Studiu Comparat AL Marcari Diferentiale A Obiectului In Spaniola Si Romana
STUDIU COMPARAT AL MARCĂRI DIFERENȚIALE A OBIECTULUI ÎN SPANIOLĂ ȘI ROMÂNĂ
Sumario
Introducción
Abreviaciones
Capítulo primero – El marcado diferencial de objeto en las lenguas del mundo
1.1 Generalidades
1.2 La alineación armónica y la inversión de la marcadez
1.3 Iconicidad y economía
1.4 Sistemas MDO unidimensionales
1.5 Sistemas MDO bidimensionales
1.6 El español de El Cantar de Mío Cid
1.7 Hindi
1.8 Persa
1.9 La propagación del MDO y otros tipos de marcados diferenciales
Capítulo segundo – El marcado diferencial de objeto en rumano y en español
2.1 El MDO en rumano
2.1.1 Casos donde el marcado es obligatorio
2.1.2 Casos donde el marcado es opcional
2.1.3 Casos donde el MDO está prohibido
2.1.4 Visiones generales sobre el MDO en rumano
2.2 El MDO en el español
2.2.1 La dimensión de la animacidad y el MDO
2.2.1 La dimensión de la individuación y el MDO
Conclusiones
Bibliografía
Introducción
El Marcado Diferencial de Objeto (en inglés, Differential Object Marking) es un fenómeno lingüístico que afecta a más de trescientas lenguas en el mundo, incluido el español y el rumano. Normalmente se espera que exista una relación de uno a uno entre la marca de caso y la función sintáctica. Por ejemplo, en latín todos los complementos directos reciben un sufijo de acusativo; en inglés, los complementos directos nunca están marcados. En las lenguas que presentan Marcado Diferencial de Objeto, no todos los complementos directos reciben una misma marca, sino que son divididos en dos grupos diferentes de acuerdo con su significado. Generalmente, sólo un grupo recibe una marca, mientras el otro grupo queda sin marcar (aunque hay lenguas, como el finlandés, donde hay dos marcaciones diferentes, una para cada grupo de objetos).[5] Es común para los idiomas que marcan explícitamente los objetos directos marcar algunos y otros no, según los rasgos semánticos y pragmáticos de ésos. El MDO se da en muchas formas, como sigue: a) idiomas donde el fenómeno es opcional (cingalés); b) idiomas donde el fenómeno es obligatorio (hebreo); c) idiomas donde el fenómeno es obligatorio para un grupo de objetos, opcional para otro y prohibido para el tercero (rumano, español).
La novedad del tema reside en el hecho de que hasta los años ochenta del siglo veinte este fenómeno no era sistematizado y sólo el científico Bossong, en 1980, puso la base de su ulterior estudio y desde entonces el tema viene recibiendo cada vez más atención y se le ha dedicado una multitud de estudios, pero aún así, el tema resultó mucho más complejo y más difícil de lo que se creía al principio – todavía no hay una descripción exhaustiva del fenómeno en ningún idioma y queda mucho trabajo que hacer.
Los objetivos que se quieren cumplir en la tesis son: a) definir y caracterizar este fenómeno lingüístico en general, para hacerle una imagen más o menos completa; b) estudiar la realización del MDO en los dos idiomas (español y rumano) desde el punto de vista de la teoría proporcionada en el primer capítulo y sus semejanzas y disimilitudes.
El primer capítulo proporcionará el enfoque de la teoría de la alineación armónica y la tensión entre la iconicidad (el hecho de marcar explícitamente el objeto directo) y la economía (el hecho de no marcarlo) acerca del la esencia del MDO. Además, allí se estudiarán casos concretos de varios tipos de MDO en diferentes idiomas para hacerse una clara y completa imagen del MDO.
En el segundo se estudiará la realización concreta del MDO en el rumano (subcapítulo 2.1) y el español (subcapítulo 2.2) basándose en la teoría expuesta en el primer capítulo – la influencia de las escalas de la individuación y la animacidad sobre la distribución del MDO.
Las conclusiones resumirán lo esencial de los resultados obtenidos.
Abreviaciones
MDO – marcado diferencial de objeto
SD – sintagma determinante
SN – sintagma nominal
SV – sintagma verbal
SPr – sintagma preposicional
CMC – Cantar de mío Cid
TRD – teoría de la representación del discurso
Capítulo primero.
El marcado diferencial de objeto en las lenguas del mundo
1.1 Generalidades
El entendimiento del MDO que surgió según la literatura funcional-tipológica se puede caracterizar así:
(1) "Cuánto más alto en la prominencia está el objeto directo, más probable es que sea marcado explícitamente".[1,p. 2]
Las dimensiones según las cuales se evalúa la prominencia incluyen la animacidad y la individuación:
a) Escala de la animacidad: Humano – Animado – No animado
b) Escala de la individuación: Pronombre personal – Nombre propio – SN definida – SN no definida específica – SN no específica.[1,p. 3]
Por lo tanto, si en algún idioma, un objeto directo en algún rango puede ser marcado de caso, entonces los objetos directos de rango superior también pueden serlo, pero no necesariamente los de rango inferior. Dentro de esta concepción general del MDO, hay espacio substancial para la variación en lenguas particulares. A pesar de la amplia difusión del MDO, se dan idiomas que marcan todos lo objetos directos, en este caso el marcado del objeto no es diferencial. Además, aun entre las lenguas que tienen MDO, éstas difieren en cuanto a las dimensiones relevantes del MDO. Finalmente, aunque el MDO sea determinado por las mismas dimensiones en dos idiomas, éstos varían según el punto de corte.
La intuición que recurre en la literatura sobre el MDO es que los objetos explícitamente marcados son los que necesitan ser distinguidos de los sujetos. Esta intuición se expresa, a veces, en la idea de que la función del MDO es de diferenciar el sujeto del objeto.[1,p. 3] Puede haber casos donde el MDO esté motivado justamente por la necesidad de diferenciarlos, pero está claro que el MDO está requerido en casos donde la ausencia del marcado no podrá llegar a la ambigüedad. En una forma más débil, la intuición puede ser entendida así: la alta prominencia que demanda el MDO para objetos es exactamente la prominencia no marcada para los sujetos. Asimismo, los objetos que se parecen más a los sujetos acaban por ser marcados. Debido al asociar los sujetos con los agentes y los temas, la animacidad y la individuación son características no marcadas de los sujetos, pero no lo son de los objetos, de hecho, parecen los rasgos marcados de los objetos, quizá por la "tensión" de diferenciar cuánto más el sujeto del objeto. Por lo tanto, justamente lo que es marcado para objetos no lo es para sujetos, y al revés – caso que lo llamaron inversión de la marcadez.[1,p. 4][6][7] Se opina que el tipo más natural de una construcción transitiva es donde el agente esté en alta prominencia de la animacidad y de la individuación y el paciente esté en baja prominencia de las mismas, y cualquier desviación de esta pauta lleva a una construcción más marcada.[2,p. 128]
Esto sugiere una concepción del MDO que es fundamentalmente icónica: los nominales marcados como objetos son morfológicamente más complejos que los no marcados como objetos. Funcionalmente, el marcado explícito de los objetos no típicos facilita el entendimiento donde resulte más necesario, pero no en otras partes, por eso los sistemas con MDO son relativamente económicos.
Dada una característica de las escalas relevantes de la prominencia se pueden hacer algunas predicciones interlingüísticas – si algunos objetos no animados son marcados en un idioma con MDO, entonces, por lo menos algunos objetos animados serán marcados; si algunos objetos no definidos son marcados, entonces, por lo menos algunos objetos definidos serán marcados, etc. Se puede pensar sobre eso en términos de la frecuencia: si hay diferencias en la frecuencia del marcado explícito entre objetos de diferente tipo, los de prominencia más alta serán marcados más a menudo que los de prominencia más baja. Esto cubre una gama amplia de casos, ya que los objetos en un cierto rango pueden ser marcados obligatoriamente, opcionalmente o no marcados. Los límites que separan los objetos marcados obligatoriamente de los marcados opcionalmente o no marcados pueden cambiar, pero los sistemas que resulten aparentemente siempre son consistentes con (1).Consistentes con (1) son, también, los sistemas donde la frecuencia del marcado dentro del alcance opcional varía según la prominencia del objeto.[1,p.4]
Dada la dificultad de encontrar características universales absolutas, esto resulta muy remarcable y no se puede atribuir a un accidente de un número pequeño de idiomas con MDO. De hecho, el MDO está muy difundido, se encuentra dentro de la familia indoeuropea(sobre todo en las ramas romance e indoirania), urálica y otras.[1, p.5]
1.2 La alineación armónica y la inversión de la marcadez.
La herramienta formal que ayudará la descripción del MDO es la alineación armónica[1, p.6], de la cual derivarán las restricciones que expresan la inversión de la marcadez. Se necesita, pues, restricciones que caractericen la marcadez relativa de diferentes asociaciones de la función gramatical con la animacidad y la individuación. La alineación armónica proporciona tipos adecuados de restricciones. La alineación armónica actúa sobre pares de escalas, alineando cada elemento de una escala con cada elemento de la otra y genera jerarquías de restricciones que expresan la marcadez relativa de cada tal asociación. Una de las escalas debe ser binaria.[1, p.6, léase atentamente las referencias número 7 y 8] La alineación armónica asocia el elemento de rango alto de la escala binaria con cada elemento de la otra escala de izquierda a derecha y el elemento de rango bajo de la escala binaria con cada elemento de la otra escala de derecha a izquierda, así la alineación armónica proporciona la representación formal de la inversión de la marcadez.
La alineación armónica también puede emplearse para caracterizar el MDO. En el ámbito del MDO, las escalas que se alinearán son la de las funciones gramaticales (la escala relacional) y las escalas de la animacidad y la individuación.[1, p.7]
Animacidad.
La animacidad juega un papel muy importante en el MDO. Las escalas son las siguientes:
Escala relacional: Sujeto(S) > Objeto(O)
Escala de la animacidad: Humano(H) > Animado(A) > No animado(NoA)[1, p.8]
La alineación armónica de las funciones gramaticales con la animacidad produce dos jerarquías, una sobre los sujetos y otra sobre los objetos, cada una representa la marcadez relativa de las asociaciones posibles con varios grados de animacidad:
S/H > S/A > S/NoA
O/NoA > O/A > O/H[1, p.8]
La escala sobre sujetos enseña que los sujetos humanos son menos marcados que los animados, que, a su vez, son menos marcados que los sujetos no animados; la escala sobre objetos enseña el revés. Estas jerarquías de la marcadez pueden implementarse como jerarquías de restricciones, invirtiendo sus rangos e interpretando los elementos como restricciones de anulación:
*S/NoA >> *S/A >> *S/H
*O/H >> *O/A >> *O/NoA[1, p.8]
Según estas jerarquías, si hay que evitar algunas oraciones a causa de la animacidad del sujeto o/y del objeto, esas serán con sujetos no animados o/y objetos humanos.
Cabe mencionar que las jerarquías de restricción que se acaban de proponer son independientemente motivadas, puesto que se dan idiomas con marcado diferencial de sujeto.
Individuación
En muchos idiomas el MDO resulta determinado enteramente o parcialmente por la dimensión de la individuación. La escala de la individuación aumenta la jerarquía familiar sobre la individuación (definido > específico > no específico) con nombres propios y pronombres. La motivación para aumentarla viene del MDO mismo: mientras resulta necesario distinguir los pronombres y los nombres propios de otros sustantivos definidos, ellos se tratan como la cumbre de la misma escala. Asimismo, mientras haeden implementarse como jerarquías de restricciones, invirtiendo sus rangos e interpretando los elementos como restricciones de anulación:
*S/NoA >> *S/A >> *S/H
*O/H >> *O/A >> *O/NoA[1, p.8]
Según estas jerarquías, si hay que evitar algunas oraciones a causa de la animacidad del sujeto o/y del objeto, esas serán con sujetos no animados o/y objetos humanos.
Cabe mencionar que las jerarquías de restricción que se acaban de proponer son independientemente motivadas, puesto que se dan idiomas con marcado diferencial de sujeto.
Individuación
En muchos idiomas el MDO resulta determinado enteramente o parcialmente por la dimensión de la individuación. La escala de la individuación aumenta la jerarquía familiar sobre la individuación (definido > específico > no específico) con nombres propios y pronombres. La motivación para aumentarla viene del MDO mismo: mientras resulta necesario distinguir los pronombres y los nombres propios de otros sustantivos definidos, ellos se tratan como la cumbre de la misma escala. Asimismo, mientras hay lenguas que marcan de caso sólo los objetos pronombres personales, o sólo objetos pronombre y nombres propios, u objetos pronombre, nombre propio y sustantivos definidos, parece que no haya ninguna que marque de caso sólo los sustantivos definidos, excluyendo los pronombres personales y los nombres propios.
La escala se da a continuación:
Pronombre(P) > Nombre propio(NP) > Sust. definido(D) > Sust. no definido específico(E) > Sust. no definido no específico(NoE)[1, p.9]
Para que esta escala sea una parte de un enfoque interlingüísticamente válido del MDO, es necesario que los elementos que ésta ordena estén definidos de una manera independiente de la morfosintaxis de un idioma particular. Se sugiere que la escala relevante tiene que ver con el alcance al cual el valor atribuido al referente del discurso introducido por el SN está fijado. En el caso de pronombres de primera y segunda persona, el valor está fijado por la situación de la comunicación. El de la tercera persona está limitado a un no participante sobresaliente. En el caso de nombres propios, el valor está fijado por convención. En el caso de sintagmas definidos, el oyente no es libre en atribuir cualquier valor al referente del discurso introducido por el SN. Los sustantivos definidos se someten a un requisito de familiaridad, significando que el valor resulta determinado por el discurso anterior. Los sustantivos no definidos se someten a un requisito de la novedad, pero el grado según el cual el valor atribuido está fijado o libre puede variar. Está más fijado en el caso de partitivos como "dos de esas chicas", donde el valor debe ser elegido de un conjunto familiar, que en el caso de "libre elección" alguno (ejemplo: "puedes llevar algún amigo"). También está bastante fijado cuando está utilizado con "cierto" (ej.: "puedes llevar un cierto amigo"). "Cierto" sugiere que la elección del valor está restringida a alguien en el que el hablante piensa o a alguien que está en una relación en la que el hablante piensa. La restricción está presente, a menudo, en la forma de un modificador (ej.: "…un cierto amigo que te entiende").[1, p.9]
Por lo anterior resultan dos tipos de no definidos: específicos y no específicos.
La alineación armónica entre la escala relacional y la escala de la individuación produce dos jerarquías de la marcadez:
S/P > S/NP > S/D > S/E > S/NoE
O/NoE > O/E > O/D > O/NP > O/P[1, p.9]
Según estas jerarquías, los pronombres personales son el menos marcado tipo de sujeto y los sustantivos no definidos no específicos son el más marcado. Lo opuesto ocurre para los objetos: los pronombres personales son el tipo más marcado de objeto y los sustantivos no definidos no específicos el menos marcado. De estas jerarquías de la marcadez derivan las jerarquías de las restricciones, invirtiendo el rango e interpretando los elementos como restricciones de anulación:
*S/NoE >> *S/E >> *S/D >> *S/NP >> *S/P
*O/P >> *O/NP >> *O/D >> *O/E >> *O/NoE[1, p.10]
Estas restricciones formarán parte la base de la consideración del MDO que es parcialmente o totalmente determinado por la individuación. Ellas también son independientemente motivadas (también hay idiomas con marcado diferencial de sujeto que resulta determinado de esta dimensión). La restricción penaliza el objeto pronombre personal.
1.3 Iconicidad y economía
Las jerarquías arriba mencionadas penalizan las asociaciones marcadas más fuertemente que la no marcadas. Asimismo, las restricciones de rango alto de esas jerarquías serán relevantes en idiomas donde las oraciones transitivas incluyendo asociaciones marcadas son evitadas. No obstante, el MDO se da precisamente donde estas asociaciones marcadas no son evitadas.[1, p.10] Tales asociaciones son toleradas, quizá por las restricciones de rango alto que penalizan oraciones en las que el paciente no está realizado como objeto. En estos casos, la asociación transitiva marcada está tolerada, pero el objeto está morfológicamente marcado. De aquí, lo que se necesita son unas restricciones que caractericen la relación entre la complejidad morfológica y la marcadez.
