinámicas socio-técnicas son más abarcativas que las trayectorias: toda trayectoria socio-técnica se desenvuelve en el seno de una o diversas dinámicas socio-técnicas y resulta incomprensible fuera de ellas.

Finalmente, el concepto de adecuación socio-técnica refiere a un proceso auto-organizado e interactivo de integración de un conocimiento, artefacto o sistema tecnológico en una dinámica o trayectoria socio-técnica, socio-históricamente situada. Estos procesos integran diferentes fenómenos socio-técnicos: relaciones-problema-solución, dinámicas de co-construcción, path dependence, resignificación, estilos tecnológicos (Thomas, 2008; Thomas y Fressoli, 2009).

Los procesos de producción y de construcción social de la utilidad y el funcionamiento de las tecnologías constituyen dos caras de una misma moneda de la adecuación socio-técnica: la utilidad de un artefacto o conocimiento tecnológico no es una instancia que se encuentra al final de una cadena de prácticas sociales diferenciadas, sino que está presente tanto en el diseño de un artefacto como en los procesos de re-significación de las tecnologías en los que participan diferentes grupos sociales relevantes, por ejemplo: usuarios, beneficiarios, funcionarios públicos, integrantes de ONGs, etc…(Thomas y Becerra 2012)

Así, el funcionamiento / no-funcionamiento de una tecnología deviene del sentido construido en estos procesos auto-organizados de adecuación / inadecuación socio-técnica o, en otras palabras, la adecuación socio-técnica de un artefacto se sustenta en la articulación de alianzas socio-técnicas estables (Garrido, Lalouf y Thomas 2011).

Adoptar un abordaje socio-técnico es considerado un punto clave para captar la multi dimensionalidad del objeto de análisis, en este caso las Ferias. De esta manera no es posible el considerar a los artefactos (Ferias) como meros derivados de una evolución tecnológica  del mercado informal a través de su complejización y diversificación (determinismo tecnológico) o como una consecuencia de los cambios económicos, políticos o culturales ( determinismo social), sino como resultado de la compleja dinámica de procesos de constitución de ensambles socio-técnicos(Bijker, 1995).

A partir de la descripción de algunos conceptos desarrollaremos algunas reflexiones teóricas que consideramos de fundamental importancia para aproximar una mayor comprensión de las Ferias a partir de los aportes de la mirada socio técnica.

¿Por qué desde el AST una Feria es sistema tecnológico?

El enfoque de la Teoría del actor-red concibe la actividad científica como una unidad colectiva, dependiendo del medio y no necesariamente humana.

Desde el enfoque constructivista se intenta captar la naturaleza compleja de los procesos de cambio tecnológico. Se rompe con las distinciones estancas que planteaban la distinción entre lo económico, social, tecnológico y científico; todo esta entrelazado y construido por los actores. Se analizan relaciones que al mismo momento son sociales y técnicas: “Lo técnico es socialmente construido y lo social es tecnológicamente construido. Todos los ensambles estables son estructurados al mismo tiempo tanto por lo técnico como por lo social” (Bijker, 1995: 273).

Con la utilización del enfoque constructivista es posible explicar la manera en que los procesos sociales influyen en el contenido mismo de la tecnología, formando parte de los que se denomina desde el enfoque constructivista (Pinch & Bijker, 1987; Callon, 1992; Hugues, 1987; Thomas, 2008), lo “social” y lo “tecnológico” constituyen un “tejido sin costura” (seamless web), lo que enfatiza el carácter social de la tecnología y el carácter tecnológico de la sociedad, y genera, tanto en términos de abordaje teórico-metodológico como de unidad de análisis, el complejo constructo de “lo socio-técnico” (Thomas, 2008).

En este sentido, las tecnologías no son solo artefactos; ellas incluyen las prácticas sociales que les dan vida y los conocimientos. Los artefactos se construyen y evolucionan dentro de una red de actores, entre ellos grupos sociales relevantes cuyos intereses y hegemonía definen las trayectorias tecnológicas. Por eso es más adecuado hablar de trayectorias socio-técnicas en lugar de hablar de trayectorias tecnológicas. Detrás de cualquier artefacto hay una historia de tensiones entre productores y usuarios, políticas, regulaciones jurídicas, intereses económicos, culturas organizacionales.

Esto vale tanto para las tecnologías de producto, como las de proceso o de organización. Los diversos cambios por los que el Sistema tecnológico atravesó, no se produjeron como parte de una evolución natural y esperada de los sistemas de comercialización utilizados por los Agricultores Familiares, sino que el mismo (el artefacto) es resultado de procesos de negociaciones e interpretaciones entre grupos sociales que se relacionaron en el contexto en el que se plantea la estrategia de comercialización por intermedio de circuitos cortos o de proximidad generando a la Feria y se transfiere no solo a los Feriantes de la Localidad, sino que el mismo Artefacto hacia otras localidades.

El Sistema tecnológico es producto de la compleja trama problema-solución donde es mismo es producto de una construcción socio-técnica (Bijker 1995, Thomas, 2008). Las alianzas se constituyen dinámicamente, en términos de movimientos de alineamiento y coordinación (Callon, 1992) de artefactos, ideologías, regulaciones, conocimientos, instituciones, actores sociales, recursos económicos, condiciones ambientales, materiales, etc. que viabilizan o impiden la estabilización de la adecuación socio-técnica de una tecnología y la asignación de sentido de funcionamiento (Maclaine Pont y Thomas, 2007; Thomas y Fressoli, 2011).

Los actores no humanos (actantes) poseen agencia. La agencia constituye una atribución del artefacto y no forma parte de la intención del mismo. La orientación y el sentido de los actantes estará dado en relación al poder y la posición que posee dentro de una red. Los actores realizan traducción a través de enrolar o movilizar a un número de entidades, acción que puede ser rota con controversia generada por nuevos actores.

El Sistema tecnológico es producto de la derivación contingente de las disputas que se fueron produciendo entre los diversos actores sociales relevantes (agricultores familiares, empresarios, comerciantes, otros productores, organizaciones sociales, gobiernos), las presiones que unos y otros actores ejercían ( por ejemplo la necesidad de vender los excedentes o la exigencia de cumplir con las normas sanitarias e impositivas) , resistencias ( por parte de los agricultores familiares a las normas que establecen patrones y pautas de producción similares a las de las empresas; por parte de comerciantes ante la competencia "desleal" de los feriantes), negociaciones, (instancias diversas a partir de las cuales se fue estabilizando la variedad y diversidad de productos ofrecidos por la ferias, se fue prohibiendo la venta de determinados productos) controversias (relativas a cuestiones vinculadas a la organización, hacia el interior de la feria-fechas, días, horarios, cuestiones administrativas- incorporación de nuevos feriantes) y convergencias que fueron conformando un ensamble heterogéneo entre actores, conocimientos y artefactos materiales.

Uno de los puntos de partida para el análisis del sistema tecnológico, entonces son los Grupos Sociales Relevantes ya que los mismos son los que atribuyen un sentido al artefacto. Dentro de cada una de los Grupos Sociales Relevantes hay interacciones al interior de, y entre, grupos sociales relevantes, que pueden dar diferentes significados al artefacto (Biejker, 2005). En este caso el sentido que otorga al sistema tecnológico el municipio donde se encuentra ubicado es muy diferente al que le otorga el agricultor familiar o el que le otorga el consumidor e incluso el que se atribuye desde otra feria.

La aplicación de este concepto en este trabajo nos permitirá identificar a los diversos actores que se relacionan el sistema tecnológico. Sera crucial el identificar a cada uno de estos grupos a la vez que relevar los significados que poseen respecto al sistema tecnológico. En este sentido es necesario comprender que tanto la configuración material ("la feria en sí misma, con sus puestos") como el propio funcionamiento del artefacto son producto de un ensamble heterogéneo entre actores, conocimientos y artefactos materiales. Al utilizar esta categoría lo que buscamos es desglosar el objeto de estudio según las perspectivas de los actores, ya que estos son los portadores del proceso, son quienes constituyen el artefacto y validan su funcionamiento.

Este último es producto de un proceso de construcción socio técnica donde se da la intervención, de forma auto organizada, de elementos heterogéneos: condiciones materiales, sistemas, conocimientos, regulaciones, financiamiento, prestaciones, entre otros (Thomas, 2008). Este funcionamiento es construido social, tecnológica y culturalmente e implica la realización de procesos complejos de adecuación de respuestas\soluciones tecnológicas y articulaciones socio técnicas históricamente situadas (Bijker, 1995).

Como asegura Latour (2005) "…cualquier cosa que modifica con su incidencia un estado de cosas es un actor o, si no tiene figuración aun, un actante. Los artefactos, desde esta perspectiva se incorporan al análisis de las complejas interacciones humanas elementos no humanos. Que participan en la acción y generan agencia (alientan, sugieren, influyen, bloquean, hacen las cosas "en lugar de los actores humanos", etc.).

La TAR no es la afirmaci6n vacía de que son los objetos los que hacen las cosas "en lugar de" los actores humanos: dice simplemente que ninguna ciencia de lo social puede iniciarse siquiera si no se explora primero la cuesti6n de quien y que participa en la acción, aunque signifique permitir que se Incorporen elementos que, a falta de mejor termino, podríamos llamar no-humanos.

Identificar los actores sociales relevantes del sistema y los significados que ellos atribuyen al sistema tecnológico, y observar cuales son los problemas que ellos identifican, generalmente basado en requerimientos técnicos del artefacto (normativas, disposiciones, tiempos, productos requeridos, y otros.)

La construcción social del artefacto se da a partir de la combinación que se produce entre la "clausura" y la "estabilización", elementos de suma importancia en el análisis de los artefactos ya que describen el resultado producto del proceso social.

Al hablar de estabilización se pone énfasis en los procesos de construcción que pueden tomar años, en los cuales los grados de estabilización se incrementan lentamente hasta el momento de la clausura.” (Biejker, 2005). El sistema tecnológico no surgió de la nada sino que a medida que los actores sociales relevantes fueron construyendo consenso sobre el significado del mismo se fueron construyendo diversos grados de estabilización, a medida que fue siendo aceptado por estos como una solución al problema planteado. Cuanto más compartido sea el consenso en torno al sentido atribuido, mayor grado de estabilización poseerá el artefacto.

Por otra parte, al hablar de clausura se considera a la misma como el punto final de la controversia, donde no hay más desacuerdos acerca del artefacto. En este proceso se da una disminución de la flexibilidad interpretativa, siendo un artefacto el dominante (en este caso la feria) por sobre otras estrategias de comercialización: como mercados solidarios, la venta en el predio, la venta callejera por nombrar algunas. De esta manera el Sistema tecnológico fue desarrollando diversos grados de estabilización en varios grupos sociales relevantes (funcionarios, técnicos, agricultores familiares, consumidores) dejando el resto de artefactos de existir dando por finalizada la controversia.

En el caso del sistema tecnológico la clausura puede ser retorica o por redefinición del problema (Thomas, 2008). La primera hacer referencia a la capacidad de la tecnología para estabilizar al artefacto y la desaparición del problema (en este caso la comercialización de productos de la agricultura familiar o la accesibilidad a alimentos por parte de la población), como señala Thomas (2008):“…para cerrar una controversia no se requiere resolver los problemas en el sentido común de esta palabra. El punto clave es si los grupos sociales relevantes ven resuelto el problema…”.

Cuando se hace referencia a la clausura por redefinición ponemos en evidencia que se cambia el problema respecto al artefacto y la solución. Esto no implica la desaparición del artefacto solamente que la atención de los grupos sociales relevantes se orienta hacia otros problemas y soluciones.

Entonces los artefactos son construidos para cumplir con una función orientada a solucionar un problema, ahora bien cabe aclarar que los significados o sentidos de la función que manejan los grupos sociales relevantes no son homogéneos, así que no sólo varían los estándares de evaluación sino también el objetivo del artefacto atribuido por cada uno de ellos. Según la perspectiva teórica elegida para abordar el tema de estudio, la noción de funcionamiento no funcionamiento es una evaluación socialmente construida y no una propiedad intrínseca al artefacto.

Las Ferias de la Agricultura Familiar, serán definidas y abordadas a través de la teórica constructivista como un artefacto tecnológico. Donde la construcción del mismo es producto de las relaciones sociales entre individuos y grupos, donde se dan lógicas socio-técnicas. Desde este enfoque teórico consideramos al conocimiento como producto de un proceso de imposición/negociación (según sea el caso) de significados que giran en torno a un problema.

¿Por qué la Economía Social es un marco tecnológico para la Agricultura Familiar?

Como planteamos la Agricultura familiar es considerara como parte de la ESS. Postulamos en el presente trabajo que la Economía Social Solidaria funciona como un Marco Tecnológico para la Agricultura Familiar.

Ahora bien, un Marco Tecnológico está compuesto por conceptos y técnicas empleadas por una comunidad para la resolución de los problemas que ella considera como tales. El concepto de resolución de problemas, incluye tanto el reconocimiento de lo que es considerado como problema como las posibles soluciones al mismo en un marco especifico que explicita los requerimientos que una solución debe tener.

Esto hace que la ESS como marco tecnológico sea una combinación de teorías corrientes (economía del trabajo, política pública, economía popular, economía social, asociativismo), conocimientos tácitos (solidaridad, formas de intercambiar, aprendizajes realizados con otras organizaciones, relaciones con las políticas públicas, interacción con el consumidor), practicas tecnológicas ( relacionadas a las diferentes estrategias de comercialización, a los procesos de cultivo, a los requisitos bromatológicos de manipulación de alimentos, a los criterios de armado de la Feria como espacio de comercialización), metas y practicas comunes de aplicación y uso ( por ejemplo donde ubicar la feria, decisiones respecto a la participación en otros espacios de comercialización como feria, decisiones respecto a precios mínimos y máximos para productos similares entre los feriantes).

Bijker incluye en su definición de marco tecnológico las teorías en curso, las metas, las estrategias de resolución de problemas y las prácticas de uso de quienes se encuentran incluidos en el mismo.

El sentido del uso del concepto marco tecnológico, con su amplitud, está fundada en que la misma permite ser aplicable a grupos sociales diversos, ya que para realizar un análisis constructivista de la tecnología es importante no hacer una distinción apriorística entre diferentes tipos de grupos sociales o actores. Obviamente que será necesaria la descripción más amplia al describir el marco tecnológico del grupo social de agricultores familiares respecto del sistema tecnológico, se requieren más detalles acerca de las metas y las prácticas de uso dentro de ese marco.

Otro elemento que destaca Bijker es el de la característica o rasgo del marco tecnológico que pone énfasis en lo relacional. Donde es fundamental su aplicación en relación a la interacción de varios actores. De tal modo que el marco tecnológico no es una característica individual, ni tampoco una característica de sistemas o instituciones: los marcos se encuentran entre actores, no en los actores ni encima de los actores.

Aquí el significado atribuido a un artefacto por los miembros de un grupo social relevante juega un papel crucial. El marco tecnológico de esos grupos sociales estructura su atribución de sentido sobre el mismo. Ese sentido atribuido es el utilizado en las interacciones de los miembros del grupo social, resultando en una atribución de sentido compartida.

El concepto de marco tecnológico será utilizado en la presente tesis para ver, por un lado, como el ambiente social estructura el diseño de un artefacto. Por otro lado para ver como la tecnología existente estructura el ambiente social (normas y regulaciones alimentarias y sanitarias, estructuras impositivas).

Un marco tecnológico estructura la interacción de los miembros de un grupo social pero nunca puede hacerlo de manera completa, debido a dos elementos. El primero de ellos es que diferentes actores tendrán diferentes grados de inclusión en el marco y eso determinara su interacción en torno a ese marco tecnológico compartido. Y segundo que todos los actores serán en principio miembros de más de un marco tecnológico. En este sentido y considerando que la ESS no es un modelo instaurado ni consolidado, sino que en constante transformación; y que además las practicas relacionadas a ella son realizadas en un marco capitalista, es que se resalta la utilidad del concepto de Marco tecnológico y de inclusión, ya que los actores participan en él con diversos grados de inclusión a la vez que están incluidos en otros marcos tecnológicos que difieren del de ESS.

