LIMBĂ, LITERATURĂ ȘI CIVILIZAȚIE SPANIOLĂ [605802]

UNIVERSITATEA „ALEXANDRU IOAN CUZA” DIN IAȘI
FACULTATEA DE LITERE
LIMBĂ, LITERATURĂ ȘI CIVILIZAȚIE SPANIOLĂ

LUCRARE DE DISERTAȚIE

ÎNDRUMĂTOR ȘTIINȚIFIC
Lect. dr. Alina Țiței
ABSOLVENT: [anonimizat] 2016

UNIVERSITATEA „ALEXANDRU IOAN CUZA” DIN IAȘI
FACULTATEA DE LITERE
LIMBĂ, LITERATURĂ ȘI CIVILIZAȚIE SPANIOLĂ

Ideolog ía y violencia terrorista en
Abril rojo , de Santiago Roncagliolo

ÎNDRUMĂTOR ȘTIINȚIFIC
Lect. dr. Alina Țiței
ABSOLVENT: [anonimizat] 201 6

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ………………………….. ………………………….. ………………………….. … 3
I. Contexto histórico de la novela. Violencia política – la organización
terrorista Sendero Luminoso ………………………….. ………………………….. ……………… 6
II. Desarrollo de la acción ………………………….. ………………………….. ……………….. 27
III. Dicotomía del espacio. Heterogeneidad humana ………………………….. ………. 37
III.1. La mujer en Abril rojo ………………………….. ………………………….. ………….. 41
III.1. 1. La mujer senderista ………………………….. ………………………….. ……….. 42
IV. Mito y religiosidad ………………………….. ………………………….. ……………………… 45
CONCLUSIONES ………………………….. ………………………….. ………………………….. ..50
BIBLIOGRAFÍA ………………………….. ………………………….. ………………………….. ….51

3
INTRODUCCIÓN

En el mundo actual, la nociva influencia del terrorismo, esta práctica criminal, no ha
dejado de aumentar desde finales del siglo XIX.1
El terrorismo provo ca un enorme desconcierto intel ectual y moral. Su estremecedora
influencia lleva a algunas personas a creer en sus excusas, mientras que otras atribuyen su
crueldad a la locura, al fanatismo, a las injusticias, al choque entre culturas etc.
La guerra tiene su crueldad, la gente muere cuando lucha en el nombre de una lógica que
va más allá del raciocinio. La guerra se construye sobre una paradoja: casi siempre se crea la
necesidad de la lucha armada para reestablecer la paz o en el nombre de la humanidad, que tiene
que acordarse de sus valores y poner los pies en el suelo, un suelo, desgraciadamente,
ensangrentado.
Perú es un país muy bonito, con tres grandes regiones: la Costa, la Sierra y la Selva, con
paisajes hermosos, de de sbordada naturaleza, con una historia en su máxima expresión, con
gente arraigada en su fe, pero también, con gran desigualdad a nivel de vida y riqueza, con
escasas condiciones económicas que favorecieron el surgimiento de la insurgencia.
La mente humana todavía no puede concebir lo que pasó en Perú entre 1980 y 2000, ese
conflict o armado de gran duración y de elevados costos humanos y económicos, protagonizado
por la organización terrorista Sendero Luminoso, que ha quedado plasmado en diversas obras
artísticas.
Esta tesis aborda una de ellas, la novela Abril rojo, de Santiago Roncagliolo, ganadora
del Premio Alfaguara, que presenta una sociedad de psicópatas, un mundo en que todos se
habían convertido en asesinos en serie y para los cuales matar era la ú nica manera de vivir.
Mi tesina se estructura en cuatro capítulos, en los que he intentado ser testigo de ese
período histórico sobre el cual el autor decidió contarnos. Para entenderlo mejor, hay que apuntar
informaciones referenciales al impacto social y psicológico que tuvo el movimiento guerrillero
Sendero Luminoso en la sociedad peruana del siglo XX.
Esta organización ocupa el número 33 en la lista oficial de la Unión Europea de grupos y
entidades terroristas. Fue uno de los grupos insurgentes más ex itosos del hemisferio occidental

1https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Incidentes_terroristas#Siglo_XIX

4
del siglo XX.2 Su popularidad remarcable se debe a la filosofía de crear una sociedad utópica a
través de la destrucción violenta de todas las instituciones sociales. Consiguió movilizar a los
campesinos andinos, prometiénd oles una vida mejor. Los errores de la administración también
contribuyeron a la resistencia de Sendero.
La cabeza de Sendero Luminoso fue Abimael Guzmán, también conocido con el
pseudónimo de Presidente Gonzalo, que condujo toda esa violencia con influen cias maoístas,
marxistas y leninistas. Él se consideraba la cuarta espada del comunismo internacional tras
Lenin, Stalin y Mao.
Abimael Guzmán no tuvo el apoyo de gobiernos extranjeros, no llevaba armas, no estaba
presente en el campo de batalla; detrás d e un escritorio, armado con una rigurosa ideología,
convenció a la población más afectada y vulnerable, los indios de la Sierra, a levantar armas y
luchar contra el Gobierno.
Santiago Roncagliolo presenta en su novela la furia de Sendero Luminoso contra el
mundo burgués como disfraz ideológico del sentimiento más profundo de un Perú precolombino,
indígena, maltratado, que no desapareció. Sendero era vista como la fuerza que podría devolverle
sus ritos, su furor religioso, su odio a la sociedad muy poderos a de Lima.
Pero el autor no pretende que su novela sea entendida como instrumento político, por eso
no tomó una posición ideológica; quiere ofrecer una crítica sobre la sociedad de Perú, tomando
un carácter político, porque pone en tela de juicio la crisi s del país de esos años difíciles,
centrándose en la política, la dicotomía de la sociedad, el mundo indígena y la religión.
En Abril rojo, Santiago Roncagliolo elige como escenario para su novela la ciudad andina
Ayacucho, en el período de la Semana Sant a, cuando se celebraban fiestas tradicionales , y en un
ambiente politico marcado por fraudes electorales, en el año 2000, en los últimos meses del
presidente Alberto Fujimori al poder.
Esta novela nos muestra una sociedad peruana marcada por los intereses de sus
protagonistas, por un ambient e de desconfianza, odio y temor, que tiene como antecedents los
años de una lucha violent a contra el terrorismo.
Durante el desarrollo de la trama , conocemos a los autoridades con sus temores, su falta
de valores, nota mos la ausencia de la autoridad política y el irrespeto a la ley.

2ORDÓÑEZ ECHEVERRÍA, José Javier, ―Conflicto armado en el Perú (1980 -2000): conclusiones de la CVR y
consecuencias en la organización campesina indígena ‖, in Revista Ábaco, Nș 43, 2005 p. 107.

5
Los personajes principales de la novela están ligados a sus entornos correspondientes: el
hogar, la iglesia, la cárcel, Lima, Ayacuhco, Huamanga. Los lugares que aparecen en la
novelacobran voz y son testigos de los hechos reales de la historia de su país.
Desde el principio de la novela, el lector observa la dicotomía del espacio: el Perú de los
pobres y el Perú de los ricos, el de los mestizos e indígenas que eran considerados de segundo
rango que los blancos, el Perú de la lengua quechua y el del castellano, el Perú de la gente que
creía en un dogma indígena y el de la gente cristiana.
En el último capítulo he hablado sobre el mito y la religiosidad en la novela, porque el
escritor nos h ace conocido el mito del descuartizado cuerpo de Inkarrí, mediante la trama
policíaca. Este mito apareció después de la ejecución del último inca, Túpac Amaru, que fue
decapitado por los españoles. Dos siglos más tarde, se repitió con más violencia este ac to, con la
decapitación y el descuartizamiento del líder indígena Túpac Amaru II. Según este mito, los
pedazos del inca, que fueron enterrados en distintas partes de Perú, están creciendo para reunirse.
Cuando la cabeza se encuentre, el inca renacerá y el antiguo imperio resurgirá.
El que se presentó como ese resurgimiento fue Sendero Luminoso. Mediante el relato
mítico, nos quedamos con una reflexión de la historia peruana contemporánea, en la que la
violencia tuvo un papel protagónico y representó un sus tento ideológico para pr ácticas
senderistas.

6
I. Contexto histórico de la novela. Violencia política – la organización
terrorista Sendero Luminoso

La violencia política ha sido uno de los temas centrales de la narrativa peruana,
prácticamente desde el inicio del conflicto armado interno protagonizado por la organización
terrorista Sendero Luminoso, entre 1980 y 2000. Hasta ahora, la violencia fue llevada a la ficción
de diversas formas, en cuentos, novelas, poemas, obras de teatro. Cada autor que aborda dicha
temática, en el fondo, habla de sí mismo, de sus propias vivencias y posicionamientos sobre lo
vivido en el país, a raíz de este conflicto armado.
A principios del siglo XXI se dio un marcado auge, especialmente de novelas, que ya no
se detenían en la guerra en sí, sino en las secuelas que dejó en la sociedad. Lo que estas obras
comparten es la memoria debido a que, tras los veinte años de terror, se regresó a una paz y
estabilidad relativas que permitieron reflexionar sobre el pasado inmediato. Estos escritores, por
ejemplo los que viven fuera de Perú, perciben el conflicto de una forma distinta a los primeros,
ya que están menos influidos por ideologías y por la distancia que da el tiempo y el espacio.
Según los críticos, tales autores se ubican dentro de la así llamada ―literatura post CVR‖, es
decir, la escrita y leída en el contexto de la publicación y recepción del informe final de la
Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003, presentado después de que la guerra se dio por
concluida y con el objetivo de reparar y compensar la violación de los derechos humanos, las
pérdidas o daños sociales, morales y materiales sufridos por las víctimas como resultado del
conflicto armado. Un escritor perteneciente a este grupo es Santia go Roncagliolo, cuya novela
Abril rojo se abordará en el presente trabajo.
Para entender mejor e l contexto político e histórico sobre el cual este escritor decide
contarnos, hay que apuntar informaciones referenciales a impacto social y psicológico que tu vo
el movimiento guerrillero Sendero Luminoso en la sociedad peruana del siglo XX.
Esta organización ocupa el número 33ș en la lista oficial en la Unión Europea de grupos y
entidades terroristas. Fue uno de los grupos insurgentes más exitosos del hemisfer io occidental
del siglo XX.3 Su popularidad remarcable se debe a la filosofía de crear una sociedad utópica a
través de la destrucción violenta de todas las instituciones sociales. Consiguió movilizar a los

3ORDÓÑEZ ECHEVERRÍA, José Javier , op. cit., p. 107.

7
campesinos andinos, prometiéndoles una vida mejor. Los errores de la administración también
contribuyeron a la resistencia de Sendero.
Según la doctrina del ejército estadounidense, hay tres prerrequisitos básicos del
surgimiento de una insurgencia: una población vulnerable que desea un cambio, liderazgo y falta
de control del gobierno .4 Todas estas condiciones estaban cumplidas en Perú y permitió a que
Sendero Luminoso avanzara. Para una resistencia a largo plazo, una insurgencia debe ser capaz
de crear soporte popular y mantener la unidad. Sendero Luminoso tuvo una directiva eficaz,
rigurosa y desarrolló una red de inteligencia eficaz además de una máquina de propaganda.
Una insurgencia, por supuesto, debe tener un ambiente favorable. Perú es una nación con
22 millones de personas, con gran desigua ldad a nivel de vida y riqueza. El país se divide en tres
grandes regiones: la Costa, la Sierra o Región Andina y la Selva o Región Amazónica.La Costa
es la más desarrollada región e incluye las cinco ciudades más grandes, entre las cuales, Lima ,
además de la mayor parte de industria del país y sus área agrícolas extensas. La mayoría de los
hombres de negocios y hacendados tienen raíces españolas, de clase media, y se consideran
blancos. Esta región ofrece la op ortunidad de empleos y progreso.L a gente de la Sierra y de la
Selva es considerada marginalizada por la población de la Costa.La Sierra es una región
montañosa que ocupa una vasta región central del territorio peruano, más de un cuarto, y mitad
de la población de Perú, l os indi os peruanos , que viven e n pobreza. Hablan principalmente
quechua, hecho que les enajena aún más de la población de la Costa que habla español. Debido
al terreno montañoso inasequible, la región de la Sierra recibió muy poca atención de parte del
Gobierno. La región amazónica o la Selva es la más extensa del territorio peruano, pero apenas
es poblad a y los que viven allí son indios tribales. Se dice que la región sería rica en petróleo,
pero no se desar rolló nada en este aspecto, dada la falta del acceso a la jungla densa. Las esca sas
condiciones económicas, especialmente en la región de la Sierra, han favorecido el surgimiento
de la insurgencia.
La insurgencia se desarrolla a través de varias fases.5 En la primera fase, la insurgencia es
latente e incipiente. Sus organizadores dir igen actos de terrorismo como ataques a las fuerzas de
policía, asesinatos de funcionarios estatales y sabotean la infraestructura. Pueden también llevar

4United States, Department of the Army, Field Manual No. 90 -8 Counterguerrilla Operations, Chapter 1, 1 -4
(http://www.globalsecurity.org/military/library/policy/army/fm/90 -8/Ch1.htm#top – 11.02.2016)
5Ibídem, Chapter 1, 1 -7.

