Empleo Del Indicativo Y Del Subjuntivo En Las Oraciones Subordinadas

INTRODUCCIÓN

Al definir la oración como lo ha hecho la tradición gramatical desde Aristóteles como la unión de un sujeto y un predicado nos encontramos con una doble dificultad sujeto es definido como aquello de lo que se dice algo, y predicado como lo que se dice del sujeto y, siendo esto así, estaríamos ante un círculo vicioso en la definición, ya que el sujeto se define en relacion con el predicado y el predicado en relación con el sujeto

Este inconveniente no es ni fue grave para la logica aristotelica ni tampoco para la constitución de una lógica de predicados, ya que ésta parte al menos de tres tipos de unidades primarias indefinibles (variables, predicados elementales y cuantificadores) y operadores lógicos, como son los conectores. De aquí que la lingüística moderna, orientada lógicamente, haya puesto gran énfasis, al menos desde el principio de la década de los setenta, en la búsqueda e indagación de los predicados elementales lógicos, y de las reglas que unirían tales predicados, variables y cuantificadores mediante operadores para formar así proposiciones consideradas como la estructura semántica de los eventos comunícativos reales de las lenguas particulares, expresiones de las lenguas particulares a cuya estructura se llegaría mediante transformaciones a partir de las anteriores estructuras profundas, bien entendido (y así lo han puesto de manifiesto muchos autores de esta tendencia) que entre estructura

lógica y estructura lingüística -cadena de elementos de las lenguas particulares- no existe relación biunívoca.

Por otra parte, es un hecho que, con independencia de cualquier lengua determinada, el investigador de los objetos naturales o culturales puede concebir sus predicaciones sobre tales objetos como identificaciones, cualificaciones, estados de los objetos, eventos simples o complejos, procesos simples o complejos, actitudes de un X respecto a un Y, acciones de un X, acciones de un X sobre un XC acciones de un X sobre un Y respec to a un Z, causatividades, juicios que implican o no la veracidad de su objeto y un larguísmo etcetera, e incluso pueden darse combinaciones de los tipos de predicaciones anteriormente senñalados . Es más, podría plantearse el problema de si el número de tipos de predicaciones es potencialmente ilimitado dada la multiplicidad de relaciones que puede establecerse entre los objetos reales o concebidos como tales.

La pregunta que nos planteamos ahora es la siguiente ¿se puede establecer desde tal concepción a priori una definición y, posteriormente, una clasificación de los eventos comunicativos de las lengua particulares” La historia de la linguística más reciente nos ofrece evidencla empmca sufi

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c asi caci n e os even s comunica ivos e as engua par icu ares. A historia de la lingüística más reciente nos ofrece evidencia empírica suficiente para decir categóricamente: no. Y esto por dos razones fundamentales: si establecemos a priori una clasificacìón de las predicaciones con independencia de las lenguas particulares, es posible que el número de predicaciones distintas no pueda conseguirse nunca por ser éste ilimitado potencialmente. Si tal número fuera limitado, todavía nos enfrentaríamos con una segunda dificultad: sería posible que los tipos de predicaciónes establecidos a priori y con independencia de las existentes en una lengua particular histórica no coincidieran semánticamente con éstas o, en el caso de que coincidieran, podría ocurrir que el número de las predicaciones potenciales fuera superior al de las expresables como unidades

égmcas de una lengua particular.

Estudiar sintaxis es estudiar cómo se forman las oraciones mediante la combinación de formas léxìcas (palabras) en cada lengua particular y en el lenguaje en general.

Dada la naturaleza creativa del lenguaje, no puede ser cierto que la sintaxis de una lengua consista meramente en una lista de oraciones que memonzamos en el proceso de adquisicion del lenguaje. Algo más complejo, y por tanto más interesante, debe estar sucediendo. Debemos tener en cuenta dos hechos fundamentales: un hablante es capaz de producir nuevas oraciones que jamás nadie ha producido en esa lengua y un hablante puede entender oraciones que jamás ha oído con anterioridad. Es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de la capacidad creativa del lenguaje humano.

Ninguna lengua permite que las oraciones se formen mediante secuencias de palabras ordenadas al azar.

Por consiguiente, la oración se define como una unidad de la lengua constituida por dos componentes solidarios : a) componente sintáctico: una palabra o un sintagma, y b) un componente suptasintáctico: una figura tonal. Como consecuencia de esta solidaridad , una misma cadena puede formar oraciones diferentes de acuerdo con los límites que le imponga la figura tonal:

1. Compré este libro por cien pesetas. Era el mejor que había.

2. Compré este libro. Por cien pesetas era el mejor que había.

De la definición de oración se desprenden dos corolarios: a) la figura tonal delimita unidades modales- manifestaciones de la actitud del hablante o mosalidada; b) en virtud de los límites que impone la figura tonal, el componente sintáctico es autónomo- no está incluido en otro mayor, cfr 1 y 2.

CAPÍTULO I: LA ORACIÓN

La tradición gramatical, entiende por oración compuesta a “aquella unidad del habla real que contiene más de una oración” y la clasifica en los conocidos dos grupos de coordinación y subordinación.

Esta concepción dicotómica de la oración compuesta es la que ha dominado —y, en gran medida, sigue vigente— en las Gramáticas del español. El intento más serio de modificar este enfoque es el de A. García Berrio, quien parte para su análisis de dos criterios distintos:

a) Asimila coordinación y subordinación a exocentrismo y endocentrismo.

b) Incorpora en su clasificación los tres tipos de función de la glosemática:

interdependencia, determinación y constelación.

El profesor García Berrio, adopta de la lingüística norteamericana los conceptos de endocentrismo y exocentrismo y los incorpora a su concepción de la oración compuesta.

Asimismo, siguiendo a Pei y Gaynor, define una construcción endocéntrica como “una construcción sintáctica que, como unidad (resultante), tiene la misma función o pertenece a la misma clase lingüística, gramatical, sintáctica, etc…, que uno o más de sus elementos constituyentes”. En consecuencia, “la construcción exocéntrica será una construcción sintáctica que, como unidad, tiene función diferente o pertenece a una clase diferente de la de sus elementos constituyentes” (García Berrio, 1970, 219).

La tradición, asimismo, considera la existencia de la yuxtaposición, que se diferencia de los anteriores en que la conexión entre las oraciones se realiza de manera asindética, pero en realidad no constituye un grupo aparte, pues se trata, en definitiva, de una subespecie de coordinación: “La coordinación se verifica por medio de conjunciones, y cuando éstas se omiten, decimos que las oraciones se hayan yuxtapuestas o unidas por yuxtaposición” (RAE: 1931:290); o bien de coordinación o subordinación: “Las oraciones que se suceden en la elocución sin nexo gramatical alguno pueden ser totalmente independientes entre sí, o pueden formar oraciones compuestas […] El

significado del período yuxtapuesto equivale al de las oraciones coordinadas o subordinadas, de las cuales se distingue únicamente por el asíndeton” (RAE: 1976, 500).

Sin embargo, como él mismo afirma “la concepción del proceso de integración de unidades en estructuras, construcciones más complejas, de acuerdo con una doble mecánica de exocentrismo y endocentrismo, no es patrimonio único de la Lingüística norteamericana, y, sin buscar antecedentes que sospechamos seguros, en Francia -Martinet y Tesnière, por ejemplo, han empleado los conceptos de endocentrismo y exocentrismo para explicar mecanismos básicos del funcionamiento lingüístico” (Ibidem pág. 217).

Estas observaciones del profesor García Berrio no implican un progreso definitivo para el análisis de la oración compuesta, puesto que no modifican la esencia de la clasificación tradicional. Sin embargo, suponen un interesante avance porque, al exigir una definición rigurosa de los conceptos de coordinación y subordinación, dejan al descubierto ciertas deficiencias que hasta ahora no se habían señalado. De este modo, por ejemplo, García Berrio cae en la cuenta de que “la expresión adversativa está más próxima, por razones de indispensable realidad lógico-formal, a la mecánica de la construcción endocéntrica, privativa de la hipótesis, que al exocentrismo paratáctico” (pág. 223).

Pero, sin lugar a dudas, la aportación más importante es la que se desprende de la incorporación del concepto de función hjelmsleviana al análisis de la oración compuesta. Según la glosemática, entre dos funtivos, o unidades funcionales, pueden existir tres tipos de relación:

a) interdependencia, que supone una exigencia bilateral: A exige y presupone la existencia

de B, y viceversa; es decir, entre A y B existe una dependencia mutua. Además, ambos funtivos, A y B, pertenecen al mismo rango, son idénticos desde el punto de vista funcional; los dos, en términos de la glosemática, son constantes. Un tercer rasgo de las unidades que entran en relación de interdependencia es el que se refiere al hecho de que los funtivos han de ser dos y sólo dos. Esta relación se puede representar del siguiente modo: A↔ B o, mejor, N↔ N, dado que ambos funtivos tienen carácter de núcleo.

b) determinación, que implica exigencia unilateral: A exige a B, pero no a la inversa. En este caso, los funtivos no pertenecen al mismo rango, esto es, no son idénticos desde el punto de vista funcional; se trata de una constantes y una variable. La relación es similar a la que se genera entre núcleo y adyacente. La variable —el adyacente— implica la existencia de la constante —núcleo—, pero esta no presupone la existencia de aquella. La relación de determinación se puede representar como sigue: N ← A, donde N es un núcleo y A un adyacente.

c) constelación, que supone una dependencia menos estrecha, los funtivos no se exigen mutua ni unilateralmente. Se trata de miembros que son compatibles entre sí, pero no se exigen. Las unidades que contraen relación de constelación, tal como ocurre con las que se vinculan en la interdependencia, pertenecen al mismo rango, son idénticas en cuanto a su valor funcional; ahora bien, se diferencian de estas en dos aspectos: en que los funtivos de la constelación son, tal como los caracteriza la glosemática, variables; y en que los miembros de la constelación pueden ser, teóricamente, infinitos. Podemos representarlo así: M⊃— ⊂Mn, en donde M significa miembro y el subíndice la indeterminación del número de miembros.

Una vez analizadas las distintas subclases de oraciones que la gramática tradicional reconoce en el interior de la oración compuesta, el profesor García Berrio concluye que en la subordinación tradicional deben diferenciarse por un lado las construcciones en las que existe determinación entre las oraciones que la componen, y, por otro, aquellas en las que el vínculo que une las oraciones es el de interdependencia. En consecuencia, García Berrio distingue, junto a la coordinación —caracterizada por la relación de constelación—, dos tipos de subordinación: una subordinación-determinación y otra subordinación-interdependencia.

Un paso más en esta línea se produce unos años más tarde con la obra de Guillermo Rojo, Cláusulas y oraciones. Rojo prescinde de la subagrupación de las subordinadas e instaura en su lugar las oraciones complejas y las bipolares. Las primeras se caracterizan por la relación hjelmsleviana de determinación, y las segundas por la de interdependencia. Cabe decir que con Rojo nace una nueva clasificación de la oración compuesta, merced, sobre todo, a la inclusión de las oraciones bipolares, que define como “las constituidas inmediatamente por dos cláución-determinación y otra subordinación-interdependencia.

Un paso más en esta línea se produce unos años más tarde con la obra de Guillermo Rojo, Cláusulas y oraciones. Rojo prescinde de la subagrupación de las subordinadas e instaura en su lugar las oraciones complejas y las bipolares. Las primeras se caracterizan por la relación hjelmsleviana de determinación, y las segundas por la de interdependencia. Cabe decir que con Rojo nace una nueva clasificación de la oración compuesta, merced, sobre todo, a la inclusión de las oraciones bipolares, que define como “las constituidas inmediatamente por dos cláusulas que mantienen entre sí una relación de interdependencia” (pág. 126). Asimismo, Rojo propone el término de interordinación para caracterizar a las unidades entre las que existe relación de interdependencia, pues de ese modo “se conserva el paralelismo con coordinación y subordinación (y los tres son estrictamente sintácticos)” (Pág., 107).