Adaptar el grafico de acuerdo a la tipología, presentada. En capítulo 3

Bijker considera que el concepto de inclusión es multidimensional debido a que está relacionado a un concepto de múltiples facetas como es el marco tecnológico. De este modo la inclusión de actores en el marco tecnológico ESS puede ser especificada describiendo sus metas, sus estrategias de resolución de problemas, sus habilidades prácticas, sus posicionamiento teórico/ideológico y otros, con un análisis del nivel de congruencia desarrollado con los elementos del respectivo marco tecnológico.

Por otra parte, se debe considerar que la inclusión no es un elemento binario sino que se debe considerar que un miembro de un grupo social puede tener diversos grados de inclusión en el marco tecnológico (en este punto no es lo mismo una feria que realiza sus actividades en el marco de trabajo comunitario y fijando precios justos que otra que realiza la fijación de sus precios de acuerdo, o condicionada, por el mercado capitalistas). Ese grado de inclusión no es fijo sino que puede variar con el curso de los eventos. Y en el caso de las ferias es visible al considerar la trayectoria de las mismas que pasaron de ser espacios de trueque a ferias como las conocemos actualmente; también con el papel que los actores locales jugaron: los municipios inicialmente jugaron un papel diferente al que ahora juegan en relación a las ferias; las organizaciones sociales también.

Un último punto para destacar es que los actores son típicamente miembros de diferentes grupos sociales (relevantes o no) y poseen diferentes grados de inclusión en varios marcos tecnológicos. En el caso de los agricultores familiares podemos apreciar que no solo participan del marco tecnológico de la ESS por sus prácticas relacionadas a las metas que buscan con su producción (reproducción ampliada de la vida, buen vivir, intercambio de saberes), las estrategias de resolución de problemas (trabajo colaborativo, trueque, compras colectivas, asociativismo, ferias de semillas), las habilidades practicas (conocimientos de cultivo, manejo de variedades) y su concepción teórica/ideológica, sobre cómo debería ser el desarrollo agroalimentario nacional y regional.

Es importante considerar el concepto que es complementario al de marcos tecnológicos, que es el de enrolamiento donde un grupo social tratara de propagar sus variantes de solución por el enrolamiento de otros grupos para organizar apoyo a su artefacto. Un modo de hacer esto es mediante la redefinición del problema, el cual resulta de suma importancia e interés al momento de analizar las ferias de la AF.

Por ejemplo el sistema tecnológico de AF que ofrece una solución a un problema (la comercialización de excedentes) que no es tomado por otros grupos sociales poderosos (cierto tipo de consumidores) entonces el problema peude ser redefinido de un modo tal que se torne necesario. En este caso fue redefinido, y lo es, en torno a otros patrones como la calidad, el origen agroecológico de los mismos, la cercanía del productor con el consumidor, el precio etc… Enrolando en el mismo artefacto a varios actores con diversos intereses que se tornan complementarios para el funcionamiento del artefacto.

Ahora bien, al ser la ESS un marco tecnológico no dominante, puede ocurrir que actores con un nivel bajo de inclusión interactúan con relación a ese marco en una menor extensión. Una consecuencia puede ser que los actores no tomen las estrategias estandarizadas de resolución de problemas de este marco tecnológico, en el cual tienen un bajo nivel de inclusión, este punto es de suma importancia para comprender las aparentes contradicciones presentes en muchas de las experiencias que se analizarán, que no podrían ser vistas de otra manera sino consideraríamos el concepto de marco tecnológico y grados de inclusión. Estas son la expresión del acceso a otras estrategias de resolución de problemas provenientes de otros marcos tecnológicos, por ejemplo, la decisión de la realización de intercambios monetarios por sobre el trueque, o el recurso de la competencia entre puestos por sobre el de la colaboración.

Reforzando esta observación Becerra (2016), señala que “Los procesos de intercambio que se dan son expresión de un proceso socio-técnico donde “…existe una relación de funcionamiento (que por definición es especular) entre el tipo de sistema y el tipo de prácticas. Es por esto que los servo-mecanismos de control no terminan por cumplir su función, y es principalmente por esto que los actores no pueden configurar estrategias alternativas: el sistema de intercambio mercantil Feria es parte de las prácticas generales de los sistemas de intercambio mercantil-monetarios como las prácticas de intercambio en la Feria son parte de las prácticas generales de intercambio fuera de ella…”

De esta manera la actividad de la Feria si bien se desenvuelve dentro del Marco Tecnológico de la Economía Social Solidaria, se encuentra condicionado por el Marco Tecnológico dominante que es quién en algún punto de las instancias de intercambio impone la necesidad de llevar a cabo prácticas de intercambio mercantil-monetario.

Estas instancias poseen la capacidad de homogeneizar las practicas subyacentes al mismo (intercambio monetario), o sea posee la capacidad de reproducir en tiempo y espacio un conjunto de prácticas posibles, concretas y deseables

Discusión con los antecedentes de ESS y AF: la mirada de la tecnología

Cuando hacemos revisión acerca de los antecedentes en Argentina que tratan la vinculación de la Economía Social y la mirada que posee sobre el componente tecnológico con frecuencia es posible hallar elementos que se anclan en la noción de sentido común de la tecnología, donde la concepción frecuente de la tecnología es considerarla neutral y disponible con el simple cambio de modelo o a partir de la articulación de las prácticas sociales que la economía social plantea.

En los casos en que se reflexiona acerca del componente tecnológico (gestores públicos, organizaciones de agricultores familiares, organizaciones de la economía social) la misma es considerada, y abordada, en el marco de abordajes deterministas lineales.

Como bien señala Thomas (2009) cuando las ciencias sociales piensan la relación tecnología-sociedad lo hacen en el marco de abordajes deterministas lineales: o consideran que la tecnología determina el cambio social (determinismo tecnológico), o consideran que la sociedad determina la tecnología (determinismo social). En la práctica, estos abordajes teóricos construyen una separación tajante entre problemas sociales y problemas tecnológicos. Constituyen dos lenguajes diferentes que difícilmente se comunican.

Si bien se han hecho avances en ciertas políticas publicas orientadas a favorecer procesos de inclusión a través del empleo o generación de tecnologías como en el caso del programa nacional que INTA (Programa ProHuerta – Centro e Institutos de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar – CIPAF – IPAF)desarrolla en materia de sistematización de ”Procesos socio técnicos de innovación en los territorios” practicas vinculadas a la tecnología y artefactos, los mismos tratan de posicionar una postura que en la práctica se traduce en un aporte conceptual importante pero no deja de ser marginal al analizar la totalidad de las practicas que la institución lleva a cabo, donde prima la lógica transferencista. A su vez también resalta los avances que desarrollo el CIPAF en materia de tecnologías apropiadas, en el marco de una ambigua relación entre tecnología y desarrollo económico y social, siendo escasos los trabajos que han focalizado esta problemática.

Por otra parte la política pública en materia de Economía Social está orientada a que los Emprendimientos de la Economía Social intencionalmente se ¨formalicen¨ incorporando elementos como:

Los relacionados a las actividades impositivas,

La venta de sus productos en los mercados de la economía capitalista (Nacionales o Internacionales), orientados a grupos específicos de consumidores

El fomento de la lógica de la competencia (por recursos) entre organizaciones y emprendimientos por sobre la lógica de la cooperación.

La generación de un producto o proceso innovador (para el mercado capitalista) que permita su paso a la economía formal.

El análisis del componente tecnológico es un tema que ha sido poco considerado en los planteos teóricos y prácticos de la Economía Social, a pesar de que se ha realizado una institucionalización creciente de la economía social en varias universidades de Argentina con estudios de grado y postgrado, en las mismas no hay presente una aproximación importante a la temática. Los gestores responsables de la promoción o generación de este tipo de actividades no contemplan en su concepción instancias donde esté presente el componente tecnológico orientado a generar la tecnología como una tecnología para la inclusión social con las siguientes características:

Espacios de experimentación que permiten co-construir aprendizajes y nuevas estrategias para la Inclusión Social;

Involucren a diferentes actores;

Generen la capacidad de solucionar problemas sistémicos, no puntuales, a partir de las necesidades tecnológicas de las comunidades.

Impliquen la generación de Hardware: creación y adecuación de Artefactos; Software: Conocimiento tanto explícito como tácito (principalmente) y Orgware (Procesos Organizativos)

Los actores vinculados a la ES y AF, como hemos mencionado consideran de manera marginal el uso de tecnología como una herramienta a la solución de sus problemáticas más comunes. En los casos en que se introduce la temática tecnológica la misma es bajo una mirada acrítica de la tecnología operando mediante las nociones tradicionales que operan por medio de la lógica transferencia, determinista, lineal y ofertista reproduciendo las condiciones que se pretenden evitar.

Desde el enfoque convencional el conocimiento científico es objetivo, está libre de valores y es descubierto por especialistas en la materia, mientras que la tecnología es considerada como una fuerza autónoma en la sociedad, cuyo funcionamiento es una propiedad intrínseca del artefacto, máquina y procesos técnicos. Para el Determinismo la evolución de la tecnología es lineal, unívoca y está sujeta a sus propias reglas, a partir de lo cual en cualquier contexto socio-histórico produce efectos similares.

Para esta concepción “el conocimiento científico aparece como un candidato prominente para resolver todo tipo de problemas (…) la tecnología es vista como un fin en sí mismo, y donde los valores de eficiencia, poder y racionalidad son independientes del contexto. (Biejker, W. 2005).

En el caso de análisis de procesos, desarrollo o utilización de tecnologías o artefactos donde es posible encontrar instancias organizacionales y de transmisión/generación de conocimientos, la influencia del Marco Tecnológico dominante imprime un sesgo a los esfuerzos de construcción de herramientas autónomas y procesos de co- construcción.

En materia de generación de dinámicas de inclusión la no mirada del componente tecnológico posee consecuencias. En última instancia se reproduce la tecnología convencional (en referencia a la mirada y la lógica transferencia que esta por detrás); no se construye el funcionamiento de las experiencias y artefactos generados en el proceso; y por ende, los emprendimientos de la ESS y AF continúan dependiendo de otros actores y artefactos que ejercen agencia sobre sus objetivos.

Los procesos de usos no reflexivos de la tecnología por parte de los emprendimientos de la Economía Social y de la Agricultura Familiar contribuyen a la reproducción y continuidad de las situaciones que el modelo capitalista imprime en su lógica, ya que la reproducción acrítica63 mediante la trasferencia de Tecnología sin mediar procesos de adecuación suele ser funcional a la empresa privada, reforzando nociones ideológicas que la consideran a esta como la única capaz de generar una transformación del conocimiento en bienes y servicios. De esta manera, en muchas iniciativas del sector se establecen objetivos que no se condicen con la realidad, la orientación y el destino de las prácticas llevadas a cabo por los diversos emprendimientos, como la implementación de sistemas de gestión que se aproximan más a una empresa capitalista tradicional que a un emprendimiento de la Economía Social.

Desde la mirada del enfoque socio-técnico, por el contrario, el abordaje, tiende a focalizar las relaciones problema/solución como un complejo proceso de co-construcción. Se configura una visión sistemática que plantea la no existencia de soluciones puntales a problemas puntuales sino soluciones socio técnicas en combinaciones complejas (Thomas, 2012).

¿Qué hace el campo CTS en términos de desarrollo?

Ahora bien. ¿Qué hace que este tipo de estudios sean interesantes para el campo CTS?

¿En qué contexto histórico y político sobre la reflexión de la ciencia y la tecnología en américa latina se introduce esta tesis? ¿Cuál es su posición ideológica?

En América Latina la reflexión en torno a la problemática de la innovación, los procesos de cambio tecnológico y las problemáticas vinculadas al desarrollo poseen amplia reflexión y una serie de contribuciones que son basales en cuanto a la reflexión que el campo de CTS aporta.

En este sentido es necesario mencionar las importantes contribuciones que los trabajos fundacionales del pensamiento latinoamericano de ciencia, tecnología y sociedad aportaron. Fue denominado PLACTS (pensamiento latinoamericano en ciencia, tecnología y sociedad), y disparo las primeras líneas de trabajo académico sobre diversos tópicos.

Los estudios sobre innovación, cambio tecnológico y problemas del desarrollo han tenido en América Latina diferentes contribuciones desde los trabajos fundacionales del pensamiento latinoamericano de ciencia, tecnología y sociedad (Sábato y Botana, 1970; Herrera, 1970; Urquidi, 1970), la teoría del desarrollo (Fajnzylber, 1990; Katz, 2008; Cimoli y Rovira, 2008; Ocampo, 2006), hasta los del campo de análisis sociotécnico (Dagnino, Thomas y Davyt, 1996; Thomas, 2008; Vessuri, 2007; Kreimer y Thomas, 2004). Dichos aportes han evidenciado el carácter dependiente de los procesos productivos e innovativos en América Latina respecto de los países desarrollados, las escasas capacidades para innovar de las firmas del continente, las recurrentes respuestas reactivas de las mismas frente a los cambios tecnológicos, las dificultades en los incentivos a la innovación, y los marcos institucionales no proclives a los cambios estructurales.

Dentro de esta es posible identificar, dos vertientes: una más radical, cuyo representante emblemático fue Oscar Varsavsky, que cuestionó tanto el núcleo duro de la ciencia (sus prácticas, sus agendas, sus modos de financiamiento, sus métodos, etc.), como el orden social vigente; y una vertiente más moderada, denominada “desarrollistas”, en las que se destacan los trabajos y reflexiones de autores como Jorge Sabato, Amílcar Herrera, Jorge Katz, Carlos Mallmann y Alberto Aráoz. Los discursos de estos actores se enmarcan, por otra parte, en un proceso de creación de espacios institucionales para la discusión y producción de conocimiento acerca de la ciencia y la tecnología.

Algunos de esos aportes consideran que es necesario explicar los problemas que relacionan procesos de innovación, cambio tecnológico y desarrollo desde la especificidad del continente, ya sea en la generación de evidencia empírica como desde los modelos institucionales que orientan las políticas de ciencia y tecnología. Y en relación con esta postura regional aparece la discusión sobre las oportunidades para el desarrollo de la región conforme a diferentes escenarios y caminos posibles para lograrlo. Estas posiciones, sin pretender ser exhaustivos, van desde el aprovechamiento de las oportunidades de los "blancos móviles" para potenciar la especialización productiva basada en recursos naturales (Pérez, 2010), el desarrollo de capacidades tecnológicas (Katz, 2008) e institucionales (Rivera Ríos, 2010), el impulso creativo de capacidades de absorción y conectividad orientadas al cambio estructural y de perfil de especialización (Yoguel y Robert, 2010; Robert y Yoguel, 2011 ; Dabat y Ordoñez, 2009), hasta las propuestas de tecnologías sociales (Dagnino, 2010), y de sistemas tecnológicos sociales (Thomas, 2011 ).

En este trabajo se consideran los aportes teóricos del campo de estudios sociales de la ciencia y la tecnología como el de análisis socio técnico y el de la economía evolucionista de sistemas complejos para abordar estos problemas. De los estudios sociales de la tecnología se incluyen los aportes de la teoría del actor –red – TAR – (Callon, 1987, 1992, 1998, 2006; Latour, 1999, 2008; Law, 1987) y la construcción social de la tecnología – SCOT – (Bijker, 1993 y 1995; Pinch y Bijker, 1984; Pinch, 1996) junto a los del análisis socio técnico latinoamericano (Dagnino, 2010; Thomas, 2008). Mientras que de la economía evolucionista (EE) se toman autores que resignifican la tradición neo-schumpeteriana desde una perspectiva de sistemas complejos (Metcalfe et al, 2005; Foster, 2005; Antonelli, 2007) y su aplicación a los problemas de desarrollo en América Latina (Erbes, Robert y Yoguel, 2008; Yoguel y Robert, 2010; Robert y Yoguel, 2011).