El MDO funciona de manera que marca explícitamente la clase marcada de objetos y deja sin marco morfológico los objetos no marcados. La morfología del MDO es privativa – expresión "cero" contrasta con expresión audible.[1, p.11] Hay que mencionar aquí que en muchos idiomas el caso acusativo en el sistema del MDO es idéntico al caso dativo – el dativo es, desde lejos, la fuente más extendida para el acusativo en los sistemas del MDO (ejemplos de lenguas con dativo idéntico al acusativo, y con sistema de MDO – español, catalán, hindi, etc.). Dos causas lo favorecen: los objetos directos e indirectos son estructuralmente similares, siendo argumentos no sujeto; los objetos indirectos son, en la mayoría de los casos, humanos o animados y definidos, justamente las propiedades que favorecen el MDO para los objetos directos. De los idiomas que no tienen como fuente del acusativo el dativo mencionaremos el rumano, el hebreo y el turco.[1, p.11, referencia 10]
Esa oposición morfológica se podrá entender de una manera ejemplar suponiéndose que la expresión audible del caso debe implicar una especificación positiva para el caso morfológico, mientras la expresión cero no la necesita, y, a menudo, no la hace. Se presume que la representación de los argumentos nominales puede incluir un valor para el rasgo caso(ej.: acusativo, genitivo, dativo). Tal especificación normalmente tendrá un exponente audible. Pero caso puede dejarse sin algún valor cuando puede no haber ningún exponente audible.[1, p.11] Se quiere penalizar la ausencia de la especificación de caso lo más fuertemente para objetos de prominencia alta. La ausencia de la especificación de caso se penalizará por la restricción *0C (se leerá "estrella cero"):
*0C : penaliza la ausencia de un valor para el rasgo caso.[1, p.11]
Esta restricción no constriñe directamente caso audible, pero mientras el caso morfológico generalmente tiene un exponente audible, ella lo hace indirectamente.[1, p.11]
Finalmente, se quiere compeler la especificación de caso (marcado de caso) en los objetos marcados más fuertemente. Puesto que ya hay restricciones que caracterizan la marcadez relativa de los objetos, la cuestión que surge es cómo vincular *0C con aquellas jerarquías. Una posibilidad es la conjunción local de la restricción.[1,p12][8] Si se presume que la conjunción local de *0C con las jerarquías de las restricciones conserva el rango de ésas, entonces estas operaciones producirán nuevas jerarquías que caractericen la marcadez relativa del marcado cero de caso de objetos de diferentes tipos.[1, p.12] La conjunción local de la restricción produce las siguientes jerarquías:
– conjunción local de *0C con la jerarquía sobre la animacidad del objeto:
(2) *O/H & *0C >> *O/A & *0C >> *O/NoA & *0C
– conjunción local de *0C con la jerarquía sobre la individuación del objeto:
(3) *O/P & *0C >> *O/NP & *0C >> *O/D & *0C >> *O/E & *0C >> *O/NoE & *0C[1, p.12]
En la primera jerarquía, la restricción del mayor rango penaliza la ausencia del caso en los objetos humanos. De ahí, en un sistema de MDO basado en animacidad, si hay algún objeto que lleva marco de caso, este conjunto incluirá los objetos humanos. Igualmente, en la segunda jerarquía, la restricción de rango alto penaliza la ausencia del caso en los objetos pronombres personales, garantizando que si algunos objetos están marcados de caso en un sistema de MDO basado en la individuación, lo estarán los pronombres personales también. El efecto de la conjunción local es vincular la marcadez del contenido (expresada por las jerarquías de la marcadez) con la marcadez de expresión (expresada por "estrella cero"). En el ámbito del MDO, esto resulta expresado formalmente por las arriba mencionadas restricciones. Por consiguiente, ellas son restricciones de iconicidad – ellas favorecen marcos morfológicos para configuraciones marcadas.[1, p.12]
Si no se añade nada más, las jerarquías (2) y (3) forzarán caso en todos los objetos. Ya que esto es justamente lo que no ocurre en los sistemas con MDO, alguna restricción debe penalizar el caso, y se presume que la restricción relevante es la de economía, una versión de *STRUC que penaliza la especificación del caso morfológico: *STRUCC – penaliza valor para categoría morfológica caso.[1,p.13] *STRUCC puede ser intercalada en cualquier punto en las jerarquías (2) y (3), "apagando" la marcación de caso en todos los tipos de objetos mencionados en las restricciones dominadas. No obstante, no hay manera que un objeto de prominencia más baja pueda tener marcación de caso si objetos de prominencia más alta no la tienen. Por lo tanto, es la interacción de las jerarquía de restricciones (2) y (3) con *STRUCC lo básico en este análisis. Es esta interacción la que expresa la generalización en (1): "Cuánto más alto en la prominencia está el objeto directo, más probable es que sea marcado explícitamente".
Desde este punto de vista, el MDO implica la tensión entre la iconicidad y la economía, una tensión que ha sido ampliamente tratada en vínculo con otros dominios[9], en la morfosintaxis. La iconicidad favorece la marcación morfológica de las configuraciones sintácticamente marcadas; la economía la penaliza. La tensión entre estos dos principios se resuelve en cada lengua particularmente mediante la graduación de la restricción. A continuación se analizarán sistemas MDO unidimensionales y bidimensionales.
1.4 Sistemas MDO unidimensionales.
Los puntos de posible intercalación de *STRUCC en las jerarquías (2) y (3) definen el conjunto de sistemas posibles basados en una dimensión: la de animacidad y la de individuación. Se aportarán algunos ejemplos de idiomas para cada caso.
Individuación
A continuación se mostrará un cuadro con la jerarquía de individuación en la cual se intercala *STRUCC y se aportará un idioma para cada posibilidad de MDO.
*STRUCC (kalkatungu, ningún objeto marcado)
*O/P & *0C
*STRUCC (catalán, sólo los objetos pronombres son marcados de caso)
*O/NP & *0C
*STRUCC (pitjantjatjara, sólo los objetos pronombres y nombres personales son marcados)
*O/D & *0C
*STRUCC (hebreo, sólo los objetos pronombres, nombres personales y definidos son marcados)
*O/E & *0C
*STRUCC (turco, todos los objetos son marcados excepto los no específicos)
*O/NoE & *0C
*STRUCC (japonés escrito, todos los objetos son marcados)[1,p.14]
Si *STRUCC domina todas la restricciones de la individuación del objeto, entonces la marcación de caso está penalizada para todos los objetos. Un ejemplo de tal idioma es kalkatungu.[10]
Si *STRUCC está posicionada un punto más abajo, debajo de la restricción superior, ella penaliza la marcación de caso en todos los objetos salvo los pronombres personales. Un ejemplo es el catalán, donde los pronombres personales deben ser precedidos por la preposición a. Se dan, a continuación, oraciones concretas:
a. No m´havien vist a mi.
No me habían visto a mí
b. Ell et telefonarà a tu.
Él te telefoneará a ti.
c. A ell no el vull.
A él no lo deseo.[1,p.15]
El pronombre en el ejemplo c requiere a aún cuando ocurra después del verbo. Otros objetos definidos, incluso los pronombres personales y las locuciones nominales definidas que se refieren a personas, no son precedidos por a (sea antes del verbo o después):
a. No havien vist l`alcalde.
No habían visto al alcalde
b. … doncs en Joan el veiem ben poc.
… porque a Juan lo vemos muy poco.[1,p.16]
La bajada de la condición de economía *STRUCC debajo de O/NP & *0C penaliza la marcación de caso en todos los objetos sino en los pronombres personales y los nombres propios, para las cuales la marcación de caso está forzada por las restricciones superiores. Un ejemplo de tal idioma – pitjantjatjara.[11]
La ulterior bajada de *STRUCC debajo de *O/D & *0C describe un idioma en el que los pronombres, los nombres propios, y los objetos definidos son explícitamente marcados de caso, pero los indefinidos no lo son. El hebreo es un idioma de tal tipo.[1,p.16] Éste requiere la preposición ´et para objetos definidos, incluso no animados pero la preposición no ocurre con los no definidos.
a. Ha-seret her´a ´et-ha-milxama.
La película mostraba la guerra.
b. Ha-seret her´a (´et-)milxama.
La película mostraba una guerra.
El ejemplo a no es gramatical sin ´et mientras el ejemplo b no es gramatical con ésta.
a. Hu mexapes ´et-ha-rofe.
Él busca al doctor.
b. Hu mexapes (´et) rofe ´exad.
Él busca a un doctor.[1,p.16]
Aquí se ve la diferencia entre el tratamiento de los objetos definidos(el doctor) y el de los objetos no definidos (un doctor). Cabe mencionar que no se trata de especificidad.
El turco es casi igual al hebreo, pero difiere en el hecho de que algunos objetos no definidos demandan la marcación de caso. Éstos son definidos específicos, mientras los definidos específicos quedan sin marcación de caso.
Por último, intercalando *STRUCC debajo de toda la jerarquía produce un idioma sin MDO, donde todos los objetos son explícitamente marcados. El japonés escrito y dhalandji son así.[1,p.19]
Animacidad
La intercalación de *STRUCC en la jerarquía de la animacidad predice dos tipos de idiomas con el MDO determinado por la animacidad: idiomas en los que sólo los objetos referentes a personas recibirán marcación de caso e idiomas en los que sólo los objetos referentes a animados (incluso personas) la recibirán. Hay idiomas en los que sólo los objetos referentes a animados pueden tener marcación de caso . El cingalés en un ejemplo, aunque en este idioma la marcación es opcional. Es difícil, pues, encontrar idiomas en los que solamente los objetos referentes a humanos tengan marcación de caso. La razón es que, en ciertos idiomas, el MDO determinado por la animacidad se extiende o se retira dentro de la categoría humana. Es interesante que esto está claramente culturalmente determinado.[1,p.19]
En yídish, el MDO está restringido a humanos, pero no cubre la entera categoría. Dentro de los substantivos comunes, la marcación evidente está restringida a ocho substantivos comunes, la mayoría de los cuales denotan personas dignas de respeto. Este grupo contiene tres substantivos masculinos con marcación obligatoria (tate – padre, zeyde – abuelo, rebe – maestro), dos substantivos masculinos con marcación opcional (Yid – judío, mentsch – persona) y tres substantivos femeninos con marcación opcional (mame – madre, bobe – abuela, mume – tía). En otros idiomas, como ritharngu o hindi el MDO irrumpe la frontera humano/animado, pero de manera diferentes. En ritharngu todos los objetos que se refieren a humanos tiene marcación de caso, pero también la tienen algunos substantivos referentes a animales "superiores" como canguros, perros y emus. En contraste, los substantivos referentes a peces y mapaches no tienen marcación de caso en función de objeto. En hindi, el MDO también se extiende tras la frontera humano/animado, pero los animales "superiores" incluyen elefantes y leones, excluyendo a las ratas y a los pavos reales. Extensión tras la frontera animado/no animado se encuentra también. En bayungo, todos los objetos animados(incluyendo a los humanos) tienen marcación evidente de caso, pero la tienen dos objetos no animados también – carne y comida vegetal.[1,p.19]
Se dan dos posibilidades para analizar estos casos. Puede que las tres categorías, humano, animado y no animado, estén entendidas diferentemente en los idiomas concretos. O puede que las entiendan básicamente de la misma manera, pero dentro de cada idioma concreto haya graduación dentro de estas categorías básicas. Desde esta perspectiva, el MDO hará el punto de corte en algún lugar dentro la categoría básica, y no en la frontera. Se supone que éste es el caso. Ante todo, es improbable que los hablantes de cualquier idioma no distingan entre humanos y animales. Además, existe una paralela con la categoría de persona. Mientras todos los idiomas aparentemente jerarquizan las personas locales (primera y segunda) sobre la tercera, los idiomas varían en cuanto a la ordenación de las mismas personas locales. En algunos la primera supera en rango a la segunda, en otros la segunda supera a la primera. Articulación dependiente de idioma debe permitirse y eso constituirá un precedente para permitir que haya clasificación particular dentro de las categorías humano, animado y no animado.[1,p.19]
A continuación se mostrará un cuadro con la jerarquía de animacidad en la cual se intercala *STRUCC y se aportará un idioma para cada posibilidad de MDO.
*STRUCC (kalkatungu, ninguna marcación)
*O/H & *0C
*STRUCC (yídish, se marcan sólo algunos objetos humanos)
*O/A & *0C
*STRUCC (ritharngu, todos los objetos humanos y algunos animados se marcan de caso)
*STRUCC (dhargari, todos los animados se marcan de caso)
*STRUCC (cingalés, todos los animados se marcan opcionalmente de caso)
*O/NoA & *0C
*STRUCC (bayungo, todos los animados y algunos no animados se marcan de caso)
*STRUCC (japonés escrito, todos los objetos son marcados) [1,p.21]
Todos los idiomas del cuadro son consistentes con la generalización de que la marcación de objetos de prominencia relativamente baja implica la marcación de objetos de prominencia superior. Esta suposición predice que el revés no se encuentra – es decir que algún idioma marque de caso sólo los no animados o sólo no humanos. Se implica que tales idiomas no existen. [1,p.21]
1.5 Sistemas MDO bidimensionales.
Se han analizado casos donde el MDO está determinado por sólo un escala de prominencia – la de individuación y la de animacidad. Sin embargo, es común que el MDO sea determinado por las ambas. En rumano, la posibilidad del MDO está en gran parte restringida a objetos que son tanto animados como específicos. No obstante, dentro de este espacio las diferencias en el grado de individuación son relevantes para que el MDO sea obligatorio u opcional – es obligatorio para pronombres y nombres propios, pero es opcional para substantivos específicos definidos o no definidos. En hindi, tanto los objetos animados como los no animados pueden tener marcación de caso, pero la de los no animados es posible sólo para los objetos definidos, mientras la marcación de caso para los humanos(y algunos animados) es posible para los no definidos también. Además, la marcación para los humanos(y algunos animados) es generalmente obligatoria, mientras la marcación para los no animados es generalmente opcional. Para caracterizar estos sistemas se exige referencia tanto al grado de animacidad como al de individuación. [1,p.21]
La aproximación más sencilla para un sistema MDO bidimensional incluye la gradación de un conjunto de propiedades compuestas, formadas por cruzar la escala de la animacidad con la de individuación. El resultado se enseña en la figura 1, que se ha construido tomando el producto de la intersección de las dos escalas. Cada célula representa una expresión que se clasifica con respecto tanto a la animacidad como a la individuación. La figura representa la graduación parcial de estas expresiones.
Figura 1. La marcadez relativa sobre las dimensiones de la animacidad y la individuación. [1,p.22]
Generalmente, los pronombres referentes a humanos superan a los otros tipos de expresiones porque humano supera a los demás valores en la escala de animacidad y pronombre supera a los demás valores en la escala de la individuación. La graduación es parcial porque no hay, por ejemplo, rango universalmente fijado entre nombres propios humanos y pronombres animados – el primero supera al segundo en la escala de animacidad, mientras que el segundo supera al primero en la escala de individuación. La graduación puede ser fijada en gramáticas concretas.