Las oraciones bipolares se definen de acuerdo con los rasgos de la función de interdependencia. Así, pues, las oraciones bipolares o interdependientes son unidades sintácticas que constan de dos miembros que se exigen mutuamente y que son idénticos en cuanto a su valor funcional.

El trabajo de Rojo ha suscitado la aparición de otros muchos en los que los gramáticos han puesto de manifiesto sus opiniones al respecto. El enfoque de García Berrio y Rojo constituye un punto de reflexión obligado para cuantos se ocupan de la oración compuesta

J. A. de Molina se sitúa en la misma línea de pensamiento que Rojo y propone una nueva

terminología para referirse a los tres tipos de relaciones mencionados: oración compleja, período

oracional y grupo oracional. El primero coincide con las del mismo nombre de G. Rojo y con la

subordinación-determinación de García Berrio. En los otros dos tipos, como observa el autor, no

es posible hablar de ‘oración’, pues se trata en cualquiera de los caso de oraciones —en plural—

cuya unión da lugar a otra dos unidades gramaticales, períodos y grupos. El período —bipolares

y subordinación-interdependencia— lo define como “unidad sintáctica constituida por dos —y

solamente dos— oraciones en relación de interordinación” (pág. 521). El grupo oracional recoge

las comúnmente llamadas coordinadas.

Más reciente es el trabajo de Ángel López García, Gramática del español, I. La oración compuesta (1994), en donde inevitablemente se plantea la alternativa suscitada por García Berrio y Rojo. Pero, antes de entrar en el asunto que nos interesa, es necesario hacer unas precisiones sobre el enfoque teórico en que se sitúa este autor. López García se diferencia del resto de los estudiosos de la gramática española en que parte de criterios discursivos, del punto de vista conversacional, en donde la unidad primaria de análisis en la expresión que define, siguiendo a los autores de la escuela de Praga, como “una unidad mínima comunicativa caracterizada por sus peculiaridades contextuales y situacionales” (1994, 12). En esa concepción teórica la oración —“estructura gramatical en la que conviven simultáneamente relaciones de rección, concordancia, orden y determinación contextual” (1994, 49)— queda en un segundo plano. Sin embargo, dado el carácter mixto de la expresión —parte unidad natural, parte unidad gramatical—, cabe la posibilidad de comparar el esquema de “oración compuesta” que propone este autor con el de los autores mencionados con anterioridad.

Si prescindimos de la expresión simple, que en este caso no nos interesa, diferencia López García expresión compleja y expresión compuesta; sin embargo, los contenidos de estos dos rótulos no coinciden con los homólogos de los autores mencionados más arriba. Las expresiones complejas se restringen a las tradicionales subordinadas sustantivas —“las subordinadas sustantivas, que llamamos EXPRESIONES COMPLEJAS” (1994, 29)—. Esta reducción del contenido de las oraciones complejas es, quizá, lo más sorprendente del esquema que propone López García, pues excluye de ese modo a las oraciones de relativo que, en su clasificación, constituyen un grupo especial de expresiones compuestas15: las expresiones compuestas desequilibradas. El otro subgrupo de las expresiones compuesta, las equilibradas, es el que tiene un espacial interés para

el análisis que nos interesa.

Las expresiones compuestas equilibradas, a su vez, engloban dos tipos de construcciones: las ALIUS, que en el esquema dialógico suponen la relación HABLANTE~OYENTE, y se corresponden, en definitiva, con las interordinadas; y las de tipo ALTER, que suponen una relación

PARTICIPANTE~PARTICIPANTE, y se corresponden con las coordinadas.

Y es que la oposición que establece López García entre expresiones complejas y expresiones compuestas —con la salvedad señalada de la relativa— es equiparable, mutatis mutandis, con la distinción de Rojo entre oraciones monoclausuales y policlausuales. Las primeras se caracterizan porque en el nivel de análisis más alto se reducen a la estructura sujeto+ predicado, rasgo este que las hace coincidir con las oraciones simples —también monoclausuales—; las segundas, en cambio, engloban varias oraciones —en plural, como señala el profesor de Molina— entre las cuales se genera un vínculo de constelación —la coordinación—o de interdependencia —la interordinación—. Así, pues, el esquema de López García, a pesar de tener como punto de partida unos fundamentos teóricos tan diferentes, no se aleja tanto del propuesto por García Berrio y Rojo .

En definitiva, las interordinadas constituyen la unidad nueva que, al insertarse en la clasificación de la oración compuesta, modifica todo el conjunto: En primer lugar, obliga a reestructurar la tipología de oraciones reconocida tradicionalmente —coordinadas y subordinadas—; en segundo lugar, exige una caracterización más perfecta de cada uno de los tipos de unidades sintácticas —coordinadas, complejas e interordinadas— y, finalmente, crea las condiciones para una mejor distribución de las distintas «clases de oraciones».

Poco es lo que se ha avanzado en esta línea de pensamiento, bien porque algunos lingüistas han considerado que el criterio seguido por Rojo era de carácter semántico (Gutiérrez Ordóñez, 1978; Hernández Alonso, 1980), más que sintáctico, o bien porque se ha conservado una clasificación más cercana a la tradicional17. Sin embargo, los mayores obstáculos que, a nuestro parecer, ha podido encontrar la clasificación tricotómica para alcanzara una más amplia aceptación proceden de conceptos arraigados en la tradición gramatical y se centran, esencialmente, en dos puntos:

a) Clasificación de las oraciones.

b) Caracterización de los elementos de relación

Llama la atención que la mayoría de los lingüistas que han aceptado una clasificación tripartita de la oración compuesta, no haya prestado la debida atención a la clasificación de las oraciones o, lo que es lo mismo, no haya determinado con precisión del tipo de oraciones que deben incluirse en cada uno de los tres grupos reconocidos. Los investigadores han concedido una importancia secundaria a este aspecto y se han limitado a repetir viejas clasificaciones de la Gramática tradicional e, incluso, han olvidado algunas subclases de oraciones o han dejado abierta la clasificación con un “etc.” que no permite deducir con claridad la opinión vertida al respecto.

De hecho, la mayoría de los autores suele admitir que son oraciones interordinadas aquellas a las que la tradición gramatical llama “adverbiales impropias” y algunas más que se cita en cada caso, pero no se suele reflexionar —exceptuado, claro está, el caso de las adversativas— acerca de las características sintácticas de cada una de ellas y de las condiciones de su inclusión en el referido grupo. La consecuencia es que, a pesar de que existe acuerdo a escala general, las discrepancias son abundantes.

Como se puede apreciar, las coincidencias se reducen a las condicionales, las concesivas y las consecutivas, en las que todos los autores muestran su acuerdo en que pertenecen a las interordinadas. Por lo referente al resto de las oraciones, no hay unanimidad ni siquiera en las adversativas, pues si García Berrio de forma sugerida las incluye en el grupo de las interordinadas —afirma que “constituyen un tipo límite entre la coordinación y la subordinación, o, como hemos

establecido precedentemente del exocentrismo y el endocentrismo” (1970, 221)—, López García las excluye decididamente —con lo cual se aproxima más a los que tienen una concepción dicotómica de la oración compleja que a los que la conciben tripartita—. Algo parecido ocurre con las comparativas, pues, si bien Rojo no las menciona (1978, 104), dada su semejanza formal con las consecutivas —de hecho López García no las diferencia—, parece que se consideran también interordinadas. Por último, las opiniones respecto de las causales y las finales resultan llamativas por varias razones: las causales, a juzgar por lo que se refleja en el cuadro anterior, parecen representar un estado de transición, o mixto, o neutro, entre los tres tipos de relación funcional, pues, si bien García Berrio y Rojo las consideran interordinadas, de Molina estima que deben agruparse con las complejas y López García con las coordinadas. Las finales no se citan en las enumeraciones de los tres primeros autores; ha de considerarse, pues, que constituyen construcciones específicas de la determinación, es decir, miembros de la oración compleja, a pesar de la fuerte ligazón que, según algunos autores, existe entre sus componentes. López García, por el contrario, las sitúa en el grupo de las interordinadas.

Hemos comentado hasta qué punto el esquema de las funciones de la glosemática se ha adaptado con relativa precisión al análisis de la oración compuesta. Como se ha visto, no sonpocos los autores que aceptan la concepción tricotómica de esa estructura gramatical, a pesar de las evidentes discrepancias en las nómina de tipos de oraciones que se incluyen en cada una de las tres categorías reconocidas. Sin embargo, consideramos que, si bien las funciones de la glosemática son aplicables al análisis de la oración compleja, con mayor exactitud explican el funcionamiento de los elementos de relación: preposiciones y conjunciones.

Un enfoque de este tipo no se ha hecho aún, debido, muy probablemente, al amplio número de elementos heterogéneos que con frecuencia se inscriben bajo este rótulo y, en particular bajo el epígrafe de conjunciones, partículas éstas casi ignotas o ignoradas por la mayoría de los manuales, en donde no suelen recibir ni siquiera una definición que las caracterice globalmente. Tampoco suelen estar discriminadas respecto de otras unidades diferentes (frases conjuntivas, ordenadores del discurso, complementos incidentales, modificadores adverbiales, adverbios atípicos, enlaces extraoracionales, etc.). Pero, quizá, lo que más ha podido influir en esta situación es que con mucha frecuencia aparecen confundidas con otra partícula de valor funcional absolutamente diferente: el inclusor /que/.

Conviene, pues, diferenciar en primer lugar el inclusor /que/ de los verdaderos elementos de relación: preposiciones y conjunciones. Los elementos de relación, como su nombre indica, sirven para relacionar unidades dentro del sintagma; los inclusores, no.

No nos parece muy acertado el término inclusor, pero en cualquier caso, es preferible a otros que suelen utilizarse, tales como el de conjunción, que resulta absolutamente inadecuado dado que esta partícula nunca funciona como conjunción; transpositor es más apropiado, sin embargo, el concepto de transposición suele desembocar en formulaciones poco coherentes y, por ello, es preferible prescindir de él. Otro término es el de completivo, que es igualmente válido, sin embargo, nos sugiere la noción de «dependencia sintáctica» que acompaña sólo secundariamente a uno de los inclusores y nunca como tal inclusor. Finalmente está el término con el que lo designó A. Bello, anunciativo, que es el más apropiado, pero, como se verá, tiene un espacio referencial más reducido que el de inclusor.

Los inclusores son instrumentos lingüísticos cuya función es la de permitir que una unidad predicativa pueda incluirse dentro de otra unidad predicativa. Esta variable funcional se manifiesta mediante dos variantes diferentes: [que1], o [que] anunciativo, y [que2], o [que] relativo. El [que] anunciativo es un inclusor puro, no tiene otra función que la de habilitar a la estructura predicativa que encabeza para funcionar en el interior de otra unidad predicativa mayor. En cambio, el [que] relativo añade a su calidad de inclusor el rasgo de subordinante, pues permite que la oración que encabeza incida sobre un elemento —antecedente— de la oración compleja. Así, pues, tenemos una función, la de inclusor, que se manifiesta bajo dos formas diferentes.

/QUE/ →[que1] (anunciativo)

→[que2] (relativo)

La relación que existe entre ambas formas es la de inclusión, en la que el que1 es el término genérico y el que2 el específico.

que1 (anunciativo)

que2 (relativo)

Las preposiciones, por el contrario son auténticos relacionantes. Son los monemas funcionales típicos. Sirven para marcar la dependencia de un elemento respecto de otro. Indican dependencia funcional. Las preposiciones ponen en relación dos términos, de los cuales uno es núcleo; el otro, adyacente. Relacionan, por tanto, dos unidades de distinto rango funcional. La preposición, pues, es el signo de la determinación hjelmsleviana, conecta una constante con una variable. El esquema que generan es el típico de la subordinación:

Núcleo ← preposición

El patio

← de

← Adyacente

← mi casa

Finalmente, las conjunciones son también auténticos relacionantes. El rasgo que las caracteriza lo expuso con claridad A. Bello: “La conjunción sirve para ligar dos o más palabras o frases análogas, que ocupan un mismo lugar en el pensamiento”. Esta definición parece referirse a las conjunciones llamadas de coordinación, pero, a nuestro parecer, caracteriza a todo el conjunto de las conjunciones. El rasgo propuesto por A. Bello se adapta con absoluta perfección al funcionamiento de estas partículas lingüísticas. Efectivamente, lo que caracteriza a las conjunciones en su totalidad y, paralelamente, las opone a los recursos subordinantes —las preposiciones en particular—, es el hecho de que unen elementos análogos. Y es que entre elementos análogos sólo puede existir constelación e interdependencia. En la primera cada uno de los funtivos de que consta la relación es una variable; en la segunda, los dos son constantes: por el contrario, en la determinación no hay igualdad entre los miembros, pues se trata de una “función entre una constante y una variable” (Alarcos, 1969, 32). La interdependencia y la constelación, a diferencia de la determinación, constituyen reciprocidades, es decir, son “funciones en que interviene una sola especie de funtivos: o sólo constantes, o sólo variables” (Alarcos, 1969, 33).