8
a aumentar la influencia en el área a través de operaciones tácticas y, quizá más importante, a
conseg uir armas y munición.
La segunda fase es la guerra de guerrillas. A medida que la organización insurgente gana
poder y número de adeptos, desafía directamente a la policía local y a las unidades militares para
establecer el control sobre varias zonas del país. Los insurgentes fundan su proprio gobierno en
esas áreas para demostrar ante la población que ellos solos pueden proveer los servicios que el
Estado no pudo aportar. El fin de esta etapa es extender el control sobre esas zonas y la gente que
vive allí , para movilizar la y obtener su apoyo a través de la propaganda. Si no se puede conseguir
el soporte, los insurgentes ocurren a violencia y terrorismo. La guerrilla actúa con la esperanza
de que las fuer zas militares reaccionen en contra de la población, causándole a la gente el deseo
de apoyar a los insurgentes. Cada guerra de guerrillas triunfa, continuando con propaganda
eficaz, y provee apoyo a la insurgencia y desmoraliza las fuerzas gubernamentales. Como el
gobierno consagra gran esfuerzo en los aspectos militares para accionar en contra de la guerrilla,
le quedan pocos recursos para proyectos de desarrollo económico, hecho que dificulta revertir las
condiciones que causaron la insurgencia.
La terce ra fase, la insurgencia, es una guerra convencional. Esta etapa ocurre cuando
grandes unidades insurgentes dirigen operaciones de combate contra las fuerzas del g obierno y
pueden obtener fuerzas combativas de otra fuente externa. Puede desarrollar operacio nes
defensivas extensas para proteger las áreas que controla.
¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de las guerrillas? Uno de los puntos
fuertes es la recolección de inteligencia. Cada persona es un posible espía o informante de y para
los insurgentes en sus áreas de acción. Otra ventaja es que los insurgentes son nativos de esa
región, lo que significa que conocen las tradiciones y hablan el idioma de la población local. La
motivación y la disciplina son otros atributos. Las tácticas de guer rilla son otra ventaja por causa
de la facilidad de planificación y ejecución y dificultad de evitarla. El carácter esquivo, la
sorpresa y las acciones violentas rápidas caracterizan estas tácticas, que se pueden dividir en
terrorismo y hostigamiento . Algunos ejemplos de terrorismo incluyen bombardeos, asesinatos,
secuestros, amenazas, mutilaciones, crímenes, torturas o chantajes. Los insurgentes, en general,
usan el terrorismo para provocar, coaccionar, intimidar. Ejemplos de hostigamiento incluyen
emboscadas, asaltos y otros ataque al por menor, dispersadas en espacio y tiempo, dando la
impresión de que la guerrilla puede surgir en cualquier sitio. En el último lugar, las condiciones

9
físicas del medio ambiento constituyen una ventaja y este fue el cas o de Sendero Luminoso, que
surgió yoperó en la Sierra, un medio am biente que impuso grandes dificultades físicas para las
tropas del gobierno.
Los movimientos insurgentes tienen también puntos débiles , el primero siendo el número
pequeño de personas y rec ursos. Numéricamente escasos en una primera etapa, una banda de
guerrilla debe confiar en un éxito temprano, gracias a la propaganda para atraer reclutas. Las
fuerzas guerrilleras empiezan con pocas armas y sin mucho dinero y deben obtener recursos
adicion ales a través de operaciones o contribuciones del pueblo o de gobiernos extranjeros.
Santiago Roncagliolo, en su libro La cuarta espada , donde cuenta la historia de Sendero
Luminoso y de su líder, Abimael Guzmán, apunta que:

Al principio, Sendero sólo dis ponía de los fusiles o pistolas que podía arrebatar a los hacendados
o a la policía: hasta 1982, no más de 120 en total, 93 de los cuales robados a las fuerzas de
seguridad. Cada pelotón disponía, como máximo, de un par de pistolas y otro de fusiles, que
reservaban para los enfrentamientos directos con fuerzas del orden. Para atentados con bomba, se
podía robar dinamita de las minas. El resto, los aniquilamientos selectivos, se realizaban sobre
todo con cuchillos o piedras.6

Sendero Luminoso explotó las c ondiciones económicas precarias para convencer a la
población más afectada y vulnerable, los indios de la Sierra, a levantar armas y luchar contra el
gobierno. Los líderes de Sendero reclutaron pacientemente a esa gente, prometiéndole una vida
mejor y no l a vida que llevaban – sin agua, sin luz eléctrica, ni colegios, ni hospitales. La
organización progresó siguiendo las etapas de desarrollo y empezó con simples acciones de
protesto, como pintar eslóganes en edificios del gobierno, siguió con el terrorismo y finalmente
recurrió a gran escala a los asaltos militares. Debido al aislami ento de la Sierra, el gobierno
ignoró el crecimiento de la insurgencia y permitió su expansión hasta la Costa, que, con el
tiempo, estimuló lanecesidad de una fuerte contrainsurgencia.
Varios factores contribuyeron al surgimiento de Sendero Luminoso y aqu í podemos
incluir condiciones económicas deplorables, un gobierno marginalmente efectivo y pueblo
deseoso de cambios. Varios gobiernos intentaron abordar estos problemas a lo largo de los ´60 y

6RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso , Ed. Debate,
Barcelona, 2007, p. 102.

10
´70. Con los gobiernos que experimentaban semejantes turbulenc ias, las organizaciones basadas
en doctrinas marxistas fueron capaces de enraizarse, tanto dentro de las clases sociales laborales
como en el medio del campesinado rural.
En Perú, el final de los años ´70 fue muy agitado: seis huelgas generales entre 197 7 y
1979, precedidas todas por grandes movilizaciones de masas en las principales ciudades del país:
Ayacucho, Cuzco, Huancayo, Arequipa y Pucallpa. En la lengua quechua, Ayacucho significa
«rincón de los muertos»; esta provincia es una de las más pobres d el país: menos de 5% de su
superficie es cultivable , la renta media anual per cápita es de 500 francos y la esperanza de vida
es de 45 años. La mortalidad infantil llega el récord de 20%.7 Precisamente aquí, en este humus
de desesperación social echó raíce s Sendero Luminoso.
Ayacucho es, también, desde 1959, un centro universitario. Se enseñaba puericultura,
antropología aplicada y mecánica rural.8 Aquí se formó el Frente Estudiantil Revolucionario, que
tuvo un papel muy importante dentro de la Universidad . Comunistas tradicionalistas, adeptos de
Che Guevara y maoístas luchaban para tener influencia sobre los estudiantes. Era el tiempo de la
creación de estos Frentes, de la expulsión de los cuerpos de paz americanos de Ayacucho, de la
reforma agraria, de ca mbiar el mundo. Y el mundo estaba cambiando: la revolución cubana,
Europa del Este, las revoluciones en Lejano Oriente, las guerrillas en América Latina.9
Al principio de los años ´60, Abimael Guzmán, joven maoísta y profesor de filosofía,
cobró mucha impo rtancia. Varios líderes marxistas aparecieron durante este período, pero
ninguno más entregado al derrocamiento violento como el líder de Sendero Luminoso, Abimael
Guzmán.
Abimael Guzmán Reinoso nació el 3 de diciembre de 1934 en Mollendo, Arequipa. Fue
abandonado por su madre a los 8 años y entregado a un tío, al lado del cual nunca sintió que
tuviera una familia, aunque su padre natural le enviaba dinero para sus gastos. Enterándose de la
soledad en que vivía el hijo ilegítimo de su esposo, Laura Jo rquera Gómez de Guzmán ordenó
que Abimael viniera a vivir con su familia, como correspondía. Sus hermanastros recuerdan que
Abimael era «muy tímido y disfrazaba sus emociones con unos modales serios y formales; era un
niño hu raño y que ocultaba siempre sus sentimientos. Como si pensara que la familia iría a

7FONTAINE, Pascal, SANTAMARIA, Yves, BOULOUQUE, Sylvain, Lumea a treia, traducción de Ilena Busuio c
in Stephane COURTOIS et al., Cartea negră a Comunismului. Crime, teroare, represiune, București, Humanitas,
1997, p. 643
8Ibidem
9RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 49.

11
decepcionarlo, o como si fuera un estorbo que la gente habría de hacer a un lado. No era una
personita, sino una sombra que se arrinconaba con ganas de desaparecer.»10
Abimael fue inscrito en un colegio privado, donde recibió una disciplina religiosa muy
severa : asistía a misa los domingos en traje de casimir y corbata y tenía la obligación de
comulgar y confesarse una vez al mes. Aunque ya no era pobre, muchas veces quedaba
ridiculizado por sus compañero s de clase por su condición de hijo natural. Eso no lo impidió que
sacara buenas calificaciones en conducta e higiene y destacara en lenguaje, historia del Perú,
lógica y ética, aunque, según su hermanastra, «decidió estudiar poco para no sobresalir y no
llamar la atención, pero aun así sacaba premios.»11
Si la clave de las conductas adultas tiene raíces en la niñez , este período de su vida y la
condición de hijo natural nos permitiría n vincular al tímido estudiante arequipeño con el líder de
Sendero Luminoso :

Para un niño, sentirse diferente a los demás es una de las experiencias más duras. Ser el raro, el
tonto, el advenedizo, son situaciones que te predisponen contra tu entorno. Si el mundo te acoge
con naturalidad y afecto, te sientes más dispues to a seguir las normas convencionales. De lo
contrario, es más posible que desarrolles la tendencia a huir de él. O a volarlo en pedazos.12

Durante la dictadura del general Odría, en los ´50, el Perú era muy violento y fue
precisamente entonces cuando Abimael percibió que la violencia podía ser una herramienta
eficaz para conseguir metas: en junio de 1950, los estudiantes del colegio de la Independencia
acusaron al director de malversar fondos y tomaron el local en protesta. El prefecto de Arequ ipa
ordenó un ataque militar con tanquetas, pensando que de esta forma asustará a los jóvenes, pero
los estudiantes respondieron arrojando ladrillos, luego tomaron la catedral de la Plaza de Armas
y tocaron las campanas. Inmediatamente, la población asisti ó a la plaza, improvisando un mitin.
El acto estudiantil se convirtió en una insurrección: los manifestantes ocuparon el casino militar
y lo incendiaron. Se proclamaron independientes de la dictadura , eligiendo una junta de gobierno
transitorio. Habían tom ado la ciudad. Para poder huir de la ciudad, el prefecto se escondió en un
ataúd. El gobierno militar respondió desplazando unidades militares desde Tacna, Puno, Cusco

10RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p 32.
11Ibidem , p. 33.
12Ibídem, p. 44.

12
y Lima. Rodearon a los insurrectos, los cuales se declararon rendidos. En el enfrentami ento
cayeron muertos muchos de los participantes.
Seis años después, surgió una nueva rebelión que ya no pedía la cabeza de Odría, sino la
dimisión de l ministro de Gobierno y Policía de la dictadura, Esparza Zañartu. Para evitar un
nuevo baño de sangre, O dría destituyó al ministro.
Durante sus años de adolescencia , Abimael Guzmán era un ávido lector de periódicos y
había seguido con atención la Segunda Guerra Mundial y, más adelante, había quedado muy
impresionado por una película soviética sobre un congr eso de las juventudes comunistas .
Hay que pensar también en otra posibilidad para que el estudiante se volviese dirigente y
esta sería la relación amorosa que tuvo durante más de un año y medio con la hija de unos
profesores escolares, que no tenía dinero . Fueron separados por los padres de ella quienes
querían un mejor partido para ella y no a un hijo ilegítimo que no heredaría nada del señor
Guzmán.
Según la hermanastra de Abimael,

Esa chica fue la que decidió en realidad la historia actual del Perú. Hasta entonces, Abimael aún
era más o menos católico y quería casa rse y dedicarse al derecho. Pero sin ella, tuvo más tiempo
para pensar en los demás y en lo que él llamaba las injusticias de la vida. Perdió interés en sí
mismo, en su propia seguridad y bi enestar… Tiempo después, la chica se casó y se fue a Lima.
Abimael me dijo que no tuviera pena, que todo había sido para bien, que un hombre nuevo
comenzaba a vivir en él.13

Desde ese momento, Abimael empezó a tener otras prioridades: llevaba conversacione s
filosóficas con sus hermanos y dejó de mostrar algún interés por el mundo material. Ayudaba a
su padre con la contabilidad, pero aprendió a enfrentar la autoridad paterna: «Un día, se equivocó
en unas cuentas y su padre le dio un coscorrón en la cabeza. Abimael se llevó las manos a la
cabeza y la agachó conteniendo la rabia. Luego levantó la mirada sin moverse y dijo: ―Nunca,
pero nunca, vuelvas a hacer eso.‖»14

13RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 39.
14Ibídem, p. 40 .

13
Estos recuerdos de familia tomaron las formas políticas de la contraposición de fuerzas.
Todo e sto podría interpretarse de manera freudiana: la lucha de Abimael Guzmán contra la
fuerza representaba su rebelión hacia su padre.
Después del terremoto de 1958, tomó parte en la realización de un inventario de daños y
quedó horrorizado por la miseria. Vio como la gente vivía en la intemperie, en las peores
condiciones, sin que las autoridades los ayudaran y sin tener algún trabajo. Guzmán comentó:
«Sólo el pueblo organizado puede hacer algo al respecto. Es necesario organizar al pueblo.»15
Más tarde, s e gra duó en la Universidad de Arequipa, sosteniendo tesis de filosofía ( “La
teoría kantiana del espacio”) y derecho ( “El estado democrático burgués”) , para tener las
mismas dos carreras que Marx. La introducción de su tesis de derecho profetizó la caída del
sistema en términos elegiacos: «Nuevos vientos se levantan y enardecen el alma insoborn able de
los pueblos; la humanidad a ojos vistas se estremece y alumbra nueva sociedad en su
inextinguible e imbatible marcha ascensional hacia mejores tiempos.»16
En 1962, Abimael Guzmán fue nombrado profesor de la Universidad de San Cristóbal de
Huamanga, en el departamento de Ayacucho. La mayoría de los estudiantes de esta universidad
provenía de otras ciudades y pueblos y tenían la edad justa para formar su perso nalidad adulta.
Estos chicos tenían la necesidad de formar parte de redes sociales que les ofrecieran alguna
identidad. De eso se encargaron los partidos y facciones políticas.
A pesar de su nombre católico, la Universidad de San Cristóbal seguía los principios del
fundador del Partido Comunista del Perú, el ideólogo José Carlos Mariátegui.
Según Mariátegui, la revolución en Perú no sería obrera, sino campesina, porque Perú
carece de industria, es un país agrario, es decir que los oprimidos están en el campo. Para
consolidar la revolución, Mariátegui, un autodidacta que no había cursado educación superior,
proponía transformar la universidad en una herramienta de lucha de clases.17
Para los mariateguistas, la prioridad académica era el adoctrinamiento. E n esa facultad de
educación y bajo ese control ideológico, se formaban quinientos estudiantes que se convertirían
en maestros escolares, universitarios, técnicos a lo largo de toda la Sierra Sur. Abimael,
consciente de eso, sacó el máximo provecho de su po sición: «El movimiento estudiantil se fue
propagando a las provincias ayacuchanas. ¿Por qué? Algunos compañeros de educación

15RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada… , p. 40.
16Ibidem
17Ibídem, p. 49.