Recordando los principios básicos del MDO en (1) – cuánto más alto en la prominencia está el objeto directo, más probable es que sea marcado explícitamente – la figura 1 puede ser interpretada como una hipótesis sobre la distribución de los sistemas MDO bidimensionales. Los elementos superiores (dominantes) tiene probabilidad mayor de ser marcados de caso como objetos que los inferiores (dominados). Intuitivamente, el MDO debe fluir desde la cima de esa estructura hacia abajo. Los pronombres humanos dominan a los demás elementos y, por eso, deben ser lo más susceptibles, interlingüísticamente, al MDO; los objetos no animados no específicos están dominados por los demás elementos, por eso deben ser lo menos susceptibles. De manera más general y más precisa:
(4) Si, en la figura 1, alfa domina a beta, entonces:
a. si un objeto del tipo beta puede tener marca de caso, entonces todos los objetos del tipo alfa pueden tenerla también
b. si un objeto del tipo beta debe tener marca de caso, entonces todos los objetos del tipo alfa deben tenerla también
c. si ningún objeto del tipo alfa puede tener marca de caso, entonces ningún objeto del tipo beta puede tenerla tampoco[1,p.22-23]
Según ya se ha observado, la estructura de la figura 1 implica graduación parcial. Los elementos del mismo nivel horizontal no tienen rango relativo fijado, porque, por ejemplo, los objetos humanos no definidos específicos y los objetos nombres propios no animados no tienen rango fijado, ya que el primero domina al segundo en la escala de la animacidad, mientras que el segundo domina al primero en la escala de individuación. Asimismo, la figura 1 predice que puede haber sistemas MDO bidimensionales en los que los objetos humanos no definidos sean marcados de caso, pero los objetos nombres propios no animados no lo sean (el rumano es ejemplo), y también sistemas MDO bidimensionales en los que los objetos nombres propios no animados sean marcados de caso, pero los objetos humanos no definidos no. [1,p.23]
Esta suposición hace una general afirmación sobre la distribución de la marca de caso en sistemas MDO bidimensionales: si un objeto no animado en algún rango de la individuación (por ejemplo – pronombre, nombre propio, definido) puede tener marca de caso, la puede tener un humano o un animado del mismo rango. En otras palabras, la marca de caso de los no animados definidos implica que todos los definidos sean marcados de caso. No obstante, la marca de caso de un objeto humano en algún rango de la individuación no implica que un objeto no humano del mismo rango tenga marca de caso. Asimismo, la figura 1 predice una situación que parece común – todos los objetos de algún rango de individuación pueden tener marcación de caso, pero sólo los objetos humanos (o animados) de rango de individuación inferior la pueden tener. En rumano, la marca de caso para humanos y animados se extiende hasta no definidos específicos, pero en el caso de los no animados se extiende sólo hasta los pronombres. En hindi, la marca de caso para humanos y animados se extiende hasta no definidos, pero para no animados sólo hasta definidos. [1,p.23]
La figura 1 proporciona la estructura correcta para caracterizar otras dos propiedades de los sistemas MDO bidimensionales. Una es que estos sistemas, generalmente, definen tres categorías de objetos: una en la que los objetos tienen marcación obligatoria de caso, otra en la que los objetos tiene marcación opcional de caso y la tercera en la que la marcación está prohibida. Las tres categorías pueden ser aplicadas sobre las zonas de la figura 1 – la primera ocupará alguna región de la parte superior de la estructura, la tercera alguna región inferior y la segunda alguna región intermedia. Éste es el caso del rumano, español e hindi. Otra es que aun en las zonas donde el MDO es opcional, se da a veces la situación de que la probabilidad de tener marca de caso varía según las propiedades concretas del objeto. Otra vez, la figura 1 proporciona la estructura correcta: los elementos superiores (dominantes) tienen mayor probabilidad de ser marcados de caso que los elementos inferiores (dominados). [1,p.23-24]
Para implementar la estructura de la figura 1 se necesita un conjunto de restricciones que le corresponda. Tal conjunto puede ser explícitamente derivado mediante dos aplicaciones de la conjunción de la restricción. La primera conjuga la jerarquía sobre la animacidad del objeto con la jerarquía de la individuación del objeto. Esto produce un conjunto de restricciones que corresponde exactamente al la figura 1: la restricción superior es *O/H & *O/P y la inferior es *O/NoE & *O/NoA. Estas restricciones penalizan diferencialmente los objetos, según los criterios tanto de la animacidad como de la individuación, independientemente de la marca de caso que puedan tener. La restricción superior, *O/H & *O/P, penaliza los objetos de prominencia alta y juega el papel en los sistemas que evitan que un objeto sea pronominal y humano, pero no lo evita cuando es pronominal y no animado. Para hacer que estas restricciones sean relevantes para la marcación de caso la entera jerarquía parcial se conjuga con *0C. El resultado mantiene la graduación parcial de la jerarquía original. Asimismo, la restricción de rango superior será [[*O/H & *O/P] & *0C], que se va a abreviar a continuación *O/P-H & *0C, y la restricción de rango inferior será [[*O/NoE & *O/NoA] & *0C]. La entera jerarquía se mostrará más abajo.
Presumiendo que el MDO puede poner frontera en cualquier punto consistente con la suposición (4), la estructura de la figura 1 y el conjunto de restricciones que la implementa, pueden definir un gran abanico de sistemas MDO. No se puede determinar con certitud cuánto de éstos se realizan en la realidad, pero algunos ejemplos de cómo el MDO articula el espacio definido por la figura 1 aclararán la esencia de los sistemas MDO bidimensionales. Se tratará a continuación del español del siglo XII (según está atestado en El cantar de Mío Cid), hindi y persa – un conjunto de idiomas que difieren de modo interesante con respecto a las clases de objetos que pueden tener marca de caso. Con muy pocas excepciones, el español del siglo XII permite la marcación de caso sólo para no animados, pero la individuación juega el papel de restringir su alcance. En hindi, el MDO está provocado principalmente por la animacidad, pero hay significante incursión en la clase de no animados. En persa, el MDO está provocado por la individuación, pero la animacidad tiene cierto papel.
Debe mencionarse que la estructura de la figura 1 es una simplificación y que los casos reales pueden diferir del análisis porque los datos son muy complejos en los sistemas MDO bidimensionales. [1,p.24]
1.6 El español de El Cantar de Mío Cid.
Igual que el español moderno, el español de El Cantar del Mío Cid (en lo sucesivo CMC), marcaba algunos objetos directos, pero no todos, con la preposición a (la misma preposición para marcar los objetos indirectos), es decir, tenía MDO. Esta etapa del idioma distinguía tres categorías de objetos directos: los que tenían marcación obligatoria de caso, los que tenían marcación opcional de caso y los que no podían tenerla. La marcación obligatoria la tenían los objetos directos pronombres personales y nombres propios, sea de personas o de animales. La categoría de objetos con marcación opcional comprendía locuciones nominales comunes referentes animados, tanto definidos como no definidos. Asimismo, igual que en el español moderno, un objeto directo referente a humano definido podía tener marcación de caso (a). Pero, a diferencia de la lengua moderna, no era obligatoria (b). [1,p.25]
a. … rreciba a mios yernos como él pudier mejor CMC 2637
b. … quando dexaron mis fijas en el rrobedo de Corpes … CMC 3151
Los nombres de accidentes geográficos se marcan opcionalmente también (nombres propios no animados). Los substantivos comunes no animados no se marcan de caso. Todo eso se colocará en la figura 2. Aquí se incluyen también los pronombres no animados en la categoría de objetos con marcación opcional. De hecho, igual que en el español moderno, los pronombres personales fuertes nunca se refieren a no animados en la función de objetos directos, pues no hay manera de saber si tuvieran marcación de caso. Se supone que si se refirieran, tendrían marcación de caso. La figura 2 distingue los específicos no definidos de los no específicos no definidos y determina que los últimos nunca tienen marca de caso. Según algunos autores sólo 22% de los no definidos humanos tiene marcación en el CMC y la marcación de los no definidos en singular (35%) es más probable que la marcación de los no definidos en plural (18%). Los en singular tienen más probabilidad de ser específicos que los en plural. Además, a es más probable, en el español de siglo XII, con objetos que denotan argumentos prominentes en el discurso. Dividir los datos de tal manera se ajusta bien a la situación del español moderno, donde los específicos no definidos, pero no los no específicos, se marcan con a. Lo que no se representa en la figura 2 es que la probabilidad el MDO disminuye al bajar por la estructura de la figura 2. Esta situación se caracteriza por la graduación de restricciones de la figura 3.
Figura 2. La marcación de caso en el español del CMC. [1,p.25]
En el español del CMC, las cuatro restricciones de arriba que favorecen la marcación de caso se sitúan estrictamente por encima de *STRUCC. Esto garantiza marcación explícita para pronombres y nombres propios humanos y animados. El conjunto de las restricciones de abajo que favorecen marcación de caso para objetos de prominencia baja es dominado completamente por *STRUCC. esto prohíbe marcación de caso para tal tipo de objetos. Las restricciones del intermedio gobiernan la marcación de caso de los objetos de prominencia intermedia. Para estos, la marca de caso es opcional. Esto puede ser modelado permitiendo a que *STRUCC se alinee con cada de esas restricciones. Para cada tal restricción, habrá evaluaciones en las que la restricción dominará a *STRUCC y otras en las que la restricción será dominada por *STRUCC. Las evaluaciones del primer tipo producirán candidatos con marca de caso, las del segundo producirán candidatos sin marca de caso. Para el idioma en general, el resultado será la apariencia de la optimidad. Además, será posible caracterizar la disminución de la frecuencia de los casos opcionales mientras se baje por la estructura de la figura 1 si la gramática contiene un algoritmo para la computación de la probabilidad del rango de cada restricción concreta. El enfoque estocástico de la Teoría de la optimidad que involucra la graduación probabilística de las restricciones parece proporcionar el tipo adecuado de resultados para sistemas MDO bidimensionales, y puede contar tanto con la marcación opcional del conjunto intermedio de restricciones, como con la disminución de la probabilidad de la marcación explícita de caso mientras se desciende por la jerarquía.
Figura 3. La característica del MDO en el español del CMC. [1,p.26]
El sistema del MDO atestado en el español del siglo XII se parece muchísimo al del rumano moderno[1,p.27], que usa, pues, una preposición completamente diferente – pe (del latín per). [12] Igual que en el español del siglo XII, los objetos directos para los que el MDO es obligatorio son los pronombres y los nombres propios humanos y animados. Los que tiene marcación opcional son los definidos humanos y animados y los específicos no definidos. Algunos pronombres no animados pueden ser marcados con pe, pero no pueden serlo los nombres propios no animados (nombres geográficos), u otros no animados. Entonces, tanto el rumano como el español del siglo XII restringen generalmente el MDO para humanos y animados, con muy poca extensión en la categoría de los no animados, y la individuación juega un papel importante en restringir el alcance del MDO. [1,p.27]
1.7 Hindi
El hindi marca algunos objetos directos, pero no todos, con la posposición –ko (la misma posposición para objetos indirectos). En líneas generales, el hindi permite más marcación explícita de caso que el rumano o el español del siglo XII. Por un lado, el hindi la exige allí donde el español del siglo XII la permite, pero no la exige; por otro lado, en hindi se permite marcación explícita en posiciones donde el español del siglo XII la prohíbe.[1,p.27] Estas diferencias pueden ser descritas al rebajar *STRUCC entre las restricciones de la figura 3.
El hindi exige marcación amplia para objetos humanos. Igual que en el español del siglo XII, la marca de caso es obligatoria para pronombres personales y nombres propios humanos:
Adnaan-ne Naadyaa-ko bazaar-me dekhaa[1,p.27]
Adnaan (ergativo) Naadyaa (acusativo) mercado-en vio
Adnaan vio a Naadyaa en el mercado.
Pero también lo es para locuciones definidas humanas, y parece que para los no definidos también.
a. Ilaa-ne bacce-ko uthaayaa
Ilaa (ergativo) niño (acusativo) levantó.
Ilaa levantó al/a un niño.
b. Aurat baccaa bulaa rahi hai[1,p.28]
Mujer niño llamando (progresivo) está.
La mujer está llamando a un niño.
Así se ve que para los objetos humanos específicos la marca de caso es obligatoria (a) y para los humanos no específicos es opcional (b).
Los dos idiomas difieren esencialmente en el tratamiento de los no animados. El español del siglo XII prohíbe marca de caso para objetos no animados, salvo para los nombres propios. En hindi, la marca explícita es opcional para no animados, pero sólo cuando son definidos. Asimismo, tanto (a) como (b) son posibles[1,p.28], y, mientras el objetos de (a) se puede interpretar como definido o no definido, en (b), el objeto marcado de caso debe referirse a una banana ya mencionada:
a. Ravii-ne kaccaa kelaa kaataa
Ravi (ergativo) verde banana cortó
Ravi cortó una/la banana verde.
b. Ravii-ne kacce kele-ko kaataa[1,p.28]
Ravi (ergativo) verde banana(acusativo) cortó
Ravi cortó la banana verde.
Figura 4. La característica del MDO en el hindi. [1,p.29]
La figura 4 define tres zonas de marcación explícita en hindi: una obligatoria (definida por las restricciones de la parte superior de la estructura), una opcional (la parte intermedia) y una de exclusión (las dos restricciones de abajo). Todas las restricciones referentes a humanos se encuentran en la zona obligatoria excepto por la que incluye los no específicos, que se halla en la zona opcional. Ninguna restricción referente a no animados se halla en la zona obligatoria. Las que se refieren a no animados definidos se colocan en la zona opcional, las demás dos en la zona de exclusión.
Según se ha mencionado en el primer párrafo del subcapítulo, el hindi, generalmente permite más marcación explícita que el español del siglo XII. La marcación obligatoria se encuentra en una clase de objetos más amplia en hindi que en el español del siglo XII. Esto se refleja en la localización de *STRUCC en las figuras 3 y 4. En hindi, la restricción que penaliza marcación cero para objetos humanos definidos (*O/H-D & *0C) es entre las que dominan estrictamente a *STRUCC ,mientras en el español del siglo XII ésa se encuentra entre las que se alinean con *STRUCC. Además, la marcación de caso se extiende hasta no animados definidos en hindi, pero no en el español del siglo XII. De aquí, la restricción que penaliza marcación cero de los definidos no animados supera estrictamente *STRUCC en el español del siglo XII, pero la misma restricción se alinea con *STRUCC en hindi. A pesar de estas diferencias, los dos idiomas son consistentes con la hipótesis básica expresada en (4). [1,p.30]
1.8 Persa.
Algunos autores observan que el hindi y el persa son idiomas en los que tanto la animacidad como la individuación juegan papel en determinar el MDO, pero se sugiere que los dos idiomas difieren en cuanto al peso de las dos dimensiones: la animacidad es más "fuerte" que la individuación en hindi, mientras en persa la individuación es más "fuerte".[1,p.30] Esto debe reflejarse en una diferencia en la graduación de las restricciones.
El persa usa el sufijo –râ para marcar algunos, pero no todos los objetos directos. Algunos autores observan tres valores en la escala de la individuación – lo que hasta ahora se ha analizado como definido, específico y no específico. Según éstos, todos los definidos se marcan con –râ, independientemente de la animacidad:
Ketâb-râ xândam[1,p.30]
Libro (acusativo) leo
Yo leo el libro.
Los no definidos son marcados opcionalmente, pero, según los autores, los específicos generalmente se marcan y se indican dos clases de no definidos específicos: una con sentido partitivo y otra con el sentido de un cierto… Las dos clases exigen el sufijo –râ:
a. Yeki az ân ketâbhâ-râ xândam
(indefinido) de (demonstrativo) libros (acusativo) leo
Leo uno de estos libros.
b. (Yek) ketâb-i-râ xând ke … [1,p.30]
(indefinido) libro (indefinido) (acusativo) leyó que …
Leyó un cierto libro que …
En contraste tanto con el español (antiguo o moderno) como con el hindi, esto ocurre independientemente de la animacidad del objeto.
En cuanto a otros no definidos no específicos, la distribución de la marca de caso depende de la animacidad del objeto. La probabilidad de la marcación disminuye evidentemente al pasar de los humanos a los no animados. El resultado es que el marcado se encuentra, generalmente, con nominales humanos o animados, pero no con no animados. Se nota una preferencia para incluir a –râ cuando el objeto es humano y una preferencia para excluirlo cuando el objeto no es animado:
a. Mard-i-râ did
hombre (acusativo, indefinido) vio
Él vio a un hombre.
b. Medâd-i xarid [1,p.31]
lápiz (no definido) compró
Compró un lápiz.
El siguiente ejemplo tiene dos partes, que difieren entre sí sólo con respecto a la animacidad del objeto:
Çah-e tork nazd-e emperâtur-e rum
rey (clítico nominal) turco hacia (clítico nominal) emperador (clítico nominal) Roma
qased-i-râ / payâm-i ferestâd tâ bâ u hamstad
mensajero (indefinido, acusativo) / mensaje (indefinido) envió para con él aliado
çavad[1,p.31]
llegar a ser
El rey de los turcos envió a un mensajero / un mensaje al emperador romano para aliarse con él.
La primera parte, siendo un objeto con referente humano, -râ puede ser omitido, pero, preferiblemente, se emplea, y en la segunda, -râ apenas puede acompañar a payâm-i.
En general, hay más marcación obligatoria en el persa que en el español del siglo XII e hindi. Esto se refleja en la figura 5, por el hecho de que *STRUCC está superada por un conjunto mucho mayor de restricciones que en los dos idiomas arriba mencionados. Como la marcación explícita de caso se exige para los específicos no animados, *STRUCC debe estar dominada por *O/NoA-NoE & *0C . Esto significa que ésa está dominada por cualquier restricción que domine a *O/NoA-NoE & *0C . La animacidad tiene importancia sólo con los no definidos de prominencia baja, donde la marcación de caso es opcional, pero la probabilidad del marcado de caso disminuye al bajar de los humanos a los no animados. En la figura 5, las restricciones relevantes son aquéllas debajo de la línea, que forman, a su vez, una subjerarquía estrictamente alineada. Cada una de las tres restricciones se alinea con *STRUCC , pero la probabilidad de dominar a *STRUCC disminuye mientras se baja por la subjerarquía.