Diferenciamos, así, tres tipos de partículas sintácticas que en modo alguno son homogéneas: dos de ellas —preposiciones y conjunciones— son auténticos elementos de relación, la tercera —inclusores—, en cambio, no relaciona, su función lingüística es muy diferente: construir la oración compleja.

Las preposiciones y las conjunciones se diferencian entre sí en atención al rango funcional de las unidades que conectan. Así, pues, las primeras relacionan unidades de distinto nivel jerárquico:

(Núcleo ← preposición ← Adyacente)

su función es la subordinación —determinación— y su espacio sintáctico, la oración compleja.

Las conjunciones, por su parte, relacionan miembros de idéntico rango funcional; sus funciones son: bien las de constelación

(Miembro ⊃— conjunción —⊂ Miembro)

(Miembro ←conjunción→ Miembro)

y, por tanto, sus espacios sintácticos son, respectivamente, los de la coordinación y los de

la interordinación.

Se distinguen, pues, tres unidades sintácticas diferentes: un inclusor y dos relacionantes (preposiciones y conjunciones):

INCLUSOR

/que/

Habilita a una Or. para incorporarse

RELACIONANTES

preposiciones

Relacionan miembros de distinta jerarquía

conjunciones

Relacionan miembros de idéntica jerarquía

Los relacionantes se diferencian por el tipo de conexión que establecen (determinación, constelación e interdependencia) y por el tipo de estructura sintáctica que generan (subordinación, coordinación e interordinación). Los inclusores, pues, quedan al margen de este esquema dado que su función no es la de conectar, sino la de habilitar a las estructuras predicativas para que se puedan incluir en el interior de otras construcciones predicativas.

Las oraciones interordinadas, pues, son estructuras en las que una conjunción genera una relación de interdependencia entre dos miembros y le asigna a cada uno de ellos un valor específico dentro de las construcción.

Las conjunciones de coordinación —C.C.— unen miembros análogos entre los que existe compatibilidad, pero no exigencia —ni unilateral ni bilateral—. Los miembros coordinados no adquieren un valor especial por su posición respecto de la conjunción — C.C.—. Ello supone que, desde el punto de vista sintáctico, la posición de los miembros es libre; es decir, los miembros de las construcciones coordinadas son reversibles. Así, pues, los miembros de la construcción:

Pedro toca el piano y María canta

Naturalmente, en las concesivas y las condicionales, donde la distribución tema/rema no es obligatoria, puede incluso no cambiar esta instancia.

son equivalentes y se relacionan del mismo modo que en la construcción:

María canta y Pedro toca el piano

El único impedimento que plantea la alternancia en el orden de las unidades coordinadas nace de su compatibilidad nocional, es decir, de la vinculación lógica de los miembros, pero no de su conexión sintáctica. En este sentido, los segmentos coordinados en:

Vino, vio y venció

Te he comprado un sombrero y no lo has usado ni una sola vez

no son irreversibles porque sus contenidos nocionales impiden que se puedan enunciar en otro orden, dado que entre ellos existe una evidente relación temporal.

Finalmente, el hecho de que los miembros no adquieran valor alguno por su posición respecto de la conjunción — C.C.— , permite que el número de unidades coordinadas sea teóricamente infinito. Así, pues, a una construcción como la expuesta más arriba se le puede agregar un número indefinido de elementos, siempre que exista compatibilidad semántica entre sus contenidos nocionales

Pedro toca el piano, María canta, Miguel baila y Ana dirige la actuación

La oración compleja, como hemos apuntado más arriba, se caracteriza porque en su escala más alta de análisis manifiesta una estructura similar a la simple, del tipo sujeto + predicado. Se diferencia de esta última —ya se ha dicho también— en que en la oración compleja se inscriben otras unidades predicativas que llamamos proposiciones. Así, pues, una proposición funciona en el interior de una oración compleja del mismo modo que un sintagma en una oración simple.

Ahora bien, para que una estructura predicativa pueda funcionar en el interior de otra estructura predicativa es necesario que vaya precedida de un recurso lingüístico que permita su inclusión.

Dichos recursos son los que hemos descrito más arriba bajo el nombre de inclusores.

En definitiva, la oración compleja es una estructura predicativa —del tipo sujeto +predicado— en cuyo interior se inscriben otras estructuras predicativas —proposiciones—. Las proposiciones se insertan en la oración compleja gracias a un recurso lingüístico que llamamos inclusor —/que/—. La función que desempeña la proposición en el interior de la oración compleja no la determina propiamente el inclusor, sino otras circunstancias sintácticas, como son: la rección, la presencia de una preposición o el carácter de relativo que se amalgama con el de inclusor.

Las conjunciones, pues, no desempeñan un papel primario en la estructura de la oración compleja, habida cuenta de que no pueden relacionar unidades de distinto rango sintáctico — núcleo←adyacente—. Su función, por tanto, se ciñe al plano de la coordinación y la interordinación en donde los miembros relacionados se sitúan al mismo nivel de jerarquía sintáctica.

La tipología de las proposiciones depende del criterio que se siga para su clasificación: según el tipo de inclusor que usan para inscribirse en la oración compleja, según la función sintáctica que desempeñan en ella, según el rango del constituyente que saturan, según que sean o no pronominalizables, etc.

Para concluir, conviene señalas las diferencias entre las interordinadas y las coordinadas y entre estas dos y la oración compleja:

a) las interordinadas están constituidas por dos miembros equifuncionales que se exigen mutuamente —son solidarios— y que están unidos mediante una conjunción que le asigna a cada uno de ellos un valor diferente. Dicho valor depende de la posición que adoptan los miembros respecto de la conjunción. De modo que la posición de la conjunción en estas construcciones es decisiva.

b) en las coordinadas, los miembros son también equifuncionales, pero no se exigen ni unilateral ni mutuamente —son compatibles—, y están, asimismo, unidos por conjunciones, pero no adquieren un valor especial por su posición respecto de la conjunción. Los referidos rasgos de los miembros coordinados —equifuncionales, compatibles y sin valor especial en su relación con el nexo— permite que teóricamente puedan ser infinitos.

Las complejas no están constituidas por miembros, su estructura básica es la oración. Sus componentes funcionales, las proposiciones, se subordinan a algún elemento nuclear; las complejas, por tanto, no reflejan equifuncionalidad sino heterofuncionalidad. Tampoco intervienen conjunciones es su constitución; sus recursos

constructores son los inclusores.

La oración compuesta está formada por la unión o integración (mediante coordinadores o por yuxtaposición) de varias oraciones, de igual forma que los sustantivos adjetivos o adverbios pueden agruparse para formar un grupo sintagmático de categoría sustantiva, adjetiva o adverbial.

Me miró y me dijo tú no sabes, Andrea, el miedo que tengo.

La oración anterior es una oración compuesta por Coordinación copulativa. Dos oraciones (¿proposiciones, estructuras oracionales?) se unen mediante el coordinador “y”.

La carta que estaba allí tirada era para mí. Me la escribía Ena desde Madrid. Iba a cambiar el rumbo de mi vida

La oración anterior es una oración compuesta por yuxtaposición.

Tres oraciones (¿proposiciones, estructuras oracionales?) aparentemente simples muestran una interdependencia entre ellas, ya que “la carta” aparece como elemento fundamental de las tres.

Las oraciones que constituyen, pues, una oración compuesta pueden ser independientes, coordinadas, traspuestas o degradadas…, pero son de idéntica categoría y realizan la misma función.

II. 2.

La oración compleja consta de dos (o más) proposiciones en la que una de ellas se subordina a la otra (¿principal?). La o las proposiciones subordinadas son oraciones degradadas o transpuestas mediante transpositores (conjunciones o nexos, relativos (pronombres o adverbios),

interrogativos, etc.,). Aun conservando su estructura oracional, realizan la función de un sustantivo, de un adjetivo o de un adverbio, con los cuales podrían conmutarse.

Yo no me merezco esto, Andrea, porque soy una muchacha muy buena…

La oración anterior es una oración compleja subordinada adverbial impropia causal.

-porque es el transpositor (conjunción causal)

-soy una muchacha muy buena… Es una proposición o estructura oracional traspuesta, conmutable por un Sintagma preposicional causal.

Las proposiciones que forman una oración compuesta pueden relacionarse de diferentes maneras:

a.- Coordinación: si no existe ninguna relación de dependencia sintáctica entre las proposiciones, aunque se unan para producir un significado superior al combinarse, diremos que la oración compuesta es coordinada, es decir, formada por dos o más proposiciones del mismo nivel sintáctico o de la misma jerarquía. a ∪ b  coordinación. (Unión)

b.- Subordinación: si existe una relación de dependencia sintáctica entre las proposiciones, es decir, si una de ellas cumple una función sintáctica dentro de la otra (sujeto, CD, CC, Ady) y por tanto posee menor jerarquía gramatical, o modifica a la proposición principal en su conjunto, diremos que la oración compuesta es subordinada

c.- Yuxtaposición: los factores que indican las conexiones entre las proposiciones que forman una oración compuesta son: la entonación y los elementos de relación (conjunciones coordinantes, conjunciones subordinantes, pronombres relativos, adverbios relativos). Estos dos factores suelen estar presentes en la mayoría de los casos, pero puede ocurrir que una oración compuesta carezca de enlaces gramaticales (los elementos de relación) y sólo cuente con el cambio de entonación y la pausa. Este tipo de oraciones se denominan yuxtapuestas. Si observamos el siguiente texto:

*Son las primeras horas del día; una luz sutil, opaca, cae sobre el campo; el horizonte es de un color violeta nacarado; cierra la vista una neblina tenue.

vemos que las oraciones presentes en él son independientes semánticamente, en la escritura aparecen separadas por punto y coma (también podrían aparecer separadas por punto o por coma, según la independencia que el autor quiera conferirlas), estas oraciones son yuxtapuestas porque aparecen escritas (o pronunciadas) unas a continuación de las otras, sin enlaces que las unan. Si nos fijamos ahora en los siguientes enunciados:

[1] Hoy iré al cine; mañana volveré.

[2] Ha suspendido; no estudia nada.

vemos que también son oraciones separadas por punto y coma y no hay enlaces gramaticales que las unan, pero en estos casos podemos ver que no existe la independencia semántica: en [1] las dos oraciones tienen algo en común, es decir, para interpretar correctamente la segunda presuponemos

que tiene un C.C. de lugar implícito que es "al cine", el mismo que el de la primera oración, existe por tanto entre estas dos oraciones una relación de coordinación, puesto que se suman para dar un significado más amplio que el de cada una de ellas por separado ("hoy iré al cine y mañana volveré").

En [2] la relación de dependencia es más evidente, la segunda oración expone la causa de la primera, "ha suspendido porque no estudia nada".

Podemos observar por tanto que oraciones teóricamente independientes establecen entre sí conexiones de coordinación o de subordinación aunque no estén unidas por una conjunción (u otro elemento de relación)

En cualquier oración aparecen ciertas clases de palabras invariables cuya misión consiste en relacionar unos elementos oracionales con otros.