¿Para qué sirve ver estos procesos desde la noción de dinámicas y trayectorias socio-técnicas?

La adopción de conceptos como dinámicas y trayectoria y socio-técnicas nos permiten explicar la manera misma en que los procesos sociales influencian en la forma y el contenido mismo de la tecnología, a su vez nos permiten poder identificar y romper con las concepciones deterministas y lineales sobre la tecnológica.

En este punto la noción de dinámicas socio-técnicas permite comprender el conjunto de patrones de interacción que se genera entre tecnologías, instituciones, políticas públicas, racionalidades y posicionamientos ideológico de los actores ante un problema y las posibles soluciones sobre el mismo. Pensar en dinámicas hace posible analizar en una red de interacciones una forma determinada de cambio socio técnico, en este caso las nuevas estrategias de intercambio de productos de la agricultura familiar, un artefacto como Ferias de la Agricultura Familiar, la trayectoria socio técnica y los procesos de construcción e interpretación que los grupos sociales relevantes van generando en torno a las relaciones problema-solución.

Por otro lado, la noción de trayectoria socio-técnica nos permitirá comprender los procesos de co-construcción de procesos productivos y organizacionales que se dieron en torno a las Ferias, identificar y situar las instituciones, las relaciones problema-solución planteadas por los grupos sociales relevantes, los procesos de construcción de funcionamiento y las racionalidades políticas y estrategias de los actores. De esta manera es posible que podamos, a partir de tomar como eje de análisis el sistema tecnológicos, ordenar las relaciones causales en secuencias temporales entre estos elementos heterogéneos.

Como señala Becerra “…Las dinámicas socio-técnicas son más abarcativas que las trayectorias: toda trayectoria socio-técnica se desenvuelve en el seno de una o diversas dinámicas socio-técnicas y resulta incomprensible fuera de ellas…”.

Entonces, desde estas nociones, no es posible considerar a las tecnologías como sistemas aislados de los procesos sistémicos de inclusión y/o exclusión generados por el desarrollo, sino como insertas en los mismos. Lo que facilita y aporta a la comprensión de la temática.

Metodología de trabajo

Universo de Investigación.

Nuestro universo estará comprendido por las Ferias de la Agricultura Familiar y la Economía Social, existentes entre los años 2014 y 2015, de las provincias de Neuquén y Rio Negro en la Patagonia Argentina.

Identificación de Herramientas y Técnicas Utilizadas.

El enfoque utilizado para el presente estudio estará orientado a cumplir los objetivos propuestos por lo que se utilizará un enfoque mixto con predominancia del enfoque cualitativo, considerando que la ventaja de este enfoque radica en que aproxima al investigador a los sentidos que los actores atribuyen no solo a sus acciones sino a su participación en un grupo social relevante permitiendo aprehender e identificar la realidad, las relaciones y dinámicas implicadas.

Desde el punto de vista de las técnicas se utilizarán encuestas para la construcción del mapa y la caracterización de las Ferias; entrevistas semi estructuradas a informantes clave (mecanismo de bola de nieve); y utilización de fuentes secundarias para la confección de estudio de casos. De esta manera se pretende poder aportar la mirada de los diferentes actores, considerando los grupos sociales relevantes a los que pertenecen así como los sentidos que los mismos atribuyen a nuestro objeto de estudio.

La decisión de incorporar un enfoque mixto está orientada a la característica de nuestro objeto de estudio que posee propiedades heterogéneas. Dada esta particularidad hemos decidido utilizar para cada una de las tareas propuestas en el presente trabajo una serie de técnicas de análisis y herramientas de recolección de la información.

Las mismas serán:

Relevamiento cuantitativo de Ferias. de las Ferias existentes en ambas provincias con el objetivo de realizar la caracterización de las mismas y la construcción de un mapa de las mismas.

Realización de entrevistas en profundidad a informantes clave pertenecientes a las ferias para el estudio de casos

Mapeo de actores, en base a las informaciones conjunta provista por los relevamientos, las entrevistas en profundidad y el análisis de datos de fuentes secundarias.

Análisis de fuentes secundarias consistente en publicaciones e informes técnicos

Recolección y análisis de la información.

Analizar la información proveniente de diversas fuentes forma parte del proceso nos permite hacer ininteligible la compleja realidad del objeto del presente trabajo.

En un primer momento se realizara la clasificación de la información y datos secundarios obtenidos con el fin de facilitar el proceso posterior de análisis.

Con respecto al relevamiento de ferias se procederá a realizar el análisis de los datos secundarios que servirán de base empírica, conjuntamente con las definiciones y reflexiones teóricas, para la confección de un cuadro donde se encontraran presentes las diferentes dimensiones y subdimensiones a explorar en las entrevistas.

Esta clasificación, permitirá comprender las configuraciones socio técnicas y tensiones derivadas de la misma entre actores y el sistema tecnológico en el contexto específico del que forman parte. De esta manera se facilitará su comparación y posterior análisis.

Con respecto a las entrevistas, se realizara la desgrabación de las mismas y el análisis de las informaciones.

Fuente: Elaboración propia en base a Aguiar, D. S.; Fressoli, M.; Thomas, H. (2007)

Capítulo 4: Trayectoria histórica de las Ferias de la Agricultura Familiar en Neuquén y Rio Negro

Las Ferias como artefacto de intercambio y circulación de bienes y servicios no provienen de un hongo factual sino que se encuentran inscriptas en una trayectoria más amplia que puede remontarse hasta Antiguo Egipto, la Civilización Griega y el Imperio Romano, cuando los comerciantes ambulante se reunían con los productores locales en bazares y mercados.

Existen muchas referencias a las ferias como espacios de comercialización de distintos tipos de productos, artesanías y alimentos elaborados. Durante los siglos VII y VIII es posible identificar la existencia en Europa Central de las ferias de Babiera, Sajonia y Champaña. En Francia también hay que destacar la feria que se realizaba junto a la Abadia de Saint Denis en el siglo VII, que se realizaba después de la Vendimia. En Europa, su consolidación como estrategia de intercambio se remonta a la Edad Media, especialmente a partir del siglo IX con el desarrollo del comercio en el mar Mediterráneo. Sus inicios se dieron en los encuentros que se daban los productores y mercaderes en fechas fijas, en conmemoraciones profanas o religiosas durante el año. En Inglaterra, en el siglo XIII tienen lugar cuatro de las llamadas grandes: Northampton, Saint Ives, Boston y Wincherter.

La localización estratégica y el apoyo de los señores feudales (a través del ofrecimiento de protección a los mercaderes, ofrecer espacios de almacenamiento de las mercancías y exención de impuestos) con el objetivo de aumentar la ganancia de la clase dominante, representada por la burguesía y por el clero, era un factor que garantizaba una mayor visibilización y progreso de las Ferias. En Francia las más importantes fueron la feria de Saint Germain y sobre todo las seis grandes ferias de Champagne: Lagny, Bar-sur-Aube, Provins, dos anuales y Troyes las cuales estaban situadas entre las principales rutas comerciales del Norte y la Mediterránea. Y en Alemania, las ferias más relevantes fueron Leipzig (desde el año 1165 d.C.) y Frankfurt (desde el año 1240 d.C.). Otras ferias destacables que aparecieron en Europa fueron la de Brujas (Flandes), Colonia (Alemania), Frankfurt, Ginebra, Lyon, Brie(Francia), Génova (Italia) o Stoubridge (Inglaterra).

En otras regiones es posible destacar la feria de Kinsai (China) que tuvo su máximo apogeo durante la Edad Media europea y la feria Nizhny Novgorod en Rusia Central.

Por su parte en Latinoamérica es posible señalar La Gran Feria Azteca en lo que hoy es la actual ciudad de México.

En Brasil las primeras referencias a Ferias se remontan a la ciudad São Paulo durante 1687, cuando la Prefectura de São Paulo legaliza la venta de productos agropecuarios. En el final del siglo XVIII e inicio del siglo XIX con el inicio de las plazas de comercio para abastecimiento de los ganaderos en zonas cercanas donde se agolpaban las tropillas, y se presentaban diversas formas de intercambio de productos alimenticios (Guimarães, 1969; Kozlowski, 1976), siendo una actividad consolidada a parir de 1914 como producto de una reivindicación del movimiento anarquista brasileño orientada a abaratar el acceso a alimentos de primera necesidad (Pinheiro & Hall, 1979).,

Entre otras referencias regionales encontramos a la Feria de Chile en Santiago y en argentina las Ferias del norte donde muchas de las ferias que se desarrollan en el norte de Jujuy son resabios de redes coloniales de intercambio, basadas a su vez en prácticas prehispánicas, así como las existentes en la ciudad de Buenos Aires durante el virreinato de la plata donde se realizaban en lugares donde era posible la interacción y el intercambio de productos en espacios fijos.

A partir de cada uno de los elementos mencionados la estructura de comercialización minorista se expandió por todos los territorios, desempeñando un importante papel en el abastecimiento urbano de los diversos productos agropecuarios. Por otro lado, en las pequeñas ciudades su presencia fue de gran importancia, especialmente para los agricultores familiares, al ser un recurso para el intercambio de bienes, mercaderías, servicios, cultura y saberes. En el mismo sentido siendo un nexo entre lo urbano y lo rural.

Polanyi (la gran transformación) indica que estas experiencias eran realizadas en coordinación con las que se daban en el comercio fuera de la región, siendo complementarias entre si, debido a que los productos que se comercializaban eran aquellos que por sus características no eran posibles de ser intercambiados fuera de las regiones. De la misma manera, Polanyi, (….) señala que los intercambios locales entre la ciudad y el campo se fundan en este principio, donde no necesariamente existe la competencia y donde se involucran un gran número de intercambios, en los cuales se ofrecen bienes semejantes y de orígenes diversos que entran en concurrencia entre sí, siendo de esta manera las ciudades y la estructura que ellas ofrecían fundamental para el desarrollo de las formas de comercio local.

Siendo el papel de la Feria, un nexo, un puente que permite vincular lo rural con lo urbano por medio de procesos de intercambios tanto monetarios como no monetarios.

Comprender a partir del enfoque ST el objeto de estudio nos permite evitar la reproducción de miradas lineales que generalmente se centran en el artefacto en sí mismo evadiendo las lógicas de funcionamiento/no funcionamiento socio-técnico. A su vez es necesario no pensar en los problemas de desarrollo vinculados al artefacto a partir de los tipos de bienes que se intercambian, y si en los funcionamientos que son deseables estabilizar. El pensar en las lógicas de funcionamiento nos permite a su vez el poder comprender y captar de una manera mucho más rica las relaciones problema- solución, teniendo noción de las dimensión de las dinámicas y la configuración.

En función de esta mirada es que debe ser visto el apartado siguiente donde desarrollaremos sintéticamente la trayectoria de las Ferias en Argentina de manera general a partir del pasado reciente.

Las Ferias de la Agricultura Familiar en Neuquén y Rio Negro

Para la operación de re-construcción de procesos complejos de cambio tecnológico a través del tiempo, se utiliza el concepto de “trayectoria socio-técnica”. La utilización del concepto teórico-analítico de trayectoria socio-técnica nos acerca a la comprensión de un proceso de co-construcción de elementos heterogéneos: relaciones usuario-productor, relaciones problema-solución, procesos de construcción de “funcionamiento” de una tecnología, racionalidades, políticas y estrategias de un actor o, asimismo, de un marco tecnológico determinado (Thomas, 2008) cción de “funcionamiento” de una tecnología, racionalidades, políticas y estrategias de un actor o, asimismo, de un marco tecnológico determinado (Thomas, 2008)

MAPA 1.1: UBICACIÓN DE LAS PROVINCIAS DE NEUQUÉN Y RIO NEGRO.

Fuente: Mapear.

Contexto de surgimiento.

Analizar la trayectoria del sistema tecnológico no puede desprenderse de su contexto político y condición socioeconómica de las que surgen.

Luego de la primera ola de liberalización, la crisis de la deuda y nuevamente la segunda etapa de alto endeudamiento que transcurrió durante la década del 90, Argentina se encontró dentro de un régimen de apertura completa de su cuenta capital y su déficit de cuenta corriente sostenido (debido a un régimen cambiario fijo y sobrevaluado utilizado como ancla nominal para controlar el nivel de precios) finalmente colapsó luego de un largo período de caída de actividad económica, aumento de la desocupación, cierre de empresas, y, claro está, el default de la deuda soberana denominada en moneda extranjera.

En él país, y en la región, se produce el agotamiento de las fuentes de empleo tradicionalmente ligadas a la producción petrolera y frutícola, conjuntamente con la desarticulación de industrias incipientes como la cerámica y cementera, esto llevo a un marcado debilitamiento de los procesos de integración socioeconómica y una creciente caída del salario social a partir del desmantelamiento de los restos del Estado de Bienestar que la dictadura no pudo, no quiso, o no se atrevió a eliminar.

Las tasas de desempleo se dispararon a la vez que se fue profundizando la creciente precarización de la protección social relacionada con el trabajo asalariado. Durante los 10 años que duró la convertibilidad (1991-2001) el comportamiento de la tasa de desempleo se mantuvo relativamente independiente de la trayectoria positiva del PBI per cápita de Argentina lo que indica una baja relación entre el aumento de la producción de bienes y servicios del país y la generación de empleo.

En el país se desencadeno una crisis sistémica. Sistémica porque la misma alcanzo a los sectores productivos, a las actividades sociales y repercutió en todos los niveles de la vida pública y privada. Las variables de la economía argentina se vieron afectadas de sobremanera: una desbocada caída de los niveles de producción como reacción a la apertura indiscriminada del mercado que golpeo de lleno en pequeñas y medianas industrias a la vez que acelero los procesos de concentración; megadevaluación del tipo de cambio mediante la implementación del modelo de acumulación basado en la valorización financiera (y su principal instrumento de política, la convertibilidad cambiaria fijada por ley); ruptura de las cadenas de pago; brusca caída de los niveles de inversión tanto privada como pública y la minimización del papel del estado como organizador y regulador tanto de la economía como de la sociedad; movilidad del mercado laboral hacia ocupaciones de baja remuneración; drástica alteración de los precios relativos; default financiero (local e internacional); violenta caída de los niveles de empleo y precarización laboral: salarios bajos, abuso de regímenes de contratación part-time o de pasantías, alta rotación laboral y una clara política antisindical; aumento de la conflictividad social con la consecuente represión de los movimientos sociales que en diciembre del 2001 tuvieron su máxima expresión.

Frente a estas condiciones se produce por parte de la población diversificación de las estrategias y las actividades como una reacción ante el reposicionamiento de los sectores productivos regionales y las actividades económicas, a la vez que como un intento de ampliar las posibilidades reproducción social básicas. A nivel regional se producen estrategias de movilidad espacial orientadas a la búsqueda de empleo; el aumento de la conflictividad social en la lucha por la apropiación sobre los recursos productivos; de recuperación de espacios rurales a partir de la organización y de la socialización como alternativa para enfrentar la exclusión; la polarización de la distribución del ingreso y la consiguiente reducción del poder de compra de la clase media.

Entre 1988 y 2002, desaparecieron casi 100.000 unidades productivas de la pequeña agricultura familiar. Al analizar la canasta familiar se observa que, desde 1988 y hasta 2011, disminuyó la participación de los pequeños productores y agricultores familiares en la producción global de alimentos en Argentina, pasando de un 52% a un 25%, aproximadamente (PROINDER, 2007). Los efectos de estos cambios sobre la soberanía alimentaria y el desarrollo territorial fueron clave en los debates políticos posteriores a la crisis socioeconómica y política de 2001.