Figura 5. La característica del MDO en el persa. [1,p.32]
1.9 La propagación del MDO y otros tipos de marcados diferenciales.
La suposición analizada hasta ahora puede hacer algunas predicciones sobre la extensión histórica del MDO, pues, si el MDO está correctamente caracterizado en términos de jerarquía de restricciones (en la figura 3) y la alineación de *STRUCC con respecto a la dicha jerarquía, entonces el MDO debe propagarse (o retirarse) a lo largo de las trayectorias definidas en la figura. Mientras las condiciones efectivas pueden variar de un período a otro, la generalización de que un objeto más prominente tiene siempre más probabilidad de quedar marcado que uno de prominencia más baja debe mantenerse en todas las fases. No se sabe ningún caso de contracción, aun más, el español y el persa son dos idiomas en los que la propagación del MDO ha sido atestada[1,p.32], y cada una es conforme al escenario esbozado más arriba.
El MDO aparece ampliamente en los romances hoy día, pero no era un rasgo del latín. La preposición a apareció, al principio, como marcador del objeto directo con los pronombres personal y los nombres propios. Según ya se ha mencionado, en el español del siglo XII, esa preposición era obligatoria con las categorías de objetos ya dichas, y claramente opcional con sustantivos comunes animados o humanos. La situación del español moderno es compleja, pero una diferencia queda muy clara: a es esencialmente obligatoria con objetos humanos definidos e indefinidos-específicos. Por ejemplo, a está exigida en la siguiente situación, pero no lo estaba en el español del siglo XII (compárese con el ejemplo del apartado 1.6):
Dejaron a mis hijas en el bosque. [1,p.33]
La diferencia en la graduación de los dos períodos del idioma pueden ser caracterizados como una democión de la restricción de economía *STRUCC debajo de las restricciones que penalizan la marcación cero para los objetos humanos definidos y específicos. Esto se va a mostrar en la figura 6:
Figura 6. La propagación del MDO del español antiguo al español moderno. [1,p.33]
Aunque la figura 6 simplifica en algunos aspectos, como por ejemplo, el que, en algunos contextos, los sustantivos comunes no animados tengan marcación de caso, ella caracteriza de una manera bastante fiel un cambio importante de la distribución del MDO en el español.
El MDO ha sido atestado en el persa, en documentos de los siglos IX y X, éste no era particular para el persa medio. En su primera atestación, el MDO se encontraba sólo con objetos definidos, y era opcional. Hoy día, el MDO es obligatorio con los objetos definidos, aun más, ése se propagó en la clase de los objetos no definidos. Para algunos de ésos, es aparentemente obligatorio, para otros, pues, es opcional. En el persa, la propagación histórica del MDO puede ser expresada como la democión de la condición de economía, *STRUCC , por entre las restricciones de la figura 5.
Otros idiomas en los que se han documentado los casos de propagación del MDO son el afrikáans y el rumano. El MDO puede extenderse hasta que cubra todos los tipos de objetos, cesando así de ser diferencial, como ha ocurrido en el japonés. [1,p.34] Si la marcación de caso se pierde, por cualquier motivo, un nuevo sistema de MDO puede desarrollarse.
Marcado diferencial de sujeto.
Se puede observar que de la alineación harmónica sucede no sólo una herramienta útil para caracterizar los sistemas con marcados diferenciales de objeto, sino también una para caracterizar sistemas con marcado diferencial de sujeto. Este hecho predice que los factores que afecten un sistema con marcado diferencial de sujeto serán una imagen especular de los que favorecen el MDO. La primera figura predice que si algún sujeto lleva marca de de caso, serán los sustantivos comunes que la lleven, y dentro de esta clase, los no animados no definidos. La menor probabilidad de ser marcados de caso la tendrán los pronombres personal referentes a humanos, sobre todo los de primera y segunda persona. Estas predicciones se realizan en idiomas como guugu yimidhirr, punjabi y dyirbal. Es verdad que sistemas complejos del tipo MDO encontrado en el español, hindi o persa apenas pueden hallarse en un sistema MDS, pero no es cierto que éstos no puedan existir (en el idioma fore, por ejemplo) [1,p.34]. En cuanto a la descripción de tales sistemas, lo central en ellos serán las jerarquías de restricciones en la individuación del sujeto y las de la animacidad del sujeto, conjuntas con estrella cero.
El hecho de que los sistemas de MDO sean mucho más frecuentes que los de MDS es debido a la asimetría entre sujeto y objeto que se da. Así, la concordancia con los sujetos es mucho más común que la con los objetos, y esta formal relación ayuda a identificar el sujeto. Otra causa puede ser que la preferencia para sujetos no marcados (con respecto a la animacidad y la individuación) parece estar mucho más rigurosamente forzada que la preferencia para objetos no marcados.
Capítulo segundo.
El marcado diferencial de objeto en rumano y en español
2.1 El MDO en rumano
2.1.1 Casos donde el marcado es obligatorio
Nombres propios.
Según un enfoque de la teoría de la representación del discurso[3,p.139][4], los nombres propios actúan de manera similar a los pronombres personales en lo que ellos introducen un referente de discurso nuevo y y genera una condición ecuativa sobre él. No obstante, con los pronombres, un sintagma determinante introduce un referente x en el discurso y el nuevo referente de discurso introducido por y debe recoger a x. En el caso de los nombres propios, por otro lado, el valor atribuido al referente de discurso es igual a lo que el nombre propio denomine. En otras palabras, la referencia de un pronombre definido depende crucialmente del contexto, lo que no es el caso de los nombres propios. Los nombres propios son los más estables desde el punto de vista de la estabilidad referencial porque una vez que el parámetro dentro del mundo contextual se establezca, su valor se establece también, independientemente de donde ocurra. Ellos tienen referencia determinada porque no hay elección de valor debido a lo que la condición de valor que los nombres propios introducen es y=Nombre y esta condición de valor exige que todas la funciones que atribuyan valor a y le den el valor Nombre. Así, el valor queda establecido relativo al modelo. [3,p.139] El parámetro de la referencia determinada impone obligatoriedad del MDO en los nombres propios. Sin embargo, otro parámetro, la escala de la animacidad, puede interferir también. Los nombres propios no animados no se marcan con pe, ni siquiera cuando el sintagma determinante (SD) tiene referencia determinada. Cuando el SD es humano o animado el MDO se emplea obligatoriamente:
a. Deseori (o) văd *(pe) Ioana stând la fereastră.
Muchas veces (la) veo a Ioana estando a la ventana.
Muchas veces veo a Ioana sentada junto a la ventana.
b. Lizuca îl mângâie pe Patrocle îngândurată.
Lizuca lo acaricia a Patrocle pensativa
Lizuca está acariciando a Patrocle pensativamente.
c. În acea seară am admirat (*pe) Bucureștiul.
En aquella tarde admiré a el Bucarest
Aquella noche admiré la ciudad de Bucarest.
d. Am citit (pe) Eminescu. [3,p.140]
He leído a Eminescu
He leído la obra de Eminescu.
Como se puede ver en a. y b. pe es obligatorio con nombres propios que son SD humanos y animados. Por otro lado, pe no es gramatical con denominaciones geográficas y nombres propios no animados, como en c. El ejemplo d. es una excepción. Se puede subrayar que los nombres propios son constantes individuales cuyo mundo de evaluación está establecido en el contexto del acto locutorio. Asimismo, los nombres propios adquieren pe como consecuencia de la interacción de dos parámetros: la referencia determinada y la escala de la animacidad. El primero exige el uso obligatorio de pe, de ahí todos los nombres propios deben ser marcados a este respecto. El último anula el parámetro de la referencia determinada cuando se trata de nombres propios no animados – estos SD no pueden recibir la marcación. Se obtienen los siguientes resultados:
a. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[+humano] – el más alto en la escala de la animacidad – preferencia para MDO
Resultado: MDO obligatorio
b. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,+animado] – más abajo en la escala de la animacidad, MDO opcional
Resultado: MDO obligatorio
c. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,-animado] – el más bajo en la escala de la animacidad, sin MDO
Resultado: MDO imposible (la escala de la animacidad anula el parámetro de la referencia determinada) [3,p.140]
Pronombres definidos.
En la literatura se subraya el hecho de que un pronombre anafórico supone la introducción de un nuevo referente de discurso y y una condición de valor y=x, donde x representa un referente de discurso que se ha introducido antes de y y es accesible a y. El referente x está introducido, en realidad, en el discurso por un SD que es el antecedente de y. En otras palabras, el pronombre anafórico tiene el mismo referente que el SD al que se refiere. Cuando se trata de pronombres deícticos, se debe tener en cuenta el alcance de los referentes de discurso que están presentes dentro del contexto y que son accesibles al pronombre deíctico. x es, entonces, uno de los referentes de discurso a que y recoge – se aplica la misma relación ecuativa x=y. [3,p.140]
Los siguientes pronombres definidos quedan siempre marcados por pe, independientemente de si su referente es animado o no: pronombres personales, pronombres de cortesía, pronombres reflexivos, pronombres posesivos, pronombres demostrativos, pronombres relativos e interrogativos.
Los pronombres personales están siempre marcados por pe cuando funcionan de objetos directos, sin importar que su referente sea animado o no. Se presume que los pronombres personales se marcan siempre por pe puesto que ellos son dinámicamente estables, es decir, ellos son los más estables detrás de los nombres propios desde el punto de vista de la estabilidad referencial, y eso es lo que provoca la obligatoriedad de la marcación de caso mediante pe:
Îi așteptam pe ei cu sufletul la gură. [3,p.141]
Los esperábamos a ellos con el alma a boca
Los estábamos esperando intranquilamente.
Lo mismo se puede decir sobre los pronombres de cortesía (a), los pronombres reflexivos (b) y los pronombres posesivos (c):
a. Vă strigă pe dumneavoastră, domnule Dinică
Os llaman a usted, señor Dinică
A usted le llaman, señor Dinică.
b. Cine crede asta se amăgește pe sine.
Quien cree esta se engaña a sí
Quien lo cree se engaña a sí mismo.
c. Nu i- am mai văzut pe ai mei de un car de ani[3,p.141]
No los he más visto a los míos por un carro de años
Llevo mucho tiempo sin ver a mis padres.
Los pronombres demostrativos pueden tener el papel tanto de pronombres como de determinantes. En el primer caso ésos siempre se marcan de caso independientemente de donde exactamente el referente designado por el pronombre demostrativo se encuentre en la escala de la animacidad. Nótese que en el ejemplo c. de abajo acelea (aquéllas) tiene un referente no animado, pero, no obstante, tiene marcación explícita de caso:
a. Pe acestea din urmă le- am speriat de moarte.
A estas de destrás las he espantado de muerte
A las últimas las he espantado de muerte.
b. Vrei (*pe) păpușile acestea?
Quieres a las muñecas estas
¿Quieres estas muñecas?
c. Nu, le vreau pe acelea. [3,p.141]
No, las quiero a aquéllas
No, son aquéllas que las quiero.
Sin embargo, la situación cambia cuando el demostrativo se usa como determinante. En este caso, el uso de pe depende de las propiedades del antecedente. Asimismo, en el ejemplo de abajo el SD voinicul acesta (este mozo) tiene marcación explícita de caso porque el antecedente es humano. Por otro lado, el ejemplo b. de arriba contiene un objeto directo no animado păpușile acestea (estas muñecas) y , por lo tanto, no puede ser marcado mediante pe. [3,p.141]
Îl vezi pe voinicul acesta? [3,p.141]
Lo ves a mozo este
¿Ves a este mozo?
Los sintagmas determinantes animados no humanos del tipo de arriba pueden adquirir pe. Esto es conforme al comportamiento de la representaciones definidas que están por analizar en adelante. Allí, también, el MDO se puede emplear opcionalmente:
a. Ana nu-i putea suferi pe acești câini.
Ana no los podía soportar a estos perros
Ana no podía soportar a estos perros.
b. Îmbrac-o pe această păpușă cu hăinuțele potrivite. [3,p.142]
Vístela a esta muñeca con los vestidos adecuados
Viste la muñeca con la ropita adecuada.
El ejemplo b. de arriba es aún más problemático porque el objeto directo ni siquiera es animado; es posible que alcance este nivel de prominencia a causa de su estatuto de personaje importante en el mundo infantil.
También, el artículo adjetival cel y el artículo posesivo al requieren el uso de pe: [3,p.142]
Le-a ales pe cele de mătase. [3,p.142]
Las ha elegido a las de seda
Ha elegido a las de seda.
Aparentemente, el SD acompañado por cel se parece a los demostrativos en lo que ellos reciben marcación explícita de caso cuando el SD no tiene antecedente. Pero cuando lo tienen, el uso de pe queda determinado por las propiedades semánticas del antecedente. A diferencia de las expresiones con cel, las con al siempre se marcan explícitamente porque éstas siempre carecen de antecedentes.
a. Cenușăreasa le- a iertat pe cele două surori ale sale.
La Cenicienta las ha pedonado a las dos hermanas las suyas.
La Cenicienta perdonó a sus dos hermanas.
b. Maria (le-) a ales (pe) cele două pisicuțe. [3,p.142]
María (las) ha escogido (a) las dos gatitas.
María escogió las dos gatitas.
A continuación investigaremos los pronombres relativos/interrogativos ce (que), cine (quien) y care (cual). El primero no parece conformarse al modelo descrito para otros pronombres a causa de que éste denota un referente no animado y nunca tiene marcación explícita de caso. Recuérdese que los pronombres reciben la marca pe independientemente del estatuto de su referente en la escala de al animacidad. Cuando un pronombre relativo tiene un referente humano (como en el caso de cine – quien), va a ser siempre marcado mediante pe:
Nu știu *(pe) cine ai văzut tu, dar eu unul vreau să dorm acum.
No sé a quién has visto tú, pero yo el uno quiero que duerma ahora.
No sé a quién has visto, sólo quiero dormir ahora.
Otro pronombre que siempre tiene marcación independientemente de su denotación es care [3,p.142] (cual):
a. Erau o mulțime de candidați și nu știam pe care să- l alegem.
Eran una multitud de candidatos y no sabíamos a quién que lo elijamos.
Había una muchedumbre de candidatos y no sabíamos a quién elegir.
b. Furnicuțele cărau în spate proviziile pe care mai apoi le
Las hormiguitas llevaban encima las provisiones a cual más después las
depozitau.
almacenaban
Las hormiguitas llevaban encima las provisiones que almacenaban después.
c. Am văzut filmul *(pe) care mi l- ai recomandat[3,p.142-143]
he visto la película a cual me lo has recomendado
He visto la película que me has recomendado.
Asimismo, con la excepción del pronombre relativo/interrogativo ce (que), todos los pronombres tienen marcación obligatoria mediante pe, independientemente del estatuto de su referente en la escala de la animacidad. Esto se debe al hecho de que las variables introducidas por esos SD tienen referencia determinada, lo que supone la obligatoriedad del MDO en esos SD. La escala de la animacidad no puede anular el parámetro de referencia determinada.
Como resultado, los nombres propios y los pronombres definidos difieren de la representaciones definidas en lo que los primeros requieren el uso de pe. Esta diferencia se manifiesta en las condiciones de cómo a las variable introducidas por SD se les atribuye valores. Así, los nombres propios y los pronombres definidos contribuyen con condiciones ecuativas en las variables que éstos introducen – en virtud de las condiciones de valor ecuativas que esos SD introducen, las variable a las cuales introducen cumplen el requisito de referencia determinada. Por eso esos SD se marcan obligatoriamente por pe. La única excepción, en este caso, es que los nombres propios no animados no están marcados por pe, igual no lo está el pronombre relativo ce (que). [3,p.143]
2.1.2 Casos donde el marcado es opcional
Representaciones definidas.