Hay varios tipos de elementos de relación:

– Las preposiciones: son elementos de relación que unen dos palabras o sintagmas de diferente categoría sintáctica.

Formalmente: son invariables.

Funcionalmente: la preposición es un elemento de enlace que subordina a un Núcleo el elemento o sintagma que sigue. Por ello, los dos elementos enlazados mediante la preposición no tienen el mismo valor. El término de la preposición ha de ser necesariamente un sustantivo, un sintagma nominal u otro elemento equivalente.

Semánticamente: cada preposición posee un significado gramatical –y algunas poseen significado léxico-, consistente en expresar una relación, pero en el habla pueden adquirir matices significativos que dependen del contexto:

ejemplo:

deber + infinitivo obligación.

deber de + infinitivo  probabilidad.

El cambio de matiz está relacionado con la preposición .

– Las conjunciones:

Formalmente: son invariables. Pueden ser "simples" (y, o, pero, que, aunque,…) o "frases o locuciones conjuntivas" (a pesar de que, con tal que,

puesto que, a fin de que,…).

Funcionalmente: la conjunción es un elemento de relación (nexo) que encabeza proposiciones incluyéndolas en oraciones compuestas (conjunciones subordinantes) o que relaciona dos elementos análogos, es decir, del mismo nivel sintáctico (conjunciones coordinantes).

Semánticamente: tienen significado gramatical, es decir, su valor de elemento relacionante.

Clases de conjunciones: atendiendo a las relaciones que se establecen entre las proposiciones que integran la oración compuesta, se suelen clasificar las conjunciones en dos grandes grupos: coordinantes y subordinantes.

a.- Conjunciones coordinantes son las que relacionan elementos de la misma categoría sintáctica:

Juan y Pedro son mayores que yo (palabras).

Hay libros en la silla y en la mesa (sintagmas).

Yo estudio y tú trabajas (proposiciones).

b.- Las conjunciones subordinantes relacionan elementos de distinta categoría sintáctica, es decir, actúan en la oración compuesta como las preposiciones en la oración simple, subordinando un elemento a otro principal.

Te pido que trabajes más / Te pido un refresco (En los dos enunciados la estructura del predicado es la misma – CI + N + un elemento que es conmutable por "LO" y que por tanto es CD; en el primer enunciado este CD no es un sintagma sino una proposición que queda subordinada a otra proposición mediante la conjunción "QUE").

.- Otros elementos de relación: además de las preposiciones y de las conjunciones existen otros elementos de relación emparentados con ellas. En primer lugar están los denominados "adverbios" COMO, DONDE, CUANDO Y CUANTO que encabezan una proposición subordinándola a otra principal:

Iré a tu casa cuando anochezca.

Lo compró donde tú le indicaste.

Me lo contó como pudo.

Gasta cuanto gana.

Estos mismos adverbios, cuando tienen un sustantivo – o un SN- como antecedente, se llaman adverbios relativos puesto que actúan igual que un pronombre relativo.

Esta es la casa donde vive mi amigo.

En segundo lugar tenemos los pronombres relativos propiamente dichos que relacionan una proposición adjetiva con su principal.

La función que cumplen las conjunciones coordinantes se llama CONECTOR, puesto que unen o conectan elementos que tienen igual función o que están en el mismo nivel sintáctico.

La función que cumplen las conjunciones subordinantes y los adverbios vistos se llama TRASPOSITOR, puesto que o insertan una proposición a la función que podría desempeñar un SN o a la función propia de un S. Adv, es decir, complemento del N de un SV, o introducen proposiciones que no actúan como un elemento de la principal, sino que completan o modifican a la proposición principal entera.

La función que cumplen los pronombres relativos y los adverbios relativos se llama RELATOR o RELACIONANTE puesto que ponen en relación dos proposiciones que tienen un elemento en común – el antecedente- y que se sustituye en la proposición subordinada por el pronombre o el adverbio relativo.

Oraciones compuestas paratácticas (Compuestas por coordinación).

Proposiciones coordinadas

Podríamos definir la coordinación como la relación existente entre dos o más elementos sintácticos (palabras, sintagmas, proposiciones) que desempeñan la misma función unidos por enlaces coordinantes:

María y Antonio juegan juntos (palabras).

Compraré unos libros o unos discos (sintagmas).

Yo estudio, pero no trabajo (proposiciones).

Quiero que vengas y que me digas la verdad (Prop. subord.).

Son coordinadas aquellas proposiciones que cumplen los siguientes requisitos:

a.- son proposiciones del mismo nivel sintáctico.

b.- van unidas por enlaces coordinantes (conectores).

c.- enunciadas por separado tienen sentido relativamente completo.

d.- no se unen hasta el punto de que una de ellas funciones como elemento

sintáctico de la otra.

Se clasifican según el tipo de relación que las une y, por tanto, según las conjunciones que las enlazan. La clasificación obedece por consiguiente a razones de naturaleza semántica, no sintáctica. Basándonos en su significado, las proposiciones coordinadas pueden ser:

a.- Copulativas: llegaron y llamaron a la puerta.

b.- Disyuntivas: o tú mientes o yo estoy equivocado.

c.- Adversativas: no es listo, pero tiene buenas notas.

d.- Distributivas: ya ríe, ya llora.

e.- Consecutivas no intensificativas (Ilativas): pienso, luego existo.

f.- Explicativas: es lepidopterólogo, es decir, colecciona mariposas.

Coordinadas copulativas:

Semánticamente expresan adición, es decir, al contenido significativo de una proposición se le suma el de otra u otras.

Formalmente van conectadas por las conjunciones Y, E, NI, y sólo excepcionalmente QUE ("dale que dale"). La conjunción Y se emplea cuando las proposiciones sumadas son afirmativas. Si las proposiciones son negativas se suman mediante la conjunción NI que suele repetirse delante de cada proposición.

Estudio bachillerato y trabajo por las tardes.

Ni estudio ni trabajo.

Varias proposiciones copulativas pueden ir, todas ellas, vinculadas mediante la conjunción Y:

Fui de vacaciones, y vi muchos monumentos, y descansé poco, y me divertí lo suficiente.

Esta fórmula expresiva se denomina Polisíndeton; lo habitual es que sólo figure la conjunción ante el último elemento coordinado:

Fui de vacaciones, vi muchos monumentos, descansé poco y me divertí lo suficiente.

Coordinadas disyuntivas:

Semánticamente sus significados se excluyen entre sí, es decir, si una de las proposiciones es verdadera, la otra es falsa y viceversa.

Formalmente, van conectadas por las conjunciones O, U, O BIEN. El enlace más frecuente es O, que, a veces, puede repetirse delante de cada proposición: "O yo me engaño o no has estudiado la lección".

A veces la conjunción O no tiene un valor disyuntivo sino explicativo (de equivalencia): "las lenguas peninsulares o romances".

Coordinadas adversativas:

Semánticamente indican oposición. Lo que se afirma en una proposición contradice en mayor o menor grado lo que se afirma en la otra.

Formalmente se relacionan mediante las conjunciones mas, pero, sino, sin embargo, no obstante, más bien, por el contrario, excepto,…

La oposición entre las proposiciones adversativas puede ser total o parcial; en el primer caso expresamos una incompatibilidad total entre las proposiciones, una de ellas excluye totalmente a la otra. La conjunción adversativa excluyente más habitual es SINO: " No estudia, sino que pierde el tiempo". En el segundo caso expresamos una corrección o restricción, pero no una total incompatibilidad entre las proposiciones, la conjunción restrictiva más habitual es pero: "Estudió, pero no lo suficiente".

Coordinadas distributivas:

Semánticamente marcan una alternancia de diferente signo entre proposiciones o entre diversos elementos sintácticos (sujetos, predicados, etc).

Se pueden distinguir dos grupos de proposiciones distributivas:

1.- Yuxtapuestas distributivas: No aparecen enlaces, sino que una palabra con función y significación dentro de la proposición (frecuentemente un adverbio o un pronombre) repetida al principio, proporciona el matiz distributivo. Los elementos correlativos suelen ser: aquí…allí…, unos… otros…, éstos… aquéllos…, tan pronto… tan pronto….

2.- Coordinadas distributivas propiamente dichas: Van unidas por verdaderas conjunciones, también correlativas, los enlaces son: ora… ora, bien… bien, ya…ya.

Coordinadas explicativas:

Semánticamente sostienen una relación de equivalencia.

Formalmente se unen mediante locuciones lexicalizadas con valor conjuntivo: ES DECIR, O SEA, ESTO ES,…

Coordinadas consecutivas:

No existe acuerdo en la clasificación de estas oraciones, para algunos son claramente coordinadas

Los coordinadores «consecutivos» expresan lo nombrado por la segunda oración como un efecto, consecuencia (real o establecida por el hablante) o como deducción de lo dicho por la primera oración:

Son ya las 10, conque levántate; había llovido, así (es) que el suelo estaba mojado; nadie me invitó, de modo que no asistí, no te ha llamado, luego no quiere verte.

Estas coordinadas están semánticamente muy cerca de las subordinadas consecutivas y de las explicativas y causales, aunque no se identifican con ellas.

Permiten, además, que las oraciones coordinadas (y, en especial, la segunda) puedan ir en imperativo: es tarde, así que vete; no te invitó, de modo que no vayas; no os llama, luego marchaos, lo que indica que no son subordinaciones, pues el imperativo nunca puede transponerse. En fin,

sólo pueden relacionar oraciones independientes (o no transpuestas): por ej., en gritó que no irías, luego estaba enfadado, el enfado se deduce, no del hecho de no ir tú (referencia de la oración subordinada) sino del hecho de gritar él (contenido de la oración independiente).

Además, al igual que y o pero, pueden aparecer en posición inicial absoluta de oración (por tanto sin primera unidad coordinada), con el mismo valor enfático que aquéllas: Así que no vas solo, ¿eh?, ¡Conque lo hiciste? Luego me mentiste, De manera que no quieres estudiar ¿eh?).

La significación relacional que expresan («causa» o «motivo», «consecuencia» o «efecto») coincide o se acerca al de las oraciones subordinadas consecutivas, pero esto no es argumento suficiente para

negarles el carácter de coordinadores: al fin y al cabo, lo mismo ocurre con y u o, indudables conjunciones coordinativas.

Para otros, las consecutivas introducidas por los nexos «por consiguiente», «por tanto», etc., deben ser analizadas también dentro de las oraciones compuestas; es decir, son proposiciones que se relacionan por interdependencia con otra proposición:

No estudió ;por consiguiente,no aprobó

1 Proposición Nexo Proposición2

O. compuesta. Subordinada Consecutiva

Proposiciones subordinadas.

Podemos definir la subordinación como la relación entre dos proposiciones cuando una de ellas depende sintácticamente de la otra, es decir, cuando una de las proposiciones cumple una función sintáctica dentro de la otra (sujeto, CD, Suplemento,…) o modifica a la otra proposición en su totalidad (condición, causa, fin, consecuencia,…).

Suelen clasificarse en tres grupos: sustantivas, adjetivas y adverbiales o circunstanciales, ya que desempeñan en la oración las funciones propias de estas tres clases de palabras.

-Sustantivas

– Adjetivas

-Adverbiales propiamente dichas

-Compuestas por otras relaciones circunstanciales (Adverbiales impropias)

Proposiciones subordinadas sustantivas- Desempeñan en la oración compuesta la misma función que realiza un S.N. en la oración simple. Encontramos:

Proposiciones subordinadas en función de sujeto: Suelen introducirse por medio del transpositor QUE, llamado "que enunciativo".

Que estés disgustado no me importa.

Mod. or.: no (adv)

Pred.: Me importa (s.v.)

N.: importa (v)

C.I.: me (pron. pers.)

Suj.: Que estés disgustado (prop sub. Sust.)

Nexo.: Que (conj.)