14
enseñaban en esos colegios, generaron una fuerte lucha, se expandió… se enviaron personas a
Huancayo, Ayacucho y Apurímac y también hacia Cuzco, para vincularse con otros colegios, el
plan era mover toda la región sur.»18
Esto sería el trabajo de Abimael y sus adeptos a partir de los años sesenta y hasta
mediados de los setenta . No controlarían armas ni sindicatos. No dirigirían manifes taciones. Sólo
se adueñarían de las cabezas de los estudiantes. Lo mismo que hizo Mao con los estudiantes que
se comprometieron a luchar en contra de cualquier forma de autoridad, considerada burguesa, los
así llamado s ―Guardias rojos‖.19
Los libros senderistas no ostentaban hoces y martillos, ni emblemas rojos, ni consignas
políticas, pero eran sutiles: en una de las ilustraciones, el dueño del pan es un gordo sin dientes;
en otra, los campesinos trabajan en la cosecha agotadoramente, bajo un aplastante sol. De esta
forma, los niños crecían sensibilizados a las diferencias sociales. Santiago Roncagliolo apunta en
palabras del maestro Luis Jaime Cisneros, presidente de la Academia Peruana de la Lengua, el
cual había analizado los libros esco lares que los profesores de Guzmán repartían en los colegios
del ámbito rural: «En el Perú, los gobernantes nunca han entendido el poder de la educación.
Como es abstracta, invisible, siempre la han despreciado. Pero algún día, alguien tendrá que
explicar por qué el grupo más sanguinario de nuestra historia estuvo dirigido por maestros.»20
Sobre los debates ideológicos, Santiago Roncagliolo, con las palabras del historiador
peruano, Fernando Iwasaki, nos dice que:

Las discusiones acerca del modo de producci ón dominante en el Perú (si asiático, feudal o
capitalista); sobre la composición del proletariado peruano (si campesino, minero o pescador); en
torno al itinerario de la revolución (si del campo a la ciudad o de la ciudad al campo); así como la
devoción p or algunos modelos concretos del socialismo real (si chino, albanés, rumano,
yugoslavo etc.), contribuyeron a la progresiva atomización de la izquierda peruana. Así, a
mediados de los setenta, llegaron a existir en el Perú 74 partidos marxistas – leninista s, genuina
constelación de todas las corrientes internacionales y vernaculares del marxismo. Por haber había
hasta un partido trostkista de inspiración argentina, cuyo fundador – Carlos Posadas – proponía
apoyar a los extraterrestres en caso de invasión ga láctica, porque a la vista de su desarrollo
industrial los compañeros de otro planeta tenían que haber llegado al socialismo. Uno de esos

18RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada… , p. 52.
19FARDELLA, Enrico, Mao Zedong, traducción de Marina Loghin, București, Litera, 2013, p. 80.
20RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada… , p. 53.

15
partidos minúsculos y rocambolescos era el Partido Comunista del Perú, «por el Sendero
Luminoso de Mariátegui», fundad o por Abimael Guzmán en 1969.21

Según Guzmán, en la sociedad capitalista la lucha es de clases. Y hay dos clases
antagónicas: la burguesía y el proletariado. El partido que levantaba la bandera del proletariado
era el suyo; los burgueses eran los demás. En 1963, la facción en la que militaba Guzmán se
desvinculó del Partido Comunista con el nombre de Bandera Roja. En el análisis de Guzmán,
Bande ra Roja no se retiró del Partido, sino que expulsó a los demás, «los dejó aislados»22 y
continuó siendo el único pa rtido seguidor del fundador Mariátegui, el único con la orientación
ideológica ade cuado, la china, porque, en aquel entonces, la ideología soviética no era
revolucionaria, ya que Stalin había muerto y su sucesor, Jrushov , denunció los crímenes y su
culto a la personalidad. Y Guzmán era un fiel admirador de Stalin :«Yo he admirado a Stalin
siempre… Comprendo que fue un gran marxista… Quitarnos al camarada Stalin era como
quitarnos el alma. El payaso de Jrushov vomitó todo su veneno revisionista contra el camarada
Stalin, llamándolo asesino, Yván el terrible. »23
Lo de Abimael y el pensamiento de Mao Tse -Tung fue amor a primera vista desde 1963,
cuando los textos del dirigente chino comenzaron a circular clandestinamente en Perú . Según
cuenta Abimael: «Alguien tuvo la mala suerte de prestarme la famosa Carta China, la
―Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional‖; me la prestó
con la obligación de devolvérsela. Obviamente, el hurto era comprensibl e.»24
Una vez, preguntado por un policía qué sería necesario leer para originar una revolución,
Abimael Guzmán le respondió:

Debería empezar por la Historia de la Filosofía de Dynnik, que no es difícil. Luego, la obra
completa de Marx y los cincuenta y sie te volúmenes de las obras de Lenin, que conservo en dos
ediciones diferentes. Después Stalin, que es más fácil, sólo siete tomos. Y finalmente, los cuatro

21RONCAGLIOLO , Santiago , La cuarta espada…, p. 62.
22Ibidem ., p. 64.
23Ibidem pp. 64 -65.
24Ibidem p. 68.

16
de Mao. Hay un quinto, pero fue editado post mórtem y está cargado de revisionismo. Puede
prescindir de él.25

En 1965, Abimael Guzmán visitó China donde estudió las lecciones maoístas en la
Escuela Político – Militar de Nan Kin. Él recuerda sus cursos así: «Nos enseñaban cuestiones
militares, pero también se comenzaba por política, la guerra popular; luego, construcción de las
fuerzas armadas y estrategia y táctica; y la parte práctica correspondiente: emboscadas, asaltos,
desplazamientos, así como preparar artefactos de demolición.»26
El objetivo de la escuela era enseñar a hacer una guerra casi sin di nero ni armamento,
supliendo la falta de medios con la convicción ideológica de los combatientes. Mao también
sostuvo que las guerrillas tienen que ser empáticas con las necesidades de las masas. Ellas deben
su existencia y el soporte al pueblo y deben int entar conocer las necesidades de la gente o la
insurgencia no tendrá éxito. Los líderes insurgentes tienen que ser bien entrenados, seguros de sí
mismos, expertos en establecer una disciplina rigurosa y capaces de enfrentarse a la
contrapropaganda. Estos l íderes tienen que ser unos modelos para la gente. Mao creía que una
guerrilla desorganizada no podía obtener victoria.
En 1965, el Comité Central del Partido Comunista Bandera Roja calificó a la sociedad
peruana de semicolonial y semifeudal, con un gobierno que defiende «los intereses del
imperialismo, del latifundismo y de la burguesía intermediaria reaccionaria. »27 En otr as palabras,
esto significaba que el sistema político no funcionaba, no estaba a los servicios de los
campesinos, sino de intereses de ricos y extranjeros. Y, según Mao, si la política no fu nciona,
hay que añadirle sangre , ya que pensaba que: «El poder pol ítico nace del fusil.»28 Dadas las
condiciones para la revolución, Guzmán lo frasea así: «A nuestro juicio había situación
revolucionaria, el problema era convertirla en revolución, eso lo brinda la teoría. En nuestro país
había eso y unas masas que querían cambiar la situación, no querían seguir viviendo como
habían venido haciéndolo.»29

25RONCAGLIOLO , Santiago , La cuarta espada…, p. 167.
26Ibidem p. 70.
27Ibidem p. 72.
28FARDELLA, Enrico, op. cit., p. 37.
29RONCAGLIOLO, Santiago , La cuarta espada…, pp. 72 -73.

17
A partir de ese momento, Guzmán se dedicó a crear las condiciones subjetivas para su
revolución – un partido capaz de liderar a las masas hasta la toma del poder. Según Mario Vargas
Llosa, «El modelo de socialismo que sigue es la Rusia de Stalin, la Revolución Cultural de La
Banda de los Cuatro y el régimen de Pol Pot en Camboya.»30
Empezando con el año 1967, Guzmán militó para la lucha armada.
A finales de los años ´60, con o casión de la IV Conferencia del Partido Comunista del
Perú – Bandera Roja, surgió el nuevo grupo comunista Sendero Luminoso, cuyo nombre viene de
la máxima del fundador del Partido Comunista Peruano, José Carlos Mariátegui, utilizado en la
portada de un pe riódico editado por esta organización: «El marxismo -leninismo abrirá el sendero
luminoso hacia la revolución.»31
Guzmán estaba convencido de que , venciendo al enemigo y controlando pequeñas
comunidades rurales, más campesinos se juntarían a la revolución. L a filosofía de Guzmán fue
conocida como ―el pensamiento Gonzalo‖ , nombre con el que se conocía a Guzmán en el Partido
– el camarada Gonzalo. En 1984 se consagra ―el pensamiento guía del Presidente Gonzalo‖ y
más tarde, en 1988, el congreso del Partido dice simplemente ―pensamiento Gonzalo‖.
Guzmán trataba de imitar el proceso de Mao Tse -Tung: primero, pensamiento guía,
luego, pensamiento Mao, lo que seguía era llamarlo maoísmo , a la altura del marxismo y el
leninismo. Como explica a continuación Roncagliolo: «―Ismo‖ significaba que las ideas no eran
una aplicación de la doctrina a un país, sino que tenían validez de leyes universales. Guzmán
siguió ese proceso esperando crear el ―gonzalismo‖ y convertirse en la cuarta espada del
comunismo mundial. »32 El president e Gonzalo tenía como principal trabajo internacional
promover la imagen de Mao para preparar el terre no de la suya. Sendero no quería depender de
la Unión Soviética, Cuba ni China. En 1988 contaban con comités de apoyo en Suecia,
Alemania, B élgica, Inglaterra y querían obtener también el apoyo del Partido Comunista de
España, aceptando la base ideológica de Mao.
Existía también un desarrollado culto de la personalidad, pero a diferencia de los líderes
revolucionarios, como Stalin o Mao, que p romovieron el culto después de tomar el poder,
Abimael Guzmán lo potenció desde antes. Este culto no se limitaba solamente a los documentos.
Está registrado también en las artes plásticas senderistas, expuestas en e l museo privado de la

30VARGAS LLOSA, Mario,‖Breviaire d'un massacre‖, in Esprit , Nr. 82, octubre 1983.
31https://es.wikipedia.org/wiki/Sendero_Luminoso (11.04.2016)
32RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 120.

18
Dirección Nacional contra el Terrorismo de Perú. Ahí se encuentran también las gafas de
Guzmán, su sillón, los regalos que recibía de los militantes, sus afiches, su biblioteca. Los
policías usan ese museo en los cursos de contrasubversión.
Desde 1972 hasta 1979, Sendero Lum inoso parecía haberse limitado en controlar
solamente las organizaciones estudiantiles. Recibió gran apoyo de los estudiantes de la
Universidad Tecnológica ―San Martín de Torres‖ de Lima. A los finales de esos años, Abimael
Guzmán decidió pasar a la clande stinidad. Se despidió de su familia, diciéndole que se iba a la
lucha armada. Su madrastra trató de desanimarlo, hablándole de un futuro en política, de la
posibilidad de participar en las elecciones. «A él se le humedecieron los ojos.»33
Adhiriendo a la filosofía de Mao sobre la guerra de guerrillas, Sendero Luminoso sacó el
máximo rendimiento al medio existente y convenció a la población de la Sierra a organizarse y
rebelarse en contra del gobierno, gente que estaba desesperada y dispuest a a recurrir a la
violencia para mejorar su futuro.
El primero de abril de 1980, ante la llamada I Escuela Militar del Partido, Abimael
Guzmán lanza su declaración de guerra, titulada ―Somos los iniciadores‖. Es un manifiesto de 20
páginas donde decía:

Esta primera Escuela Militar del Partido sella los tiempos de paz y da apertura a los tiempos de
guerra. Camaradas, ha concluido nuestra lucha con manos desarmadas. Se inicia hoy nuestra
palabra armada: levantar a los campesinos bajo las inmarcesibles bander as del marxismo,
leninismo, pensamiento de Mao -Tse-Tung. El vórtice se acerca; el vórtice está comenzando,
crecerán las llamas invencibles de la revolución convirtiéndose en plomo y acero, y del fragor de
las batallas con su fuego inextinguible saldrá a la luz, de la negrura a la luminosidad y habrá un
nuevo mundo… Sueños de sangre de hiena tiene la reacción, agitados sueños estremecen sus
noches sombrías; su corazón maquina siniestras hecatombes, se artillan hasta los dientes, pero no
podrán prevalecer, su destino está pesado y medido. Ha llegado la hora de ajustarle cuentas.34

La furia de Sedero Luminoso contra el mundo burgués podría representar un disfraz
ideológico a un sentimiento más profundo: el de un Perú precolombino, indígena, maltratado,
que no d esapareció. Sendero era visto como la fuerza que podría devolverle sus ritos, su furor

33RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 85.
34https://news.google.com/newspapers?nid=1706&dat=19881112&id=9a0cAAAAIBAJ&sjid=IVMEAAAAIBAJ&
pg=1963,5629510&hl=ro (12.04.2016)

19
religioso, su odio a la sociedad muy poderosa de Lima. Abimael Guzmán odiaba Lima; la
consideraba «despreciable y corrupta, contaminada por todos los virus de la burgues ía».35Se
alimentaba de ese odio y resentimiento social y racial.
El 17 de mayo de 1980, el día de las elecciones presidenciales, Perú fue el teatro de la
primera acción armada del grupo maoísta Sendero Luminoso,cuando jóvenes militantes
quemaron ánforas y p adrones electorales: era la señal de que había comenzado la guerra popular
frente al Estado. Pero nadie hizo caso a esta advertencia. Un periodista le recriminó , más tarde, al
general de esos tiempos, Morales Bermúdez, de no haber previsto que Sendero Lumi noso
organizaba el inicio de sus atentados. Como respuesta, el ex presidente dijo: «Teníamos informes
de Inteligencia que afirmaban que el grupo de Guzmán propugnaba la lucha armada. Pero en
esos años, más de setenta grupos políticos decían lo mismo. No po díamos prever que estos sí lo
harían.»36
Semanas más ta rde, en un amanecer de junio de 1980, los habitantes de Lima llegaron a
tener conocimiento de la guerra declarada por el líder de Sendero Luminoso, al ver la
ciudadadornada tan siniestramente : había varios perros callejeros muertos colgados de los postes
del centro de la capital. Como nos cuenta Roncagliolo, «Algunos habían sido ahorcados ahí
mismo, en los postes, pero la mayoría había muerto antes. Un par de ellos estaban abiertos en
canal. Otros tení an el pelaje pintado de negro. Al principio, la policía temió que sus cuerpos
ocultasen bombas, pero no era el caso. Sólo llevaban encima carteles con una leyenda
incomprensible y siniestras: ―Deng Xiao Ping, hijo de perra. ‖»37
El canciller chino se hallaba de visita en la ciudad. Nadie logró establecer alguna relación
entre este huésped oficial y los cadáveres de los perros. Era el mensaje del Presidente Gonzalo al
revisionista de Deng Xiao Ping, el que asumió el control del Partido Comunista Chino, inician do
la apertura económica que convirtió hoy en día a China en una potencia industrial. Pero en 1977,
las cosas se veían diferente mente y, desde Ayacucho, Guzmán acusó a Deng de revisionista.
Como el revisionismo ganaba al comunismo mundial, podía contar a l os ―puros‖ con los
dedos de una ma no. Pol Pot fue su nuevo modelo.