Los ejemplos de arriba sugieren el hecho de que la preposición pe se usa opcionalmente con las representaciones definidas. A continuación se examinará detalladamente los casos opcionales del marcado y se verá si se puede llegar a algunos factores que puedan determinar en realidad el MDO con las representaciones definidas, factores que puedan echar luz sobre los datos. El ámbito de las representaciones definidas se dividirá en varios sub-casos teniendo en cuenta la capacidad de los varios tipos de representaciones definidas de adquirir referencia determinada. La hipótesis es que aquellos SD especiales que puedan adquirir referencia determinada tendrán marcado obligatorio mediante pe, igual que los nombres propios y los pronombres definidos. La referencia determinada anula la escala de la animacidad. Así, esperamos que todos los SD con referencia determinada tengan marcación obligatoria mediante pe, independientemente de su estatuto [+/-humano] o [+/-animado], igual que los pronombres definidos y los nombres propios. La ausencia de referencia determinada va a contribuir a que el marcado sea opcional.
Dentro de la teoría de la representación del discurso (TRD)[3,p.143][4][13], las representaciones definidas de argumento contribuyen con un referente de discurso (una variable) y una condición sobre él. Lo mismo ocurre en el caso de los pronombres definidos y los nombres propios. La única diferencia entre estos SD consiste en las diferentes condiciones de valor con que ésos contribuyen. Así, los nombres propios y los pronombres definidos contribuyen con condiciones ecuativa (véase los párrafos de más arriba) mientras las representaciones definidas contribuyen con condiciones predicativas. De hecho, la condición de valor "mujer (z)" proporcionada por la representación definida de abajo "la mujer" es una predicativa, exigiendo que los valores del referente de discurso z se seleccionen de un conjunto indicado por el SN, es decir, de un conjunto de mujeres:
La mujer ríe.
z
mujer(z)
ríe(z)
La esencia de las condiciones de valor proporcionadas por estos SD están a la base del mecanismo del MDO. Más precisamente, la atribución de pe parece ser sensible a la libertad de la elección a la cual concierne el valor atribuido a la variable introducida por el SD. Para los pronombres definidos y los nombres propios esta elección del valor está fijada en virtud de las condiciones ecuativas proporcionadas por los SD, la que provoca referencia determinada. De ahí que tanto los pronombres definidos como los nombres propios exigen marcación obligatoria mediante pe. Por otro lado, las condiciones predicativas de valor proporcionadas por las representaciones definidas no aseguran referencia determinada porque éstas no fijan la referencia de las variable introducidas por los SD definidos. De aquí surge el uso opcional del marcado pe con las representaciones definidas. No obstante, hay casos donde las representaciones definidas pueden adquirir referencia determinada. [3,p.144][4] Éstos son casos donde el SN dentro del SD denota a un conjunto unitario ora a causa de su semántica (por ejemplo, es un superlativo), ora de las propiedades del modelo con respecto al cual se interpreta el discurso (por ejemplo – la reina de Inglaterra, la luna). Si se sigue manteniendo la conexión entre la referencia determinada y la obligatoriedad del MDO, entonces los casos donde las representaciones definidas adquieren referencia determinada deben tener marcación obligatoria mediante pe. Si el MDO resulta ser obligatorio con lar representaciones definidas que hayan adquirido referencia determinada, entonces la noción de referencia determinada puede ser considerada un importante factor para el MDO en rumano, quizá anulando la escala de la animacidad.
Considérese el ejemplo de abajo:
Nu (l-) am cunoscut *(pe) primul astronaut care a ajuns pe lună.
No lo he conocido a el primero astronauta cual ha llegado sobre luna
No conocí al primer astronauta que llegó a la luna.
Como se ve en este ejemplo, las predicciones se confirman con un SD definido como el primer astronauta. Nótese que el SD definido es también humano. Aquí, también, los hablantes nativos de rumano[3,p.144,encuesta hecha por Tigău] indican que la variante sin pe es incorrecto, el hecho que confirma la hipótesis que los SD definidos con referencia determinada se marcan obligatoriamente con pe. Sin embargo, en los dos ejemplos, los SD definidos se refieren a un referente humano y se pudiera suponer que es ésta la razón por la cual el SD recibe la marcación de caso. En los siguientes ejemplos bajamos más por la escala de la animacidad y aportaremos casos donde el referente es animado no humano:
Nu am văzut(-o) (pe) prima cățea care a ajus pe lună. [3,p.145]
No he visto la a la primera perra cual ha llegado sobre luna.
No he visto a la primera perra que ha llegado a la luna.
63% de un total de 42 hablantes nativos de rumano preguntados a evaluar la gramaticalidad de los ejemplos consideraron que sólo la variante con el clítico y con pe era el correcto y los demás 37% consideraron que las ambas variantes eran correctos.[3,p.145] Estos ejemplos siguen las pautas de otras representaciones definidas que no tienen referencia determinada y también se marcan opcionalmente con pe:
Și eu (l-) am auzit (pe) câinele Mariei lătrând aseară. [3,p.145]
Y yo lo he oído a el perro de María ladrando ayer por la noche
Yo también oí ladrar al perro de María ayer por la noche.
Los casos de MDO opcional con SD animados no humanos atenúa la hipótesis según la cual las representaciones definidas que han adquirido referencia determinada deben tener marcación obligatoria mediante pe independientemente de su estatuto en la escala de la animacidad. Como se ve, sólo los SD humanos con referente determinado tienen marcación obligatoria. Así, cuando se trata de las representaciones definidas, no se puede afirmar que el parámetro de la referencia determinada anule la escala de la animacidad como ocurre en el caso de los nombres propios y los pronombres definidos.
Además, las representaciones definidas no animadas con referencia determinada pueden no ser marcadas mediante pe, atenuando más la hipótesis inicial. Los ejemplos de abajo indican el hecho de que, en realidad, la escala de la animacidad es, claramente, un factor importante que no se debe ignorar aun con las representaciones definidas que puedan adquirir referencia determinada.
a. ? Nu- l știu pe primul obiect găsit în piramida lui Keops
no lo sé a el primero objeto encontrado en la pirámide de Keops
No sé el primer objeto encontrado en la pirámide de Keops
b. *Am văzut- o pe prima farfurie zburătoare care a aterizat aici. [3,p.145]
He visto la a el primero plato volador cual ha aterrizado aquí
He visto al primer plato volador que ha aterrizado aquí.
Se esperaba que las representaciones definidas que pudiesen adquirir referencia determinada tuviesen marcación obligatoria mediante pe. Los ejemplos demostraron, pues, que sólo los SD [+humano,+referencia determinada] cumplían estas expectativas. Los SD del tipo [-humano,+animado,+referencia determinada] parecen favorecer la marcación opcional, mientras los ejemplos con SD [-animado,+referencia determinada] sólo eran acertadas con la ausencia del MDO. [3,p.145] Estos hechos demuestran que la escala de la animacidad no debe ser ignorada a favor del parámetro de la referencia determinada cuando se trata de las representaciones definidas. Así, a diferencia del caso de los pronombres definidos y los nombres propios donde ese parámetro anula la escala de la animacidad de manera que todos los SD (independientemente de su estatuto en la escala de la animacidad) tengan marcación obligatoria mediante pe, en el caso de las representaciones definidas con referencia determinada, sólo los SD que estén en lo superior de la escala de la animacidad, es decir, sean humanos, van a tener marcación obligatoria mediante pe. Sin embargo, la noción de referencia determinada no importa cuando se trata de las representaciones definidas. Como ya se sabe, el MDO es opcional con las representaciones definidas en rumano, pues, a veces, es opcional con SD humanos también. Asimismo, las ambas variantes son posibles en el ejemplo de abajo:
Și eu (l-) am văzut (pe) bebelușul Simonei. Este tare drăguț. [3,p.146]
Y yo lo he visto a el bebé de Simona. Es muy lindo.
Yo también he visto al bebé de Simona. Es muy lindo.
No obstante, cuando la representación definida humana adquiere referencia determinada, el MDO llega a ser obligatorio, según ya lo visto. Así, en cuanto a las representaciones definidas con referencia determinada, se debe atenuar más la hipótesis inicial de tal manera a que tengamos en cuenta el otro parámetro importante – la escala de la animacidad. Los hechos presentados arriba resultan como consecuencia de una interacción entre dos parámetros: la referencia determinada y la escala de la animacidad. El primero exige el uso obligatorio del MDO, pero está anulado por el otro. Así, resultan tres casos:
a. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[+humano] – el más alto en la escala de la animacidad – preferencia para MDO
Resultado: MDO obligatorio
b. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,+animado] – más abajo en la escala de la animacidad, MDO opcional
Resultado: MDO opcional
c. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,-animado] – el más bajo en la escala de la animacidad, sin MDO
Resultado: MDO ausente[3,p.146]
Como se puede ver en el ejemplo de abajo, los SD que indican referentes humanos únicos exigen marcación obligatoria, pareciéndose a los SD definidos superlativos, los nombres propios y los pronombres definidos.[3,p.146]
*(O) văd *(pe) mama venind de la serviciu cu plasele pline. [3,p.146]
La veo a la madre viniendo de el trabajo con los sacos llenos
Veo a mí madre volver del trabajo con los bolsos llenos.
Si se baja a lo largo de la escala de la animacidad la marcación explícita con los SD humanos no animados parece ser opcional:
Făt-Frumos (îl) aștepta (pe) zmeu cu paloșul pregătit.[3,p.147]
El príncipe hermoso lo esperaba a el dragón con el puñal preparado
El Príncipe Hermoso esperaba al dragón con el puñal listo.
Además, los SD definidos no animados no tiene marcación explícita, un hecho que indica la importancia de la escala de la animacidad en el MDO del rumano:
a. Am cunoscut cândva un profesor meloman. Adora puterea.
He conocido una vez un profesor melómano. Adoraba el poder
Conocí una vez a un profesor melómano. Adoraba el poder.
b. * O adora pe putere. [3,p.147]
La adoraba a el poder
Adoraba el poder.
Así, cuando se trata de representaciones definidas que indican referentes únicos en relación con el modelo relativo al cual se interpreta el discurso, se debe atenuar la hipótesis inicial en cuanto al parámetro de la referencia determinada igual que se hizo para las representaciones definidas que indicaban un conjunto unitario a causa de su semántica, es decir, la representación determinada aún exige el uso obligatorio de pe, pero, no obstante, la escala de la animacidad tiene primacía. Sólo los SD humanos de ese tipo tiene marcación obligatoria. Éste es el único resultado que difiere de lo que "normalmente" ocurre con las representaciones definidas en general. El MDO es opcional con estos SD, pero, sin embargo, con las representaciones definidas que puedan adquirir referencia determinada como es el caso de los SD que se acaban de analizar, el MDO llega a ser obligatorio con los equivalentes humanos. Esto provoca seguir afirmando que el parámetro de la referencia determinada no debe ser ignorado cuando se trata de "imponer" obligatoriedad en el MDO. [3,p.147] Sin embargo, en el caso de las representaciones definidas con referencia determinada, la escala de la animacidad tiene primacía sobre el parámetro de la referencia determinada. Esto se puede deber al contenido descriptivo de este tipo de SD. La interacción de los dos parámetros proporciona los mismos resultados:
a. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[+humano] – el más alto en la escala de la animacidad – preferencia para MDO
Resultado: MDO obligatorio
b. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,+animado] – más abajo en la escala de la animacidad, MDO opcional
Resultado: MDO opcional
c. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,-animado] – el más bajo en la escala de la animacidad, sin MDO
Resultado: MDO ausente[3,p.147]
En los párrafos precedentes se ha seguido los siguientes paso lógicos: se ha visto, en primer lugar, que los pronombres definidos y los nombres propios requieren MDO obligatorio en rumano y se ha vinculado la esencia de esta obligatoriedad de la marca pe con la esencia de las condiciones de valor que fijan en las variables que introducen, es decir, a causa de la esencia ecuativa de la condición arriba mencionada estos SD adquieren referencia determinada (no hay elección en cuanto a qué es la atribución de valores a las variables que ésos introducen), lo que es la causa de la obligatoriedad del MDO. [3,p.147]
A diferencia de los pronombres definidos y los nombres propios, las representaciones definidas fijan una condición predicativa en las variables que introducen. Esta condición no fija la referencia de la variable en cuestión de tal manera como la hacen las condiciones ecuativas, por lo tanto esta diferencia (en cuanto a la esencia de las condiciones de valor) puede tenerse en cuenta en el uso opcional del MDO con las representaciones definidas. Sin embargo, hay casos de representaciones definidas especiales que pueden adquirir referencia determinada, es decir, si el SN denota a un conjunto unitario relativo al modelo o un conjunto de entidades contextualmente restringido. [3,p.148][4] Esto se puede conseguir de varias posibilidades: si el SN es un superlativo (como ejemplo – el primer hombre en la luna), si indica referentes únicos en relación con el modelo relativo al cual se interpreta el discurso.
Ahora, si estos casos especiales de SD definidos pueden adquirir referencia determinada, la expectativa en cuanto a su marcación mediante pe era que el MDO fuese obligatorio con tal tipo de SD. El análisis demostró, no obstante, que esto es sólo parcialmente verdad porque sólo las representaciones definidas humanas con referencia determinada tenían marcación obligatoria mediante pe. Se necesitó atenuar la hipótesis inicial para que correspondiese con los hechos que se habían analizado. Así, el parámetro de la referencia determinada aún impone la obligatoriedad del MDO en estos SD que tienen referencia determinada. Sin embargo, en el caso de las representaciones definidas, el parámetro está anulado por la escala de la animacidad. Esto da razón tanto a la naturaleza obligatoria del MDO con representaciones definidas humanas con referencia determinada (normalmente el MDO es opcional con representaciones definidas [+humano,-definido]), como al comportamiento de los SD definidos [-humano,+/-animado,+referencia determinada]. Los resultados son iguales:
a. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[+humano] – el más alto en la escala de la animacidad – preferencia para MDO
Resultado: MDO obligatorio
b. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,+animado] – más abajo en la escala de la animacidad, MDO opcional
Resultado: MDO opcional
c. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,-animado] – el más bajo en la escala de la animacidad, sin MDO
Resultado: MDO ausente
Representaciones definidas sin referencia determinada.
Las descripciones deben aportar una condición predicativa (sólo en casos especiales éstas se asocian con una condición ecuativa adicional) y por eso éstas no pueden implicar referencia determinada por completo. La hipótesis es que la ausencia de referencia determinada con tal tipo de SD provoca a lo mejor casos opcionales con el MDO. Para averiguar la hipótesis se considerarán casos donde las representaciones definidas adquieren una interpretación tipo-genérico y se analizará su comportamiento con respecto al MDO.
Las representaciones definidas no son compatibles con el MDO cuando se emplean con los subjuntivos relativos: [3,p.149][14]
Nu *(l-) am întâlnit încă *(pe) politicianul care să fie și cinstit și bogat. [3,p.149]
No lo he encontrado aún a el político cual que sea y honrado y rico.
Todavía no he encontrado al político que sea rico y honrado a la vez.
El subjuntivo relativo anula la suposición de que el referente del SD exista de verdad en el mundo contextual, por lo tanto el dicho SD no puede adquirir referencia determinada. La ausencia de ésta suscita imposibilidad el MDO con tales SD.
Tales verbos como a iubi (querer), a urî (odiar), a respecta (respetar), a admira (admirar) permiten interpretación tipo[3,p.149][14] para los SD que ocupan la posición objeto, pero no permiten la interpretación propiedad a la vez, una vez que no se pueden combinar con los SD singulares sin artículo. En el ejemplo de abajo los SD con pe (en plural) no están permitidos con tal tipo de verbos. Por otro lado, los SD definidos en plural, no acompañados por pe pueden ocurrir en la posición del objeto de estos verbos y pueden recibir una interpretación tipo también.
a. Ion iubește femeile. (genérico)
Ion quiere las mujeres
Ion quiere a las mujeres.
b. ?Ion le iubește pe femei. (genérico) [3,p.149]
Ion las quiere a las mujeres
Ion quiere a las mujeres.
Los verbos de arriba se pueden combinar también con los SD definidos en singular, pero, cuando pe acompaña al SD, la interpretación ya no es genérica (tipo-genérico), sino argumental, es decir, el SD indica a un referente en el mundo contextual. Por otro lado, cuando los SD definidos no vienen acompañados por pe (como en el ejemplo de abajo), se puede mantener una interpretación genérica:
a. Ion iubește femeia. (genérico)
Ion quiere la mujer
Ion quiere a la mujer.
b. Ion o iubește pe femeie (și nu o va părăsi.) [3,p.150] (no genérico)
Ion la quiere a mujer (y no la abandonará.)
Ion quiere a la mujer (y no la abandonará.)
Las interpretaciones genéricas indican una ausencia de referencia determinada con estos SD. [3,p.150] La ausencia de referencia determinada produce ausencia del MDO con tales SD.