Para el año 2002, las explotaciones de pequeños productores cubrían 23,5 millones de hectáreas, lo que representa 13,5% del área del total de explotaciones agropecuarias (EAP). Había 218 868 explotaciones agropecuarias de pequeños productores, es decir, cerca del 66% del total de las explotaciones de Argentina (véase gráfico 1). El 52% de los pequeños productores solo producían para su subsistencia.

Gráfico ____Distribución de las Explotaciones agropecuarias (EAP) y Superficie de tierras para norpatagonia

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CNA,2002 y PRODINDER, 2007

Siendo que en varios estudios se reconoce la importancia de la participación de la agricultura familiar tanto en la economía agropecuaria nacional y como en su importancia para la generación de dinámicas territoriales (Ramilo y Prividera, 2013; Obschatko et al., 2007; PROINDER, 2002; Soverna y Craviotti, 1999) estas modificaciones generaron un contexto en el que las ferias constituirán uno de los ejes de las relaciones problema/solución.

Emergencia y estabilización de las Ferias.

En el contexto mencionado es que surgen las Feria. Es posible identificar tres fases en el desarrollo de las mismas:

Primera Fase: Emergencia 1995-2002.

La profunda metamorfosis que la sociedad argentina sufrió en los noventa implicó, naturalmente, una profunda modificación de las relaciones sociales. Y esta alteración incumbe a la forma de estado en cuestión. Los procesos de desregulación internos y de aperturas externos, modificaron profundamente las relaciones entre el estado, mercado y sociedad.

Los procesos de privatización llevados a cabo en esa década expandieron la esfera del mercado hacia espacios que antes eran ocupados y regulados por el Estado, generando en ese punto una expansión y una mercantilización de las relaciones sociales.

En este proceso se dieron una serie de iniciativas que tuvieron como objetivo el ofrecer alternativas a los procesos ya mencionados. Aparece el mecanismo del trueque como una alternativa a esta situación, presentada desde sus comienzos como una forma de asociación libre, altamente consciente de valores y de relaciones solidarias, por medio de la cual se forman comunidades de prosumidores que intercambiaban sus capacidades bajo la formas de bienes o servicios producidos y consumidos por ellos. Desde ciertas prácticas esta experiencia comenzó cuestionar la racionalidad mercantil que hasta ese momento se había plasmado en prácticamente todas las estrategias de desarrollo implementadas hasta el momento desde las políticas públicas.

Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Nueva Mayoría (Ovalles, mayo 2002), en Argentina funcionaban en aquella fecha unos 5.000 clubes o nodos de trueque, tanto de la Red Global del Trueque, la Red del Trueque Solidario, como independientes. Del total, el 60% (3.000 nodos) estaba en la provincia de Buenos Aires, el 18% (900) en Santa Fe, el 4% (208) en Capital, el 2% (95) en Córdoba, el 1% (65) en Mendoza y el 15% (732) restante en las demás provincias. Los integrantes según ese estudio ascenderían a 2,5 millones.

Gráfico:____ ARGENTINA: Evolución de los Clubes del Trueque (1995-2002)

(Cantidades)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Ovalles, Eduardo (2002)

Denominamos a esta etapa de emergencia o urgencia, tanto por el crecimiento explosivo que tuvo la experiencia del club del trueque (Ver gráfico) como por los aprendizajes organizacionales que aporto a los actores participantes. Esta experiencia poseía como objetivo final la generación de instancias de intercambio mediante la utilización de cuasi monedas poniendo como eje central el precio justo y la valorización de los saberes y haceres de los miembros. También en algunos casos se imponían los intercambios incluso sin la intervención de las cuasi-moneda, pero esto era posible en clubes del trueque que poseían una cantidad limitada de participantes.

Estos espacios de intercambio no monetario funcionaron como una estrategia orientada a facilitar la circulación de bienes, en ellas inicialmente confluían una gran diversidad de actores socio-productivos, la mayoría de ellos urbanos y periurbanos que no podían acceder o lo hacían en términos de intercambio muy desfavorables ante los mecanismos de comercialización mayorista y minorista. Entre estos actores se encontraban: prestadores de servicios, agricultores, artesanos, revendedores, amas de casa, profesionales, estudiantes, etc… con intereses comunes unidos por la necesidad de canalizar la oferta de bienes(ropa, libros, maquinarias pequeñas, electrodomésticos y todo lo que se pudiera intercambiar) y servicios( arreglos eléctricos, servicios de peluquería, jardinería, computación, fletes, textiles, gasistas, albañiles, docentes, etc…) que los participantes eran capaces de ofrecer, por un lado, y por otro los requerimientos de acceso a bienes y servicios, pero fundamentalmente de la posibilidad de acceder al consumo de alimentos sanos y baratos.

Con la expansión de los Nodos del Club se profundizaron una serie de inconvenientes germinales del sistema:

Inmediatamente surgió el problema de que si cada nodo emitía su propia moneda local, para poder acceder a los bienes y servicios inter-nodos debía haber aceptación y equivalencia entre las monedas, lo cual suponía ampliar el ámbito de la confianza a cientos (luego miles) de nodos.

Otro problema para los productores de bienes fue el del acceso a los insumos –que los miembros de la red no proveían– para poder producir los bienes, lo que requería dosis de dinero de curso legal para poder adquirirlo, o el acceso a bienes y servicios que los miembros de la red (predominantemente urbanos) usualmente no podían producir (alimentos frescos, transporte).

Las diversas formas de vinculación con instancias del Estado, la política y algunas empresas (generalmente recuperadas) generalmente contradictorias, generando también su contraparte, el incremento del rechazo a toda intervención de esas esferas.

Finalmente el aspecto organizativo que el mismo Club del Trueque imponía a los socios, la imposibilidad de establecer mecanismos de control homologados que garantizasen la transparencia de la misma relacionada al aspecto ético-político del trueque.

En resumen, las condiciones socioeconómicas del país generaron una profunda presión sobre la experiencia del truque que implico un crecimiento de la escala del mismo. Si bien con esta estrategia se logró la posibilidad de que sectores empobrecidos y pobres puedan participar de instancias de intercambio, también se reprodujeron mecanismos propios del mercado capitalista, que orientaron los comportamientos tanto de las organizaciones como de los participantes: alienación, inmediatismo, comportamientos utilitaristas, lógicas de poder, especulación y lucro a partir de las necesidades de las personas, relaciones de explotación del trabajo ajeno.

Estas características problemáticas fueron estableciendo las bases para la introducción de las ferias libres o ferias francas en la región, con una fuerte regulación del estado.

En la región se creó la  Red Norpatagónica del Club del Trueque, en cuyo interior participaban más de 30.000 personas en distintas ciudades de Río Negro y Neuquén fue creada durante 1999, compartiendo las mismas características de crecimiento explosivo que otras experiencias en el país. En este punto lso problemas identificados como prioritarios por parte de las organizaciones y del estado fue establecer mecanismos que tanto aseguren la legitimidad de los productos vendidos como la necesidad de establecer patrones y mecanismos de control por parte de las autoridades para garantizar la seguridad alimentaria.

En el caso de la provincia del Neuquén, se fue instalando la idea de que era necesaria la temprana intervención del estado para regular las instancias de trueque ( en muchas ciudades actualmente se utiliza como sinónimo de Feria) ya que a mediados del 2002 la mayoría de los intercambios eran monetarios. En este punto desde los gobiernos municipales y provinciales se impulsaron planes de regularización desde las instancias de trueque hacia las instancias de feria, de esta manera se fue canalizando una solución a la problemática básica que era el acceso a alimentos para una gran parte de la población patagónica por intermedio de instancias de comercialización a baja escala.

En este punto es más visible la flexibilidad interpretativa en torno al Artefacto Trueque/Feria, donde se hicieron presentes los diversos sentidos atribuidos al mismo por parte de diferentes grupos sociales relevantes. Mostrar la flexibilidad interpretativa de un artefacto implica que lo que parece un objeto único e inequívoco (en este caso el trueque como estrategia de intercambio) debe entenderse, en cambio, como varios artefactos distintos. Cada uno de esos artefactos distintos, ocultos en lo que parece una única entidad, puede identificarse determinando los significados atribuidos por los grupos sociales relevantes en torno al problema de acceso a bienes y servicios pero, fundamentalmente, el acceso a alimentos.

Segunda fase: Negociación/disputa de sentidos (2003-2005)

A fines del año 2002 comenzaron a percibirse los primeros síntomas de reactivación económica, bajo nuevas reglas de juego: un tipo de cambio devaluado que funciona como una herramienta de promoción de las exportaciones y de la sustitución de importaciones, un régimen de subsidios al consumo orientado a preservar la capacidad de compra de los salarios, un sistema de subsidios directos e indirectos a la producción y los servicios, una política de precios dirigidos, un sistema de barreras para-arancelarias orientado a proteger la producción nacional, y, crecientemente, una activa intervención del estado en la economía, tanto en su papel regulador como en la recuperación parcial de su rol productivo. Como resultado de estos cambios, y acompañados por una revalorización de las commodities exportables, se registró una rápida y sostenida recuperación de la producción, a un ritmo del 7% anual promedio, y una reducción (no proporcional) en la tasa de desempleo, pasando del 21,5 % en 2002 al 7,9 % en 2011.

Con el nuevo escenario se fueron conformando tanto nuevas dinámicas como la persistencia de algunas tendencias del modelo anterior que ya a estas alturas eran estructurales.

En este punto no estaba dada la estabilización del trueque como una solución a este problema pero si se van conformando consensos en torno a la instalación de Ferias como solución de convergencia de varios actores (Municipios, Provincial, Productores, Medios de Comunicación, Comerciantes, Consumidores), por lo que se van dando un creciente grado de estabilización en torno al mecanismo organizacional de intercambio a utilizar la solución del problema.

Las Ferias no fueron ajenas a estas modificaciones del escenario y paulatinamente se fueron transformando de la mano del nuevo escenario. En este, actores que antiguamente eran oponentes ahora eran promotores. Hacemos referencia al Estado en sus diversos niveles, pero fundamentalmente en los ámbitos provinciales y nacionales que implementan una serie de políticas y acciones orientadas a facilitar estos espacios de comercialización por parte de productores y artesanos.

Luego de un nivel inicial de controversia en torno a la orientación que las ferias deberían tener (si ser netamente de trueque; si ser mixtas; si netamente comerciales; si debían tener reventa; si solamente deberían participar productores locales o regionales, entre otras), de los actores que deberían participar (agricultores familiares, estado municipal, provincial o nacional; universidades; organizaciones de la sociedad civil; la iglesia católica; organizaciones de la economía social) y de los productos que deberían ofrecerse en ellas (artesanías, productos hortícolas, dulces y conservas, panificados, productos elaborados, carnes, pollos y huevos, entre otros) estas se estabilizaron como un instrumento para la comercialización de los excedentes de pequeños productores familiares de alimentos .

No quedaron dudas respecto a que los intercambios al interior de la Feria debían ser netamente mercantiles-monetarios Cuanto más homogéneos son los significados atribuidos a un artefacto, mayor es el grado de estabilización. Los distintos mecanismos de clausura contribuyen al establecimiento de una interpretación homogénea del artefacto, es decir, a la desaparición de su flexibilidad interpretativa. De esta manera se fueron aplicando una serie de nuevas prácticas socio-económicas en relación con la producción (en este caso de corte agroecológico y sustentable) y la circulación (basada en el precio justo) de mercancías.

Durante este periodo se consolidan 9 de las actuales Ferias en las provincias de Neuquén y Rio Negro, sumando junto a las del anterior periodo, un total de 15 ferias activas.

Tercera fase: Consolidación y especialización (2006-2015)

Durante ese periodo, el Estado argentino generó estrategias y políticas para la agricultura familiar con el objetivo de mejorar los aspectos tecnológicos, el acceso al financiamiento y al crédito, la adecuación de normativas en temáticas clave (tierras, comercialización y ferias, sanidad alimentaria) y la comercialización, fundamentalmente a través de la utilización de circuitos de proximidad o circuitos cortos de comercialización.

Estas acciones fueron coordinadas generalmente tanto con organizaciones sociales (asociaciones y cooperativas) como con gobiernos provinciales y nacionales. La negociación de los diferentes sentidos que los actores fueron imprimiendo al sistema tecnológico fue colaborando con la estabilización del mismo orientándolo hacia el intercambio de productos producidos localmente con lo que el perfil del sistema tecnológico quedo con una clara dirección hacia lo productivo y con una función orientada a valorizar espacios de comercialización de los agricultores familiares de cada una de las localidades.

Estos grupos sociales pusieron en juego su capital de trabajo y el capital que aportaba, su conocimiento práctico o tácito (los dos capitales con los que contaban), como un elemento de construcción de poder y de resistencia socio-técnica. En este proceso se fueron desarrollando, también, procesos de negociación/adecuación socio-técnica, en los que la adopción y adecuación del sistema tecnológico fue posible. Por ejemplo se desarrollaron una serie de capacitaciones relativas a: aspectos zoofitosanitarios de la producción, manejo fitosanitario de cultivos, buenas prácticas agropecuarias y de manufactura y producción de alimentos orgánicos, estrategias de comercialización, fijación de precios, normativas, entre otros.

Fue así, que con el transcurso de los años en las provincias del nordeste patagónico se fueron conformando un total de 38 ferias, las cuales se encuentran distribuidas a lo largo de la región de los valles.

En la Provincia del Neuquén nos encontramos con 21 Ferias, siendo para la Provincia de Rio negro un total de 17 , ubicándose en proximidades de los centros urbanos próximos con el fin de facilitar la comercialización de sus productos.

Tabla 1: Cantidad de Ferias Creadas por año en Neuquén y Rio Negro.

En promedio las Ferias han surgido durante los últimos 14 años, concentrando su crecimiento, como puede observarse, a partir del año 2005. Este es coincidente con el desarrollo de políticas de estado orientadas a promover las iniciativas de la agricultura familiar. Desde 2004, la denominación “agricultura familiar” aparece como tal en la agenda política de los organismos públicos argentinos (INTA, 2004; Paz, 2008).

Si bien aquí se mencionan solamente 38 ferias, desde 1989 se han registrado en la región experiencias vinculadas a la creación de Ferias por parte de productores y organizaciones. No es objetivo del presente trabajo el analizar o registrar estas experiencias pero si se considera importante indicar que constituyeron una instancia de aprendizaje socio-productivo tanto para comunidad que contribuyo con saberes y prácticas para los agricultores y emprendedores como para los gobiernos locales que debieron regular y acompañar este espacio alternativo de comercialización

Del mismo modo es importante el aporte que el sistema tecnológico realiza desde lo cognitivo en relación al usuario. Este no es visto como un mero consumidor sino que accede a consumir para satisfacer sus necesidades reproductivas simples. Hay un elemento que trastoca esa noción básica y de sentido común ligada a las Ferias donde el consumo obedece a prácticas y motivaciones tanto ideológicas como políticas que van de la mando de un proyecto de sociedad que se orienta a preservar ciertos principios solidarios arraigados en la vida del hombre y no en la valorización del capital, fundamentalmente ligados a prácticas agroecológicas, consumos responsables, economía social y solidaria, sistemas sustentables y producción orgánica.

El Territorio

No es posible analizar el sistema tecnológicos sin mencionar su distribución espacial. La misma no obedece a instancias pre-establecidas sino que por el contrario, se dio de manera espontánea pero no caótica sino que obedecen a una racionalidad que prima las instancias de comercialización. No obstante, hay que considerar que los límites políticos-institucionales no definen un espacio de prácticas comunes per sé.

Como indicamos las Ferias no se encuentran ajenas a las características socioeconómicas de las localidades en las cuales están insertas, ellas se anclan en saberes vinculados a la producción arraigados a lo largo y ancho del Alto Valle. En este sentido es importante considerar que, como señala Becerra “…los actores políticos pueden gobernar, regular, coercionar accionar dentro de esos espacios, las dinámicas que los atraviesan son más amplias e involucran otros espacios y dimensiones que se encuentran fuera de la capacidad de control efectiva. Es decir, el territorio es mucho más amplio que el espacio.”