35https://news.google.com/newspapers?nid=1706&dat=19881112&id=9a0cAAAAIBAJ&sjid=IVMEAAAAIBAJ&
pg=1963,5629510&hl=ro (12.04.2016)
36RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 82.
37Ibídem, p. 21.

20
Pol Pot buscaba la pureza revolucionaria absoluta. Todo lo que hacía era necesario: liquidar las
ciudades corruptas de Campuchea; ordenar a sus habitantes, en un plazo no mayor de 48 horas,
que las abandonaran para volver al trabajo elemental del campo y de la tierra; ajusticiar a todo
aquel que se hubiese contaminado en sus hábitos y pensamientos de la podrida cultura burguesa.
Los niños e ran educados a obedecer las órdenes sin protestar, sin preguntar y fusilar y mutar
incluso a sus padres si se demuestra que eran traidores.38 Abimael Guzmán, que viajó a
Campuchea, decidió seguir su ejemplo.39

Abimael Guzmán soñaba con estrangular la capita l, matarla de hambre y borrar la faz del
Perú, destruir todo detalle de civilización occidental, blanca, hispánica, burguesa y urbana, como
una tardia vengaza de los incas.
Durante los siguientes meses, las acciones más graves fueron : atentados con dinamit a,
bombas caseras en bancos, en locales públicos, en la embajada china. Se tomaron haciendas,
comisarías, con izamientos de banderas rojas. Sendero paralizaba la capital gracias al terror que
inspiraba.
Pero no era suficiente , quería acciones más radicale s. Por eso, el 24 de diciembre, una
columna senderista atacó una hacienda, secuestró al propietario de sesenta años, Benigno
Medina,40 lo torturó a golpes, le cortó las orejas y lo mató. Lo mismo le hicieron a un empleado
suyo, un chico de 19 años.41 Con sus doscientos – trescientos miembros en un principio, Sendero
Luminoso eliminaba a los representantes de la clase acomodada y a los miembros de las Fuerzas
del Orden.
En 1981 , Sendero Luminoso atacó los puestos policiales de Totos, San José de Secce y
Quinca . En agosto de 1982, los maoístas tomaron el puesto de Vi lcashuam án, matando a seis
policías antiguerrilla , los Sinchis, palabra que en quechua significa ―valiente‖; otros qui nce
lograron escapar o fueron tomados como prisioneros. Sin alguna ayuda del exterior, los
guerrilleros tomaron armas de las existencias de la policía y material explosivo y atacaron los

38UNG, Loung, Întâi l -au omorât pe tata. Povestea unei fetițe din Cambodgia , traducci ón de Alfred Neagu y Junona
Tutunea, București, Corint, 2014, p. 196.
39https://news.google.com/newspapers?nid=1706&dat=19881112&id=9a0cAAAAIBAJ&sjid=IVMEAAAAIBAJ&
pg=1963,5629510&hl=ro (12.04.2016)
40FONTAINE, Pascal et. al, op. cit., p. 644.
41RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 93.

21
campamentos mineros. La Maraka, un proyectil de dinamita tirado a trav és de un tipo de
tirachinas se convirtió en su arma favorita.42Roncagliolo nos cuenta:

Al principio, Sendero sólo disponía de los fusiles o pistolas que podía arrebatar a los hacendados
o a la policía: hasta 1982, no más de 120 en total, 93 de los cuales, robados a las fuerzas de
seguridad. Cada pelotón disponía, como máximo, de un par de pistolas y otro de fusiles, que
reservaban para los enfrentamientos directos con fuerzas del orden. Para atentados con bomba, se
podía robar dinamita de las minas.43

La en trada en escena de los Sinchis intensificó la violencia. Al compararse con las
guerrillas tradicionales, los senderistas no llevaban uniforme, a menudo no llevaban armas y no
acampaban fuera de los pueblos, como dicen las leyes de guerra. Por eso se confun día con los
pobladores inocentes, los que atraían el fuego policial. «Desde entonces, empezaron a conocerse
procedimientos policiales bastante violentos, detenciones indebidas y casos de tortura.», según la
Comisión de la Verdad.44
Todo esto orgullecía a Ab imael Guzmán, el cual pensaba que «el revolucionario tiene que
llevar la vida en la punta de los dedos, listo para entregarla y el campesino tiene que enfrentar el
baño de sangre correspondiente.»45 Su estrategia era de incitar al genocidio.
Sus acciones violentas también se extendieron hacia los edificios públicos, las líneas
eléctricas y los puentes. Cuenta Mario Vargas Llosa en su novela, ―Lituma en los Andes‖ que
«Todos estos cerros están llenos de enemigos. Viven ahí dentro. Se la pasan urdiendo sus
maldades día y noche. Hacen daños y más daños. Esa es la razón de tantos accidentes. Los
derrumbes en los socavones. Los camiones a los que se les vaciaron los frenos o les faltó pista en
las curvas. Las cajas de dinamita que estallan llevándose piernas y c abezas. »46
El marzo de 1982, atacaron la prisión de Ayacucho y liberaron a setenta y ocho de sus
camaradas y mataron a dos guardias, en media hora y con sólo seis fusiles, seis carabinas y
quince pistolas ametralladoras. Debido a la humillación que sintiero n, un grupo de guardias
republicanos ingresaron al hospital donde había heridos los miembros de Sendero Luminoso,

42FONTAINE, Pascal et. al, op. cit., p. 644
43RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 102.
44Ibidem ., p. 104.
45Ibidem
46VARGAS LLOSA, Mario, Lituma en los Andes, 1993, p. 27, ePub r1.0, orhi 01.07.2013.

22
sacándoles a rastras y los asesinaron a balazos. Este golpe de imagen transformaron a los
senderistas en héroes audaces y a los policías en ca nallas, unos cobardes asesinos delante del
pueblo.
La estrategia del ejército consistía en indagar la vida del subversivo, de dónde venía antes
de tomar el fusil, si trabajaba o estudiaba, para saber cómo eliminarlos. Por eso se instituyó la
tortura. Un so ldado cuenta para un informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos
algunas técnicas que utilizaban para sacar información:

1. La parrilla. Consistía en colocar al sospechoso en un somier de cama metálico al que se había
conectado cables de electric idad. Se ataba al sospechoso con alambre al somier y se le
rociaba agua, dándole descargas eléctricas.
2. El submarino. Consistía en introducir al sospechoso en un cilindro de agua con los pies y
manos atados y en la posición de cabeza a tierra.
3. El trapo. Con sistía en colocar al capturado de cúbito dorsal atado de pies y manos. Se le
tapaba la cabeza con una toalla mojada y se le rociaba agua hasta semiahogarlo.
4. El palo. Consistía en introducir un palo por el recto del detenido y, si era mujer, por ambos
lados (recto y vagina).
5. Pelotera. Consistía en tender en el suelo, amarrado, al capturado y hacerlo colgar por lo
menos de 10 soldados hasta que perdía el conocimiento.
6. La colgada. Consistía en hacer suspendidos de los antebrazos o muñecas. amarrándoles
toallas a éstas para que no quedasen huellas.
7. Magneto. Electricidad a testículos.47

Pero todos estos abusos no hicieron nada más que producir más senderistas que
eliminarlos.
En enero de 1982, Sendero Luminoso ejecutó a dos profesores delante de sus alumnos.
Meses más tarde, 67 traidores fueron matad os en público durante un ―juicio popular‖ (eufemismo
empleado por Sendero Luminoso para referirse a una ejecución pública)48.Sobre cómo se

47RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, pp. 108 -109.
48KIRK, Robin, Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso, traducción de Enrique Bossio, Lima, IEP,
1993, p. 17.

23
desarrollaban esos juicios populares, nos cuenta Mario Vargas Llosa: «A los suertudos los
azotaron y a los salados les machacaron la cabeza.»49
Los terrucos sólo se limitaban a decir que «Aquí está naciendo un nuevo país. Con mucha
sangre y mu cho dolor. Contra enemigos tan poderosos (los peones del Estado burgués), no
podemos tener contemplación.»50
El marzo de 1983, los pobladores de Lucanamarca se atrevieron a matar a dos mandos
senderistas, indignados por las condiciones en las que los dejaba vivir Sendero Luminoso : los
terroristas habían prohibido las ferias de venta y habían cortado los circuitos de comercio andino,
dejando a los campesinos a cultivar solo para autosubstenerse.
La respuesta senderista fue la masacre de 69 personas51, usando m achetas y piedras, cosa
que provocó a algunos campesinos una muerta lenta. «En algunos cadáveres se hallaron cerca de
cien heridas de machete.»52 Para aterrorizar incluso más a la gente y advertirla de lo que le puede
pasar, «Sendero no tiraba a la gente a los socavones, dejaba los cadáveres a plena luz, para que lo
supiera el mundo entero.»53
Sobre lo sucedido en Lucanamarca, Guzmán sólo se limitó a decir que «(…) ahí fueron
aniquilados más de 80 … hubo exceso, pero toda cosa en la vida tiene dos aspectos: nuestro
problema era un golpe contundente para sofrenarlos, para hacerles comprender que la cosa no era
tan fácil.»54
Todas estas acciones en contra de los campesinos eran justificadas por los senderistas
como un aporte de Gonzalo al pensamiento maoísta: en su opinión, durante la Larga Marcha,
Mao se había equivocado al dejar con vida a los burgueses campesinos, porque, según él, ellos
representaban a los futuros Deng Xiao Pings, los revisionistas, los traidores. Pero, según el
analista Raúl González, «lo qu e Abimael Guzmán llamaba burguesía campesina eran campesinos
sin agua ni luz, que apenas tenían unos cultivos propios o un costal de arroz. Ésos eran sus
burgueses.»55 Sendero Luminoso dirigía una política autárquica y destruía los puentes para aislar
a las zonas rurales de las ciudades, lo que provocó la ira de los campesinos. Para poder controlar
aun mejor la población y poder chantajear a los padres, la organización terrorista enroló niños a

49VARGAS LLOSA, Mario, Lituma …, p. 58.
50Ibídem, p. 72.
51RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 112.
52Ibidem
53VARGAS LLOSA, Mario, Lituma …, p. 60.
54RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 112
55Ibidem ., p. 113 .

24
la fuerza. «En sus filas predominaban los jóvenes y los hombres, pero había también mujeres y
niños, algunos de los cuales no debían llegar a los doce años. Los que no iban con metralletas,
fusiles o revólveres, llevaban viejas escopetas de caza, garrotes, machetes, cuchillos, hondas, y,
en bandolera, como los mineros, cartuchos de dinamita. Llevaban también banderas rojas con la
hoz y el martillo.»56
En 1983 y 1984, en las provincias ayacuchanas del norte, los Sinchis y los senderistas
mataron a 6342 personas. Desde 1983, Sendero Luminoso empezó a colaborar con los
narcotraficantes de Huanaco.
En estas zonas de conflicto , Sendero Luminoso supo alimentar el odio hacia el poder
central de Lima, huella de un pasado colonial detestado . Sendero Luminoso, en su ―hipóstasis‖
de defensora de los indios, como Pol Pot, que enfati zaba la pureza d el
pueblokhmer delperíododelImperioangkoriano, logró persuadir a algunas tribus indias, que, con el
paso del tiempo, no pudiero n soportar más la violencia maoísta. En 1989, en la Amazonia del
Norte, los indios ashaninka fueron reclutados a la fuerza u oprimidos. 25000 de indios vivían
escondidos en la jungla antes de entrar bajo la pro tección de las fuerzas armadas.
Con dirección maoísta, la región de Ayacucho vivió bajo un nuevo orden mundial: a las
prostitutas se les cortaba el pelo, los mar idos infieles y los borrachos eran flagelados, a los
rebeldes se les recortaba una hoz y un martillo en las zonas peludas del cuerpo, las fiestas que no
concordaban con la ideología eran prohibidas. Como también decía Mario Vargas Llosa en la
novela ―Litum a en los Andes‖: «Ellos (los terrucos) andan ajusticiando maricones, cafiches,
putas, degenerados de cualquier especie.»57
Los crímenes que cometían los senderistas recibieron respuesta de parte de las fuerzas
armadas: en junio de 1986, las represalias fuer on extremadamente violentas, cuando los
militantes organizaron revueltas en tres prisiones de Lima, para iniciar la guerra en las ciudades.
El resultado dejó más de doscientos muertos. Las fuerzas armadas no se ganaron a los
campesinos, pero Sendero los pe rdió. Eran tan salvajes que dejaron de recibir su apoyo. Y la
principal reserva de una guerrilla es la simpatía y el apoyo de la población local. Los maoístas no
pudieron infiltrase en los sindicados de los mineros, por eso, para guardar un cierto estatus,
Sendero Luminoso dirigió sus ataque en contra del partido al poder de ese periodo, APRA,

56VARGAS LLOSA, Mario, Lituma …, p. 45.
57Ibídem,p. 117.