La referencia determinada en las representaciones definidas provocan el uso obligatorio del MDO (véase los hechos acerca de la interacción de la referencia determinada y la escala de la animacidad). Las representaciones definidas de interpretación tipo, como son fel, tip (tipo)[3,p.150] pueden no adquirir referencia determinada, por eso se espera que el MDO sea, a lo mejor, opcional (si no imposible) con estos tipos de SD.
Mihai nu agreează *(pe) tipul ăsta de fete. [3,p.150]
Mihai no aguanta a el tipo este de chicas.
Mihai no aguanta tal tipo de chicas.
En efecto, como ya se ve, el MDO es realmente imposible con tal tipo de SD.
Habiendo analizado el caso de las representaciones definidas que pudiesen adquirir referencia determinada, se prestó atención a algunos casos donde las dichas representaciones definidas tenían una interpretación tipo-genérico (de modo que no podían adquirir referencia determinada). En todos esos casos donde los SD definidos tenían interpretación tipo el uso del MDO estaba prohibido. Según parece, el hecho de que esos SD no pudiesen adquirir referencia determinada era razón bastante para rechazar el uso del MDO. [3,p.150]
Así, el uso opcional aparente del MDO con las representaciones definidas puede ser explicado mejor si se tiene en cuenta la interacción de dos parámetros: la referencia determinada y la escala de la animacidad. Los SD con referencia determinada tiene marcación obligatoria mediante pe con tal que sean humanos. Cuando ésos bajan en la escala de la animacidad el MDO llega a ser a lo mejor opcional (con representaciones definidas [-humano,+animado,+referencia determinada]), si no completamente imposible (con las representaciones definidas [-humano,-animado,+referencia determinada]) ya que la escala de la animacidad anula el parámetro de la referencia determinada en el caso de esos SD. Además, el MDO es imposible con aquellas representaciones definidas que no pueden adquirir referencia determinada (porque tiene una interpretación tipo-genérico). [3,p.150]
Hay, sin embargo, un grupo de representaciones definidas que carecen de referencia determinada, pero el uso de pe es opcional. La hipótesis que surge aquí es que el mismo hablante es el responsable de la elección del MDO. No obstante, el parámetro de la referencia determinada tiene algún papel en cuanto al MDO con las representaciones definidas, además de la escala de la animacidad. [3,p.150-151]
Partitivos.
Como se puede ver en el ejemplo de abajo, los partitivos que están en la más alta posición de la escala de la animacidad, es decir son humanos, pueden adquirir marcación mediante pe, es decir, es opcional:
I- am văzut pe câțiva dintre studenți. [3,p.151]
Los he visto a algunos de entre estudiantes.
He visto a algunos de los estudinates.
En el caso de los partitivos, su valor de conjunto se da por la interpretación del ámbito del SD[4], es decir, de la expresión introducida por dintre (de). En otras palabras, los SD introducidos por dintre presentan un referente de discurso y el valor de conjunto aportado por el partitivo se encuentra dentro del ámbito de este referente. Lo que es de gran importancia en este caso es que los partitivos no exigen referencia determinada, lo que explica una cierta inclinación hacia ser marcado mediante pe. Pero en este caso, el hecho de que los partitivos pudiesen adquirir (opcionalmente) marcación de caso contravendría la teoría hasta aquí descrita.
La condición partitiva restringe el valor de conjunto al valor atribuido a una variable ya restringida[3,p.151], es decir una variable introducida por el ámbito del SD. Así, la elección del referente en el caso de los partitivos está necesariamente restringida a un sub-conjunto de valor de un referente del discurso, por lo tanto está restringida relativo al discurso. Se cree que es la restricción la que hace que los partitivos se comporten a lo largo de las líneas de los SD definidos en cuanto a la marcación evidente de caso, encargando al hablante a que marque opcionalmente los partitivos mediante pe. Nótese que en este caso, los partitivos se comportan como las representaciones definidas, las que se interpretan según su contexto, que contiene un conjunto unitario saliente que satisface la descripción.[3,p.151]
El MDO con los indefinidos.
Conforme a todos los SD argumentales de la teoría de la representación del discurso[3,p.151], los indefinidos fijan un referente de discurso (una variable) y una condición sobre éste. La condición es una predicativa, igual que la proporcionada por las representaciones definidas. Ya que la condición predicativa no fija el valor de elección de la variable no se esperaría que los indefinidos adquiriesen referencia determinada. [3,p.151]
Sin embargo, la variación en la atribución de los valores a las variables y su ausencia con los indefinidos puede ser entendida de otra manera – en términos de individuación. La individuación cubre una variedad de diferencias en cuanto al modo según el cual las variables reciben valores. Parece que hay dos maneras en las que las instrucciones de la valuación pueden ser restringidas. Una puede restringir el carácter de la función que atribuye valores a las variables, o, por otro lado, el conjunto de valores mismo puede ser restringido. Los partitivos impone restricciones en el conjunto de valores, mientras los artículos definidos restringen la relación de entre la función de entrada y las funciones que lo extienden a las variables introducidas por los SD. [3,p.151-152]
Por otro lado, los artículos indefinidos comunes como un/o en rumano no imponen tales restricciones, y por eso puede haber más interpretaciones posibles disponibles para los indefinidos. Según lo mencionado, la única contribución que hacen los indefinidos, cuando se encuentran en posición de argumentos, es de una variable y de una condición predicativa sobre esta variable. La función que atribuye valores a estas variables depende del entorne donde la variable deba encontrarse (por ejemplo, si los indefinidos aparecen dentro del alcance semántico de los cuantificadores o los operadores, a la variable le atribuye valor estos operadores).
Individuación de alcance.
La individuación de alcance se preocupa de si una variable desde dentro de una cierta expresión se interpreta como resultado de un operador que induce variación. Así, un indefinido puede introducir una variable x, a la que, después, le atribuye valores una expresión cuantificada. Considérese el ejemplo:
Cada chica escribió una carta de amor.
En este caso puede haber dos variantes. Así, si el indefinido está dentro del alcance del cuantificador (un indefinido dependiente), la variable introducida por ése co-varía con la variable introducida por el cuantificador. [3,p.152] No obstante, el indefinido puede también ser independiente del cuantificador universal, es decir, puede estar fuera de su alcance semántico y, en este caso, la variable introducida por el indefinido ya no co-varía con la introducida por el cuantificador universal. [3,p.152] Apliquémoslo, en rumano, sobre los objetos directos indefinidos. Considérese el ejemplo:
Fiecare parlamentar asculta un cetățean. [3,p.152]
Cada miembro del parlamento escuchaba un ciudadano
Cada miembro del parlamento escuchaba a un ciudadano.
Según ya lo visto, esta oración tiene ambigüedad dentro de una interpretación cuantificacional, es decir, cuando la variable introducida por el indefinido está dentro del alcance del cuantificador universal (indefinido dependiente, es decir, la variable introducida por el indefinido es dependiente de la variable introducida por el cuantificador). Por otro lado, el indefinido también puede estar fuera del alcance del cuantificador e indicar a un cierto ciudadano. Si se aplica la preposición pe sobre el indefinido en este caso, la interpretación cesa de ser ambigua y el equilibrio se inclina hacia una interpretación referencial:
Fiecare parlamentar îl asculta pe un (anumit) cetățean. [3,p.152]
Cada miembro del parlamento lo escuchaba a un (cierto) ciudadano
Cada miembro del parlamento escuchaba a un (cierto) ciudadano.
El resultado llega a ser aún más claro si se añade al indefinido un modificador como un anumit (un cierto). [3,p.152]
Individuación epistémica.
Definiendo la individuación epistémica, se empieza con ejemplos del tipo de abajo:
a. Lipsește o păpușă din cufărul cu jucării.
Falta una muñeca de el cofre con juguetes.
Falta una muñeca del cofre con juguetes.
b. Un student de la drept știe bine latina. [3,p.153]
Un estudiante de a derecho sabe bien el latín
Un estudiante del derecho sabe bien el latín.
El contexto dentro del cual se usan estas oraciones no limita la elección del valor para la variable introducida por el indefinido a una única entidad, pero, el hablante podría pensar en un particular específico mientras pronuncia tales oraciones[3,p.153] (lo que pudiera se clarificado mediante los recursos del contexto). Si éste es el caso, el dicho indefinido es específico epistémico. En este caso, el indefinido tiene fijado un referente relativo al hablante pero no relativo al contexto entero. Considérese otro ejemplo:
(L-) am întrebat (pe) un prichindel unde -l puteam găsi pe șef. [3,p.153]
Lo he preguntado a un chiquito dónde lo podíamos encontrar a jefe.
Pregunté a un chiquito dónde podíamos encontrar al jefe.
Utilizando pe en el ejemplo b. de arriba, se indica claramente el hecho de que el hablante piensa en un cierto referente.
Sin embargo, los indefinidos específicos epistémicos pueden estar vinculados a otro referente introducido en el discurso que puede funcionar como sujeto o como objeto indirecto. Considérese:
O femeie vorbea despre o vrăjitoare în timp ce alta îi sorbea cuvintele
Una mujer hablaba sobre una bruja en tiempo que otra le sorbía las palabras
curioasă. [3,p.153]
curiosa.
Una mujer hablaba de una bruja mientras otra la escuchaba atentamente y con gran curiosidad.
a. O femeie cunoștea o vrăjitoare.
Una mujer conocía una bruja.
Una mujer conocía a una bruja
b. O femeie (o) cunoștea (pe) o vrăjitoare[3,p.153]
Una mujer la conocía a una bruja.
Una mujer conocía a una bruja.
El ejemplo de arriba puede indicar el hecho de que los SD en función de sujeto pueden referirse a un cierto referente, es decir, la mujer puede, en realidad, pensar en una cierta bruja, sobre todo si se tiene en cuenta la contribución del verbo a cunoaște (conocer). El contexto resulta más claro en el ejemplo b. a causa de la contribución de pe. [3,p.153]
Como una conclusión parcial, se puede afirmar que lo que la preposición pe actualiza es la interpretación específica, d-vinculada[3,p153-154][4,p27-28], que puede o no puede emerger cuando el indefinido se usa solo. Pe, así, hace la diferencia entre la interpretación d-vinculada (nivel del objeto) de un indefinido y la no d-vinculada. Sin embargo, se debe tener en cuenta el hecho de que la marcación mediante pe es opcional con indefinidos en rumano. Asimismo, parece que el hablante tiene la libertad de actualizar una cierta interpretación del indefinido (la d-vinculada). Naturalmente, esta elección puede ser influenciada por ciertos factores (como la animacidad, la topicalidad, etc.), pero, lo importante es que la opcionalidad es cuestión de la elección del hablante. Así, nunca se empleará pe cuando se trata de un objeto directo indefinido no humano, pero se puede elegir libremente cuando el indefinido es humano. Lo que favorece una elección a la otra es la opción del hablante para una interpretación d-vinculada evidente del indefinido. Parece que en este caso la animacidad (más exacto la personalidad) tiene primacía sobre la individuación, y esto debe ser en realidad así – la animacidad es un raso inherente de los sustantivos, es decir, un rasgo que no puede ser cambiado. La individuación tiene importancia sólo cuando la marcación explícita no esté exigida por la animacidad del argumento. Considerando los ejemplos con indefinidos que se han examinado hasta aquí, se ha observado que pe es posible sólo con indefinidos animados (eso se puede restringir aun a humano) e imposible con los indefinidos no animados. Además, cuando se trata de los casos donde pe pudiese ocurrir, la marcación explícita parece depender de las intenciones del hablante. [3,p.154]
La animacidad es un rasgo inherente de los SD, es decir, cada sustantivo está léxicamente marcado para animacidad o su ausencia, y este rasgo no puede ser modificado como ocurre con la individuación. De verdad, los sustantivos no tienen marcación inherente para la individuación, de hecho, en muchos idiomas se pueden encontrar varias herramientas lingüísticas para interpretar un SN como específico o no. En rumano, por ejemplo, una tal procedimiento consiste en acompañar el objeto directo indefinido con una expresión como un anumit (un cierto), según se ha demostrado antes.
a. Am întâlnit un rechin pe când mă îmbăiam în apele Mediteranei.
He encontrado un tiburón por cuando me bañaba en las aguas de Mediterráneo
Encontré a un tiburón mientras me bañaba en las aguas del Mediterráneo.
b. L- am întâlnit pe un vechi prieten pe când mă îmbăiam în apele
Lo he encontrado a un viejo amigo por cuando me bañaba en las aguas
Mediteranei. [3,p.154]
de Mediterráneo
Encontré a un viejo amigo mientras me bañaba en las aguas del Mediterráneo.
En los párrafos precedentes se ha analizado os casos del MDO con los indefinidos. Igual que las representaciones definidas, los SD indefinidos fijan un referente de discurso y una condición predicativa sobre éste. La condición predicativa no fija la elección del valor de la variable, por lo tanto los indefinidos no adquieren referencia determinada. Sin embargo, la cuestión de la variación de la atribución del valor entra en discusión cuando está implicada la individuación. Cuando los indefinidos son específicos (específicos de alcance o específicos epistémicos), ellos pueden tener marcación mediante pe. Debemos, pues atraerles la atención al hecho de que todos los ejemplos donde el objeto indefinido era marcado mediante pe contenían también un pronombre clítico que redoblaba el SD objeto. Así, la interpretación específica de los SD indefinidos adquirida en esos ejemplos se puede deber a la presencia del clítico. Queda el problema acerca de la opcionalidad del MDO con tal tipo de SD. En otras palabras, los SD indefinidos pueden adquirir una interpretación específica con MDO ausente[3,p.154] (la presencia de éste, no obstante, inclina el equilibrio hacia una evidente interpretación específica). Esta opcionalidad puede residir en el hablante, el que puede tener un papel más importante en la atribución del MDO a diferencia de lo previsto. Se necesitará más investigación acerca de esto.
2.1.3 Casos donde el MDO está prohibido.
Hasta aquí, se han considerado los casos donde la marcación explícita era posible (o bien opcional o bien obligatoria), pero el rumano nos proporciona algunos casos donde el uso de pe es gramaticalmente incorrecto. Parece que pe nunca puede ocurrir con los sustantivos incontables, los plurales simples y los SD incorporados[3,p.155]. Los sustantivos incontables se refieren a la materia en general y no a referentes específicos. [3,p.155] Por eso tal tipo de sustantivos nunca tiene marcación explícita mediante pe:
Mâine voi cumpăra (*pe) unt. [3,p.155]
Mañana voy a comprar a manteca
Mañana compraré manteca.
Considérese también los ejemplos de abajo donde en a. el SD es un plural simple y en b. y c. donde el SD es definido:
a. Am invitat copii la masă.
He invitado niños a mesa
He invitado niños a la mesa.
b. (I-) am invitat pe copii la masă.
Los he invitado a niños a mesa
He invitado a los niños a la mesa.
c. Am invitat copiii la masă. [3,p.155]
He invitado los niños a mesa.
He invitado a los niños a la mesa.
Considérese también los ejemplos de abajo. Como se puede ver, los plurales simples no pueden tener referencia porque no se puede emplear el demostrativo para indicar a un supuesto referente que el SD pueda introducir, es decir, no hay estudiantes que estos estudiantes hayan aprobado sus exámenes. Lo mismo resulta válido en el caso de ceilalți (los otros). Queda claro que los plurales simples no pueden tener referencia determinada, por lo tanto no pueden tener marcación explícita:
a. Am cunoscut studenți. *Aceștia tocmai terminau examenele.
He conocido estudiantes. Éstos aún terminaban los exámenes
Conocía estudiantes. *Éstos acababan de superar los exámenes.
b. Am întâlnit copii prietenoși în parc. [3,p.155]
He encontrado chicos amistosos en parque.
*Ceilalți n-au vrut să se joace cu mine
Los otros no han querido jugar con mí.
Encontré chicos amistosos en el parque. *Los otros no querían jugar conmigo.
Los SD incorporados no indican un referente único, ellos, de hecho, forman una unidad semántica con el verbo y reciben su interpretación mediante la interpretación general del SV entero. Por eso, ellos no tienen referencia determinada y marcación explícita de caso mediante pe tampoco:
Căutăm profesor/secretară/zidar.
Buscamos profesor/secretaria/albañil. [3,p.156]
2.1.4 Visiones generales sobre el MDO en rumano.
El principio más importante según el cual se han considerado las diferencias entre los SD con respeto al MDO es que cada SD argumental fija un referente de discurso (o un valor) y una condición sobre éste.