Suj elíptico: Tú

pred.: Estés disgustado (s.v)

N: estés (v)

Atrib.: disgustado (adj)

Es frecuente, aunque no indispensable, que el artículo acompañe al QUE para hacer resaltar el carácter sustantivo de la proposición:

Me preocupa el problema

CI Pred (SV) NV

Estas proposiciones se construyen fundamentalmente con los siguientes predicados:

a.- SER + Atributo + Prop sub: Es falso que bebiera ayer.

b.- Construcciones de pasiva refleja: Se vio que era mentira.

c.- (CI) + Verbo intransitivo. (De afección anímica) + Prop sub.: Me gusta que…; Me disgusta que…; Me molesta que…; Me duele que…; Me avergüenza que…; Conviene que…

Cumpliendo la función de sujeto podemos encontrar también otros dos tipos de proposiciones:

– Una construcción de infinitivo: * Le gusta escuchar la radio; Es preferible terminar pronto

– Una proposición adjetiva o de relativo sustantivada: “Quien bien te quiere te hará llorar; El que me gusta es moreno; Lo que te pasa es terrible”.

Proposiciones Subordinadas Sustantivas en función de complemento directo:

Forman el grupo más numeroso. Al cumplir la función de C.D. son conmutables por el pronombre personal átono LO:

Me dijo que vendría mañana . Me lo dijo.

Suj. elíptico: Él / Ella

Pred: me dijo que vendría mañana (SV)

N: dijo (V)

CI: me (pron. pers.)

CD: que vendría mañana (prop. Sub. sust.)

nx: que (conj.) // Suj. elíptico: él // pred: vendría ayer ,mañana (SV)….

Las proposiciones sustantivas de CD admiten las siguientes construcciones:

a.- Proposición introducida por el transpositor "que":

Temo que me suspendan; Quiero que me acompañes.

b.- Proposición (o construcción) de infinitivo, sin "que":

Temo no aprobar el examen; quiero acompañarte.

c.- Proposición yuxtapuesta a la principal (estilo directo):

Mi padre dijo: * no vengas tarde

d.- Sin nexo (son poco frecuentes): Le ruego envíe pronto el pedido.

e.- las interrogativas indirectas:

Dentro de las subordinadas sustantivas de CD están este tipo de proposiciones que surgen cuando se hace depender una oración interrogativa de un verbo de entendimiento o de lengua:

Me preguntó si había estudiado, me lo preguntó.

Suj. Elíptico: Él / Ella

Pred: me preguntó si había estudiado (SV)

N: preguntó (V)

CI: me (pron. pers. )

CD: Sí había estudiado (prop. Sub sust. / interrogativa indirecta total)

nx: si (conj.) //

Suj. Eliptico: él, yo // pred: había estudiado SV)….

Si la interrogativa es total, el nexo es SI: Viene Juan? no sé si viene Juan.

En las interrogativas parciales el nexo es un pronombre interrogativo o un adverbio interrogativo:

Quién lo ha hecho? ignoro quién lo ha hecho.

Qué coche prefieres? dime qué coche prefieres.

Cuándo es fiesta? pregunta cuándo es fiesta.

Al igual que ocurre con los pronombres relativos, los pronombres y los adverbios interrogativos cumplen dos funciones: nexo entre las proposiciones y una función dentro de la subordinada que introducen.

CAPÍTULO II: SUBORDINADAS SUSTANTIVAS Y ADJETIVAS

Subordinación sustantiva

Ser sujeto de una oración es un rasgo inherente a la categoría gramatical del sustantivo o de cualquier palabra o trase que funcione como tal. En el caso de las subordinadas sustantivas pueden funconar como sujeto estructuras sintacticas muy diversas: Me entristece que miente tanto o Resulta que tienes razón. La oración subordinada sustantiva en función de sujeto introducida por que concuerda con el verbo en tercera persona: Es curioso que no venga nadie. Para conprobar que la oración sustantiva es de sujeto, conviene transtonnarla en un pronombre como eso, esta o en un sintagma como esa(s) o esa(s). Si tras la transformación el verbo cambia de número, es me la oración funciona como sujeto. Cornpárese:

a. Me consta que te llamó y quedó contigo > me constan esas cosas

b. Se imagina que todos le persiguen y le atacan > se imagina esas cosas

Algunas de las estructuras en funcion de sujeto son las siguientes:

a) Estructuras intransitivas: son un grupo muy amplio en el que se incluyen verbos presentativos, denominados asi porque introducen o presenten un suceso o un estado de cosas (aparecen figuran quedan resultan despienderse). La oración en funcion de suieto ocupa siempre la segunda posición ('Oue tengo que trabajar los sábados figura en el contrato). Suelen construise en indicativo, pero se emplea el subjuntivo cuando no se asevera su contenido (De este trabajo no se desprende que usted es/sea minucioso).

Salvo resultar (y siempre con sen estar. tener) ninguno de los verbos presentativos admite le subordinación en infinitivo: Resultó que era más atento de lo esperado > result sermás atento de lo esperado.

Un segundo grupo de estructuras intransitivas está constituido por los verbos de suceso (ocurrir, acontecer; pasar, suceder): Sucedió que nadie se acercó a ayudarme; o de existencia (bastan caber, constar, convenir, faltan importan parecer): No conviene que seas tan atrevido. No me cabe en la cabeza que seas tan obstinedo (me actúa como complemento indirecto). Normalmente ocupan la segunda posición. excepto en casos de énfasis: Que vienes e clase me consta, pero no es suficiente. Por lo que respecta a la construccion con infinitive, los verbos de suceso mencionados no la admiten (excepto en usos particulars, como ocurrírsele. antojársele. olvidársele). Compárese: 'Ocurrió

levantar todo el suelo / Se le ocurrió levantar todo el suelo. Los verbos de existencia admiten tanto el infinitivo simple (Falta pagar el café) como el compuesto (Me consta haber pagado la factura hace tiempo). Por último. una breve mención al verbo de existencia parecer: se distingue del resto de verbos de su grupo por exigir la presencia de un complemento indirecto cuando se construye con Infinitivo simple o compuesto: Me pareció oir ruidos en la planta baja; Me parece haber visto tu coche viejo. Sin este complemento, parecer+ infinitivo se interpreta como un núcleo verbal compuesto con sujeto de persona (Debecque-Lamiroy. 1999: 1977): Pareciste (tú) enfadarte sin motive aparente.

Al tercer grupo de estructuras intransitivas pertenecen los verbos que denotan afección (gustar, admirar, agobiar, aregrar, aparecer, asombrar, asustar, chocar, diverter, doler, encantar, extrañar, fastidiar, interesar, sorprender): Me agobía que lleguen antes de tiempo. Le fastidia que consiga siempre los mejores clientes. Como en los grupos verbales anteriores, le subordinada de sujeto se pospone al verbo aunque, en casos de énfasis. puede anteponerse: Que te mantengas tan estupendo no me choca en absoluto.

Solo admiten la construccion con infnitivo simple o compuesto cuando el referente del complemento indirecto se interpreta como el sujeto del infinitivo: No me apetece salir de cañas › me=yo. En lineas generales. los verbos de afección (tipo gustar) no admiten el modo indicativo, pues son verbos que denotan actitud subjetiva: Me gusta que vienes / Me gusta que vengas.

El cuarto grupo de estructuras intransitivas recoge verbos con complement preposicìcnal (rayer en/con, repercutir en, acabar con, degenerar en, carecer de, romper con, intervenir en, etc.) construidos siempre con subjuntivo. Frente a los grupos anteriores, el orden sujeto-verbo-complemento no es extraño: Que los alumnos falten a sus clases acabará con su buena fama. Carece de entido que ahora lo defiendas. El sujeto oracional puede tener la forma de un infinitivo. en cuyo caso, la oración tiene un sentido generico: Recibir todos los méritos de oobe repercutirá en su ánimo.

b) Estructuras atrbutìvas con ser, estanr,parecer, quedar, resultar y aparecer. Estas construcciones presentan algunas peculiaridades respecto al predicado nominal or atributo. Por ejemplo, los verbos estar y quedar sólo se combinen con el adjettivo claro cuando tienen un sujeto oracional. Esta claro que necesita unas vacaciones. Queda clara que la proxima vez no te lo consiento. En las mismas circunstancias, estan ,parecer y quedar admiten como atributo los adverbios bien y mal. Esta bien que hayas decidido acompanarnos. En canbio, ser solo admits así en cuyo caso el sujeto oracional| queda sobraentendido. Si lo has decidido, bien esté que sea así. Respecto al lugar que ocupa la subordinada, el orden no marcado es posposición. La seleoción modal depende del atributo: si éste expresa una aseveracion de verdad (evidente, clara, demostrado, verdad) se usa el indicativo: en caso contrario, o con atributos negatives, se utiliza el subiuntivo.

Precisamente los atributos adjetivales y nominales que se cornbinan con subjuntivo admiten también una subordinada de infinitivo; por el contrario, los atributos que se combinan con indicativo no lo permiten:

a. Es dilicil/ un sueño que pasee por Benin > Es dificil/ un sueño pesear por Berlin

b. Es evidente que me equivoco > Es evidente equivocarme

c) Estructuras transitivas: además de las locuciones con complements directo fijo (dar

pena / rabia / asco / gusto / alegria / miedo , hacer falta, tener gracia / importancia / interes / sentido, etc.) tan frecuentes en la lengua oral, hay que incluir en este grupo otros verbos de tipo implicativo(lmp!icar, denotar,probar, reflejar) Todos estos vefbos exigen el modo subiunlivo. El orden habitual es sujelo-verbo-complemento y, si se invierte, es obligatoría la presencia del sintagma El (hecho de):

a. Que se llene de gente el cine prueba que la pelicua es buena

b. Prueba que la pelicula es buena el hecho de que / 'que se llene de gente

Las subordinadas sustantivas son segmentos de carácter oracional que aparecen transpuestos o capacitados para desempeñar una función sustantiva por un transpositor, habitualmente: que. Las subordinadas sustantivas realizan cualquier función propia de un SN: sujeto, complemento directo, etc.

Tanto las subordinadas sustantivas como las adjetivas llevan con frecuencia lo que parece ser el mismo transpositor: que. Sin embargo, el transpositor en uno y otro caso es diferente. Puede observarse que el de las sustantivas no puede sustituirse por el cual y en las adjetivas sí. El primer que es una conjunción y posee una función sustantivadora; el segundo es un pronombre relativo y su función es adjetivadora.

Los dos van precedidos en ciertos casos por una preposición; pero ante que conjunción, la preposición afecta a toda la oración transpuesta, mientras ante el que relativo la preposición suele afectar solo a éste.

Aunque la gramática tradicional los clasificaba como oraciones subordinadas, no deben considerarse oraciones complejas las que constituyen enunciados en estilo directo.

César dijo: "La suerte está echada".

Si se enunciara la oración en estilo indirecto y se introdujera el transpositor que, el segundo elemento sería una oración transpuesta y funcionaría como CD del verbo principal:

César dijo que la suerte estaba echada.

Sin embargo, en su formulación directa hay que analizar estos enunciados como oraciones yuxtapuestas, con evidente relación semántica pero sin conexión sintáctica alguna. Como decimos, sí hay que considerar subordinadas sustantivas a las proposiciones de modalidad interrogativa  indirecta, como puede comprobarse efectuando la correspondiente conmutación pronominal (lo) en los siguientes ejemplos de interrogativas indirectas parciales:

María, ve a ver qué hace el niño.

Todos sabéis para qué estamos aquí.

Me pregunto por qué te enfadas.

Virgilio sabe quién ha sido.

No sé cuándo vendrá Tatiana.

María José miraba con envidia cómo se comían la pierna de cordero.

Los segmentos subrayados, que desempeñan en estos ejemplos el papel de complementos directos, podrían aparecer como enunciados interrogativos independientes.

Cuando la interrogativa original es total, aparece el transpositor si y la subordinada desempeña igualmente la función de CD:

No sé si mi suegra vendrá a comer o no.

Me pregunto si sería prudente que nos viéramos a solas.

Dime si es suficiente con eso.

Las oraciones transpuestas la función sustantiva por la conjunción que pueden cumplir funciones propias del sustantivo: sujeto, complemento directo, suplemento, suplemento indirecto, adyacente, complemento del adjetivo y complemento del adverbio.