25
Alianza Popular Revolucionaria Americana. El nuevo gobierno despertaba esperanzas . En 1985 ,
siete apristas fueron matados, después de haber sido sometidos a las mutil aciones que recibían
los traidores: se les cortaron las orejas y las lenguas, se les sacaron los ojos.
El mismo año, el departamento Libertad, las provincias Huanaco, de la Mar, Amazonia
del Norte soportaron luchas de guerrilla. En Arequipa y Cuzco se imp lantaron bombas en las
centrales eléctricas. En 1984, los maoístas descarrilaron un tren que transportaba concentrado de
plomo.
A principios de los ´90, para poner fin a la violencia, el gobierno dejó de considerar a los
campesinos unos enemigos y empezó v erlos como sus aliados. Sendero Luminoso perfeccionó su
táctica: en la tercera Conferencia del grupo, definieron las cuatro formas de lucha – guerra de
guerrillas, sabotaje, terrorismo selectivo y guerra psicológica, como, por ejemplo, la destrucción
de lo s campos cultivables.58
Para castigar a los que traicionaban ―las fuerzas del pueblo‖, Sendero Luminoso creó
campos de trabajo forzado o esclavitud en Amazonia. En estas zonas, los campesinos cultivaban
la tierra, trabaja ban en los campos de coca y alimentaban a los soldados guerrilleros. Muchos
niños nacieron en esas zonas montañosas y encontraron su muerte allí. Las personas que
intentaban escaparse, eran matadas. Sin poder salir de esos campos de esclavitud , obligados a
estudiar los textos del presidente Gonzalo, los prisioneros terminaron muriéndose de hambre.
En 1988 y 1989, Sendero Luminoso buscó apoyo en las favelas de Lima y Cuzco,
ambiente propicio del sentimiento revolucionario, en contra de las guerrillas izquierd istas
marxistas clásicas, como el MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru) . Los
enfrentamientos entre estas dos organizaciones terroristas tuvieron como resultado la muerte de
1584 civiles y 1542 rebeldes.59 Atacado por MRTA, diezmado por las fuerzas ar madas, el
Sendero empezó a entrar en declive.
El marzo de 1990, se creó el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) , en el interior de la
Dirección Nacional Contra el Terrorismo, DINCOTE, con el objetivo de ‖ descubrir y
desmantelar los blancos de alto valor, las estructuras de organización y dirección de los diversos
aparatos de Sendero‖60

58FONTAINE, Pascal et. al, op. cit., p. 647.
59Ibidem
60http://peru.com/actualidad/politicas/keiko -fujimori -fujimorismo -no-acabo -sendero -aclara -gorriti -noticia -450010
(18.04.2016)

26
El 12 y el 13 de septiembre de 1992, Abimael Guzm án y Elena Iparraguirre, o la
camarada Miriam, como era también conocida, miembro de alto rango de la organización, fueron
capturados. Semanas más tarde, el número tres de la organización, Oscar Alberto Ramírez quedó
preso en las manos de la policía. El 2 de marzo de 1993, fue arrestada la responsable militar del
grupo, Margot Domínguez (la camarada Edith). El marzo de 1995, f ueron capturados también 30
guerrilleros, pero, sin embargo, la organización seguía teniendo 25000 miembros.
Abimael Guzmán fue condenado a cadena perpetua en la Base Naval del Callao, donde
también están el camarada Feliciano, tres dirigentes de MRTA y Vl adimiro Montesinos – el jefe
de Inteligencia durante el gobierno de Alberto Fujimori.
Perú no quedó inundado en su propia sangre, tal como pensaba Guzmán (―¡El precio del
triunfo de la Revolución será de un millón de muertos!‖61). Se estima que la cifra de muertos y
desaparecidos en el conflicto supera los 69000 y que casi la mitad de ellos fueron víctimas de las
fuerzas armadas .62Los niños de las zonas rurales pagaron un tributo enorme al terrorismo de la
guerra civil del grupo : entre 1980 y 199 1, los atentados provocaron la muerte a más de 1000
niños y mutilaron a aproximadamente 3000. 50000 niños quedaron huérfanos.63

61FONTAINE , Pascal et. al, op. cit., p. 645.
62RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 213.
63FONTAINE, Pascal et. al, op. cit., p. 648.

27
II. Desarrollo de la acción

En una entrevista a Elena Iparraguirre, la amante de Abimael Guzmán , que fue también
miembro de Sendero Luminoso, por el escritor Santiago Roncagliolo, la ―camarada Miriam‖,
como era conocida dentro de la organización, le confesó al novelista que el cabecilla de Sendero
Luminoso había leído su novela Abril rojo y que apre ció que, por primera vez, un autor habló
sobre ellos sin insultarles, pero que le desagradó el hecho de que el autor se mantuviera
dema siado neutral, sin tomar una posición ideológica.64En su defensa, Roncagliolo afirma que no
quiere y no piensa que la nove la tiene que ser un instrumento político. Sin embargo, la novela
ofrece una crítica sobre la sociedad de Perú, tomando un carácter político, porque pone en tela de
juicio la crisis del país de esos años difíciles de la guerra contra Sendero Luminoso centrá ndose
en la política, la dicotomía de la sociedad, el mundo indígena, la mujer y la religión .
Esta ambientación realista, costumbrista, histórica constituye el presente histórico de la
novela. Según el autor, los métodos de los ataques senderistas, sus est rategias descritos son
reales, la mayoría de los diálogos de los personajes son citas de documentos, declaraciones de los
que participaron en ese conflicto. Pero no se propone explicar qué sucedió exactamente en aquel
entonces, quién dice o no la verdad, s ino de decir cómo el hecho de conocer o no la historia
puede influir en el presente .
En Abril rojo , Roncagliolo elige como escenario para su novela la ciudad andina
Ayacucho en el período de la Semana Santa, cuando se celebran fiestas tradicionales, y en u n
ambiente político marcado por fraudes electorales, en el año 2000. La acción se desarrolla entre
el 8 de marzo y el 3 de mayo, los últimos meses del presidente Alberto Fujimori al poder.
La novela se abre con el hallazgo de parte de Justino Mayta Carazo de ―un tronco
quemado, negro y pegajoso, deformado por el fuego‖65. Fue carbonizado, pero se podía observar
que le faltaba el brazo derecho y que tenía una cruz en la frente, hecha con un cuchillo. La
imagen era alarmante y el fiscal Félix Chacaltana Saldív ar era el que debía encargarse de
investigar este crimen. Él sospechaba que los autores del crimen debían de ser senderistas,
porque solamente ellos eran capaces de cometer tal asesinato, a ese grado de violencia. Lo que le
provocaba confusión era el hecho de que, en el tiempo presente de la narración, la guerra entre
Sendero Luminoso y el estado había acabado. Esto significaba que los terroristas habían sido

64RONCAGLIOLO, Santiago, La cuarta espada…, p. 230.
65RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo, Lima, Alfaguara, 2006, p. 4.

28
encarcelados . El pueblo vivía ahora una paz aparente, era necesario fingir una calma inexistente
para poder seguir adelante e, incluso, no hablar del pasado, olvidarlo, borrarlo. Sin embargo, el
fiscal entendió que los fantasmas del pasado no dejan al individuo vivir tranquilo, la presencia
senderista seguía y temía un posible resurgimiento más fuerte, pero no sabía si dar la alarma a
sus superiores y tampoco cómo hacerlo.
Después de algunos días, el fiscal Chacaltana fue enviado a otro pueblo, Yawarmayo,
para supervisar las elecciones. Aquí, observó otras huellas senderistas: ― Eran perros. Algunos
ahorc ados, otros degollados, algunos abiertos en canal, de modo que sus órganos internos
goteaban desde sus panzas. [… ] Los perros llevaban cuarteles que dec ían «Así mueren los
traidores.» o «Muerte a los vendepatrias.»66, el recurso atemorizante más utilizado p or Sendero
Luminoso. Los perros ahorcados eran el símbolo de los traidores y eran vistos como anuncios de
guerra, representaban la crudeza excesiva.
En el tiempo que vivió en Yawarmayo, no dejó de sentir que la presencia de los
senderistas era una realidad , porque

[…] oy ó la explosión. [… ] Se levantó sudando, con el corazón acelerado. Supuso que la
explosión había sido parte de su sueño. […]Volteó hacia la pared y trató de volver a dormir, pero
escuchó rumores, ecos, gritos lejanos. […] se acercó a la ventana. Había fuego en las montañas.
Luces. […]Abrió la puerta y salió a la calle. Ahora escuchaba los gritos con mayor claridad. […]
Las consignas. Enormes fogatas coronaban las montañas en cada uno de los puntos cardinales.
Arriba, exactamente detrás de él, la figura de la hoz y el martillo dibujada con fuego se cernía en
la noche sobre el pueblo.67

Todos esos aullidos, gritos, ruidos lo atemorizaron. La sorpresa fue mayor cuando,
después de anunciar a las autoridades lo sucedido, éstas le explicaron que ―Esto no es un rebrote,
Chacaltana. Esto está igual desde hace veinte años.‖68 Para las autoridades, estos hechos eran
algo natural, no daban importancia, decían que sólo se trataba de ―un grupo de payasos que
revientan fuegos artificiales, pero son inofen sivos ‖69, que quizá quedó algún insurrecto, pero, por
lo general, habían acabado con ellos.

66RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, p. 86.
67Ibidem , pp. 96 -97.
68Ibidem , p. 89.
69Ibidem , p. 105.

29
Otro día, mientras caminaba por las afueras de Yawarmayo , Chacaltana fue atacado por
Justino Mayta, quien lo persiguió para golpearlo. El asaltante logró escapar. D espués de este
acontecimiento, el fiscal decidió investigar el pasado de Justino. De los archivos encontrados,
averiguó que el 8 de marzo de 1990, un comando militar fue a su casa, porque su hermano Edwin
era sospechoso de pertenecer al grupo terrorista Se ndero Luminoso. Por órdenes del teniente
Alfredo Cáceres Salazar, Edwin quedó detenido y desde entonces se encontraba desaparecido. La
versión oficial decía que había sido dejado en libertad, porque no se pudo comprobar la
pertenencia al núcleo senderista y que, luego, pasó a la clandestinidad.
Junto a esta información, encontró los nombres de algunos supuestos colegas de la célula,
entre los cuales, Hernán Durango González, preso en el penal de máxima seguridad de
Huamanga, y decidió hacerle una visita. El fiscal Félix Chacaltana Saldívar se mostró muy
nervioso, porque nunca antes había hablado con un terrorista. Durango le contó del ―perro
Cáceres‖, como mejor era conocido el teniente, de los métodos de detención y de tortura, de
cómo se deshacía de los de tenidos, de la violencia que ejercía, de los asesinatos que cometía sin
recibir algún castigo. Además, le advirtió que la guerra que daban por terminada, no había
acabado: ―Estamos ahí, señor fiscal. Estamos agazapados. Esta pradera se encenderá, como ha
hecho durante siglos, en cuanto salte una chispa‖70
La visita que hizo al condenado Durango lo estremeció, las palabras del convicto, su
actitud, sus revelaciones, las condiciones en las que vivían los reclusos aterraron al fiscal.
El viernes 14 de abril, los superior es llevaron al fiscal a las afueras de Ayacucho, a un
cerro, donde una imagen terrible lo desconcertó:

Eran miembros, brazos, piernas, algunos semipulverizados por el tiempo de enterramiento, otros
con los huesos claramente perfilados y rodea dos de tela y cartón, cabezas negras y terrosas una
sobre otra, formando un montón de desperdicios humanos de varios metros de profundidad. Ni
siquiera se veía el final de esa acumulación de huesos y cuerpos secos. El fi scal cayó de rodillas y
vomitó.71

Mientras intentaba reponerse de la impresión que le causó ver esa fosa, se descubrió el
cuerpo de Justino Mayta Carazo, completamente vacío de sangre y sin el brazo izquierdo :

70RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, p. 140.
71Ibidem , p. 156.

30

Clavaron siete puñales en su corazón con precisión perfecta. Todo tipo de cosas : machetes,
navajas de explorador, hasta un cuchillo de carne. Lo destrozaron sin cortar las principales vías de
circulación y dejaron el cuerpo deliberadamente boca abajo. De su pecho salió casi toda la sangre,
el corazón pulverizado llegó a bombear aún u nos minutes después de la muerte. Se fue
extinguiendo. Fue lento, pero , para acelerar el desangramiento , cortaron el brazo.72

En la escena, encontraron también una nota en la que quedaba escrito que Sendero
Luminoso se atribuía el asesinato. El modus operandi de este crimen parecía el del crimen de la
vez anterior, del 8 de marzo. De este rompecabezas, al fiscal Féliz Chacaltana le faltaban dos
piezas: Edwin Mayta y Alfredo Cáceres, piezas que no pudo añadir al puzzle, porque los restos
de Edwin yacían en la fosa común y el primer cadáver correspondía al cuerpo de Cáceres.
En estas circunstancias , decidió indagar en el pasado del teniente Cáceres y se enteró de
que tenía muchos enemigos en la zona, debido a la forma muy violenta de combatir a los
insurg entes: ―El Perro le decían, ¿no? Era una mierda de gente. Un sinchi. […] Cáceres se pasó
en todos los interrogatorios. Toda la fosa que ha visto usted la hizo él casi sólito. Edwin Mayta
Carazo cayó en uno de sus operativos.‖73 Cuando la guerra acab ó, el te niente fue condenado a
veinte años en el fuero militar de Lima, pero cumplió dos y fue trasladado a la guarnición de
Jaen, en la selva. De tantos crímenes cometidos, el teniente Cáceres quedó desequilibrado:
establecía contacto con las rondas campesinas pa ra organizar defensas en contra de la
subversión, pero nadie le hacía caso, lo tomaban por loco.Chacaltana se dio cuenta de que debía
haber muchos militares como Cáceres que abusan de la violencia, que ejercían su poder de
manera indistinta.
Dadas las circunstancias, el comandante Carrión empezó a temer, estaba seguro de que él
sería la siguiente víctima, ya que, después de Cáceres, él seguía en el rango inmediatamente. Por
eso, dejó en manos del fiscal toda la investigación. Es ahora cuando empieza su papel de
investigador: ― Pero había algunos detalles más extraños en las últimas muertes. Cosas que debía
investigar, que no encajaban con los métodos senderistas tradicionales. Su función ahora era

72RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, p. 167.
73Ibidem , pp. 170 -171.

31
investigar solo, meter la cabe za donde nadie quería meterla, ni él mismo. Quizá eso era
unascenso, después de todo.‖74
Como estaba convencido de que las muertes debían tener algún significado religioso,
dado que ocurría n en la Semana Santa, y por el modusoperandi de los asesinos, sobre todo, en la
manera de destruir los cuerpos, Chacaltana fue a pedir explicaciones al padre Quiroz. Aunque el
padre le dio algunas pistas, cada nueva persona con la que hablaba lo confundía más y no sabía
en quien confiar, se sentía desconcertado, desorienta do. Además, como se acercaba la Semana
Santa, el fiscal pensó que el próximo golpe sería el Domingo de Ramos.
Para esclarecer sus dudas, que ponían a prueba su intuición y su inteligencia, el fiscal
Chacaltana decidió ir de nuevo a la cárcel para hablar co n Durango. En este segundo encuentro,
Durango le contó otros casos de brutalidad policíaca y militar, dejándolo sin palabras:

Cuando cerraron la puerta, los de Fuerzas Especiales se nos arrojaron encima, señor fiscal. Eran
unos doscientos armados con garr otes, gases paralizantes y cadenas, sueltos como perros rabiosos
cruzando el patio a zancadas, hacia nosotros. La mayoría de los nuestros estaban esposados o con
grilletes […] Nos rociaron la cara, y mientras no podíamos ver , nos arrojaron a garrotazos al
suelo. Ahí no se detuvieron hasta asegurarse de que no podríamos levantarnos en mucho tiempo…
A mí me dieron en la cabeza, en los testículos, en el estómago… Pero no se quedaron contentos
con eso —ahora, Durango miraba hacia algún punto de la pared bla nca, hacia algún lugar del
infinito —. A las mujeres les… — cerró los ojos —… les arrancaron la ropa, y luego, frente a
nosotros, empuñaron sus garrotes riéndose, diciéndoles cosas, «ven, mamita, que te va a gustar»,
decían… ¿Quiere… quiere usted sab er lo que les hicieron con esos garrotes, señor fiscal?
No. El fiscal no quería saberlo. Quería levantarse e irse, quería cerrar los ojos y apretar los dientes
para siempre, quería arrancarse las orejas para no tener que seguir oyendo. El terrorista ya no
disimulaba las lágrimas que rodaban por sus mejillas.
—Debería saberl o —continuó ahora mirando fijamente al fiscal, con odio —. Debería saber lo que
hicieron con sus garrotes a las mujeres, porque luego a los h ombres nos hicieron lo mismo…75

La conversación con Durango hizo al fiscal darse cuenta de las mentiras sostenidas por
los militares sobre la inexistencia de la amenaza antiterrorista. A pesar de su confianza ciega en
las autoridades, Durango le abrió los ojos . Antes de tener contacto co n la violencia, él sabía

74RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, pp. 177 -178.
75Ibidem , pp. 212 -213.