Los nombres propios y los pronombres definidos difieren de las representaciones definidas en lo que sólo los primeros exigen marcación obligatoria mediante la preposición pe. Esta diferencia se ha analizado desde el punto de vista de las condiciones de cómo a las variables introducidas por los SD se les ha atribuido valores. Así, los nombres propios y los pronombres definidos fijan condiciones ecuativas en las variables que introducen – en virtud de las condiciones de valor ecuativas que estos SD fijan, las variables que éstos introducen cumplen el requisito de la referencia determinada. Por esto, esos SD son marcados obligatoriamente por pe. La excepción en este caso es que los nombres propios no animados no son marcados por pe, ni el pronombre relativo ce (que) tampoco. A diferencia de los pronombres definidos y los nombres propios, las representaciones definidas fijan una condición predicativa en las variables que introducen. [3,p.156] Esta condición no fija la referencia de la variable en cuestión de la misma manera que la hacen las condiciones ecuativas, por lo tanto la diferencia sobre la esencia de las condiciones de valor puede ser responsable de la opcionalidad del MDO con las representaciones definidas. Sin embargo, hay algunos casos de referencias definidas especiales que pueden adquirir referencia determinada, es decir, en el caso del SN que denota un conjunto unitario relativo al modelo o un conjunto de entidades contextualmente restringido. Esto se puede lograra de varias maneras: si el SN es un superlativo (por ejemplo: el primer hombre en la luna), si éste indica referentes únicos en relación con el modelo relativo al cual se interpreta el discurso(ejemplo: la luna).
Ahora, si estos tipos especiales de SD definidos pueden adquirir referencia determinada, la expectativa de su marcación median pe era que el MDO fuese obligatorio con tal tipo de SD. El análisis demostró, pues, que esto es parcialmente verdad porque sólo las representaciones definidas del tipo [+humano,+referencia determinada] exigen obligatoriamente la marcación. Se necesitó atenuar la hipótesis inicial de acuerdo con los hechos analizados. Así, el parámetro de la referencia determinada todavía impone la obligatoriedad del MDO con aquellos SD que tiene referencia determinada. Sin embargo, en el caso de las representaciones definidas, el parámetro está anulado por la escala de la animacidad. Esto explica tanto la esencia obligatoria del MDO con las representaciones definidas [+humano,+referencia determinada] (normalmente, el MDO es opcional con las representaciones definidas [+humano,-referencia determinada]) como el comportamiento del MDO con los SD definidos[-humano,+/-animado,+referencia determinada,]. Los resultados acerca de la interacción los dos parámetros se repiten abajo:
a. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[+humano] – el más alto en la escala de la animacidad – preferencia para MDO
Resultado: MDO obligatorio
b. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,+animado] – más abajo en la escala de la animacidad, MDO opcional
Resultado: MDO opcional
c. [+referencia determinada] – MDO obligatorio
[-humano,-animado] – el más bajo en la escala de la animacidad, sin MDO
Resultado: MDO ausente[3,p.157]
Se ha analizado una serie de representaciones definidas que tenían una interpretación tipo-genérico (por eso no podían adquirir referencia determinada). En todos los casos donde los SD definidos tenían una interpretación tipo el uso del MDO estaba prohibido. El hecho de que estos SD no pudiesen adquirir referencia determinada era bastante razón para impedir el uso del MDO. Finalmente se han considerado los SD indefinidos y su comportamiento en cuanto al MDO. Ya que estos SD fijan un referente de discurso y una condición predicativa sobre este valor, no se esperaría que adquiriesen referencia determinada, da ahí la ausencia de la obligatoriedad del MDO. Los indefinidos son específicos (específico de alcance o epistémico). Y pueden ser marcados por pe. No obstante, los hechos no deben entenderse literalmente – en todos los ejemplos proporcionados, el objeto indefinido era marcado mediante pe, pero también éste estaba redoblado por un clítico pronominal. Por lo tanto, la interpretación específica que los SD adquieren en este caso se puede deber también a la presencia del clítico. Otro problema sin resolver es la opcionalidad del MDO con estos SD. Así, los SD indefinidos pueden adquirir interpretación específica en la ausencia del MDO (pero su presencia, no obstante, inclina el equilibrio hacia una interpretación específica evidente). La opcionalidad puede residir en el hablante, que podría tener un papel más importante en la atribución del MDO que el papel previsto. Por último, se han considerado algunos casos donde el MDO está prohibido – pe nunca puede ocurrir con los sustantivos incontables, los plurales simples y los SD incorporados. Todos estos SD fallan en fijar un referente de discurso y aún menos una condición sobre ése.[3,p.157]
Asumiendo lo concluido aquí, se puede esbozar el siguiente esquema de la repartición del MDO en rumano, compatible con el análisis hecho en el primer capítulo:
Figura 7. La característica del MDO en el rumano.
2.2 El MDO en el español.
2.2.1 La dimensión de la animacidad y el MDO.
En el español, igual que en el rumano, la dimensión de la animacidad juega un papel importante en la determinación del MDO. Así, los pronombres personales siempre se marcan de caso, independientemente de que sean de primera, segunda o tercera persona. De hecho, los pronombres personales no clíticos tienden a ser permitidos en la posición de objetos directos sólo cuando son humanos, y está claro que el MDO es obligatorio. En los ejemplos de abajo, a. no puede ser pronominalizado como b. :
a. Vimos la película.
*La vimos a ella.
La vimos.
b. Vimos a mi tía Paca.
La vimos a ella.
La vimos.[15,p.12]
De hecho, con los pronombres universales, la única manera de determinar fuera del contexto si estos indican un referente humano o no e averiguar si se introducen por a o no. Los ejemplos de abajo enseñan algunos pares mínimos donde la marcación a es compatible sólo con una interpretación humana, y su ausencia requiere una interpretación no humana. [15,p.12] No todos los pronombres se comportan así – hay casos donde la noción relevante es la especificidad partitiva (como se verá en lo adelante).
Vimos a todos.
Vimos todos.
Vimos a cada uno de ellos.
Vimos cada uno de ellos. [15,p.12]
Muchos de los aparentes contraejemplos tiene que ver con la dimensión de la individuación o con casos de personificación (a veces mediante la metonimia o la sinécdoque). Todos los ejemplos de abajo tienen objetos con marcación mediante a, que, tomados fuera del contexto se refieren a cosas, pero resulta claro que en estas oraciones éstos pretenden indicar a humanos, o mediante la reevaluación de su significado, o relacionándolos a un sitio o a una función. Algunas de las personificaciones son frecuentes en la literatura.
Vi a la mente más preclara del país.
Conoce a todo Madrid.
Vi al rectorado en pleno en la cafetería.
Vi a la Muerte. [15,p.13]
Se ha notado frecuentemente que los nombres propios sólo se marcan con a cuando se refieren a humanos y no se marcan cuando se refieren a títulos de libros, obras, películas – pero éstos a veces exigen el uso de a con referencia a no animados. El ejemplo muestra un contraste entre una oración donde el objeto es humano y la otra donde el objeto se refiere a un libro que comparte el mismo nombre con la persona:
Vio a Werther en el bosque.
Vio Werther en el teatro.
Con los nombre propios de animales hay un fuerte tendencia para marcar el objeto con a (presumiendo que Fido es el nombre del perro):
Vi a Fido
*Vi Fido. [15,p.13]
Cuando parece haber variación es cada vez que un animado no humano es objeto directo, sea definido o no. Todas las cuatro oraciones de abajo son posibles, aunque b. es marginal para la mayoría de los hablantes, sugiriendo que los animados definidos, en español, deben tener marcación mediante a en todos los casos, y esta marcación parece ser asociada a los contextos donde se pretende que el perro sea el agente de algún suceso implícito. Así, la oración c. está asociada a un contexto donde alguien ha hecho algo en la cocina (digamos ha estropeado el pastel) y el hablante quiere comunicar que ha visto a un perro en la cocina que es el responsable de lo ocurrido.
a. Vi al perro.
b. Vi el perro.
c. Vi a un perro en la cocina.
d. Vi un perro en la cocina. [15,p.14]
A algunos animales les resulta más dificultades combinarse con el MDO que a otros, y parece que éstos son los animales que se interpretan normalmente como no bastante activos. Se sugiere que los oraciones de más abajo suenan extraño. Se puede presumir que esto tiene que ver con el hecho de que los animales como los peces normalmente no interactúan con los hombres – a lo mejor éstos animales se clasifican como no animados con fines gramaticales. [15,p.14] De todos modos, la versión con la marcación a parece posible una vez que se imagina una situación donde al animal se le atribuye signos de acción como un agente independiente, por ejemplo, el pez podría luchar contra el pescador:
Pesqué a un pez enorme.
Vi a un gusano.
Vi a una medusa. [15,p.14]
Hay un punto importante al que todas estas alternaciones de interpretaciones humanas/animadas y no animadas podrían llamar la atención. El hecho de que la interpretación humana no está forzada por algunos substantivos, peor puede ser adquirida, sugieren que la animacidad y las interpretaciones humanas no se deben a la presencia de un rasgo léxico con el que están dotados todos los substantivos. Si ése fuese el caso, sería un rasgo léxico extraño, uno que podría ser quitado de algunos sustantivos y añadido prácticamente a cualquier sustantivo una vez establecido el contexto. Se proponen, pues, dos alternativas: o bien (a) la interpretación humana no se representa por la presencia de un rasgo, pero se asocia a la ausencia de alguna estructura – como una interpretación inicial de los argumentos, donde la información contraria no está presente – o una configuración particular, o bien (b) o la animacidad se debe a un rasgo de algún núcleo funcional que puede combinarse prácticamente con todos los sustantivos. [15,p.14] A favor de la primera opción se da el hecho de que, frecuentemente, la interpretación humana se consigue en contextos donde la información no está presente como se da en oraciones impersonales con se. Un hecho frecuentemente observado de las oraciones impersonales con se en español es que se impone una interpretación humana del sujeto, aunque el sentido léxico del verbo haga que un sujeto no humano sea más probable.
Se vuela mucho aquí.
Se muge mucho aquí. [15,p.14]
Dado el papel de la animacidad y las interpretaciones humanas en la distribución del MDO, el análisis específico que se diese a cómo se consiguen las interpretaciones humanas tendría consecuencias obvias para el análisis del MDO.
Además de los casos donde los objetos directos no humanos no reciben MDO a causa de su individuación, hay situaciones donde el MDO se atribuye a objetos directos no humanos. En estos casos no se pretenden interpretarse como personificación. Estos casos pueden ser caracterizados según el verbo que rige el objeto directo.
Un verbo del tipo llamar, ya desde un período muy temprano en la lengua, muestra una tendencia de participar en el MDO. La marcación mediante a con este verbo ya era obligatoria en los períodos tempranos de la lengua[15,p.15][16,p.451]:
¿Cómo llamas *(a) esta construcción?
Llamar al pan, pan y al vino, vino.
¿Y a estas llamas señales de salud? [Celestina]
¡Llamar detestable a la comedia! [Comedia Nueva]
A lo mejor en esta pauta es relevante también que el verbo introduzca un predicado secundario, otro factor que puede provocar el MDO independientemente de la animacidad.
Pero hay también verbos que provocan el MDO sin tener – por lo menos obviamente – un predicado secundario. Un grupo relativamente homogéneo son los verbos transitivos estáticos como preceder, anteceder, suceder, seguir, sustituir, reemplazar, modificar, incluir, excluir, clasificar, caracterizar. [15,p.15] La serie posee un grupo más o menos definido de verbos que expresan relaciones locativas entre las entidades.
El género caracteriza a los sustantivos.
Su voluntad obedece a la razón.
El sujeto precede al verbo.
El verbo sigue al sujeto.
El dos sucede a uno. [15,p.15-16]
En su versión eventiva, cuando la tienen, ninguno de los verbos atribuye a a su objeto directo. Nótese, por ejemplo, que en el sentido eventivo de seguir, no hay MDO antes de los no animados:
Juan siguió la vía del tren. [15,p.16]
Una cuestión fundamental es por qué estos verbos transitivos estáticos tiene MDO. Se presume que el verbo estático selecta un SPr, encabezada por a, la que relaciona el sujeto con el objeto.
Ya se ha visto que los nombres propios de animales tienden a adquirir marcación mediante a independientemente de si se presume que en el contexto son activos o no. Se ha notado que los nombres propios dados a objetos – barcos, revistas, latas de cerveza – también exigen la marcación mediante a sugiriendo que la animacidad no tiene ningún papel aquí. [15,p.17] El segundo ejemplo es una ilustración que los verbos que imponen a que los objetos directos sean no animados también funcionan así:
Esconde *(a) Bárbara.
Iza *(a) Bárbara. [15,p.17]
La manera obvia de contrastar estas oraciones es compararlas con ejemplos donde el nombre propio se refiera a una libro, una película u otra obra. Como se ha visto, en tales casos la marcación mediante a es imposible. Los ejemplos de arriba contrastan con los topónimos, que también rechazan la marcación mediante a en el español contemporáneo. Así, no es verdad que la animacidad en sí misma determine la marcación mediante a, pero tampoco es verdad que todos los nombres propios la fuercen.
Guarda *(a) Werther en el cajón. [15,p.17]
Además, se ha notado que a veces los pronombres personales de tercera persona también reciben marcación aunque claramente no se refieran a humanos.
… es como el lente que nos hace ver mejor la naturaleza sin que a él mismo le veamos. [15,p.17]
Nótese que aquí, no obstante, otros factores puede tener importancia – el objeto directo es topicalizado, hay leísmo (característico para el español del País Vasco, de donde era Unamuno).
2.2.1 La dimensión de la individuación y el MDO.
La segunda propiedad interna del SD que tiene correlación con el marcado mediante a tiene que ver con la referencialidad: cuánto más individuado sea el objeto, más probable que tenga marcación explícita.
Es bien sabido que una condición tradicional necesaria para permitir marcación mediante a es que el objeto directo sea específico. La especifidad misma es una noción compleja que recibe una interpretación ligeramente diferente. [15,p.18][17] Generalmente se asocia con estas cuatro condiciones, que interfieren sólo parcialmente:
1. un sustantivo específico se refiere a una entidad que es indentificable en la mente del hablante, independientemente de que exista en el mundo real (especificidad epistémica)
2. un sustantivo específico se refiere a una entidad que pertenece a un grupo que ha sido activado en el discurso (especificidad partitiva)
3. un sustantivo específico no está dentro del alcance de algún cuantificador (especificidad de alcance)
4. un sustantivo específico es relativamente vinculado al hablante de la oración o a alguna expresión referencial contenida en la misma oración (especificidad relativa) [15,p.18]
Las primeras dos nociones son las que más de cerca armonizan con el MDO en el español. Se nota que, además de las consecuencias inmediatas que lleva esta situación compleja para la comprensión de qué tipo de fenómeno es la especificidad, en español la marcación mediante a no parece reflejar sistemáticamente ninguna de estas distinciones, con la posible excepción de ser partitiva, que se considera sólo como una de las posibles interpretaciones que pueden ser pragmáticamente provocadas cuando el objeto tiene la marcación a. [15,p.18][18,p.78]
Con respecto a esta definición, un objeto directo es no específico si éste meramente describe un conjunto de propiedades que algunas entidades en el mundo del discurso puedan tener, pero no obligatoriamente. Es específico si identifica, por sus propiedades, una entidad conocida por lo menos de uno de los hablantes. Es bien sabido que, de forma predeterminada, un sustantivo indefinido recibe una interpretación específica en combinación con predicados, y que para lograr una interpretación no específica es necesario tener un elemento con un componente modal (un operador de opacidad) en una posición jerárquicamente más alta. [15,p.18][19,p.862] Entre los inductores de la no-referencialidad hay predicados pertenecientes a los dominios de los deseos, intenciones, posibilidades y otras nociones modales: buscar, necesitar, pedir, querer, intentar, esperar, planear, permitir, ser conveniente, ser necesario, ser suficiente, ser obligatorio. Las preposiciones para y sin parecen permitir también estas interpretaciones. En todos estos casos se puede imaginar que los predicados o las preposiciones relevantes llevan alguna información modal suplementaria, y en el caso de sin, resulta bastante obvio que la noción suplementaria está relacionada con la negación. La combinación con cualquiera es un signo de no-especificidad:
Buscar un billete cualquiera.
Ser suficiente con un libro cualquiera.
Para vivir en una casa cualquiera.