Subordinadas sustantivas en función de sujeto

Es cierto que perdéis mucho tiempo con tanta carrera.

Se le ocurrió que podría copiar en un examen de Lengua.

No les importaba que los vieran.

Le molestó que pudiera conocer sus intenciones.

Me extraña que sigáis atendiendo aún.

Puede provocar alguna confusión en el análisis el hecho de que, mientras un sujeto compuesto por dos sintagmas nominales coordinados exige número plural en el verbo (Marta y Ángela están enfadadas con Verónica), varias oraciones transpuestas coordinadas entre sí se consideran una sola unidad y por tanto el verbo mantiene el número singular (Les preocupaba que pasase el tiempo y no llegara el profesor).

A veces, la subordinada sustantiva con que resalta su carácter sustantivo mediante la anteposición del artículo, siempre en masculino singular:

Me llamó la atención el que sintiera vergüenza ante mí.

El que te enfades no va a cambiar las cosas.

Subordinadas sustantivas en función de complemento directo

Pablo descubrió que algunos alumnos de la E.S.O salían en los recreos.

La policía no permitía que se aparcara a la puerta de la iglesia.

Manoli no recordaba que habíamos desayunado juntos aquel día.

Te agradezco que sigas arriesgándote por mí.

También la oración sustantiva en función de complemento directo puede llevar artículo:

Eso explica el que no te hayan dejado entrar.

Cuando hay varias oraciones subordinadas coordinadas entre sí, el transpositor que puede encabezar todo el conjunto o bien preceder a cada una de las subordinadas:

Miguel me contó que amaba a Maria Luisa en secreto y (Ø) no era correspondido por ella.

Sergio comprobó que la herida se le infectaba y que comenzaba a sentir fiebre.

Con verbos que significan 'voluntad' y 'temor' puede eliminarse el transpositor en la lengua escrita; especialmente frecuente es esto en el lenguaje comercial y en ciertos textos administrativos; puede tratarse también de un recurso poético:

Le ruego se presente en la Secretaría.

Deseábamos no amaneciese.

Subordinadas sustantivas en función de complemento indirecto

Son muy raros y dudosos los casos en que una subordinada sustantiva con que cumple la función de objeto indirecto. En estos contados casos el transpositor va precedido de la preposición a:

Jesús dedica todo su esfuerzo a que su negocio prospere.

No ponía inconvenientes a que la acompañase a casa.

Subordinadas sustantivas en función de suplemento

La subordinada en función de suplemento va precedida, como es natural, de la preposición requerida por el verbo principal:

Me alegro de que Juan siga con Laura.

Mi mirada la convenció de que yo lo sabía todo.

Subordinadas sustantivas en función de adyacente

Las subordinadas sustantivas pueden funcionar también como adyacentes en un sintagma nominal, complemento del adjetivo o del adverbio:

La idea de que nos acompañe tu madre, cariño, no me gusta nada.

Estaba harta de que le diesen codazos en el autobús.

Rafa estuvo cerca de que lo moliesen a palos.

ORACIONES SUBORDINADAS ADJETIVAS

Las subordnadas adjetivas, también llamadas de relativo, son oraciones encabezadas por un pronombre. adjetivo o adverbio relativo que actúan como complementos modificadores de un elemento (el antecedente) que normalmente es un SN (ta): también pueden funcionar como antecedente los pronombres personales (tb). los adverbìos pronominales (tc) y las oraciones (td). No obstante. a veces este antecedente puede no estar expreso (te):

a. La habitación que pintamos todavia no se ha secado

b. Yo. que soy una muier trabajadora. nunca me quejo

c. Allá donde se cruzan los caminos

d. Su actitud me molesta bastante. lo cual me irrita profundamente

e. Quien blen te quiere. te hará llorar

Van introducidas por un nexo subordinante. vinculado anetóricamente al antecedente, y desempeñan una función dentro de la ubordinada. En (2a) es un complemento directo; en (2b) es sujeto:

a Visitamos la catedral que nos recomendaste

b. El amigo de tu padre que nos visitó ayer

El conjunto de elementos susceptible de desempeñar esta doble funcion está formado por los pronombres. adjetivos y adverbios relativos. que se analizarán posteriomente.

Las oraciones de relativo se dividen en dos grupos: 1) especifioativas, como (3a) (tambien llamadas 'restrictivas 'deterrninativas' o 'atributivas'); y 2) explicativas, como (3b) (denominadas 'incidentales' o 'apositivas'):

a, La familia tenía dos casas que utilizaban en verano

b. La familia, que tenía dos casas, las utilizaba en verano

-correlación con las diferencias significativas que implica la anteposición o posposición de un adjetivo en una oración simple, pues la anteposción o posposición del adjetivo respecto del núcleo sustantivo determina a este diversamente: en el prmter caso lo explica, y en el segundo lo especilica. Puesto que las oraciones de relativo equivalen a adjetivos, también deteminan al sustantivo de esas dos maneras, lo que ya llevo a la gramática tradicional a establecer una clasificación de las oraciones en dos tipos: las especificativas y las esplicatívas

Las dos oraciones del anterior tienen diferencias evidentes: en (a) la oración de relativo y la oración del antecedente forman parte del mismo grupo tónico; en cambio, en (b) la subordinada un grupo tónico propio, pues está separada por comas; por lo tanto, el enunciado de (b) se emite con tres unidades , la familia que tenia dos casas y las utilizaba en verano. Por otra parte, la oración especificativa en (a) restringe la referencia sugerida por el antecedente, mientras que la explicativa de (b) añade alguna particularidad que no modifica to atudldo por el antecedente; justamente por su carácter prescindible, (admiten ir entre pausas) se denominan incidentales o apositivas.

Una consecuencia de lo dicho es que las relativas especificativas no pueden aparecer con SSNN cuyo núcleo nominal denote por sl solo entidades referenciales, como los nombres propios y los pronombres personales que, a diferencia de los nombres comunes, designan directamente a su referente. Tal restricción no afecta a las explicativas:

a. 'Yo que venía de trabajar me encontre con el problema

b. Yo,que venia de trabajar, me encontre con el problema

Sólo las relativas explicativas pueden admitir un antecedente oracional La huelga nos ha dejado sin provisiones, lo que va a ocasionar nuevos entrenasnientos. Sin embargo. las relativas explicativas rechazan las construcciones con infinitivo:

a. Buscaban el camino por donde ataiar (especificativa)

b. *Buscaban el camino. por donde atajar (explicativa)

-mientras las explicativas admiten que los determinantes de cada uno de los SN sean de distinta clase, las especificativas exigen que sea idéntico:

a. Un perro y un gato que atecabat a los niños lueron sacriiìcados

b. *EI perro y un gato que atacaban a los niños iueron sacrificados

c. El perro y un gato. que atacaban a los nïios. fueron sacrificados

Los pronombres y adjetivos relativos

Que

La forma que es el relativo de uso más general. y, de hecho, aparece tanto en las oraciones especificativas como en las explicativas y con antecedente de persona, animal o cosa. Excepto en la construccion con infinitivo, no puede usarse sin antecedente expreso:

No tengo que llevarme a la boca; No tenemos de que hablar

Morfológicamente carece de flexión, lo que lo distingue del resto de los pronombres y adietivos relativos. Igualmente, y frente a otros relativos, carece de significado léxico; por esta razón, su conmutación por los adverbios relativos sólo es posible si le precede una preposición que manifieste la clase de relación que se expresa: La manera como se expreso es intolerable › la manera en que se expresó es intolerable.

Cuando que es término de preposición presenta numerosas restricciones: en primer lugar, puede combinarse con algunas preposiciones (a, con, de, en, por) altemando con el que (y sus variantes). pero es incompatible con ante y desde. Que seleccionan únicamente el que (y sus variantes):

Una oración subordinada adjetiva es aquella que funciona igual que un adjetivo o un sintagma adjetivo, dentro de una oración compleja. Por ello, pueden ser sustituidas por un adjetivo.

Por transposición simple, tenemos las ADJETIVAS DE RELATIVO, llamadas así porque su nexo transpositor es cualquiera de los relativos (no interrogativos) que, cual, cuyo, quien, como, cuando, donde.

Su función natural, como la de otros adjetivos es la de adyacente o complemento de un sustantivo, aunque se dan otros casos, como, por ejemplo, el de atributo.

El muro que se cayó era muy alto

La persona a quien va dirigida la carta no apareció

Las participantes cuyo equipo fue eliminado volvieron su país pronto

La casa donde vivía quedaba muy lejos

En los ejemplos anteriores, las oraciones subordinadas adjetivas subrayadas funcionan como

adyacentes de un sustantivo que aparece en la oración principal. A ese sustantivo se le llama

antecedente, y nos va a servir para conocer la función que el transpositor lleva a cabo dentro de la

subordinada. Si en vez del nexo ponemos en la subordinada el sustantivo antecedente, veremos que

éste tendría una función en la oración resultante tras la sustitución, función que coincide con la del

nexo.

El muro que se cayó era muy alto que se cayó funciona como adyacente de muro.

El muro era muy alto oración principal.

El muro (hemos quitado que) se cayó el muro funciona como sujeto de cayó, luego que funciona como sujeto de cayó.

La casa donde vivía quedaba muy lejos adyacente de la casa.

La casa quedaba lejos oración principal.

Vivía en la casa en la casa funciona como C.C. de vivía, luego donde también funciona como C.C. de vivía.

Desde el punto de vista del significado, estas oraciones pueden tener valor especificativo o explicativo (usadas con comas).

El edificio que tenía varias plantas iba a inaugurarse pronto ESPECIFICATIVA

El edificio, que tenía varias plantas, iba a inaugurarse pronto EXPLICATIVA

Hay ocasiones en que una oración subordinada adjetiva de relativo funciona como atributo:

El encargado está que trina Lo está.

Conviene señalar que se consideran adjetivas a las oraciones con doble transposición, sustantiva y adjetiva, que normalmente funcionan como adyacentes de un sustantivo, de un adjetivo o de un adverbio. No serían oraciones adjetivas de relativo, sino ORACIONES SUSTANTIVAS ADJETIVADAS.

Estaba seguro de que volverías que convierte en sustantiva, pero de convierte en adjetiva, para

que la oración subordinada funcione como adyacente del adjetivo seguro.

CAPÍTULO III: SUBORDINADAS ADVERBIALES

Las oraciones subordinadas adverbiales son aquellas en las que la proposición subordinada desempeña con respecto al núcleo de la principal la función de un adverbio o complemento circunstancial, o por lo menos una función asimilable a este.

Este tipo oracional presenta una variedad de nexos superior a los que hemos visto hasta ahora.

Las oraciones subordinadas adverbiales son aquellas en las que la proposición subordinada desempeña con respecto al núcleo de la principal la función de un adverbio o complemento circunstancial, o por lo menos una función asimilable a este.

Este tipo oracional presenta una variedad de nexos superior a los que hemos visto hasta ahora.

Las oraciones subordinadas adverbiales o circunstanciales se dividen en dos grupos:

I- Subordinadas adverbiales propias, en las que la proposición subordinada equivale exactamente a un adverbio, y de hecho puede ser sustituida por este:

1 )De tiempo.

P.P

P.S

Se enteraron cuando oyeron los disparos

N-CC

PP

P.S

Se enteraron al oír los disparos

N

Otros nexos: apenas, no bien, tan pronto como, antes de (que), mientras ( que)…en definitiva, una gran cantidad de locuciones conjuntivas.

2) De lugar

Lo encontraron donde dijeron sus amigos

N-CC

En ocasiones, la subordinada se refiere a un antecedente expresado o no, por lo que hay quien interpreta (en el segundo caso) estas oraciones como adjetivas sin antecedente expreso. No obstante, lo más general es interpretarlas como adjetivas cuando tienen antecedente (Lo encontraron en el lugar donde dijeron sus amigos) y como adverbiales cuando carecen de él.