32
claramente cuál es su postura ética y cuáles son sus principios morales; no dudaba de que los
senderistas fueran criminales y de que el ejército debía encargarse de proteger a la población de
sus actos terroristas, pero conocer est as historias lo revolvieron, entendió que ambas partes
ejercían la violencia, que no se llegaba a ninguna parte, sólo que la diferencia la hacía la ley,
porque, como decía Durango: ― Si uno mata con bombas caseras se llama terrorismo y si mata
con ametralla doras y hambre se llama defensa. Es un juego de palabras, ¿no?‖76 Todo su sistema
de valores se derrumbó. Al parecer, él vivió hasta ahora idealizando al ejército, a sus
compañeros, a las instituciones del estado peruano. Se preguntó si la guerra justificab a todos los
abusos, si el fin de verdad justifica los medios, si por deshacerse de los terrucos podian hacer lo
que fuera, si la violencia se quita con la violencia. Se dio cuenta de que lo que había enseñado en
Lima era muy distinto a la realidad que lo r odeaba:

Chacaltana había vivido toda su vida entre palabras ordenadas, entre poemas de Chocano y
códigos legales, oraciones numeradas u ordenadas en versos. Ahora no sabía qué hacer con un
montón de palabras arrojadas al azar sobre la realidad. El mundo no podía seguir la lógica de esas
palabras. O quizá todo lo contrario, quizá simplemente la realidad era así, y todo lo demás eran
historias bonitas, como cuentas de colores, diseñadas para distraer y para fingir que las cosas
tienen algún significado.77

Toda esta revelación trastocó mucho al fiscal, pero también le dio fuerza para seguir
adelante, para dejar de ser ―Chacalt ita‖ el obediente, el débil, el amable.
En estas circunstancias, sucedió el tercer crimen. El 19 de abril se reportó la desaparición
de la cárcel de Huamanga del preso Hernán Durango González. El próximo día fue encontrado
su cuerpo, pero sin una pierna:

(…) estaba apoyado endisposición cruciforme sobre un árbol de dos metros y medio de altura,a
cuyas ramas sus extremidades superiores ha bían sido clavadas por lasmuñecas.Asimismo, una de
sus extremidades inferiores había sidoadjuntada a la parte inferior del tronco con el mismo
método,verificándose que la otra no se hallaba en las mismas condiciones por elhecho de ni
encontrarse en absolut o en el cuerpo, del que había sidoprácticamente arrancada. El occiso

76RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, p. 138.
77Ibidem , pp. 308 -309.

33
presentaba, para más señas, unacorona ceñida a su frente consistente en un metro y
medioaproximadamente de alambre de púas, enrollado en torno a la cabeza yapretado sobre ella
en circunst ancias en que atravesaba la piel de todo elperímetro craneal. Un corte en su costado
izquierdo, a la altura delcorazón, aún sangraba.78

Por tercera vez, Chacatana asistía a una escena aterradora. Sólo se hacía más preguntas,
no sabía quién o po r qué hacía esto, no tenía sufi cientes informaciones, no había ningún testigo,
nadie veía, escuchaba o decía nada.
A diferencia de los otros crímenes, en éste ultimo encontr ó una nota que decía «Muerto
por soplón. Sendero Luminoso. »79 Sin embargo, por alguna razón, no indicaba que fueran
crímenes senderistas: «Todas las víctimas parecían haber ido directamente, casi voluntariamente,
hacia su asesinato. Con Mayta y Durango era razonable. Confiaban en sus camaradas, se dejaron
llevar. El primero, Cáceres, también tenía una explicación: estaba loco de remate, loco de sangre.
La gente que ha matado demasiado ya no se arregla nunca. No importa de qué lado lo haya
hecho. »80
Este nuevo crimen lo hizo pensar que él también podría ser la diana de l asesino y que se
involucró más de lo que creía. Se percató de que todas l as personas con las que hablaba moríany
todo esto le causó temor, pánico. Era demasiado para él darse cuenta de cómo ha cambiado su
vida, si hasta hace muy poco solo se encargaba de hacer informes y enviar memorandums. Ahora
se encontraba delante de casos de asesinatos de una violencia terrible, que debían ser resueltos.
Todos sus temores se intensificaron el viernes, 21 de abril, cuando se encontró otro
cadáver. Sin poder dormir, en la madrugada de aquel día, Chacaltana decidió buscar al párroco,
en la casa parroquial, sólo para asegurarse de que estaba bien. Pero lo que encontr ó fue:

El cuerpo, en realidad, el medio cuerpo que sobresalía del horno, era el del padre Quiroz. Aún
llevaba puestas las ropas de misa, con las mangas recogidas y los brazos abiertos en cruz.
Venciendo su repulsión, el fiscal se acercó aún más. Algo emergía de la boca del sacerdote, como
una lengua rígida y muy larga. Al llegar a su lado, el fiscal descubrió que era la empuñadura de
un cuchillo. El resto estaba adentro, atravesando su garganta hasta la nuca. La sangre que se
derramaba de la boca no se había coagulado todavía. Seguía goteando sobre el suelo húmedo del

78RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, pp. 223 -224.
79Ibidem , p. 226.
80Ibidem , p. 228.

34
sótano y manchaba los bordes del horno. La muerte era muy reciente. No era lo único que
goteaba. Antes o después de la ejecución, el asesino había vertido ácido sobre la cara y los brazos
del sacerdote. […] Las partes que había tocado el líquido aparecían mordidas y deshechas, con la
piel entre arr ugada y rasgada, convertida en un pegajoso chicle de carne. Adentro del horno, el
fiscal percibió que le habían separado la pierna del tron co.81

Desde ese momento, Chacaltana pasó a ser un anti -detective: por no poder controlar sus
nervios, empezó a cometer errores – manipuló el cuerpo , modificó la escena del crimen, disparó
su arma, temía por su vida, temía que el asesino se encontraba todavía en la casa, temía que
alguien lo encontrara ahí y él se convertiría en el principal sospechoso.
Desesperado, salió de la casa para encontrarse con Edith, la mesera de un restaurante con
la que establec ió una relación. Los dos eran solos, porque los padres de Edith habían sido
asesinados por los terrucos o, por lo menos, eso es lo que se sabía de ellos. Después d e una pelea,
Chacaltana decidió buscar en los archivos el nombre de su novia y descubrió que, en realidad, los
padres de Edith habían sido senderistas y habían muerto durante un ataque a un puesto de
policía. Además, descubrió que ella se encargaba de ayud ar a los presos por terrorismo del penal
de Huamanga, con comida y med icinas y vio su nombre en la lista de visitas a Durango.
Esto noticia lo hizo desconfiar de todos . Encolerizado, cometió otro error: la busco y la
apuntó con su arma, sin reparar en los testigos.
Esta escena muestra cómo ha cambiado el protagonista debido al contacto con tanta
violencia: del hombre tranquilo, inseguro, tímido del principio de la novela, el fiscal se convirtió
en un hombre que perdió el control de sí mismo, capaz de usar l a fuerza, de amenazar, de
enfadarse como nunca lo había hecho antes.
El sábado 22 de abril, se encontró el quinto cadáver:

La pequeña habitación estaba casi enteramente pintada de sangre. […] En la única pared que
noestaba por completo cubierta, había pi ntas con lemas senderistas,escritos con un pincel que el
asesino había mojado en el cuerpo quedescansaba sobre la cama. Cuerp o. No era un cuerpo en
realidad[…] descubrió que esta vez era todo locontrario: dos piernas, dos brazos, una cabeza.
Amontonados so bre lacama dejando libre el espacio del tronco. Y nada más. Aún tuvo

81RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo…, pp. 253 -254.

35
unaesperanza antes de reconocer, entre el rojo absoluto de los miembros, eldiente brillante de
Edith y el lustre, ahora bermellón, de su cabello.82

Después de este golpe, Chacaltana no pudo seguir con la investigación. A más de esto, las
pruebas indicaban que el principal sospechoso era él:

Anoche se le vio salir en compañía de la víctima del restaurante El Huamanguino. Según nuestra
información, estaba usted visiblemente alterado. Hay testigos que aseguran que ustedes dos
discutieron. Muchísimos testigos. Varios de ellos afirman que la amenazó usted con un arma de
fuego en plena vía pública. Después de eso, ella no volvió al restaurante. Nadie más volvió a
verla vi va. ¿Qué tiene usted q ue decir?83

Estaba agotado. Había cometido muchos errores en busca de la verdad. No había pruebas
que lo involucraban solamente en el caso de Edith, sino también en los casos de los otros
crímenes: dejó señas de que estuvo en la casa parroquial, sabían que había visto a Justino y
figuraba en las listas de visitas a Durango. Toda su investigación fue un fracaso y eso lo hizo
sentirse como «un inútil. Había estado siguiendo todo el tiempo un callejón sin salida,
persiguiendo fantasmas, persiguiendo a sus prop ios miedos, a sus propios recuerdos, más que a
una realidad que se reía de él. »84
A pesar de las pruebas en su contra, fue dejado en libertad. En su casa, pensó que un
crimen más era inminente. Como solo le quedaba un sospechoso, decidió ir a buscarlo.
El sospechoso era Carrión. Le contó que Cáceres quería revivi r la guerra, por eso
decidieron pedirle a Justino que lo matara, haciéndole ver eso como una oportunidad para vengar
a su hermano. Pero todo se complicó y Justino y el párroco tenían que morir, porq ue podrían
acusarlo; lo mismo hizo con Edith y con Durango, porque no sabía de qu é podían haber hablado
con el fiscal.
De tanta violencia, Carrión también dio señales de haber perdido la razón cuando le dijo
que los muertos:

82RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo… , pp. 292 -293.
83Ibidem , p. 294.
84Ibidem , pp. 297 -298.

36
Me pedían que la sangre no fuese derramada en vano, Chacaltana, y yo lo hice: un terrorista, un
militar, un campesino, una mujer, un cura. Ahora todos están juntos. Forman parte del cuerpo que
reclaman todos los que murieron antes. ¿Comprende usted? Servirán para construir la histor ia,
para recuperar la grandeza, para que hasta las montañas tiemblen al ver nuestra obra. A principios
de los ochenta prometimos resistir el baño de sangre. Los que se han sacrificado en estos días no
han muerto. En nosotros viven y palpitan, en nosotros. Sólo falta uno para que la tierra se
estremezca, se incendien las praderas, lo de arriba quede abajo y lo de abajo, arriba. Sólo falta la
cabeza…85

Después de este diálogo, empezaron a perseguirse hasta que Chacaltana lo mató. De este
modo, el fiscal pas ó de ser un hombre honorable e intachable a ser un prófugo acusado de
asesinato múltiple. A lo largo de la novela, Chacaltana descubre no solo que la violencia siguió
allí, sino que él también fue partícipe de ella.
Este repaso de la novela permite apoyar la conclusión de que la representación del crimen
y de la violencia en la novela Abril rojo es dura y cruel. Al abordar el tema de la violencia
política peruana, el autor se sirve de los mecanismos de la novela negra. Según Néstor Saavedra,
la novela se in cluye en el grupo de novelas que «siguen una lógica de investigación ante la
trasgresión de una ley. Son novelas que se definen en el marco de manera indirecta, recogiendo
fuentes, testimonios de quienes en verdad participaron a la violencia política. »86
Santiago Roncagliolo recurre a la novela negra , porque así puede hacer consideraciones
de orden social. La representación de una sociedad afectada por la corrupción y crisis social es
un ingrediente básico de la novela negra. Como menciona Eric Carbajal, «el autor recurre al
modelo de la novela negra para usar estrategias críticas y analíticas de una sociedad corrupta y
posviolenta. »87, marcada por el conflicto interno peruano.
El conflicto senderista fue abordado desde varias perspectivas y en el caso de esta novela,
se recurre a los mecanismos del género negro para presentar un Perú violento, donde se pretende
silenciar los ecos de la guerra.

85RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo… , pp. 310 -311.
86SAAVEDRA, Néstor, ―Identidad y diferencia: un acercamiento al conflicto armado de la década de los 80
representado en cinco novelas peruanas contemporáneas‖, Ajos&Zafiros, Revista de Literatura , Lima, núm. 8 -9,
2007, p. 66.
87CARBAJAL, Eric, ―Mitología y neutralidad: ideología simulada en Abril rojo de Santiago Roncagliolo‖, in
Cincinnati Romance Review , Nr. 36, 2013, p. 186.