Sin un amigo cualquiera. [15,p.18-19]
La relevancia de estos predicados para la marcación mediante a es que generalmente se opina que sólo los objetos directos específicos tienen marcación. [15,p.19][20] Sabiendo que la presencia del subjuntivo en la oración relativa es un signo de no-especificidad., más abajo se enseñan pares de oraciones donde el primer miembro es específico y tiene marcación mientras el segundo no:
Buscar *(a) una secretaria que habla inglés.
Buscar (*a) una secretaria que hable inglés.
Necesitar *(a) una amigo que tiene coche.
Necesitar (*a) una amigo que tenga coche. [15,p.19]
La misma pauta se reproduce mientras los sustantivos definidos son no-específicos. El primer ejemplo de abajo se puede decir cuando el ganador ya no se ha elegido, y el segundo se puede proferir cuando el ganador ya se conoce:
Encontrar la persona que tenga más puntos.
Encontrar a la persona que tiene más puntos. [15,p.19]
Sin embargo, los datos no son tan claros, y a veces la marcación a es compatible con el subjuntivo. Más abajo hay un tal caso. Aquello se puede decir una vez que la ronda de preguntas en la competición se ha acabado, pero los jueces no han determinado todavía quién es la persona que tiene el mayor número de puntos. Con la marcación, se supone que alguien tiene más puntos que los demás, pero no se puede todavía identificar a la persona:
Busca a la persona que tenga más puntos. [15,p.19]
Esto sugiere que el tipo al cual la marcación a es sensible no es idéntico a las condiciones bajo las cuales es empleado el subjuntivo. [15,p.19] A la luz del ejemplo de arriba, el subjuntivo de las oraciones relativas parece ser asociado a contextos donde el hablante no puede identificar el referente, mientras la marcación a tiene que ver, más pronto con la suposición de la existencia de una tal entidad. En un mundo real o imaginario, esta entidad debe existir, aunque no se encuentre. Así, en los ejemplos de abajo, el que diga el primero puede ser acusado de creer que los unicornios existen (en el mundo relevante), pero el segundo ejemplo no supone que ellos existan.
Buscar a un unicornio.
Buscar un unicornio. [15,p.20]
En la segunda definición de la especificidad – la partitiva – el contraste relevante está en el ejemplo de abajo:
De los parientes que quería visitar, sólo vi ??(a) tres.
Sólo vi ??(a) tres. [15,p.20]
Cuando el objeto directo animado se refiere a una parte de un grupo más amplio que ya se ha mencionado en el contexto, la marcación a es obligatoria para la mayoría de los hablantes. Por eso, el primer ejemplo de arriba suena extraño cuando el grupo mayor está mencionado. El segundo ejemplo permite la marcación a hasta el punto que el objeto directo sea específico en este sentido, aunque el grupo no haya sido mencionado en la misma oración. La diferencia está relacionada a la distinción entre los cuantificadores fuertes y débiles. Así, el primer ejemplo de abajo supone que el objeto directo es humano, y además, está individuado en el discurso porque éste pertenece a un grupo más grande que ya ha sido mencionado. En el segundo, el objeto directo podría ser humano, pero en este caso no estaría individuado. El mismo contraste aparece en el tercero y el cuarto ejemplos:
Vimos a tres.
Vimos tres.
Vimos a algunos,
Vimos algunos. [15,p.20]
Otro factor que interactúa con la marcación a es si el objeto directo está interpretado como un tipo o una clase de objetos, o como entidades individuales pertenecientes a esta clase. En el primer caso, la marcación mediante a no es posible. Como en el español los plurales simples denotan clases de entidades, y no las entidades mismas, esto explica que los objetos directos en los ejemplos de abajo, aunque humanos, no llevan la marcación a. Los plurales simples describen la clase de entidades que actúan en el evento, y no destacan ninguna entidad individual de esta clase. Como se esperaba, las afirmaciones genéricas favorecen tal interpretación.
Un médico cura pacientes.
Este veneno mata marcianos. [15,p.21]
Sin embargo, hay un área gris aquí, que a veces interfiere con el verbo – ya que no todos los verbos permiten plurales simples – y a veces depende de la presencia de modificadores u otras propiedades de la estructura al que pertenece el plural simple.
Un payaso no divierte *(a) jóvenes.
Un catedrático instruye *(a) jóvenes. [15,p.21]
La universidad debe formar a investigadores cualificados. [21]
El trópico desgasta a hombres y mujeres. [21]
Sobre los casos como los de arriba se dice que la marcación mediante a se prefiere cuando el plural simple lleva modificadores que son bastantes para identificar una subclase específica o cuando el plural simple está coordinado con otro. Se sugiere que estos plurales simples son determinados en la ausencia de un artículo definido porque ellos contienen bastante información para identificar a los individuales o a los grupos. [15,p.21] No obstante, desde el punto de vista de la marcación resulta muy difícil identificar en qué sentido una subclase de entidades debe contar como más individualizada que una clase de entidades, dado, sobre todo, el hecho de que los plurales simples sin modificadores pueden ser bastante restrictivos (por sus propiedades léxicas – véase el ejemplo de abajo) y rechazar la marcación.
Este profesor forma *(a) topógrafos. [15,p.21]
Una manera de interpretar la hipótesis es la siguiente: el papel sintáctico de los modificadores restrictivos y la coordinación es comparable al que juega un determinante, digamos, porque permite algunas características abstractas que las permiten también los determinantes explícitos. Obviamente, esta explicación estaría apoyada por el hecho de que los modificadores restrictivos y la coordinación están entre los factores que permiten un plural simple como sujeto preverbal en español – un idioma donde, generalmente, los sujetos deben tener un determinante.
Hombres *(con sombreros de paja) aparecieron en la fiesta.
Hombres *(y mujeres) aparecieron en la fiesta. [15,p.21]
Sin embargo, la explicación debe de ser más compleja, porque teniendo un determinante no es una condición suficiente o necesaria para haber marcación. Si la especificidad – por lo menos en uno de sus sentidos – es una herramienta bastante buena para hacer la diferencia, hay posibilidad de que ciertos modificadores, por lo menos uno de las operaciones que llamamos coordinación, imponga una interpretación específica en el plural simple. Aquí, resultará difícil ver cómo la idea podría ser implementada, sobre todo teniendo en cuenta que, generalmente los modificadores no restrictivos son los que provocan interpretaciones específicas.
Buscar *(a) un encantador caballero. [15,p.22]
Dejando a un lado estas complicaciones, una generalización casi clara parece ser que los objetos marcados con a se asocian a la introducción de variables individuales en el discurso – es decir, ellos se refieren a entidades individuales – mientras los objetos no marcados con a introducirían variables tipo y denotarían clases, conjunto de propiedades. La interacción con la animacidad, pues, no sería completamente clara. La existencia de no animados que exigen la marcación mediante a nos impide que la animacidad es una condición necesaria para el marcado mediante a (sobre el cual la individuación será evaluada). [15,p.21]
Un contraejemplo a la generalización de que los sustantivos animados específicos exigen la marcación a es el comportamiento de los pronombres personales nadie, alguien, quién, ninguno, cuando se refieren a personas. Sistemáticamente, los tres primeros exigen la marcación a cuando son objetos directos. Esto se da independientemente de si se supone que nadie o alguien indiquen un grupo definido de personas o no. La marcación es obligatoria aunque el pronombre sea no-específico en todas las interpretaciones posibles.
No vi *(a) nadie en el parque.
Vi *(a) alguien en el parque.
¿*(a) quién viste en el parque? [15,p.22]
Se documentan algunos casos con otros verbos donde estas formas no llevan la marcación a, como sigue más abajo, pero para algunos hablantes contemporáneos, estos ejemplos no son aceptables:
Es mejor tener en casa alguien que te alegre la vista.
No tiene en el mundo nadie que la defienda más que yo. [15,p.22-23]
Supuestamente, hay otros factor que juegan aquí algún papel. En el primer ejemplo parece que la presencia de la expresión es mejor, que tiene un matiz modal, tiene algo que ver con la aceptación de alguien sin la marcación a. Si la sustituimos, la oración degenera (véase el ejemplo de más abajo).[15,p.23] En cuanto al segundo ejemplo, se observa que es casi reemplazable con hay, como si tuviese un complemento locativo "en el mundo".
*Lamento tener alguien que me alegre la vista. [15,p.23]
Se nota también que, de hecho, la marcación a no fuerza especificidad en ninguna de sus definiciones. Mientras es verdad que la ausencia de la marcación a fuerza una interpretación no específica, la marcación es compatible tanto con interpretaciones de alcance amplio como reducido:
Si Lud invita un filósofo, Bert se enfadará.
Si Lud invita a un filósofo, Bert se enfadará. [15,p.23]
El primer ejemplo tiene una sola interpretación – que en el caso de que cualquier filósofo sea invitado, Bert se enfadará; pero en el segundo no se entiende necesariamente que haya algún filósofo particular de modo que si éste es invitado, Bert se enfadará: además de esta interpretación, el segundo ejemplo comparte también la del primero. Esto parece sugerir que la marcación a es una condición necesaria de la especificidad, pero ella no le viene asociada obligatoriamente. [15,p.23] Así, aquí puede haber dos reacciones: algunos autores rechazan por completo que la especificidad sea el impulsor para el MDO; otra reacción es tratar cada clase de la especificidad – epistémica, partitiva y de alcance – como nociones diferentes, y comparar cuán cercanamente cada una de ellas correlaciona con el MDO. Quizá el reflejo exacto de los contraejemplos donde a es compatible con la ausencia de la especificidad epistémica no haya sido estudiado tan detalladamente. Estos tendrán que ver con oraciones del tipo de abajo. El objeto directo indefinido es específico epistémico – el hablante presume con certeza que la entidad existe, y supuestamente la puede identificar también. Sin embargo, ésta carece de la marcación a. [15,p.23]
Tengo (#a) una hija. [15,p.23]
Los análisis de este dato indican generalmente que la oración se usa como una declaración de presentación. Tener es un verbo que generalmente lleva diferencias semánticas que tienen que ver con la interacción entre el sujeto y el objeto. Así, el siguiente ejemplo es posible, pero con una diferente interpretación – el hablante puede contar con la hija que tiene:
Tengo a una hija. [15,p.24]
Curiosamente, cuando nadie, alguien y quién se combinan con este verbo, la marcación a es obligatoria y la interpretación lograda es la misma que en los ejemplos que siguen:
¿A quién tienes?
No tengo a nadie. [15,p.24]
El sentido de estos ejemplos es doble – por un lado, se sugiere que el verbo tener no es de presentación en el mismo sentido que el verbo hay, porque con el segundo, la marcación a deber ser quitada:
Hay (*a) alguien.
No hay (*a) nadie.
¿ (*a) quién hay? [15,p.24]
Por otro lado, se sugiere que cualquier valor que la marcación a tenga con respecto al verbo, debe ser mantenida aun en los casos donde no haya alternativa – no es que el sentido de tener sea diferente con o sin a porque hay elección entre dos posibilidades, sino que la presencia de a es ella misma conectada a alguna interpretación específica.[15,p.24]
Resumiendo lo analizado en estos párrafos la distribución del MDO en e español actual se puede encuadrar en una figura compatible con el análisis hecho en los primeros capítulos y ésta se da a continuación:
Figura 8. La característica del MDO en el español.
Conclusiones
Tras ser analizadas detalladamente las características del MDO en los dos idiomas, a continuación irán presentándose las más importantes diferencias y similitudes entre su distribución.
Así, lo primero que sobresale es que tanto el español como el rumano son idiomas de MDO – las dos lenguas tienen una marca especial para los objetos directos explícitamente marcados. Ésta es homónima a una preposición (a en el caso del español y pe en el caso del rumano). Otro aspecto que acerca a los idiomas es que el MDO es bien evidenciado (a diferencia, por ejemplo, del catalán donde el MDO se da sólo con un grupo restringido de objetos directos – los pronombres definidos), asimismo, hay tres grupos de sustantivos según su comportamiento frente al MDO: uno donde el MDO es obligatorio, otro donde es opcional y el tercero donde el MDO está prohibido. Otra similitud es la variación bidimensional (aunque en la literatura se han estudiado y otras dimensiones también, así que el análisis propuesto aquí es una simplificación de la imagen real de la distribución del MDO, la cual es mucho más compleja) del MDO en los dos idiomas. Así, el MDO depende más o menos independientemente de dos escalas – la de la individuación y la de la animacidad, que juntas interfieren para formar una imagen compleja del MDO en los idiomas.
Aquí aparece la más importante diferencia – el alcance del MDO por la estructura obtenida de la conjugación de las restricciones de las dos escalas relevantes (figura 1) difiere entre las dos lenguas. Si se comparan las figuras de la distribución del MDO en el español (figura 8) y en el rumano (figura 7) se observa que el grupo de objetos con marcación obligatoria en el español es más amplio que el del rumano – el rumano requiere la marcación para los objetos pronombres humanos, nombres propios humanos, pronombres animados y nombres propios animados, mientras el español, además de estos tipos de objetos, extiende más la obligatoriedad de la marcación sobre los objetos humanos determinados y específicos (los que en rumano se marcan opcionalmente). El grupo con marcación imposible es igual (con las excepciones ya estudiadas) en los ambos idiomas (objetos no específicos de cualquier animacidad y los objetos definidos no animados y específicos no animados). El grupo del medio, con la marcación opcional, está más extendido en el rumano y menos extendido en el español.
La extensión más amplia de los objetos que requieren la marcación en el español que la del rumano se deberá a dos causas: a) el marcado diferencial apareció más temprano en el español y tuvo más tiempo para extenderse (demostrado por el hecho de que la extensión del MDO del rumano contemporáneo coincide casi perfectamente con la extensión del MDO del español del siglo XII, sobre todo cuando se comparan las figuras respectivas – 7 y 3). b) el marcado diferencial apareció en los dos idiomas en el mismo período (o aun la diferenciación de los objetos directos en el rumano empezó más temprano que la del español) y la marcación avanzó más rápidamente en el español llegando al estado actual, pero, debido a la escasez de fuentes glóticas tempranas de los dos idiomas (sobre todo del rumano) resulta muy incierta esta suposición.
Bibliografía
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2. Comrie B., Language Universals and Linguistic Typology, 2nd Edition. Chicago: University of Chicago Press, 1989
3. Tigău Alina-Mihaela, Towards an account of differential object marking in Romanian. Bucharest working papers in liguistics, 2, 2010.
4. Farkas Donka, Specificity Distinction, Journal of Semantics, 19, 2002
5. https://es.wikipedia.org/wiki/Marcado_diferencial_de_objeto
6. Batistella Edwin L., Markedness: The Evaluative superstructure of Language. New-York: SUNY Press, 1990
7. Croft William, Typology and Universals, second edition. Cambridge: Cambridge University Press, 2003
8. Smolensky Paul, On the Internal Structure of the Constraint Component of UG. Los Angeles, UCLA.
9. Haiman J. Natural syntax: Iconicity and Erosion. Cambridge: Cambridge University Press, 1985
10. Barry J. A Kalkatungu Grammar. Canberra: Australian National University.
11. Bowe Heather, Categories, Constituents, and Constituent Order in Pitjantjatjara, an Aboriginal Language of Australia. London: Routledge, 1990
12. Dobrovie-Sorin Carmen, The Syntax of Romanian: comparative studies in Romance. The Hague: Mouton de Gruyter, 1994
13. Kamp H., Reyle U., From Discourse to Logic. Dordrecht: Kluwer.
14. Cornilescu A., Notes on the interpretation of the prepositional accusative in Romanian. Bucharest Working Papers in Linguistics, 2, 2000
15.Fábregas Antonio, Differential Object Marking in Spanish: a State of the Art. Borealis, an International Journal of Hispanic Linguistics, Volum 2 (2), 2013
16. Laca B., El objeto directo. La marcación preposicional. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2006
17. von Heusinger K., Specificity and definiteness in sentence and discourse structure. Journal of Semantics, 19, 2002
18. Leonetti M., Specificity and Differential Object Marking in Spanish. Catalan Journal of Linguistics, 3, 2004
19. Leonetti M., El artículo, Madrid: Espasa, 1999
20. Pérez Saldaña, El modo en las subordinadas relativas y adverbiales. Madrid: Espasa, 1999
21. RAE & ASALE, Nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa, 2009
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Acest articol: Studiu Comparat AL Marcari Diferentiale A Obiectului In Spaniola Si Romana (ID: 154729)
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