En esta interacción, los actores sociales relevantes, por intermedio de su interacción con el artefacto van construyendo los espacios, por intermedio de la selección de las instancias de intercambio mercantil-monetario donde “la racionalidad mercantil y la racionalidad del territorio político-institucional se han hecho parte del sentido común; y por lo tanto, las otras opciones han sido desplazadas.

Y son estas características las que le dan la impronta específica al Sistema tecnológicos, no solo desde la cantidad y el tipo de productos que pueden ofrecer, sino también desde la capacidad que las mismas poseen para movilizar no solo actores e instituciones sino también saberes y haceres en el territorio. Entendiendo que en las mismas se generan intercambios económicos y sociales entre productores y consumidores sin perder de vista el aspecto político relacionado al consumo.

Considerar los límites jurisdiccionales como un elemento de fundamental importancia para el análisis de los procesos es fundamental ya que “…si en diferentes espacios operan diferentes regulaciones, regímenes políticos, pautas culturales y estructuras tecno-productivas. Estas dimensiones pueden operar en términos de construcción de funcionamiento / no-funcionamiento de las tecnologías de organización de la circulación seleccionadas. Y, por lo tanto, pueden operar a favor o en contra de la gobernanza de los procesos de desarrollo inclusivo.”(Becerra, 2016)

Cuadro de ferias en cada una de las localidades

Fuente: Elaboración propia.

Con respecto a la distribución territorial, estas se ubican en centros urbanos próximos a donde se encuentra ubicada la producción. La proximidad responde al menor trayecto físico que los productos deben realizar y por la mayor cercanía al consumidor lo que favorece el contacto cara a cara eliminando la intermediación, por otro lado la proximidad está dada en función de la lógica inherente a la estrategia de intercambio adoptada, donde para que la misma funcione en términos monetarios necesita de un lugar próximo y con capacidad para absorber la oferta.

Es importante destacar que si bien estos espacios se dan de manera fija, ya que están establecidos por ordenanza u algún otro tipo de normativa municipal, la circulación de bienes, productores y consumidores no está circunscripta a ningún territorio. Este último está dado por los vínculos que se generan dentro de configuraciones socio-técnicas de producción, reproducción y circulación de valores de uso. Esta se constituye en un territorio virtual que abarca a todo el valle de Rio Negro y Neuquén, constituyendo en algunos casos micro regiones.

En estos espacios de circulación de bienes y saberes que poseen su expresión física en las Ferias se generan procesos de desarrollo micro regional que por un lado dinamizan y diversifican las economías basadas en la lógica extractiva o en la lógica frutícola exportadora. Y es en ese punto que este proceso de desarrollo de la actividad hortícola de la mano de los agricultores familiares cuestiona la orientación del desarrollo impuesto por el Marco Tecnológico predominante ofreciendo otras posibilidades de circular bienes.

Grupos Sociales Relevantes

El concepto de grupos sociales relevantes aportado por T. Pinch y W. Biejker (1987) es fundamental, ya que aporta capacidad para desentrañar significados que actores sociales, y grupos que conforman, ponen en juego en relación al sistema tecnológico y los significados diferentes que atribuyen en función de ideas, valores e intereses divergentes.

Siendo expresión de esta flexibilidad interpretativa tanto los problemas que surgen como las soluciones propuestas, manifestando tensiones y controversias entre diferentes grupos relevantes.

La descripción de los grupos sociales relevantes en torno al sistema tecnológico obedece a que los mismos son los que entran en juego con él a partir de su emergencia como tecnología de intercambio utilizada por los agricultores familiares.

A su vez, la descripción de los mismos colabora en la identificación tanto de los mecanismos de clausura como los grados de estabilización o cierre de controversias en torno al sistema tecnológico.

Los Actores Políticos Institucionales

La institucionalidad presente en la región, por intermedio de sus instituciones ha sido, y sigue siendo, un actor social relevante de gran importancia dada la configuración particular a la que los actores pertenecen.

En la etapa de emergencia del sistema tecnológico la función de los actores institucionales fue la de permitir que se produzcan las instancias de intercambio, con una política de control/facilitación que variaba de jurisdicción en jurisdicción, pero que se abocada a controlar la “legalidad” del origen de los productos ofrecidos y permitir la realización de la actividad de intercambio en días, horarios y espacios físicos acordados. Con posterioridad esta función de control/facilitación fue ampliada hacia otros intereses vinculados a la necesidad de establecer controles relativos a la seguridad alimentaria. A medida que las actividades adquirieron un mayor grado de complejidad fue necesario que las instituciones implementarán sistemas de regulación, control y habilitación necesarios.

Ahora bien para ese proceso de estabilización de las Ferias fue necesaria la participación de ciertos actores políticos institucionales, como los gobiernos municipales (dado su carácter de contralor de seguridad de los alimentos que se distribuyen) los que inicialmente se involucraron más con la tarea disponiendo espacios físicos, regulando días y horarios, productos posibles de ser intercambiados, colaborando con la logística y realizando las inspecciones bromatológicas. En algunos casos se fomentó la institucionalidad de las Ferias a partir de creación de ordenanzas municipales con el acompañamiento de áreas específicas de gobierno como producción.

Por su parte, los gobiernos provinciales generaron, a través de diferentes mecanismos institucionales, ofrecer cobertura y asistencia a los productores. En el caso de Neuquén durante 2002 se generó el Programa PRODA (Programa de Desarrollo Agroalimentario) orientado a fortalecer las huertas para el autoconsumo y la comercialización de excedentes con un alto impacto en la provincia.

En Neuquén también existe el Mercado Concentrador Neuquén cuya administración la mantiene el estado provincial, el mismo juega un papel fundamental en la determinación de precios de los productos hortícolas a nivel regional. En él participan emprendimientos netamente comerciales como cooperativas integradas por agricultores familiares.

Las bromatologías provinciales (de Neuquén y Rio Negro) coordinaron en conjunto con las locales, la implementación de sistemas de habilitación que, aunque de manera informal, buscaron flexibilizar y adaptar los requerimientos del código alimentario Neuquino para facilitar el acceso a mercados locales. Este proceso no fue, ni lo es, armónico ya que los requerimientos y estándares previstos no suelen ser adecuados para las capacidades de la Agricultura Familiar, manteniendo en muchos casos al límite de lo legal a estas producciones.

Otro actor provincial importante en el desarrollo de las actividades que facilitan y dan continuidad al sistema tecnológico son las instituciones que contribuyen aportando, recopilando y difundiendo conocimiento vinculado a la actividad agropecuaria: fundamentalmente en la construcción de huertas, cultivo de frutas y hortalizas, implementación de diversas tecnologías, estrategias de agregado de valor y, la realización de ferias para la promoción de los espacios formativos y la comercialización de excedentes. Las más relevantes son los Centros de Formación Agropecuarias (Neuquén) y las Escuelas Rurales. También se desarrollan cursos y talleres desde el programa PRODA, los cuales se vinculan con huertas urbanas.

Cuadro 2: Descripción de los actores sociales presentes en la interacción con las ferias.

Por último, en este proceso de estabilización, el gobierno nacional jugo un papel fundamental, a través del desarrollo de una serie de políticas públicas nuevas (y la reorientación de las existentes) que implicaron la creación de organismos. En este punto es fundamental comprender que como acertadamente indican Soles y Rueda(2008) … “Los procesos de producción de políticas públicas son el resultado de un conjunto de decisiones, intenciones y acciones llevadas a cabo, no sólo por parte de las instituciones gubernamentales, sino por un gran, diverso y heterogéneo entramado de actores y actrices, de actantes que, a través de la utilización de determinados recursos y en el marco de algunas instituciones, participan en la definición y la solución de un problema colectivo”

Es interesante destacar que, a partir de la existencia del sistema tecnológico, se desarrollan elementos de la política pública que buscan brindar solución a la problemática de la “comercialización”, siempre favoreciendo la creación de mercados paralelos o alternativos pero siempre inscriptos dentro de la lógica capitalista. Esta presencia se dio a partir de organismos diversos y sus programas: INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el CIPAF (Centro de Investigación para la Agricultura Familiar) y sus Institutos de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF), el programa Prohuerta desarrollado entre el Ministerio de Desarrollo Social e INTA, MINCyT (Ministerio Nacional de Ciencia y Tecnología) por intermedio del Procodas (Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales), Ministerio de Desarrollo Social de Nación a trevés del Programa Nacional de Microcrédito y la utilización de Fondos Rotatorios, la SAF (Secretaria de Agricultura Familiar) que desarrollo una serie de acciones orientadas a generar interacciones entre productores e intercambios entre diferentes organizaciones regionales de compra y consumo; y, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) que a través de su participación en la CONAL ( comisión Nacional de Alimentos ) incorpora elementos para adecuar normativas a las características de la Agricultura Familiar.

De esta manera la política pública que se instala es producto de un complejo proceso de negociación entre los actores que participan en un rad que gira en torno a un problema, o una serie de ellos, y que tratan de conducir la red hacia la dirección (solución) que consideran necesaria. Generando una alianza socio técnica. De esta manera el proceso no es complejo solamente por la participación de una diversidad de actores, sino también porque la misma no es una decisión netamente del actor gubernamental sino que son producto y consecuencia de las variadas decisiones de otros actores implicados participantes en el proceso, que en su interacción han preparado y condicionado la decisión, le han dado forma y la han llevado a cabo.

Superar la racionalidad del territorio político institucional es una forma de pensar nuevas formas de gobernanza de los sistemas de producción y circulación que permitan efectivamente implementar y controlar dinámicas de desarrollo inclusivo.

Este punto es fundamental ya que las soluciones puntuales, no sistémicas, desarrolladas por las diversas instituciones lo hacen desde una lógica y una práctica mercantil-monetaria que está subordinada a un Marco Tecnológico de intercambio dominante y sobre la que no se posee ningún control a nivel macro. Considerar este punto es de vital importancia al implementar estrategias de desarrollo que consideren la inclusión como eje.

Actores no institucionales:

Al hacer referencia a los actores no institucionales se encuadran a los mismos dentro del concepto de “grupo social relevante” que permite entender y analizar el desarrollo tecnológico como un proceso social, no como un proceso técnico autónomo.

Esto permite deconstruir los artefactos de acuerdo con los diferentes sentidos atribuidos por los distintos grupos sociales relevantes, existiendo tantos artefactos como sentidos que los grupos sociales relevantes asignan.

TABLA: GRUPOS SOCIALES Y ACTORES

Fuente: Elaboración propia

Los principales actores se pueden agrupar en aquellos pertenecientes al sector primario (productores); transformadores (industria); comercializadores, servicios y consumidores (mercados).

Agricultores Familiares: en este estrato de productores se incluye a productores familiares, que poseen hasta 5 hectáreas, los mismos no contratan mano de obra o lo hacen ocasionalmente; le dan importancia a cultivos hortícolas que puedan ser comercializados en el mercado local (en su mayoría pertenecientes a la comunidad boliviana).

Transformadores: Elaboradores de dulces, conservas, vinos y licores: en algunos casos coincide con los agricultores familiares y en otros son emprendedores que compran excedentes a pequeños y medianos productores para agregar valor a los mismos mediante la elaboración de dulces y conservas para ser comercializados en los espacios feriales.

Locales proveedores de insumos: se observa un desarrollo y una presencia territorial importante, generalmente la venta se orienta a pequeñas maquinarias, semillas e insumos relacionados con la producción. En muchos casos ofrecen asistencia técnica a los agricultores.

Cámaras Frigoríficas: la mayoría de las cámaras pertenecen a grandes firmas frutícolas que a su vez alquilan a los agricultores familiares. Existen algunas experiencias administradas por cooperativas pero con una alta dependencia de los recursos que pueda inyectar el Estado. Este tipo de tecnología posee una

Transportistas: son los encargados de realizar los fletes cortos, a los espacios feriales, o largos, al mercado concentrador. Dada la distancia corta entre las ciudades la circulación es importante.

Organizaciones Sociales: en la región existen una serie de programas vinculados a pequeños productores y emprendedores que poseen su ejecución con organizaciones sociales que los ejecutan e implementan. Los mismos poseen un fuerte componente orientado a la asistencia técnica y la generación de las instancias que fortalezcan los emprendimientos familiares.

Consumidores: Existen una variedad de consumidores que asisten a la Feria, y estos varían de acuerdo a las características de cada una de ellas. Un elemento interesante es el desarrollo de asociaciones no formales de consumidores orientadas a generar otros vínculos con los agricultores familiares y con el consumo.

Ferias: con una extensión territorial que abarca a prácticamente la totalidad de las localidades del valle y un proceso de organización consolidado y una institucionalización creciente.

Mayorista local: intervienen activamente en la comercialización local; compran la mayor parte de los productos en mercados como el de Buenos Aires o Guaymallén en Mendoza; a su vez en la época de oferta de productos locales canalizan una parte importante de la producción.

Mercado Concentrador de Neuquén: este mercado ubicado en la ciudad de Neuquén cumple un rol de suma importancia en la comercialización de frutas y hortalizas tanto en la provincia como en toda la Patagonia Andina; los productores del Alto Valle de Río Negro son los que envían sus productos a este mercado por razones de cercanía .

Verdulerías locales: Con presencia territorial importante en todas las localidades y barrios, son la competencia directa de las Ferias tanto en oferta de productos hortícolas como en extensión territorial.

Supermercados (locales y grandes cadenas): Actualmente ofrecen una variedad de productos hortícolas. Algunos han adoptado políticas de apertura hacia la producción local aunque son muy exigentes en cuanto al volumen, calidad y precios ofrecidos al agricultor familiar, condicionando con este tipo de estrategias su participación.

Capítulo 5: Análisis de las Ferias: Abriendo la caja negra de las Ferias

La selección de las ferias analizadas fue orientada por el abordaje analítico-conceptual utilizado en la presente tesis el cual integra herramientas teórico-analíticas provenientes de diferentes enfoques disciplinarios (sociología de la tecnología, economía del cambio tecnológico, economía social, historia de la ciencia, sociología del conocimiento científico, análisis político) a partir de su complementación y revisión crítica orientada a la adecuación al contexto local (Thomas, 1999; Thomas y Dagnino, 2005) que buscan capturar en la integración analítica de los casos su particular trayectoria histórica, los componentes organizacionales, la dinámica usuario-productor, la relación con grupos sociales relevantes y, el funcionamiento.

Las ferias seleccionadas para ello fueron las de Parque España y China Muerta ambas en la ciudad de Plottier, y la Feria de “Novella y Racedo” ubicada en el oeste de la ciudad de Neuquén.

Las ferias analizadas en el presente son heterogéneas y poseen bordes poco claros o, al menos, no consensuados generalmente entre todos sus participantes. Estos bordes son fronteras donde se dan las interacciones, los aprendizajes, se construyen los mecanismos de intercambio, y se dan las controversias y negociaciones con los grupos sociales relevantes entre otros. Por otra parte también es donde, en algunos casos, se da la clausura de la feria como artefacto para la solución de las problemáticas iniciales y la apertura de nuevas.

Considerando los marcos al hablar de subsistema económico hacemos referencia al entramado que integra (en un solo movimiento) a la producción, distribución, circulación y consumo de bienes y servicios. En este quien mantiene la hegemonía es el Marco Tecnológico capitalista donde aparece como un “sistema total que articula la reproducción material y social” (Cattani, 2004).