37
III. Dicotomía del espacio. Heterogeneidad humana

El proceso de la elaboración de los personajes en Abril rojo se basa en la intencióndel
autor en evidenciar un panorama auténtico de la sociedad peruana. Desde el principio de la
novela, el lector observa la dicotomía entre dos espacios, el Perú de los ricos y el Perú de los
pobres, el de los blancos y el de los me stizos e indígenas, el del castellano y el de la lengua
quechua. El concepto del espacio en Abril rojo tiene un carácter documental, la construcción de
las escenas se basa en la elaboración de un cuadro vivo y verídico de Perú, en general, y de
Ayacucho, e n particular.
La documentación de la historia supone una fiel descripción del espacio que la enmarca.
Los lugares que aparecen en la novela cobran voz y son testigos de los hechos reales de la
historia de su pa ís, junto con los personajes.
Los personajes principales de la novela están ligados a sus entornos correspondientes: el
hogar, la iglesia, la cárcel, Lima, Ayacucho, Huamanga.
El hogar está representado a través de las casas del protagonista Félix Chacaltana
Saldívar y de la joven Edith. Son casas mo destas, típicas de la gente de la clase media y obrera.
La mayoría de los lugares son espacios cerrados, escenarios de relaciones íntimas e
interpersonales de los personajes.
El hogar del fiscal Chacaltana puede ser considerado un espacio psicológico, sentimental,
porque allí conversa con su madre difunta y queda atrapado en un estado de melancolía. A
diferencia del suyo, el hogar de Edith es el testigo del modo de vida de una joven huérfana,
condenada a vivir en miseria y sufrimiento, dentro de un soci edad injusta y machista. La escena
de la violación de Edith, en su casa, por el fiscal, muestra la fragilidad del lugar, la incapacidad
de proteger a su dueña.
Las escenas de la iglesia muestran una contradicción en ese lugar sagrado y en todo el
país. En el horno de la iglesia eran quemados los cuerpos de los terroristas. Roncagliolo se
propone enseñar las prácticas atroces que se cometían en ese espacio sagrado, incluyendo al
final, al padre Quiroz en el círculo de las víctimas asesinadas.
La cárcel es el espacio que da voz a los prisioneros, a los senderistas, de donde
escuchamos la otra variante, con respecto a las persecuciones y a la tortura que sufrían los
miembros de la organización terrorista SenderoLuminoso, a través de las palabras del camarada

38
Durango González: «Debería saber lo que hicieron con sus garrotas a las mujeres, porque luego a
los hombres nos hicieron lo mismo […] usted me pregunta si yo creo en el cielo. Creo en el
infierno, señor fiscal. Vivo ahí. El infierno es no poder morir. »88
El autor da voz a los presos senderistas pa ra explicar la tortura insoport able y las
condiciones inhumanas a las que eran sometidos. El representante de este grupo es el camarada
Hernán Durango González, un intelectual al que le gusta leer a Arguedas y a otros escritores. En
las conversaciones que entabla con el fiscal Félix Chacaltana, confiesa varios aspectos
ideológicos e históricos sobre el grupo. Asimismo, no duda en criticar y reprochar al fiscal el
hecho de elegir a practicar una profesión burocrática, si n indagar antes en los principios
ideológicos que seguía la organización terrorista, principios por los cuales ellos decidieron
sacrificar sus vidas y aguantar todo el salvajismo, la interpretación de la noción del „terrorismo‖:

¿Sabe cómo entrenaba el teniente Cáceres a sus soldados? Los hacía matar los perros y comerse
sus intestinos. El soldado que no aceptase, sería tratado como perro. […] Si uno mata conbombas
caseras se llama terrorismo y si mata con ametralladoras y hambre se llama defensa. Es un juego
de palabras, ¿no? ¿Sabe cuál es la diferencia? Que a nosotros no nos importa. En cambio los
suyos, sin una metralleta en la mano, se orinan de miedo.89

Los personajes corresponden a unos niveles sociales e ideológicos muy vari ados. Se
pueden dividir en tres categorías: la parte antisubversiva, que constitye la Fuerza Armada,
incluyendo a la Policía; el Gobierno, incluyendo aquí al Servicio de Inteligencia, y el poder
judicial. En el mismo bando, hay otras divisiones, según sus propias circunstancias,
características, actitudes u opiniones: el ciudadano es mestizo, indígena o blanco, la mujer
aparece en la novela como madre, amante o líder senderista, hay gente cristiana y gente que cree
en una dogma indígena.
El ciudadano peruan o está representado en numerosos modelos, según su raza: mestiza,
indígena o blanca. A lo largo de la novela descubrimos una clasificación racial, una dualidad en
la sociedad peruana, los blancos son los limeños que hablan castellano y gozan de importancia y
buen crédito más elevado que los indígenas y mestizos, que son cosiderados de segundo rango
humano: «Los vecinos queridos ni siquiera saben hablar español. No sé qué han tratado de

88RONCAGLIOLO , Santiago , Abril rojo…, p. 214.
89Ibidem , pp. 137 -138.

39
decirle, pero no se preocupe por ellos. […] esta gente no habla, no sabe comunicarse, está
muerta. […] Todos los periodistas eran blancos, limeños o gringos. »90
En su informe final, la Comisión de la Verdad y Reconciliación explica que la población
campesina fue la príncipal víctima de la violencia:

(…) el proceso de violen cia puso de manifiesto la gravedad de las desigualdades de índole étnico –
cultural que aún prevalecen en el país. Y esque la violencia impactó desigualmente distintos
espacios geográficos y diferentes estratos de la población. Una tragedia humana de estas
proporciones puede resultar inverosímil, pero es la que sufrieron las poblaciones del Perú rural,
andino y selvático, quechua y asháninka, campesino, pobre y poco educado, sin que el resto del
país la s intiera y asumiera como propia.91

El protagonista Félix Chacaltana Saldívar es el estereotipo del ciudadano común,
mediocre: mestizo, humillado por los más poderosos, que lo llamaban „Chacaltita‖, víctima de
conflictos sociales y políticos dentro del país, que hace el esfuerzo de descubrir la realidad y
enseña rla al lector; es un testigo fiable del ciudadano peruano que vive la época de la guerra
popular de Sendero Luminoso contra el Estado.
El ciudadano peruano en general y el indio en particular se enfrenta a otros factores que
dirigen su existencia, su iden tidad, su ciudadanía: el poder institucional, la fuerza de los cuerpos
militares, de la policía, la autoridad de la iglesia.
El narrador del texto revela con claridad las prácticas de la Iglesia, a través del padre
Quiroz, figura representante de la instit ución en esta novela, que se encargaba de quemar los
cadáveres de los terroristas asesinados por los militares y los policías en el horno de la iglesia.
Los cuerpos del poder de aquella época recibían apoyo sin condiciones de parte de la iglesia. La
muerte terrible del padre podría significar dos cosas: «la destrucción de la imagen de la autoridad
religiosa y la consagración de la violencia de todas las partes participantes en la guerra
incabada. »92

90RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, pp. 103, 115, 118.
91http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20I/Primera%20Parte%20El%20Proceso -Los%20hechos –
Las%20v%EDctimas/Seccion%20Primera -Panorama%20General/1.%20PERIODIZACION.pdf (02.06.16)
92ABDEL HAFEZ, Abeer Mohamed, „Abril rojo: documentación escénica de la geografía humana en Perú‖, in
Noureddine ACHIRI , Álvaro BARAIBAR y Felix K. E. SCHME LZER (eds.), Actas del III Congreso Ibero –
Africano de Hispanistas, Pamplona, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2015, p. 29.

40
A la policía le gustaba mostrar a los sospechosos de terror ismo en conferencias de prensa.
Querían demostrar su capacidad de capturar a los delincuentes subversivos, a los terroristas,
lucirlos, darles órdenes, controlarlos.
La serie de los crímenes incorpora a las figuras representantes de la guerra política y el
conflicto humano en las clases de la sociedad. Figuras como el capitán Pacheco, Carrión,
Cáceres sugieren un conflicto de carácter político y humano. Los tres simbolizan el poder en el
país, el poder militar y el poder policial. La novela hace hincapié en los actos bárbaros cometidos
por estos cuerpos, como asesinatos y torturas. La actuación de los policías y de los militares se
caracteriza por abuso de poder y violencia, siendo ellos, también, culpables del deterioro de la
seguridad y del progreso del pa ís, debido a la lucha feroz que llevaban con los miembros de
Sendero Luminoso.
Los representantesdelpoderarmado se caracterizantambién por la dicotomíabien – mal: a
pesar de cometeresosactosbrutales, noquedanindiferentes y confiesan sus remordimientos y
sumalestar. Además, son conscientesdeldesprecioqueinspiran a losdemás:

Ustedes los intelectuales desprecian a los militares porque no leemos. Sí, no ponga esa cara, he
escuchado sus bromas, he visto la cara de los viejos políticos cuando hablamos. Y las co mprendo.
Nuestro problema es que estamos hasta los huevos de la realidad, nunca hemos visto las cosas
bonitas de las que hablan sus libros.93

Asimismo, sienten un miedo permanente porquesabenque sus momentos de vida
están contados: « Tarde o tempranovendrán de Lima . Vendrán por nuestras cabezas.
Nossacrificarán a nosotros, quesomoslosque peleamos.»94
Según los casos reportados a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, «los agentes del
Estado, Comités de Autodefensa y paramilitares son responsables del 37.26% de muertos y
desaparecidos. De estos, especialmente miembros de las fuerzas armadas escalaron la violencia
iniciada por PCP -SL, resultando responsables del 28.73% de muertos y desaparecidos reportados
a la CVR. »95

93RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, p. 163.
94Ibidem , p. 164.
95http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20I/Primera%20Parte%20El%20Proceso -Los%20hechos –
Las%20v%EDctimas/Seccion%20Primera -Panorama%20General/1.%20PERIODIZACION.pdf (03.06.16)

41
III.1. La mujer en Abril rojo

La figura de la mujer tiene papeles distintos en la sociedad peruana de aquel entonces: es
madre, amante y líder senderista.
Si comparamos la presencia en el texto de los personajes femeninos con l os masculinos,
notamos con claridad la mayor presencia de los segundo s. Sin embargo, las hipóstasis de la
mujer tienen una importancia significativa en la novela. A lo largo de la lectura, descubrimos
detalles sobre la situación de la mujer en Ayacucho:

Según él, esas prácticas, dentro de un matrimonio legal, no se podían llamar violaciones. Los
esposos no violan a sus esposas: les cumplen. Pero el fiscal Félix Chacaltana Saldívar, que
comprendía la debilidad humana, normalmente abría un acta de conciliación para amistar a las
partes y comprometía al esposo a cumplir su de ber viril sin producir lesiones de cualquier
grado.96

Las mujeres indígenas sufren humillaciones, como, por ejemplo, la madre de Edwin
Justino Mayta, que habla quechua y va en busca de su hijo, y al final todo lo que encuentra es un
cadáver destrozado y qu emado como el resto de cadáveres:

[…] una campesina bajaba por la ladera de uno de los cerros del otro lado. Tropezaba y rodaba
hacia las faldas, pero se incorporaba para seguir su camino. Tres soldados de ese lado se
acercaron a bloquearle el paso. La mu jer gritaba algo en quechua. […]Los soldados la tomaron
del brazo, pero ella se soltó y continuó corriendo y gritando.[…] Uno de los soldados le jalaba la
pollera. Otro forcejeaba con ella, tratando de alejarla a rastras. La mujer se negaba a moverse.
Parecía más fuerte que los otros tres juntos. […] Le apuntó a la espalda, luego a la nuca, luego a
la pierna. Los otros dos trataron de mantenerla quieta. Le gritaron algo. El fiscal llegó a oír: «Vete
de aquí, mamacita, aquí no hay nada que debas ver». […] —Nunca matarían a una madre, señor
fiscal […] A veces, el miedo hace que se excedan. A veces han llegado a golpear a alguna. Pero
nunca las matan.97

96RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, p. 7.
97Ibidem , pp. 157 -158.

42
La figura de la madre del fiscal Chacaltana detalla el trastorno psicológico que tiene el
fiscal, cuando conversa con ella y le parece ver el fantasma de su madre; esta situación dificulta
la relación con Edith.
La figura de Edith tiene una notable importancia en la relación de las secuencias
narativas. Su dulzura, su sensibilidad, su simpleza e inocencia no contravienen a su misión
activista en el grupo senderista, no la impiden a informar a su camarada de todos los detalles y
secretos del fiscal. Con la escena de la violación y la del crimen atroz, se cierra el círculo de su
sufrimiento de chica huérfana, condenada a vivir en miseria y sufrimiento, dentro de un a sociedad
injusta y machista .

III.1. 1. La mujer senderista
Mao Tse Tung dijo alguna vez que «el éxito de la revolución depende de las mujeres. »98
Según autoridades penales peruanas, la tercera parte de los acusados de actos terroristas
atribuidos a Sendero Luminoso son mujeres. Desde 1990, las investigaciones de la inteligencia
policial certifican la presencia de ocho mujeres entre los 19 miembros del clandestino Comité
Central del Partido y también l a presencia de dos integrantes femen inos en un Politburó
compuesto por cinco miembros. De hecho, lo más corriente era que fuera una mujer la encargada
de dar el tiro de gracia a los oficiales policiales y militares atacados. El senderismo declara que el
40% de sus afiliados son mujeres.
En ese tiempo, era muy común la idea de que sólo las mujeres locas se unían a Sendero.
Para la prensa, sólo había dos tipos de mujeres senderista: «la autómata asexuada, fría, como el
metal de un instrumento bélico, y la diosa de lujuria, una ninfómana sedienta de sangre. Abundan
los comentarios sobre su crueldad, belleza y apetito sexual. »99
En un manual de entrenamiento de la policía, que data de 1990, son mencionados algunos
rasgos de personalidad de las mujeres subvers ivas: «Son más determinadas y peligrosas que los
hombres, tienen conductas absolutistas y se consideran capaces de desempeñar cualquier misión,
poseen la dicotomía de la debilidad y la dureza, son indulgentes, sumamente severas… explotan
y manipulan al pró jimo, son impulsivas y arriesgadas. »100 Y esto porque, en aquel entonces, en
Perú, según cuenta la camarada Gloria a la escritora y defensora de los derechos humanos, Robin

98KIRK, Robin, op. cit., p. 16.
99Ibidem , p. 17.
100Ibidem , p. 18.

43
Kirk, «las mujeres son oprimidas por la sociedad y por la familia, de modo que son má s
revolucionarias que los hombres. »101
En la época medieval, la mujer europea podía liberarse del estigma vinculado a su sexo
ingresando a una orden religiosa. Al unirse a Sendero Luminoso, era como si hubieran aceptado
un contrato místico que les salvara d e un destino cruel: las mujeres se volvían mejores que las
blancas, que las ricas, que cualquiera que no estuviera en el Partido. Ganaban la igualdad con los
hombres, al menos en teoría, porque para Sendero Luminoso no importaba el género, sino la
clase:

La condición biológica femenina es equivalente a la de un minero o un intelectual. A diferencia
de otros comunistas , que insistían en que la igualdad de género es una "contradicción secundaria"
a ser discutida después de la revolución, la revista senderist aRima Ryna Warmi ("Las mujeres
hablan") argumenta que la igualdadeconómica y de género surgirían de la victoria maoísta.
Sendero Luminososigue siendo el único grupo político que ha reclutado activamente a mujeresy
las ha colocado en posiciones de poder.102

Si la mujer senderista daba información a la policía, «caía en la negra mugre
reaccionaria », como se decía en la jerga de Sendero Luminoso.

El hecho que hubieran sido torturadas y violadas era inmaterial. Se les obligó a escribir auto –
inculpaciones y asi stir a sesiones de crítica. También fueron golpeadas, y se les afeitó lacabeza. A
otra camarada se le perdonó el castigo porque había caído "en crisis" a causa de la tortura. Tres
veces había intentado suicidarse y se rehusaba a hablar y a comer.103

De las declaraciones que algunas senderistas ofrecieron a Robin Kirk, nos enteramos del
modo de la policía de tratar a las senderistas: a alguna, «los policías la habían sometido a
violación en grupos, con bastones de madera y una barra de metal. Al ser llevada a prisión,
nopodía caminar. Tenía los muslos ensangrentados, y los guardias estabanseguros de que tendría
un aborto espontáneo. »104A otra:

101KIRK, Robin, op. cit., p. 62.
102Ibidem , pp. 34-35.
103Ibidem , p. 64
104Ibidem , p. 65.