3 ) De modo

Tú ponte como yo te diga

N-CC

Otros nexos: según, según que, como si…

II. Subordinadas adverbiales impropias, que no equivalen exactamente a un adverbio, pero por su función son asimilables a él, puesto que expresan determinadas circunstancias (causa, finalidad…) del verbo principal. Sus clases son las siguientes:

1-) Causales, en las que la proposición subordinada expresa la causa por la que se produce

lo predicado en la proposición principal. Sus nexos son numerosos: que, porque, puesto que, ya que, dado que, en vista de que, de…que, etc.

P.P

P.S

Estate quieto que me voy a enfadar

P.P

P.S

Se enfadó porque no lo invitaron

N

2 -) Finales, cuya proposición subordinada expresa la finalidad con la que se cumple lo expresado en la principal. Algunos de sus nexos son: que, para que, para (+ inf.) , a fin de que, a que, a (+ infi.) con objeto de (que), etc.

P.P

P.S

Lo citaron para que declarara en el juicio

N

P.S

Vengo a enterarme del asunto

N

3-) Las condicionales son aquellas en las que la proposición subordinada (prótasis) impone una condición para el cumplimiento de la principal (apódosis). El nexo más característico de este tipo de oraciones es si (no las confundas con las sustantivas de CD introducidas por este nexo) aunque hay otros posibles como como, cuando, siempre y cuando… todos ellos conmutables por si cambiando el modo del verbo.

________________ ______________________

Iré contigo a la fiesta si me lo pides amablemente

N

_______________________ ___

Siempre y cuando me inviten, iré

N

_____________________ _____________

Como me vuelvas a gritar, no entro en casa

N

Hay algunas oraciones que, aunque se clasifican dentro de este grupo, no expresan en realidad una noción de condición, sino más bien de contraste:

__________ __________

Si ayer llovió, hoy hace sol.

4 -) Son consecutivas aquellas cuya proposición subordinada expresa la consecuencia (ojo: no la causa) de la acción de la principal. Hay dos clases de oraciones consecutivas: a- Aquellas en las que la consecuencia indicada en la subordinada no depende de la intensidad de la principal. Sus nexos son: luego, por tanto, conque, por consiguiente…

___________ _____________

Tú lo has roto, luego tú lo pagas

N

_____________ _________________

Lo has llamado tú, conque tú lo atiendes

N

b- Aquellas en las que la consecuencia indicada en la subordinada sí depende de la intensidad de la acción de la principal. Todos sus nexos son correlativos, esto es, constan de dos unidades una de las cuales estará en la proposición principal (y será bifuncional) y la segunda estará en la subordinada. Dichos nexos son: tan, tal, tanto, de manera, de modo, hasta el punto de… (en la principal) y que en la subordinada.

PP

PS

Es tan feo que asusta a los niños

N-Mod N

PP

PS

Gritó tanto que despertó a los vecinos

N-CC N

PP

PS

Tiene tanto dinero que lo envidia todo el mundo

N-Det

N

A veces es posible suprimir el primer nexo.

Corre [tanto] que da miedo verlo

5 -) Concesivas. La proposición subordinada expresa una dificultad para el cumplimiento de la principal, pero no lo impide. Este tipo de oración está históricamente emparentado con la coordinada adversativa, con la que comparte el nexo aunque. Otros nexos: a pesar de que, mal que, aun cuando, si bien, por…que, con lo…que, etc.

_______________ _________________

Aunque llegó tarde pudo hacer el examen

N

______________ __________________

Me pagó la mitad a pesar de que reclamé

N

______________________ _________

Con lo que me costó pagarlo, tú lo regalas

N

La distinción entre el uso adversativo y el concesivo de aunque a veces es difícil. El criterio más admitido para discriminar ambos usos es el formal: aunque será adversativo cuando sea conmutable por pero, lo que ocurrirá cuando vaya entre las dos proposiciones y el núcleo de la subordinada esté en modo indicativo:

Compra libros aunque (= pero) apenas lee (Adversativa)

Compra libros aunque (*pero) apenas lea (Concesiva).

6- ) Comparativas. Comparan cuantitativa o cualitativamente dos conceptos, presentes uno en la proposición principal, otro en la subordinada. Pueden ser de tres clases:

a- Comparativas de igualdad, son aquellas en las que la calidad o cantidad de los conceptos comparados son iguales. Sus nexos (correlativos) son: tan, tanto (adverbios), tanto (adjetivo), tal, igual de… en la principal y como ,cuanto, que en la subordinada. Los nexos de la principal siempre son bifuncionales, los de la subordinada a veces.

Pedro es tan alto como su hermano

N-Mod N-CC

Este chico tiene tantos humos como yo

N-Det

N-CC

Se esforzó tanto cuanto le fue posible

N-CC N-CC

Esta silla es igual de fuerte que esta otra

N-Ady

N

b- Comparativas de inferioridad. En ellas la cualidad o cantidad expresada en la principal es menor que la de la subordinada. Sus nexos son menos en la principal y que en la subordinada.

Tu vecino tiene menos vergüenza que nadie

N- Det

N

Viene a casa menos que su hermano

N-CC N

c -Cuando la cualidad o cantidad expresada en la principal es mayor que la de la subordinada, la comparativa es de superioridad. Sus nexos: más, mejor, peor, mayor…en la principal y que, de… en la subordinada.

Este coche es más potente que el mío

N-Mod

N

Tu hermano es mejor estudiante que tú

N-Ady

N

Me gustan las natillas más que a un tonto un móvil

N-CC N

Es importante tener en cuenta:

– Que no siempre que en una oración exista una comparación aquella ha de ser una oración compuesta:

Eres la más guapa de todas

es una oración simple en la que la más guapa de todas funciona como atributo.

En ocasiones, las oraciones comparativas tienen un evidente matiz modal:

Gritó tanto como su padre

donde la subordinada puede ser sustituida por el adverbio así. El criterio más generalizado es considerar como comparativas estas oraciones cuando existe un nexo correlativo (nuestro ejemplo), e indistintamente como modales o comparativas cuando el nexo no es correlativo porque se omite el primer miembro :

Gritó [tanto] como su padre.

El gerundio es una forma verbal que simultanea las funciones de núcleo verbal y de adverbio (CCM), por lo que puede funcionar como núcleo de una subordinada modal:

PP

PS

Llegó a su casa corriendo todo lo que podía

Pero la construcción de gerundio puede también desempeñar la función de adyacente de un sustantivo presente en la proposición principal cuya función sea la de sujeto o C.D:

Trajeron café hirviendo a 100º

P.P

P.S

Han publicado un decreto prohibiendo el tabaco

P.P

P.S

La subordinada será adyacente (C.N) cuando se pueda sustituir por el giro que + verbo (“que hervía a 100º”, “que prohíbe el tabaco” pero * que corría todo lo que podía”).

En algunas ocasiones, estas oraciones son semánticamente ambiguas:

Vimos a un individuo merodeando por las cercanías.

Quién merodeaba, ¿el individuo o nosotros?

Las oraciones subordinadas adverbiales o circunstanciales se dividen en dos grupos:

II.1- Subordinadas adverbiales propias, en las que la proposición subordinada equivale

exactamente a un adverbio, y de hecho puede ser sustituida por este:

1 -) De tiempo.-

P.P

P.S

Se enteraron cuando oyeron los disparos

N-CC

PP

P.S

Se enteraron al oír los disparos

N

Otros nexos: apenas, no bien, tan pronto como, antes de (que), mientras ( que)…en definitiva, una gran cantidad de locuciones conjuntivas.

Lo encontraron donde dijeron sus amigos

N-CC

En ocasiones, la subordinada se refiere a un antecedente expresado o no, por lo que hay quien interpreta (en el segundo caso) estas oraciones como adjetivas sin antecedente expreso. No obstante, lo más general es interpretarlas como adjetivas cuando tienen antecedente (Lo encontraron en el lugar donde dijeron sus amigos) y como adverbiales cuando carecen de él.

3 -) De modo.-

Tú ponte como yo te diga

N-CC

Otros nexos: según, según que, como si…

II.2- Subordinadas adverbiales impropias, que no equivalen exactamente a un adverbio, pero por su función son asimilables a él, puesto que expresan determinadas circunstancias (causa, finalidad…) del verbo principal. Sus clases son las siguientes:

1-) Causales, en las que la proposición subordinada expresa la causa por la que se produce

lo predicado en la proposición principal. Sus nexos son numerosos: que, porque, puesto

que, ya que, dado que, en vista de que, de…que, etc.

P.P

P.S

Estate quieto que me voy a enfadar

P.P

P.S

Se enfadó porque no lo invitaron

N

2 -) Finales, cuya proposición subordinada expresa la finalidad con la que se cumple lo expresado en la principal. Algunos de sus nexos son: que, para que, para (+ inf.) , a fin de

que, a que, a (+ infi.) con objeto de (que), etc.

P.P

P.S

Lo citaron para que declarara en el juicio

N

P.S

Vengo a enterarme del asunto

N

3-) Las condicionales son aquellas en las que la proposición subordinada (prótasis) impone una condición para el cumplimiento de la principal (apódosis). El nexo más característico de este tipo de oraciones es si (no las confundas con las sustantivas de CD introducidas por este nexo) aunque hay otros posibles como como, cuando, siempre y cuando… todos ellos conmutables por si cambiando el modo del verbo.

________________ ______________________

Iré contigo a la fiesta si me lo pides amablemente

N

_______________________ ___

Siempre y cuando me inviten, iré

N

_____________________ _____________

Como me vuelvas a gritar, no entro en casa

N

Hay algunas oraciones que, aunque se clasifican dentro de este grupo, no expresan en realidad una noción de condición, sino más bien de contraste:

__________ __________

Si ayer llovió, hoy hace sol.

4 -) Son consecutivas aquellas cuya proposición subordinada expresa la consecuencia (ojo: no la causa) de la acción de la principal. Hay dos clases de oraciones consecutivas:

a- Aquellas en las que la consecuencia indicada en la subordinada no depende de la intensidad de la principal. Sus nexos son: luego, por tanto, conque, por consiguiente…

___________ _____________

Tú lo has roto, luego tú lo pagas

N

_____________ _________________

Lo has llamado tú, conque tú lo atiendes

N

b- Aquellas en las que la consecuencia indicada en la subordinada sí depende de la intensidad de la acción de la principal. Todos sus nexos son correlativos, esto es, constan de dos unidades una de las cuales estará en la proposición principal (y será bifuncional) y la segunda estará en la subordinada. Dichos nexos son: tan, tal, tanto, de manera, de modo, hasta el punto de… (en la principal) y que en la subordinada.

PP

PS

Es tan feo que asusta a los niños

N-Mod N

PP

PS

Gritó tanto que despertó a los vecinos

N-CC N

PP

PS

Tiene tanto dinero que lo envidia todo el mundo

N-Det

N

A veces es posible suprimir el primer nexo.

Corre [tanto] que da miedo verlo

5 -) Concesivas. La proposición subordinada expresa una dificultad para el cumplimiento de la principal, pero no lo impide. Este tipo de oración está históricamente emparentado con la coordinada adversativa, con la que comparte el nexo aunque. Otros nexos: a pesar de que, mal que, aun cuando, si bien, por…que, con lo…que, etc.

_______________ _________________

Aunque llegó tarde pudo hacer el examen

N

______________ __________________

Me pagó la mitad a pesar de que reclamé

N

______________________ _________

Con lo que me costó pagarlo, tú lo regalas

N

La distinción entre el uso adversativo y el concesivo de aunque a veces es difícil. El criterio más admitido para discriminar ambos usos es el formal: aunque será adversativo cuando sea conmutable por pero, lo que ocurrirá cuando vaya entre las dos proposiciones y el núcleo de la subordinada esté en modo indicativo:

Compra libros aunque (= pero) apenas lee (Adversativa)

Compra libros aunque (*pero) apenas lea (Concesiva).