Dentro de este Marco Tecnológico es donde las Ferias desarrollan sus estrategias en función de su adscripción a uno o más componentes dominantes o alternativos dentro del sistema. O sea, los diferentes significados atribuidos por los diferentes grupos sociales relevantes, lo cual permiten conocer cómo se construyen las tecnologías a partir de estas interacciones e identificar cuál es el papel de la atribución de significados por parte de los grupos sociales relevantes hacia el artefacto (Bijker, 1995)

Esos componentes se encuentra determinados socio históricamente por medio de una trayectoria específica compartida tanto por los actores como por los actantes; también poseen una dimensión organizacional la cual ha sido configurada en el marco de dinámicas y alianzas socio técnicas; en lo que respecta a la relación usuario-productor estas poseen diversos niveles de integración de acuerdo a la estrategia dominante; considerando la dimensión política y estratégica, esta se configura a partir de la relación problema/solución de la que el sistema tecnológico es un respuesta a una configuración especifica de esa relación interpretada por los diferentes grupos sociales relevantes; estas respuestas y no-respuestas van configurando el funcionamiento no-funcionamiento del artefacto a partir de la significación dominante que se impone en los mismos.

En las Ferias consideradas para el análisis han sido clasificadas de acuerdo a la estrategia predominante en las que las mismas se constituyen. Entendemos por estrategia dominante aquella que regula el intercambio de bienes y servicios en la Feria y a su vez configura y reconfigura tanto a los actores como a los grupos sociales.

Las estrategias que integran intercambio, circulación y producción identificadas han sido tres, las cuales a su vez constituyen una tipificación ideal de, según Polanyi (2003), las “economías empíricas, y son las siguientes:

Estrategias mercantilistas: individuos maximizan la ganancia a través del comportamiento competitivo. Sistema auto regulado. A partir de los precios. Movimientos de ida y vuelta entre diferentes agentes en el marco de un sistema de mercado. Reciprocidad.

Estrategias mixtas: redistribución (Polanyi,2003) movimientos de apropiación hacia un centro y fuera de él nuevamente

Estrategias colectivas y asociativas: Movimientos entre puntos correlativos de grupos simétricos, esa simetría se manifiesta, según Polanyi(2003) en la existencia de un análogo, de un compañero las decisiones colectivas son tomadas en forma democrática; el esfuerzo productivo está dirigido a la satisfacción de las necesidades y no a la generación de ganancias; los dividendos se reparten en función a la participación en el producto y no en el capital; y la lógica principal que une e integra las actividades de las personas se materializa a partir del principio de reciprocidad e integración (Polanyi,2003).

Ahora bien esas estrategias no surgen espontáneamente. Tampoco existen dentro de una caja negra impenetrable y poseen la habilidad de manifestarse por si mismas, sino que las mismas son producto y expresión no solo de las diversas trayectorias que las configuraron sino también de las instituciones (Vinha, 2001) que ellas van formando.

En este caso los modelos formales de interpretación de la teoría económica no alcanzan, por si mismos, para explicar los comportamientos identificados en las diversas estrategias identificadas en el sistema tecnológico (Vinha, 2003). En este caso existen una serie de motivaciones, según Polanyi, (2003), extra económicas donde los mercados desempeñan un papel residual y no determinante ni hegemónico.

La actividad social que implica el funcionamiento del sistema tecnológico se encuentran sustentada en la supervivencia del conjunto de sus miembros, ya esto representa el mantener los lazos sociales, los cuales, en última instancia definen a los actores (feriantes) como una colectividad. Esos lazos sociales se dan en virtud de la dinámica problema-solución sobre la que opera el sistema tecnológico en cada una de sus particulares configuraciones (mercantilista, mixta, colaborativa y asociativa).

Para comprender el funcionamiento del sistema tecnológico como articulador de estrategias de intercambio deben integrarse, en un proceso simultaneo, los marcos relacionales, normativos e institucionales sin los cuales no podría desarrollarse. Estos son determinantes para comprender la orientación del accionar del artefacto allí donde no debería existir de acuerdo al patrón estándar de mercado capitalista tradicional, para ello los significados atribuidos al artefacto son construidos por los grupos sociales relevantes (Bijker, 1995) con los que el mismo interactúa con él pueden explicar ciertas estrategias desarrolladas por los actores y grupos sociales relevantes. Más allá de estas formas de apoyo en contactos interpersonales, la mayoría de los mercados están enmarcados por instituciones que elaboran reglas sociales (referidas al comportamiento de sus miembros, la fijación de precios, los mecanismos de participación, procesos de negociación internos), ambientales/sanitarios ( referidos al tipo de producto que se va a ofrecer, en qué condiciones y calidades), o espacio- temporales (como es que va a dar la distribución de los participantes, con qué frecuencia se va realizar la feria).

Por ello, esta tesis plantea que el artefacto tecnológico Ferias de la Agricultura Familiar, su funcionamiento y no-funcionamiento no responden a una propiedad intrínseca per se, sino que son el resultado de un complejo proceso de construcción socio­técnica en el que se evidencian las negociaciones e imposiciones de significados atribuidos por los diferentes grupos sociales (Vercelli y Thomas, 2007). Por esta razón se elaboró una matriz explicativa, la cual surge a través del análisis de las observaciones y entrevistas realizadas, que nos aporta una cerradura analítica con la cual poder abrir la caja negra del sistema tecnológico.

En ella se elaboró una tipología de ferias de acuerdo a la estrategia dominante identificada, todas ellas se encuentran cruzadas por el sistema de intercambio mercantil-monetario, el cual tiene a su vez la capacidad de funcionar como una de sus funciones la homogeneización de prácticas (Becerra, 2015).

Como ya hemos visto en el capítulo 2, el sistema tecnológico cobra significado cuando forma parte de una estrategia de circulación de bienes para actores socio-productivos que no pueden acceder o lo hacen en condiciones desfavorables a los mecanismos de comercialización dominantes. En este caso también hay ciertos actores que, teniendo la posibilidad de intercambiar bajo los mecanismos dominantes, “eligen” el sistema tecnológico como estrategia de comercialización.

Coincidiendo con el análisis que realiza Becerra (2015):”La feria se constituye como un subtipo de sistema de intercambio mercantil-monetario ubicado en un espacio geográfico delimitado y gobernado por un grupo social definido”. O sea, los espacios se encuentran claramente delimitados, no hay márgenes que dejen espacio a la duda al respecto de “qué” y “quién” pertenece o no a la Feria. Esas fronteras constituyen, analíticamente, un espacio político-institucional per se.

En uno de los espacios analizados, en el cual predominan estrategias colectivas y asociativas(Feria China Muerta), se practican un conjunto de propuestas de nuevas prácticas socioeconómicas en relación a la producción (con enfoque o prácticas agroecológicas, artesanal y/o de pequeña escala, buscando el constante agregado de valor e innovación, la valorización de lo local, y con un enfoque que prioriza la sustentabilidad de los sistemas por sobre la renta) y la circulación (basada en el precio justo, productos de calidad y cuidado del consumidor) de mercancías. Pero también en relación al intercambio, donde se proponen normas autogestivas para el funcionamiento y reproducción del espacio político-constitucional que constituye el sistema tecnológico.

Pero como estamos planteando en el presente capitulo el sistema tecnológico no es un elemento aislado, ni tampoco se encuentra en una caja negra impenetrable, este se encuentra vinculado, conectado, con el resto del sistema mercantil- monetario. De esta manera es posible identificar otro tipo de estrategias de producción y circulación como lo son la estrategia mixta (Feria Parque España) donde las practicas vinculadas a la producción(partir de sistemas que valorizan y agregan valor a productos locales), circulación (donde las prácticas son más orientadas al mercantilismo puro, con el precio bajo y competitiva como eje y el aumento de la renta y ganancia como eje) y organización (delegada en actores institucionales externos)y; la Estrategia Mercantilista-Mercantilista (Feria Novella y Racedo) donde la producción se encuentra deslocada (con un alto nivel de reventa de productos), la circulación no posee necesariamente relación con el territorio y la organización es orientada a regular y facilitar la competencia.

Ahora bien, estas estrategias, basadas en el intercambio mercantil-monetario, son resultado de un proceso socio técnico: su funcionamiento es construido a partir de prácticas que se adecuan a ellos, como esas prácticas son también construidas por los sistemas.

Coincidiendo con el análisis de Becerra (2015) existe una relación de funcionamiento (que por relación es especular) entre el tipo de sistema y de tipo de prácticas. Con lo cual es posible aproximarse a comprender porque los actores no pueden configurar estrategias alternativas o, en todo caso, poseen muchas dificultades para constituir esos espacios. El sistema de intercambio y circulación mercantil-monetario del cual el sistema tecnológico es parte -total o parcialmente- , es construido a partir de una serie de prácticas que a su vez van configurando los sistemas.

De esta manera se configuran territorios, espacios geográficos-espaciales-sociales-temporales donde características diversas se anclan en prácticas mercantiles monetarias que se reproducen en el espacio y en el tiempo.

Es por eso que a partir de las entrevistas realizadas se construyó un instrumento explicativo basado en elementos generales que aportan una comprensión del objeto de estudio y facilitaron la ubicación de sus particularidades en un contexto de aparente homogeneidad. Se describen las dimensiones: socio histórica, organizacional, política y estratégica, significación dominante del funcionamiento/no funcionamiento y morfológica.

En segundo lugar, en base a los elementos considerados para la realización de las entrevistas en profundidad vinculados, al marco tecnológico y las configuraciones, se desglosan los aportes que los entrevistados aportaron en relación a las dimensiones planteadas en el apartado metodológico(cap1): trayectoria, organizacional, relación usuario productor, política y estrategia, funcionamiento.

Iniciamos entonces, el recorrido con el cuadro con tipología de Ferias de la Agricultura Familiar construido y sus elementos explicativos-analíticos.

Como pudimos plantear, y en coincidencia con los enfoques de Becerra (2015), es posible hablar de una topografía de ferias. Donde las mismas comparten un mismo territorio a partir de sus prácticas y donde ese territorio es a su vez unificado y conectado por la utilización de sistemas de intercambio mercantil-monetario.

Este sistema funciona como nexo en un doble sentido entre el micro territorio- que se constituye en y por el sistema tecnológico-y sus conexiones con otros artefactos, actores y grupos sociales relevantes, por un lado.

Por otro lado ese nexo lo es también con el Marco Tecnológico dominante ya que en ese espacio constituido ad hoc suelen darse prácticas (materiales o simbólicas) que no son sui generis, sino que lo reproducen, a pesar de que las mismas pretendan ser contrarias al mismo. Esto es posible dado que esas prácticas no son dadas en todos los ámbitos, sino que generalmente suelen ser en un punto donde lo monetario como tal no es cuestionado sino que es desplazada su centralidad.

El sistema tecnológicos conforma un red más amplia de artefactos donde las mismas comparten algo más que ser parte de una sumatoria mecánica de espacios de comercialización justos, o de espacios alternativos de consumo, o de estrategias para el fomento de la inclusión y el desarrollo local. En ellos se circulan estrategias, conocimientos, bienes y capitales no monetarios.

Entonces el sistema tecnológicos cumple diversas funciones reales o atribuidas (desde los sentidos de los actores) en un todo independiente, y que en el caso de una configuración socio técnica, lo que emerge es un colectivo con capacidad de responder al contexto como una sub configuración especifica.

Es importante destacar que todas las tipologías analizadas se encuentran sustentadas en una triada gnoseológica que brinda sustento en ideológico a cada una de ellas. Esta triada está compuesta por la Economía Social Solidaria (en sus diversas interpretaciones atribuidas por los sujetos), el Sistema tecnológico y la Agricultura Familiar.

Considerando los aportes de Laclau e Mouffe ( 2004) ( hegemonía y estrategia socialista, 2004) en torno a los sujetos es posible afirmar que tanto la Economía Social Solidaria como la Agricultura Familiar aluden a la discursividad inherente a toda posición de sujeto y el Sistema tecnológico alude a su contingencia. Y es esa contingencia la que, en términos de Laclau(2004), permite entender la articulación de elementos diferentes, exteriores unos a otros e incluso dispersos. A continuación realizaremos el análisis descriptivo de cada uno de los tipos de Ferias identificados, aclarando nuevamente que los mismos responden a una tipificación ideal orientada a facilitar, a hacer ininteligibles una serie de elementos heterogéneos mediante el enfoque socio técnico el cual permite eludir la facilidad determinista y totalitaria de algunos análisis.

La descripción posee un orden que avanza en sentido incremental en la descripción del artefacto desde estrategias netamente mercantilistas hasta estrategias colectivas y asociativas.

Sub ítem Feria Mercantil mercantilista:

Las interpretaciones que surgen se basan en los datos realizados tanto en entrevistas realizadas en la Feria de Novella y Racedo (Neuquén Capital) como en observaciones simples.

Considerando la dimensión sociohistórica Esta feria posee su anclaje en dos ejes uno de ellos de los pequeños comerciantes que a partir de la crisis del 2001 debieron cerrar sus negocios y otro donde trabajadores informales fueron expulsados de sus puestos de trabajo. Este es el caso de las dos entrevistadas en esta feria.

Este recorrido posee un fuerte arraigo de la feria como artefacto valido de intercambio ya que los procesos de vinculación con la misma se remiten a los inicios del trueque.

En este sentido las acciones que se desarrollaron, y que se desarrollan, por parte de los actores se encuentran dadas en el marco de un proceso de subordinación al marco tecnológico dominante. Esta se encuentra colonizada por la lógica capitalista donde la lógica que prima es la generación de ingresos de manera individual sin un horizonte de sentido que priorice acciones donde la inclusión no sea solamente a partir de parámetros mercantiles monetarios.

Desde la dimensión organizacional esta feria está basada pragmáticamente en la utilización de una estrategia colectiva de intercambio para promover el beneficio individual y la reproducción de sus miembros. Para ello se han construido diversas alianzas con un actor relevante fundamental para el desarrollo de las actividades, el municipio. Esa alianza no ha sido armónica ni tampoco es estable, la misma se encuentra en permanente tensión debido a las características de las propias de la feria en lo relativo a productos ofrecidos, específicamente lo que hace a la reventa de elementos usados (donde comprobar su origen es dificultoso, casi imposible). Entonces esa alianza permite establecer acuerdos básicos en lo relativo al funcionamiento practico de la feria: días, horarios, limpieza, productos-excluyendo de los mismos al sector de usados- y feriantes.

Es importante destacar el sector pragmático de la feria en el sentido que la misma permite la participación, en épocas de elecciones, de todos los sectores políticos que deseen participar en la misma ofreciendo sus folletos y propaganda. De esta manera lo que se pretende es lograr un canal de comunicación con posibles actores que posteriormente pueden influir, positiva o negativamente, en el funcionamiento del espacio.

De las Ferias analizadas esta es la única que desarrolla actividades de manera continuada con la Universidad Nacional del Comahue a partir de actividades de extensión de las carreras de Trabajo Social y Administración.

Considerando la dimensión usuario productor, en esta feria, a diferencia de las que analizaremos posteriormente, el usuario es fundamentalmente un vecino, posee proximidad tanto con la feria como con los feriantes. Quienes allí intercambian sus productos no son ajenos a quienes los consumen, comparten la misma realidad, carencias y situaciones de precariedad en relación a sus ingresos, servicios básicos e inseguridad. Ahora bien, la mediación de esa relación (vecino-feriante) está anclada solo en lógicas de intercambio monetario con el “consumidor”.

La vinculación de los feriantes con el sistema tecnológico está dada en función de que el miso permita regular la competencia entre los mismos rubros, a partir del control de precios colectivo y de la determinación de la cantidad máxima de puestos aceptados para ellos. Entre los puestos se realizan intercambios mediante la utilización del trueque entre feriantes. Por ejemplo un revendedor de verduras intercambia las mismas con una vendedora de comidas elaboradas que las utiliza en sus preparaciones, asegurándose de esta manera los alimentos los días de realización de la feria.