44

Cuando la policía la interrogaba, ella sólo lloraba. Dijo que la habían obligado a participar.
Erasólo una niña. La suspendieron de las muñecas. Le colocaron cables conelectricidad en los
senos, las orejas y la vagina. Ella repitióla misma historia.Había sido obligada. Entonces la
violaron. Como ella misma dice, laviolación fue una especie de hecho automático, que no
pretendía forzarla amás confesiones. Lo hacían para relajarse.105

A estas mujeres solo les quedaba el arrepentimiento de haber vivido para contarlo.
El escritor Santiago Roncagliolo no renuncia a la presencia de la mujer en la novela,
porque a través de ella enfatiza su actividad política y su liderazgo en los grupos de lucha
senderista, aunque era condenada al sufrimiento y a la humillación. Por medio de la voz del
camarada Durango, elogia el papel que tuve la mujer en la lucha, actuando con inteligencia y
premeditación:

Se organizaban en grupos de hombres comandados por mujeres. […] aparentemente, las mujeres
siempre fueron las más fuertes ideológicamente. Y las más sanguinarias. Los hombres eran unos
mandados, por decirlo así. Servían para los enfrentamientos y las tareas técnicas. Pero si había
que dar un tiro de gracia, lo hacía la jefa.106

105KIRK, Robin, op. cit., p. 73.
106RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, p. 227.

45
IV. Mito y religiosidad

En la novela Abri lrojo, el escritor Santiago Roncagliolo nos hace conocido el
descuartizado cuerpo de Inkarrí mediante la trama policíaca, en el período de la Semana Santa,
del año 2000, en Ayacucho, la cuna de la organización terrorista maoísta Sendero Luminoso.
Inkari o Inkar rí es un mito que apareció después de la ejecución del último inca , Túpac
Amaru, en 1572, que fue decapitado públicamente por la corona española. Para el pueblo, que
presenció la muerte de su Inca, este episodio significó el final de la resistencia de los Incas de
Vicabamba. En 1781, se repitió con más violencia este acto, con la decapitación y el
descuartizamiento del líder indígena Túpac Amaru II. Según el mito, los pedazos del inca, que
fueron enterrados en diversas partes de Perú, están creciendo para r eunirse. Cuando se encuentre
la cabeza, el inca renacerá y el imperio del Tahuantinsuyo resurgirá.

Dicen que Inkarrí fue hijo de mujer salvaje. Su padre dicen que fue el Padre Sol. Aquella mujer
salvaje pario a Inkarrí, que fue engendrado por el Padre Sol.
El Rey Inka tuvo tres mujeres.
La obra del Inka está en Aqnu. En la pampa de Qellqata está hirviendo, el vino la chicha, el
aguardiente
Inkarrí arreó a las piedras con un azote, ordenándolas. Las arreó hacia las alturas con un azote.
Después fundó una ciudad.
Dicen que Qellqata pudo haber sido el Cuzco.
Después de cuanto he dicho Inkarrí encerró al viento en el Osqonta (montaña de Puquio), el
grande. Y en el Osqonta pequeño amarró al Padre Sol, para que durara el tiempo, para que durara
el día. A fin d e que Inkarri pudiera hacer lo que tenía que hacer.
Después, cuando hubo amarrado al viento arrojó una barreta de oro desde la cima del Osqonta, el
grande. «Si podrá caber el Cuzco », diciendo. No cupo en la pampa de Qellqata. La barreta se
lanzó hacía adentro, «No quepo », diciendo. Entonces, se mudó hasta el Cuzco.
¿Cuál sera tan lejana distancia? Los de la generación vivienteno lo sabemos. La A ntigua
generación, anterior a Atahualpa, la conocía.
El Inka de los españoles apresó a Inkarrí, su igual. No s abemos donde.
Dicen que solo la cabeza existe. Desde la cabeza está creciendo hacia adentro; dicen que está
creciendo hacia los pies.

46
Entonces volverá Inkarrí, cuando esté completo su cuerpo. Ha de volver a nosotros, si Dios da su
asentimiento. Pero no sabemos, dicen, si Dios ha de convenir en que vuelva.107

Todo este no es más que un testimonio cultural que nos revela las creencias del pueblo
quechua y el modo de interpretar el suceso histórico de la conquista y la colonización del imperio
español desde la cosmovisión andina.
Podría considerarse que Inkarrí es una metáfora que expresa la sensación de orfandad de
un pueblo que espera el retorno de su líder y la restitución del orden perdido. Pero también
podría valorarse como símbolo de la resistencia, porque en él se resumen varios episodios de
insurrección indígena, como la violencia con la que fueron reprimidos a lo largo de la historia
peruana, a partir del asesinato de Atahualpa a manos de Pizarro, en 1533.
El tema del indígena surgió grandes debates, basados en la exclusion social y su legítimo
derecho sobre la tierra. Con las teoría s social es, económicas y scientíficas que surgieron en
Europa, el mundo indígena se conviert ió en objeto d e estudio, debate politico y social.
Por ejemplo, el ideológo José Carlos Mariátegui (1894 -1930) estudió la evolución de la
economía peruana aplicando el esquema marxista. Él considera que el indio no es más que un
siervo hundido en estructuras sociales in justas y lo que él ve como resolución a este problema
social sería la implementación de la revolución socialista:

Todas las tesis sobre el problema indígena, que ignoran o eluden a éste como problema
económico -social, son otros tantos estériles ejercicios teoréticos -y a veces sólo verbales –
condenados a un absoluto descrédito. No las salva a algunas su buena fe. Prácticamente, todas no
han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad del problema. La crítica socialista lo
descubre y escla rece, porqu e busca sus causas en la economía del país y no en su mecanismo
administrativo, jurídico o eclesiástico, ni en su dualidad o pluralidad de razas, ni en sus
condiciones culturales y morales. La cuestión indígena arranca de nuestra economía. Tiene
susraíces en el régimen de propiedad de la tierra. Cualquier intento de resolverla con medidas de
administración o policía, con métodos de enseñanza o con obras de vialidad, constituye un trabajo
superficial o adjetivo, mientras subsista l a feudalidad de los «gamona les»108

107http://mitoperu.galeon.com/inkarri.html (07.06.16)
108MARIÁTEGUI, José Carlos, Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Colectivo Amauta
(http://www.lahaine.org/amauta/b2 -img/Mariategui%20Siete%20Ensayos.pdf ), p. 19.

47
Para conseguir esa revolución , Mariátegui propone el adoctrinamiento ideológico desde
la escuela y considera el aula universitaria una herramienta en la lucha de clases. En eso puso
Abimael Guzmán los pilares de la guerrilla más sangrienta de Améri ca Latina.
La tensión entre el indígena y el extranjero, que nos muestra el mito de Inkarrí , adquiere
en el siglo XXI unas dimensiones ideológicas que nos revelan el continuo antagonismo .
Roncagliolo, con su novela Abril rojo, nos muestra una sierra super sticiosa, atrasada, salvaje,
vista desde el punto de vista del racionalismo de l limeño instruido y aculturado, un país que no
logra comprenderse a sí mismo, un país fragmentado y corrupto.
El narrador del texto cuestiona, a través del espacio, a los testi gos de la realidad de Perú.
El tema de la religion y la religiosidad es muy relevante en la obra. La figura representante de
esta dimensión es el padre Quiroz, que plantea algunos aspectos sobre la creencia y la fe de los
indios, además de su integración e n la sociedad moderna: «Los indios asistieron a misa
encantados y en masa… Rezaron y aprendieron cánticos, inclusive comulgaron. Pero nunca
dejaron de adorar al sol, al río y a las montañas. Sus rezos latinos eran sólo repeticiones de
memoria. Por dentro seguían adorando a sus dioses, sus huacas. »109
Si el padre Quiroz duda de la religiosidad de los indios, el fiscal Chacaltana también
cuestiona la religión y critica la fe y las prácticas representativas:

El fiscal había estado varias veces en esa fiesta. Recordó los golpes. Hombres y mujeres, no
importa. Todos partiéndose la cara, que es donde más sangra. Creían que su sangre irrigaría la
tierra. Recordó las narices goteando y los ojos morados. El fiscal solía tipificar las fiestas como
«violencia consentida con motivos de religiosidad». Se hacían muchas cosas raras con motivos de
religiosidad. […] La religión siempre es un consuelo. Sobre todo aquí… con tanto difunto.110

De todos modos, el fiscal Félix Chacaltana acude al padre para que éste le ayude a
resolver el móvil de una serie de asesinatos que se caracterizan por el mensaje dejado en cada
cuerpo: religiosidad, sincretismo, barbarie:

—¿Por qué, padre? ¿Por qué no pueden simplemente matarlos? ¿Por qué tiene que ser así?

109RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, p. 45.
110Ibidem , pp. 34, 44.

48
— Hay una razón más al lá de la barbarie —la calidez paternal del padre se fue congelando en un
tono grave y seco —. En los Andes existe el mito del Inkarri, el Inca Rey. Parece haber
surgido durante la colonia, después de la rebelión indígena de Tupac Amaru. Tras sofocar la
rebelión, el ejército español torturó a Tupac Amaru, lo golpearon hasta dejarlo casi muerto…
—golpes, golpes, golpes, pensó el fiscal — Luego tiraron de sus extremidades con caballos
hasta despedazarlo […]Los campesinos andinos creen que las partes de Tupac A maru fueron
enterradas en distintos puntos del imperio, para que su cuerpo nunca se volviese a unir. Según
ellos, esas partes están creciendo hasta unirse. Y cuando encuentren la cabeza, el inca volverá
a levantarse y se cerrará un ciclo. El imperio resurg irá y aplastará a los que lo desangraron.
La tierra y el sol se tragarán al Dios que los españoles trajeron de fuera. A veces, cuando veo
a los indios tan sumisos, tan dispuestos a aceptar lo que sea, me pregunto si por dentro no
piensan que ese momento ll egará, y que algún día nuestros papeles se invertirán.111

Aunque se acordó de la historia del líder, Chacaltana desconocía el mito. La vida que
llevó en Lima lo convirtió en un extranjero de su propia raíz . El padre siguió explicándole la
relación entre la organización guerrillera y el mito:

— ¿Qué tiene que ver Sendero Luminoso con eso?
— Muchísimo. Sendero se presentó como ese resurgimiento. Y siempre fue consciente del valor
de los símbolos. A una mujer la mataron y volaron su cuerpo con explosivos para
despedazarla. Así, sus pedazos nunca volverían a juntarse. Su r esurrección se hacía
imposible.112

La cosmovisión andina tiene correspondencia en el cristianismo, ya que ambas sostienen
el restablecimiento mediante el sacrificio y la resurrección del cuerpo de spués de la muerte,
representadas en la Semana Santa y en los ritos andinos de la cosecha marcados por el ritmo de
los solsticios:

— Es que las dos muertes parecen tener algo que ver con la Semana Santa: Miércoles de Ceniza,
Viernes de Dolores… es… dema siada casualidad, ¿no?

111RONCAGLIOL O, Santiago, Abril rojo …, pp. 231 -232.
112Ibidem , p. 232.

49
— No. Las festividades se superponen. El carnaval es originalmente una celebración pagana, la
fiesta de la cosecha. Y en la Semana Santa también resuenan ecos de la cultura andina
anterior a los españoles. Es porque no tiene una fecha fija, como la Navidad, sino que
depende de las estaciones. Como le dije la vez anterior, los indios son insondables. Por fuera,
cumplen los ritos que la religión les exige. Por dentro, sólo Dios sabe qué piensan.‖113

En esta novela, sobresale la mirada del extranjero, más exacto, del costeño, el hombre de
la capital. Por eso, las tradiciones andinas están vistas como salvajes, absurdas, atrasadas . En
síntesis, mediante el relato mítico, nos quedamos con una reflexión de la historia peruana
contemporánea, en la que la violencia tuvo un papel protagónico. Vemos como la metáfora del
cuerpo destruido evidencia el sentido religioso del pueblo y represe nta un sustento ideológico
para prácticas senderistas.

113RONCAGLIOLO, Santiago, Abril rojo …, pp. 189 -190.

50
CONCLUSIONES

Santiago Roncagliolo, en su novela Abril rojo , nos muestra una sierra supersticiosa,
atrasada, salvaje, vista del punto de vista del racionalismo del limeño instruido y aculturado, un
país marcado por la violencia terrorista, que no logra comprenderse a sí mismo, un país
fragmentado.
Esta ambientación realista, costumbrista, histórica constituye el presente histórico de la
novela. Según el autor, los métodos de los ataqu es senderistas, sus estrategias descritos son
reales, la mayoría de los diálogos de los personajes son citas de documentos y declaraciones de
los que participaron en ese conflicto. Pero no se propuso explicar quién dijo o no la verdad, sino
de decir cómo e l hecho de conocer o no la historia puede influir en el presente.
Cada intelectual con una orientación política trata de encontrar una nueva ideología,
esperando llegar a ser un otro Marx o un nuevo Lenin. Y eso quiso hacerAbimael Guzmán.
Casi 70000 muert os produjo la guerra entre el movimiento terrorista Sendero Luminoso y
el Estado peruano. Responsable de más de la mitad de las víctimas, Sendero Luminoso fue el
grupo subversive más letal en la historia del continente americano.
Cuando sucedieron todas es tas atrocidades, yo ni siquiera estaba nacida. Lo que me
impulsó a escribir esta tesina fue la presencia terrorista en el mundo actual que no nos puede
dejar indiferentes. No pude hacer nada más que intentar explicar por qué deberíamos leer libros
que nos llenan la conciencia de sangre y por qué deberíamos involucrarnos, pero no con armas,
sino con libros como Abrilrojo , que enseña la violencia de una ideología de un país cuya gente
levantaba las manos hacia el Cielo antes de ser asesinada, del comunismo as iático del que
nuestro lider, Nicolae Ceaușescu, también estuvo enamorado.
Esta novela no es una lectura para irse a dormir; su belleza consiste en la gota de
humanidad que se nos despierta, de no cerrar los ojos ante esas crue ldades, de ser capaces de
poner nos en la situación que vivieron los peruanos, de criticar la sed de matanza y los ideales
totalitaristas de Sendero Luminoso, de entender que las ideologías no hacen nada más que
anestesiar la mente del ser humano y distorsionar la percepción de los hechos, de los
acontecimientos.

51
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