Esta feria posee un componente que no se encuentra en las otras y es que la misma posee un sector para la venta de productos “usados” los cuales provienen de elementos (de todo tipo) que ya no se utilizan, así como de donaciones, trueques, intercambios y robos. Estos feriantes se ubican en un espacio que se encuentra detrás de la plaza donde se ubica la feria sobre una cancha de futbol (ver mapa)

Sobre este último sector es donde se desarrollan los principales conflictos tanto con los agentes municipales, policías, y vecinos debido a que a partir de las características de productos comercializados se ponen en juego lógicas discursivas que atentan contra la feria en general. También en ese sector se agrupan sectores marginalizados dándose una relación conflictiva con los feriantes que se encuentran en la plaza, siendo marginados dentro de los marginados, esa relación se expresa en ocasionales robos desde un sector hacia el otro, los cuales poseen un sentido más simbólico que material.

Observando la dimensión política y estratégica se encuentra orientada a solucionar un problema básico que nuclea a los usuarios de la feria: “el día a día”, o sea lograr cubrir, por intermedio del intercambio que se realiza en la feria, los requerimientos mínimos para la reproducción material simple de los usuarios, en el mejor de los casos, o la complementación de los ingresos. Garantizar la subsistencia es la solución que la feria ofrece de manera pragmática antes otras estrategias posibles.

Para ello desde la coordinación de la feria se realizan negociaciones aisladas con el municipio en temas puntuales relativos al funcionamiento y se ejerce cierta coerción desde las dependencias del mismo. Sobre el sentido en sentido amplio de la Feria no se dan procesos internos de reflexión entre los agentes que permitan proyectar a la feria más allá de la superación de ciertas situaciones de vulnerabilidad de los feriantes o que deje de ser subsidiaria de políticas sociales

En relación a la dimensión significación dominante del funcionamiento/ no funcionamiento es un instrumento para la supervivencia, reproducción y persistencia de los feriantes. El funcionamiento de la feria está dado por que el artefacto habilita la permanencia en el mercado para complementar o cubrir los ingresos familiares; la reinserción en el mismo mediante la venta de bienes propios o ajenos; o la venta de la fuerza de trabajo para los feriantes (en asistencias vinculadas con la carga y descarga de productos, la venta en stand o la limpieza del predio), donde el dinero es la mercancía que liga todos los elementos heterogéneos y la unidad de medida.

Por otro lado en la dimensión morfología es posible identificar que la materialización física entre las cosas y los sujetos se da en el marco mencionado anteriormente en cuanto a la división física de los feriantes en dos cuadras. La primera de ellas ubicada sobre la plaza y la segunda de ellas sobre la chancha de futbol. Esa distribución física reproduce al interior de la feria las lógicas externas de exclusión y marginalización. Los integrados en este micro espacio serían los feriantes de la plaza y los marginalizados serían los feriantes de la cancha de futbol.

Con respecto a la reflexibilidad sobre los procesos que se desarrollan dentro de la feria, esta no existe, el sujeto que produce o intercambia mercancías se encuentra enajenado de su propia acción sin que se den elementos reflexivos que permitan una planificación en torno a otros posibles sentidos y orientaciones del artefacto más allá de las establecidas en función del intercambio mercantil monetario.

En este punto la toma de decisiones se da de manera delegada en la referente de la feria la cual es la responsable de coordinar, organizar y garantizar el normal funcionamiento de la feria en sus aspectos burocrático-funcionales, la negociación con otros actores sociales y la toma de decisiones en relación al ingreso de nuevos feriantes.

Sub ítem ESTRATEGIAS Mixtas (DE CIRCULACIÓN Y PRODUCCIÓN) FERIA NUEVA ESPAÑA (Plottier)

Esta feria es la que, actualmente, posee un mayor cantidad de feriantes por sobre el resto de las analizadas.

Considerando la dimensión sociohistórica esta feria, al igual que la ubicada en Novella y Racedo (Neuquén) posee su eje de referencialidad histórica anclado en las primeras experiencias del club del trueque dadas en el marco de las políticas neoliberales que acontecieron en las décadas del 90 y tuvieron su corolario en el 2001, a pesar de que la feria haya sido oficialmente reconocida durante el 2005 mediante la sanción de una ordenanza. Esta memoria es mantenida por los miembros más antiguos los cuales remiten el anclaje histórico de la misma a las épocas donde se utilizaba el trueque como herramienta de intercambio principal y donde la misma se encontraba ubicada en la plaza principal del pueblo, posteriormente se trasladó hacia el gimnasio municipal para finalmente quedar ubicada en la plaza Parque España. Todo ese proceso implico una dinámica donde la movilización constante de los miembros y la defensa del espacio ferial como tal implico la comunicación, generalmente conflictiva, con los organismos públicos. En este proceso se incorpora inicialmente la noción de Economía Social vinculada fundamentalmente al componente solidario que posee la feria como espacio de comercialización. Con el trascurso de los años, y la modificación de los miembros, con bajas y altas, se va dando desde la feria un proceso de renovación de sus miembros lo que incide directamente en que la carga ideológica vinculada a la economía social sea puesta en juego y no termine de anclar definitivamente entre sus miembros. En este proceso, indicen también los diversos proyectos generados que no se concretizaron. Por otra parte los miembros nuevos, si bien poseen nociones relativas a la economía social, ven fundamentalmente el espacio como un lugar para comercializar y en el que deben buscar la máxima rentabilidad posible, con poca relevancia en torno a las condiciones en que se desarrolle la actividad.

Considerando la dimensión organizacional de esta feria, como se mencionó la misma enfrento una serie de procesos vinculados a la constitución de la misma, inicialmente de manera informal pero a partir de la sanción de la ordenanza municipal que regula su funcionamiento, y el de todas las ferias de la localidad de Plottier, la misma se dio un proceso de generar instancias de dialogo y comunicación tanto al interior de la Feria como al exterior. Inicialmente este proceso funciono hasta que las relaciones con el municipio marcaron por demás la subordinación de la Feria a las autoridades municipales. En este proceso se produjo una cooptación de los representantes de la Feria y se hizo un uso político de la misma sin fortalecer los lazos internos vinculados a los procesos solidarios que le dieron origen.

De esta manera se fue configurando una organización, donde las actividades relativas al funcionamiento de la feria (limpieza, registro de participantes, días y horarios, incorporación de nuevos feriantes y productos, disposición de los puestos, resolución de ciertos conflictos internos, etc.) fueron delegadas paulatinamente en las autoridades municipales. En este sentido la configuración de la alianza responde a una imposición pasiva donde la Feria se encuentra subordinada al municipio.

Si bien hay intentos por recomponer una organización propia y que a su vez sea propositiva no solo en los términos de intercambio sino también en los componentes cognitivos del mismo los mismos se encuentran aún en maduración. Actualmente desde el municipio se está dando un proceso de reflexión conjunta con los Feriantes sobre la ordenanza de la Feria y la posibilidad de modificación lo cual implicaría que los feriantes deban tener una coordinación y retomar responsabilidades sobre el funcionamiento de la misma.

A partir de una serie de reuniones grupales fue notable la poca comunicación entre feriantes

Sobre la dimensión usuario-productor existe una relación estrecha con el usuario donde aquellos que poseen mayor antigüedad de participación o un producto que sea novedoso la capitalizan mejor. Explícitamente no hay elementos vinculados a las características de la economía social de la feria pero no obstante si hay elementos que la componen

Relativos a las técnicas de producción: natural, sin agroquímicos, agroecológica, tradicional.

Relativos al origen de los productos como: locales, de la zona, de la economía social, de emprendedores locales.

Relativos al valor de intercambio: precio justo, relación precio/ calidad, economía del hogar.

Relativos al consumidor: es un vecino, un cliente, un amigo y un auspiciante de la feria con cada compra.

Los feriantes más antiguos resaltan fuertemente en su participación los elementos intangibles que el artefacto aporta como la participación en un medio que, además de ser un elemento para intercambios monetarios, socializa ya que permite la identificación con un grupo de personas que comparten una misma condición social, problemáticas y expectativas.

Sobre la dimensión Política y Estratégica (problema/solución) la organización si bien es delegada en los términos relativos al funcionamiento “burocrático-administrativo” no lo es en relación a cómo es que la misma se posiciona ante amenazas potenciales o latentes (como la mayor exigencia por parte del municipio que deriva en la expulsión de un feriante irregular o que posee licencia comercial, o la posibilidad de que la Feria mude su lugar de realización). En esos casos de dan un proceso autorganizativo donde lo que prima es una dinámica reactiva orientada a la defensa del artefacto.

Es importante resaltar que en varias ocasiones los usuarios de la Feria han intervenido para defender ese espacio ante posibles mudanzas del espacio físico o para acompañar la presentación de proyectos mediante la colecta de firmas.

Que resuelve la feria? Pues bien resuelve para algunos feriantes la problemática de la comercialización ya que debido al tipo de producto, calidad, estacionalidad y características productivas no sería producir e intercambiar sus productos en el mercado “formal”.

En el caso de los feriantes que hacen exclusivamente reventa de productos adquiridos a terceros (hortalizas, peras, manzanas y nueces) también resuelve la instancia de comercialización ya que los mismos no poseen estructura ni recursos para desarrollar esa actividad por fuera de la Feria dados los altos costos que eso implica, por un lado, y dada las estrategias de complementariedad de ingresos familiares en las que la feria es un componente más.

Desde la dimensión significación dominante del funcionamiento/no funcionamiento el sistema tecnológico funciona en la medida en que el mismo permite dos cosas: inicialmente los participantes son dueños de sus propios medios de producción, participando directamente en la administración y aplicación del excedente, con el que generan su propio trabajo y mejoran su calidad de vida participando directamente y sin intermediarios de intercambios mercantiles de productos de la Agricultura Familiar.

También resuelve la posibilidad de socializar ya que dadas las características que muchas producciones insumen, acaparan gran cantidad de tiempo, limitando las posibilidades de socializar.

En este punto el sistema tecnológico funciona como un elemento que facilita procesos de valorización de características intangibles de los productos locales lo cual es utilizado por el municipio ya que con ello puede resolver dos cosas: la necesidad de permitir un espacio que genera trabajos, descomprimiendo conflictividades, y el “mostrar” políticamente una producción local que puede ser usada con fines de promoción de la gestión.

Es interesante destacar que este artefacto se encuentra en una frontera que a su vez, de no mediar procesos internos vinculados con la reflexión de los usuarios en torno a su orientación y la modificación de sus mecanismos internos de organización, podría ser un proceso neto de transición hacia la estrategia mercantil mercantilista.

Para ello veremos otra de las dimensiones de nuestro trabajo, la vinculada a la dimensión morfología (materialización física entre las cosas y los sujetos): como planteamos inicialmente esta feria poseía una gran capacidad organizacional y de reflexibilidad de sus procesos internos, de su orientación, del tipo de clase al que pertenecían los integrantes el cual se fue licuando con el paso del tiempo.

Si bien esta característica responde a un proceso natural ya que como hemos planteado en esta tesis la misma se encuentra dentro de un marco tecnológico que es dominante. Este tipo de experiencias son posibles porque el capitalismo, a pesar de ser dominante, no impide la existencia de otros modos de producción (siempre que no busquen la hegemonía) porque sería incapaz de absorber toda la mano de obra de la población económicamente activa por sus propios medios.

Considerando los elementos vinculados a la toma de decisiones, estas se encuentran solamente vinculadas a las decisiones internas de cada uno de los emprendimientos productivos (que sembrar, cuando, de qué manera, con que procesos; que tipo de fruta conviene secar; cuantos pollos llevar para vender; que tipo de artesanía hacer; que dulces fabricar) o de manera reactiva ante una posible amenaza.

Si bien los productores poseen total autonomía en la toma de decisiones respecto a sus emprendimientos, dentro de este artefacto no existen decisiones relativas a la distribución de puestos o a la incorporación de nuevos feriantes. Todas ellas son delegadas en el municipio quien es el que decide si se incorporan, notifica o expulsa a feriantes. La toma de decisiones por parte de los feriantes posee baja iniciativa en este punto dado que la conformación morfológica del artefacto diluye las posibilidades de autogestión al estar las actividades vinculadas a la logística, el día a día de la feria, a cargo del municipio.

De esta manera este espacio, y sus integrantes, no poseen el ejercicio de enfrentar por sus propios medios problemas cotidianos para ser resueltos colectivamente perdiendo la oportunidad y lograr con ello aprendizajes donde la reciprocidad surja colectivamente a partir de las prácticas solidarias.

Los usuarios del artefacto se encuentran participando de un espacio que es (supuestamente) netamente social y que se basa en las interacciones pero, paradójicamente, estas interacciones solo se dan, principalmente, con los consumidores en las instancias de intercambio y con feriantes próximos al puesto. La actuación aislada de cada feriante, de la escasa comunicación entre ellos, de ciertas lógicas de competencia desleal, responden a la condición de que los participantes poseen todo su proceso de socialización basado en las relaciones capitalistas.

En lo relativo a la distribución de puestos si bien los mismos actualmente se encuentran ocupados por feriantes que se “ganaron” el derecho a ellos, por permanencia o por antigüedad, los mismos son distribuidos por el municipio el cual determina tanto la incorporación de nuevos feriantes como la expulsión de ser necesario. De esta manera se configura de una manera particular la geografía de la feria en cada una de sus realizaciones donde si bien los usuarios pertenecen a un mismo sector y/o rubro en escasas ocasiones interactúan y establecen estrategias organizativas con otros usuarios del artefacto.

Feria con Estrategia predominante Colectiva y Asociativa: China Muerta

Considerando la dimensión sociohistórica (Trayectoria y Marco tecnológico) esta feria es más reciente en su formación y se ancla en experiencias que si bien podrían considerarse independientes de las Ferias en su conjunto, rescatan elementos y aprendizajes de las mismas, fundamentalmente en los aspectos ideológicos de resistencia y oposición al Marco Tecnológico dominante por intermedio de estrategias colectivas que provienen del campo de la economía social solidaria. Rescatando de ellos aprendizajes que varios de los miembros aportan al grupo desde experiencias que van desde el club del trueque, administración de negocios y comercios que no sobrevivieron la crisis de los 90, experiencias personales trabajando en multinacionales y la participación en centro de educación laboral para discapacitados entre otros.

Esta feria, posee la característica que es la única que se encuentra sobre un predio que no es municipal. El mismo pertenece a la cooperativa “El Labrador”, esta se encontraba prácticamente sin realizar actividades y fue rescatada por medio de la participación de los actuales miembros de la Feria en conjunto con la Subsecretaría de Producción (Agencias de Producción de Plottier y Senillosa), el INTA Pro Huerta y el municipio de Plottier. Para ello se utilizó como estrategia la realización de una muestra de maquinarias y herramientas para la agricultura familiar, realizada en 2013, donde se constituyó la feria.

Para ello, esta feria, logra articular una serie de elementos heterogéneos que incluyen tanto elementos tecnológicos-cognitivo-organizacionales-ideológicos (tecnologías sociales-cooperativismo, asociativismo y autogestión) como político-técnicos con actores que poseen intereses diversos y hasta contrapuestos (INTI, INTA, Universidad Nacional del Comahue, Producción y Turismo de la Provincia del Neuquén, Municipalidad, Productores locales) con quienes logra establecer acuerdos en torno al objetivo y la orientación de la feria, y estos acuerdos se realizan porque estos actores poseen recursos ( técnicos, financieros y políticos) que facilitan el funcionamiento de la Feria por intermedio de la cooperativa.

Considerando la dimensión organizacional esta feria es la única, no solamente de las analizadas sino de ambas provincias que implementa un sistema organizacional basado en la autogestión y la rotación de tareas vinculadas a la actividad que se desarrolla una vez a la semana de tal manera que cada semana dos miembros de la feria son los responsables de todas las actividades inherentes a la realización de la misma. Lo cual es muy importante dado que genera capacidades, tornando las decisiones horizontales y buscando la rotación de actividades y responsabilidades en los miembros, las cuáles están en su reglamente (ver anexo).

En este sentido es de vital importancia para el funcionamiento de este artefacto la existencia de una Dimensión Relación Usuario Productor que priorice la generación y el mantenimiento de relaciones de redistribución que no poseen como eje principal el plano relacionado a los intercambios monetarios (no se plantea la redistribución de los recursos obtenidos por cada uno de los feriantes) pero si la orientación de parte del lucro obtenido para constituir un fondo con el cual poder llevar a cabo tareas de mejoramiento de la infraestructura predial. En otro elemento donde se plantea la necesidad de redistribuir e incorporar recursos cognitivos mediante el aprendizaje de capacidades colectivas.

Un elemento interesante y diferenciador de esta Feria es que la misma establece colectivamente estrategias de capacitación internas para los miembros en diversos temas (economía social, cooperativismos, etiquetado, buenas practicas alimentarias, utilización de redes sociales, entre otras) los cuales son seleccionados y priorizados en reuniones colectivas que se desarrollan semanalmente.

Como no se concibe a la feria como un elemento externo a los usuarios, también se plantean capacitaciones orientadas hacia los usuarios (charlas y talleres sobre semillas, baños secos, autoconstrucción, platines, danzas circulares, permacultura, cerámica, cosmovisión mapuche, economía social solidaria, consumo colectivo, entre otros) donde se pretende superar el intercambio mercantil como base para las relaciones sociales y poner en juego sobre las mismas otro tipo de relación.

Este tipo de relación pone el eje en los procesos cognitivos e ideológicos para sustentar la Dimensión Política y Estratégica (Problema /Solución), actualmente existe un mercado que se encuentra avanzado en su regulación desde la sociedad y la política. La feria estratégicamente no contradice ese elemento, al menos en el relativo al intercambio de productos y artesanías por parte de los feriantes. Siendo el elemento predominante la motivación, vinculada, principalmente a la necesidad material de mantener las condiciones de existencia por medio del trabajo. Esa motivación básica impulsada por la necesidad, no obstante, condiciona los ideales – de propiedad colectiva; trabajo y organización autogestiva; condiciones de igualdad y democracia en la esfera de la Feria- sean excluidos como horizonte concreto, sino que los mismos funcionan como ejes orientadores en relación a la orientación de las soluciones propuestas. El problema entonces que soluciona se encuentra más allá de la simple generación de renta y de la reproducción de la vida. Se encuentra más vinculado a elementos próximos a la gobernanza de la tecnología de comercialización propiamente dicha

Considerando la Dimensión Significación Dominante del Funcionamiento/No Funcionamiento donde la Feria resuelve la posibilidad de un espacio propio para los habitantes de China Muerta ya que evita que los mismos deban desplazarse varios kilómetros hacia alguna de las ciudades próximas para ofrecer sus productos tanto en otras Ferias como en mercados locales. Otro elemento que resuelve la Feria es la socialización entre vecinos de la zona que participan en el espacio de intercambio, lo cual otorga sentido de pertenencia a un colectivo que comparte las mismas inquietudes y enfrenta problemas similares.

En este sentido la pertenencia a un espacio que ofrece la posibilidad de tener autonomía sobre los procesos vinculados a la orientación del artefacto, la autonomía y gobernanza de los procesos involucrados. Los feriantes deciden que vender, como y a qué precio.

Este proceso autogestivo democratiza los procesos organizacionales y otorga gobernanza a los trabajadores.

También este proceso autogestivo implica un control sobre las técnicas y modos de producción (que sean orgánicos, que posean practicas adecuadas, que no generen o incluyan químicos, que sean elaborados a partir de insumos locales, entre otros).

El proceso de autogestión su vez condiciona Morfológicamente las tecnologías que se utilizan en las instancias de intercambio que se dan. Y a su vez son co construidas por los usuarios. De esta manera en su configuración física la feria representa esa horizontalidad en la distribución de los puestos, los cuales son una expresión de la organización que se dan los feriantes.

Esta distribución física de los puestos es dada de acuerdo al mérito (constancia en la participación) y a partir de decisiones estratégicas relacionadas con la producción y/o artesanías y su disposición para una mejor interacción con el usuario.

Este último no es un agente aislado de la feria, sino que sus saberes forman parte del núcleo de la Feria. Sin ellos no existe el espacio. De esta manera se da una interacción básica que retroalimenta tanto la oferta como la demanda en términos y estrategias mercantiles no capitalistas donde prima la reflexibilidad acerca de los procesos por sobre las instancias de comercialización, producción, y el consumo.

Un elemento que otras ferias no incorporan es la utilización y construcción de un baño seco para que sea utilizado durante la realización de las actividades en el predio.

Síntesis en función de las dimensiones analizadas en las ferias

La elección de las dimensiones y las tipologías (arquetípicas e ideales) utilizadas en el presente estudio remiten a la necesidad de poder expresar la compleja diversidad existente ante un artefacto que se muestra como una caja cerrada, como una tecnología destinada a la comercialización o intercambio de productos de la agricultura familiar que puede ser utilizada de manera acrítica por quien lo disponga, y que posee, por si misma un carácter neutral. Independientemente de su configuración.

Como hemos podido observar esto no ocurre de esta manera ya que las ferias, en su conjunto, se encuentran subordinadas a un Marco Tecnológico domínante capitalista que establece patrones aceptables tanto de normalidad como de alteridad de los patrones que determinan tanto los problemas como las soluciones.

Como bien indica Singer (2002) la economía solidaria es un modo de producción que se desarrolla dentro de la estructura capitalista. Y es posible en tanto y en cuanto esa estructura lo permita. Ya que a pesar de ser hegemonico no impide la existencia de otros modos de producción, porque sería incapaz de incluir a toda la población económicamente activa dentro de sus propios mecanismos.

Es por eso que el sistema tecnológico surge en el marco de una crisis, siendo natural que las experiencias de economía social solidaria crezca en función de las reiteradas y acumulativas crisis capitalistas (Singer, 2005).

Las ferias analizadas poseen en su conjunto un anclaje socio histórico cercano que puede anclarse inicialmente en los 90 y la crisis generalizada que el país vivió. Esta crisis puse de relieve prácticas orientadas a garantizar la reproducción social, las que generaron patrones de aprendizajes que luego se trasladaron directamente o tangencialmente a las ferias.

De esta manera es posible identificar como, a partir de la articulación de los componentes identificados en cada una de las dimensiones (sociohistórica; organizacional; usuario-productor; política y estratégica; significación dominante; morfología) del artefacto como tecnología de intercambio han configurado tres ámbitos de funcionamiento del sistema tecnológico de la Agricultura Familiar para Neuquén y Rio Negro:

Uno que podríamos denominar subordinado, donde la actividad limita su carácter reflexivo al mínimo y se acopla al modo de producción capitalista y de hecho lo reproduce. De hecho se puede presentar, además de la marginación entre marginados, la existencia de trabajo asalariado.

Otro, que podríamos denominar adaptado, donde si bien se plantearon inicialmente elementos relacionados a la economía social solidaria, estos acaban adaptándose de manera negociada con el capitalismo dejando de ser solidarios y aplicar mecanismos de autogestión. Acaban tornándose mixtas y pasan por etapas donde se parecen más a una pequeña empresa que a un emprendimiento de la economía social solidaria.

Por último, el autogestivo, donde se dan y se generan relaciones horizontales de solidaridad y de colectivismo que estimula a que todos tengan el derecho de dar su opinión, la rotatividad de las funciones y de las tareas y la posibilidad de revocar en cualquier momento los mandatos de los coordinadores.

Análisis en función de las entrevistas

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Dimensión Trayectoria

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Dimensión Organizacional

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Dimensión Relación Usuario Productor

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Dimensión Política y Estratégica

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Dimensión Funcionamiento

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Capítulo 6: Consideraciones Finales

A lo largo del desarrollo de esta tesis hemos podido describir y analizar las dinámicas socio-técnicas que se dan en las Ferias de la Agricultura Familiar del Norte Patagónico de las provincias de Rio Negro y Neuquén, Argentina. Poniendo énfasis en los procesos de producción y circulación (comercialización) de mercancías en el sistema tecnológicos de Rio Negro y Neuquén a partir del enfoque constructivista.

El abordaje del sistema tecnológicos de la Agricultura Familiar, adquiere forma a partir de diferentes factores sociales y las relaciones que lso usuarios establecen con los grupos sociales relevantes y las diferentes percepciones que poseen sobre el artefacto tecnológico.

De esta manera se pone en evidencia que ni la identidad de un artefacto, ni su “éxito”o “fracaso”, son propiedades intrínsecas del mismo, sino que están sujetos a variables sociales, las cuales hacen que el mismo no sea neutro.

De acuerdo al análisis realizado las Ferias de la Agricultura Familiar poseen un anclaje en el pasado reciente, el cual se remonta a la crisis de los años 90 en nuestro país. En este sentido fue posible la identificación de tres fases o etapas.

La primera de ellas, denominada de emergencia, en el marco de la profunda crisis neoliberal que atravesaba a nuestro país, siendo una estrategia reactiva ante la realidad que limitaba reproducción de la vida. Siendo u origen en los clubes del trueque que se extendieron por todo el país y que integraban a amplios sectores excluidos por las políticas neoliberales.

En la segunda etapa, denominada de negociación/ disputa de sentidos se dan controversias internas por parte de lso usuarios del artefacto en relación a cómo es que debía ser la orientación de las Ferias, su estrategia tanto de intercambio como de orientación política y la temporalidad de la misma.

En la tercera etapa se da la consolidación del artefacto como estrategia de comercialización y se da la diferenciación del mismo ( agroecológicas, populares, de la economía social)

Tanto la emergencia como el paso de una etapa a otra una controversia importante, la cual puso en evidencia diferentes posturas, opiniones e intereses sobre los problemas y soluciones del artefacto tecnológico propuesto.

Como pudo analizarse en el interior de la tesis, las relaciones entre los actores identificados se basan, en relaciones de poder, económicas o de intereses particulares, donde cada artefacto aglutina a un conjunto de aquellos que comparten una ideología básica en torno a la orientación del mismo.

En relación a las ideologías de los usuarios de las tres Ferias analizadas se puede concluir que cada uno de los grupos que la integran posee planteos ideológicos diferentes por lo cual cuanto enfatizan los intereses de unos u otros vinculados a la estrategia de comercialización por intermedio de la Feria.

Cuando hacemos referencia a los elementos ideológicos no implica que cada grupo posea una identificación clara y precisa de la misma ( mucho menos de una orientación política), pero si que sus usuarios conciben el mundo de determinada manera y no de otra. Por sobre todas las cosas, el enfoque constructivista utilizado poen énfasis en que la tecnología no es algo que se desarrolla por la "eficiencia" sino por una pléyade de intereses diversos para los cuales la "eficiencia tecnológica" suele ser una excusa o cobertura.

Por otro lado, significa concebir a la sociedad en el marco de la existencia de diversos conflictos de intereses contrapuestos los cuales no necesariamente son compartidos por todos los actores de un campo (en este caso de la Economía Social Solidaria y la Agricultura Familiar), sino que cada grupo (posicionados de diferente manera en la estructura social) desea, pretende o busca cosas que son incompatibles con las de otros. Y que, por lo tanto, la construcción de soluciones (en este caso, tecnológicas) dependen del ejercicio de poder de estos grupos, de la capacidad de subordinar de unos a otros y de aplicar diferentes estrategias de poder a partir de la articulación entre ellos y con otros actores.

También puede concluirse que los sistemas tecnológicos no existen per se, sino que están inmersos en una trama de relaciones sociales, culturales, políticas, económicas, artefactuales donde se da el complejo interjuego problema/solución esgrimido por cada uno de los grupos al interior de cada uno de los artefactos y analizar también cómo operan en su interior.

Con el desarrollo de esta investigación fue posible el poder hacer visibles lo invisible, en el sentido que planteara Bijker (2005) “cuanto más exitosas son, más cerradas se vuelven al análisis y más imbricadas quedan con la sociedad. Las tecnologías más influyentes y penetrantes son habitualmente las menos visibles y las más inmunes a la deliberación política”, ya que mediante el análisis fue posible abrir la caja negra de constituye el Sistema tecnológicos.

De esta manera pudimos contribuir a visibilizar el error de no se considerar a las formas de organización como tecnología pudiendo demostrar que las tecnologías son son artefactos, procesos y organizaciones. También, abriendo esa caja negra pudimos mostrar que la misma no es homogénea y que permite observar, analizar e intervenir en una diversidad de sistemas tecnológicos de circulación: mercantiles, no mercantiles, donde los actores poseen control( o no) a partir de la selección de tecnologías de circulación.

Una última consideración final es la relativa al nivel de la praxis llevada a cabo por los gestores públicos, investigadores y extensionistas en relación al Sistema tecnológico ya que considerando la configuración general de los sistemas de intercambio mercantiles monetarios estos son ordenadores de la inmensa mayoría de las relaciones de circulación de bienes. Estas relaciones, per se, son generadores de dinámicas excluyentes y marginalizadoras. Por lo cual, tratar de montar estrategias inclusivas sobre sistemas tecnológicos que las inhiben es entrópico.

Esto es posible l primer resultado es que tanto los actores que son propulsores de las estrategias de desarrollo, como aquellos que son receptores, aceptan la relación mercantil como mecanismo válido de satisfacción de necesidades.

La generación de dinámicas de desarrollo inclusivo no deberian, entonces, centrarse en el artefacto, sino en el funcionamiento/no-funcionamiento socio-técnico de una configuración socio-técnica de producción social que genera inclusión. Los problemas del desarrollo no pueden estar basados en la detección de los bienes y servicios como oportunidades de nuevas ventas.

Esto nos lleva a plantear la necesidad de generar dinámicas y estrategias de inclusión social que vayan más allá de las racionalidades dominantes para lo cual es necesaria la implementación de sistemas tecnológicos adecuados a lso fines de un desarrollo integral y no excluyente.

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Legislación

Ley Nacional N°27.118/14. Reparación histórica de la agricultura familiar para la construcción de una nueva ruralidad en la argentina.

Ley N° 2.782/11. Creación de Ferias francas. Gobierno de la Provincia del Neuquén.

Ley N° 4499/09. Fomento de la Economía Social, Régimen de Promoción de los Mercados Asociativos. Gobierno de la Provincia de Rio Negro.

Ordenanzas Municipales.

Ordenanza Municipal Nș 12587/12- Marco Regulatorio de Ferias de la Ciudad de Neuquén. Provincia del Neuquén

Ordenanza Municipal Nș 002/01- Crea en el ámbito del municipio de Villa Regina “La Feria”. Ciudad de Villa Regina. Provincia de Rio Negro.

Ordenanza Municipal Nș 6846/14- Regulación de Feria Municipal. Ciudad de Centenario. Provincia del Neuquén.

Ordenanza Municipal Nș 2.343/05 – Régimen de funcionamiento de la feria Municipal. Ciudad de Plottier. Provincia del Neuquén.

Ordenanza Municipal Nș 064/97 – Creación Feria Franca de productores Fruti-Hortícolas. Ciudad de Vista Alegre. Provincia del Neuquén.

Artículos periodísticos:

El trueque ya está en pleno centro de Neuquén (23-07-01). Link: http://www1.rionegro.com.ar//arch200107/s23j04.html

El trueque se devaluó, pero en Neuquén resiste (08-12-03). Link: http://www1.rionegro.com.ar/arch200312/08/e08j06.php

Ultiman detalles del proyecto de ordenanza que regulará la ferias (15-08-2012). Link: http://www.ciudaddeneuquen.gob.ar/prensa/2012/08/15/ultiman-detalles-del-proyecto-de-ordenanza-que-regular-la-ferias/

Plan de huertas incluye a 11 mil familias (21-08-05). Link: http://w1.lmneuquen.com.ar/05-08-21/n_regionales16.asp

Páginas Web:

Red Global del Trueque: http://redglobaldetrueque.blogspot.com.ar/

Entrevistas.

Laura, Artesana Feria China Muerta:

Fabián: Productor Feria China Muerta:

Betiana: Referente/ Feriante Novella y Racedo

Norma: Feriante Novella y Racedo

Sandra: Feriante de Parque España

Jorge: Feriante de Parque España

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