6- ) Comparativas. Comparan cuantitativa o cualitativamente dos conceptos, presentes uno en la proposición principal, otro en la subordinada. Pueden ser de tres clases:

a- Comparativas de igualdad, son aquellas en las que la calidad o cantidad de los conceptos comparados son iguales. Sus nexos (correlativos) son: tan, tanto (adverbios), tanto (adjetivo), tal, igual de… en la principal y como ,cuanto, que en la subordinada. Los nexos de la principal siempre son bifuncionales, los de la

subordinada a veces.

Pedro es tan alto como su hermano

N-Mod N-CC

Este chico tiene tantos humos como yo

N-Det

N-CC

Se esforzó tanto cuanto le fue posible

N-CC N-CC

Esta silla es igual de fuerte que esta otra

N-Ady

N

b-Comparativas de inferioridad. En ellas la cualidad o cantidad expresada en la principal es menor que la de la subordinada. Sus nexos son menos en la principal y que en la subordinada.

Tu vecino tiene menos vergüenza que nadie

N- Det

N

Viene a casa menos que su hermano

N-CC N

c- Cuando la cualidad o cantidad expresada en la principal es mayor que la de la subordinada, la comparativa es de superioridad. Sus nexos: más, mejor, peor,

mayor…en la principal y que, de… en la subordinada.

Este coche es más potente que el mío

N-Mod

N

Tu hermano es mejor estudiante que tú

N-Ady

N

Me gustan las natillas más que a un tonto un móvil

N-CC N

Es importante tener en cuenta:

– Que no siempre que en una oración exista una comparación aquella ha de ser una oración compuesta:

Eres la más guapa de todas

es una oración simple en la que la más guapa de todas funciona como atributo.

En ocasiones, las oraciones comparativas tienen un evidente matiz modal:

Gritó tanto como su padre

donde la subordinada puede ser sustituida por el adverbio así. El criterio más generalizado es considerar como comparativas estas oraciones cuando existe un nexo correlativo (nuestro ejemplo), e indistintamente como modales o comparativas cuando el nexo no es correlativo porque se omite el primer miembro :

Gritó [tanto] como su padre.

El gerundio es una forma verbal que simultanea las funciones de núcleo verbal y de adverbio

(CCM), por lo que puede funcionar como núcleo de una subordinada modal:

PP

PS

Llegó a su casa corriendo todo lo que podía

Pero la construcción de gerundio puede también desempeñar la función de adyacente de un

sustantivo presente en la proposición principal cuya función sea la de sujeto o C.D:

Trajeron café hirviendo a 100º

P.P

P.S

Han publicado un decreto prohibiendo el tabaco

P.P

P.S

La subordinada será adyacente (C.N) cuando se pueda sustituir por el giro que + verbo (“que hervía a 100º”, “que prohíbe el tabaco” pero * que corría todo lo que podía”).

En algunas ocasiones, estas oraciones son semánticamente ambiguas:

Vimos a un individuo merodeando por las cercanías.

Quién merodeaba, ¿el individuo o nosotros?

Las oraciones adverbiales de lugar funcionan como complementos circunstanciales del verbo principal de una oración compleja.

Semánticamente indican lugar. Por ello, pueden sustituirse por adverbios locativos.

Siempre llevan como elemento introductorio el adverbio relativo donde, solo o acompañado de preposición. Ejemplos:

nexo

Fui donde estaba tu hijo → Fui allí.

Oración adverbial: CCL

Yo caminaba hacia donde está el mar → Yo caminaba hacia allí.

nexo

Oración adverbial: CCL

En el último ejemplo, la oración adverbial es una parte del complemento circunstancial: es antes el término de la preposición.

También pueden considerarse adverbiales locativas oraciones con según del tipo siguiente:

La cafetería se ubica según sales a mano izquierda.

ATENCIÓN:

– No deben confundirse estas oraciones que complementan a un verbo, con las adjetivas con donde. Éstas, como ya se ha visto, siempre llevan un sustantivo antecedente del adverbio relativo al que complementan. Ejemplo:

antec.

Esta es la casa donde vivo.

Or. Adjetiva

– También deben distinguirse las oraciones adverbiales de lugar de las interrogativas indirectas con dónde (adónde), que son una clase de sustantivas. Ejemplo:

Ignoro por dónde caminan. → Lo ignoro. → Ignoro eso.

Oración sustantiva de CD

4. Oraciones subordinadas modales:

Las oraciones de modo que funcionan como complementos circunstanciales del verbo principal de la oración compleja, son solo adverbiales cuando se pueden sustituir por un adverbio.

Semánticamente, indican modo, forma o manera. Pueden sustituirse por

adverbios modales. Ejemplo:

He pintado la casa como me dijiste. → La he pintado así.

nexo

Or. Adv. de CCM

Oración compleja

El elemento introductorio más frecuente de estas oraciones es el adverbio relativo como, que, en ocasiones, se une a la conjunción si formando con ella un nexo complejo. Ejemplo:

Encontré a Juan como si estuviera enfermo. → Lo encontré así.

nexo___

Or. Adverbial de CCM

Oración compleja

También son nexos introductorios de este tipo de oraciones el adverbio según, que, en estos casos, no es preposición, así como al adverbio (o adjetivo adverbializado) conforme, el también adverbio cual, hoy de carácter literario, y la locución tal y como.

Ejemplos:

Rellenamos las actas según dice la norma. → Las rellenamos así.

Hemos actuado conforme dicen los estatutos. → Hemos actuado así.

nexo

Oración adverbial de CCM

Oración compleja

Nexo____

Or. Adv. CCM

Oración compleja

La carretera se estiraba cual serpiente. → … se estiraba así.

nexo

Or. Adv. CCM

Oración compleja.

Nexo

Lo hice tal y como me dijeron. → Lo hice así.

Or. Adv. CCM

Oración compleja

ATENCIÓN:

– Deben distinguirse estas oraciones que complementan a un verbo, de aquellas en que el adverbio relativo como se relaciona con un sustantivo antecedente, al que complementan. Ejemplo:

No he visto el modo como lo pintó.

anteced.

Oración con valor adj.

Sintagma Nominal CD

– Tampoco deben confundirse con las interrogativas indirectas con cómo, que

son sustantivas. Ejemplo:

Dime cómo has llegado. → Dímelo.

Or. sustantiva CD (int. ind.)

5. Oraciones subordinadas temporales:

Todas aquellas oraciones que se dejan sustituir por un adverbio temporal o expresión nominal con valor temporal son subordinadas de complemento circunstancial dentro de una oración compleja. Ejemplos:

Iré cuando sean las tres. → Iré entonces.

Cuando llegue Paco, llámame. → Entonces, llámame.

Mientras recoges las cosas, yo voy a la compra. → Mientras, yo voy…

5.1 Cláusulas absolutas: son aquellas cuyo predicado es una estructura de participio, de gerundio o de infinitivo, la cual complementa a una oración principal o se interrelaciona con ella. Se suele separar de ésta por una breve pausa. Cada predicado lleva su propio sujeto. Ejemplos:

predicado

Dichas esas cosas, Pedro se fue.

Oración: cláusula absoluta

Al acercarnos todos a la mesa, se cayó la botella.

Caminando Ana por la calle, se produjo una explosión.

Acabada la sesión, los diputados se marcharon.

sujeto___

Oración principal

6. Oraciones subordinadas causales:

Una oración causal es aquella que significa causa, motivo o razón. Normalmente está introducida por conjunciones o locuciones conjuntivas causales. Ejemplos:

El suelo está mojado porque ha llovido.

Como me habéis ayudado, he aprobado.

He aprobado gracias a que me ayudasteis.

La función de una oración causal es siempre la de complemento circunstancial de un verbo o de otra oración.

Los nexos introductorios más comunes de una oración causal son:

porque

puesto que

como

ya que

pues

dado que

comoquiera que

toda vez que

7. Oraciones subordinadas finales:

Las oraciones finales funcionan como complementos circunstanciales del verbo principal o de una oración compleja. Normalmente significan finalidad, intención, propósito.

Los nexos que introducen las oraciones finales son:

Las preposiciones para, a o por.

Las locuciones preposicionales a fin de, con vistas a, con miras a, en orden a…

La conjunción que.

Las oraciones finales pueden aparecer con el verbo en subjuntivo (y en ese caso debe aparecer la conjunción que) o bien con el verbo en infinitivo, sin nexo conjuntivo alguno. El modo indicativo no es compatible con las oraciones finales. Ejemplos:

Me esfuerzo para que mis hijos no pasen hambre.

He venido a comer.

Me esfuerzo a fin de que me seleccionen para el equipo.

Algunas subordinadas aparentemente finales son en realidad sustantivas de suplemento o complemento de régimen. Ejemplos:

Esta tela sirve para que os hagáis un vestido.

Faltan tres minutos para que empiece el partido.

Y otras tienen valor concesivo. Ejemplo:

Para estar lesionado, lo hizo bien.

Otras características:

Con el verbo principal en imperativo, la conjunción que, sin preposición que la preceda, puede actuar de nexo de oraciones finales. Ejemplo:

Vuélvete que te veamos.

En ocasiones, el valor final se produce con la oración subordinada en forma negativa y sin nexo. Ejemplos:

Voy a quitar el coche, no sea que me multen.

8. Oraciones subordinadas consecutivas

Oraciones subordinadas circunstanciales consecutivas. Expresan la consecuencia o resultado de la oración principal.

Nexos

conque – Has errado el tiro, conque no presumas de buena puntería.

luego – Pienso, luego existo.

por consiguiente – He estudiado bastante, por consiguiente, creo que podré aprobar.

por lo tanto – Voy a dormir un rato; por lo tanto, espero que no hagan ruido con sus juegos.

por tanto- Está lloviendo, por tanto, nos quedamos en casa.

9. Oraciones subordinadas comparativas

Las oraciones subordinadas comparativas vienen a señalar una equiparación entre dos cooraciones o elementos oracionales recalcando la superioridad o igualdad o inferioridad de uno de ellos frente al otro: Juan escribe más que lee; Juan es tan escritor como lector; Juan lee menos libros que Pedro. Las comparativas pueden ser divididas en dos grandes grupos, más que por su significación, por el tipo de nexo empleado:

·        de igualdad:

casi todas las comparativas de igualdad podrían ser interpretadas como adverbiales de modo  ya que, al enunciar una igualdad, se está diciendo básicamente cómo son los dos elementos comparados: La mujer era tal cual me la había imaginado. Cuando se usa el nexo como la confusión puede ser total: Hacía su trabajo como mejor podía; Tú sabes, como lo sabe todo el pueblo, que de médico no tiene nada; Como os iba diciendo, su hermana se casó a los dieciséis años.

o       la igualdad se consigue también negando la superioridad o la inferioridad: así, en Juan no es más (menos) alto que Luis viene a decir que la altura de ambos es la misma, lo que también puede ser expresado del siguiente modo: Juan es más o menos igual de alto que Luis, en una curiosa mezcla de los tres intensificadores básicos de las comparativas. Otro ejemplo análogo: Lo que tú dices no es ni más ni menos importante que lo que yo digo.

o       la negación de la igualdad, no obstante, produce inferioridad: Juan no es igual de alto que Luis = es menos alto que Luis.

·        de desigualdad (es decir, de superioridad o de inferioridad):

o       los cuantificadores usados en estas comparativas pueden ser modificados por un adverbio para perfilar la dimensión de la desigualdad: mucho más que, poco menos de lo que, etc.

o       cuando el término de comparación es un adjetivo como bueno, malo, etc., pueden aparecer las formas mejor, peor, mayor, menor, y todas las a ellas semejantes.

Comparativas de desigualdad

            Respecto a las comparativas de desigualdad, podemos destacar los siguientes detalles de interés:

Nexos básicos

El nexo básico es más que para cuando se pretende indicar superioridad y menos que para cuando se busca señalar la inferioridad. Ambos nexos admiten multitud de variantes, desde la más simple (Le gusta el vino más (menos) que la cerveza) hasta las formas correlativas que incluyen preposición y artículo (Es mucho más (menos) alto de lo que corresponde a su edad), donde se aprecia que es la alternancia más/menos el único rasgo que distingue a las de superioridad de las de inferioridad (sin pasar por alto que no por que aparezca alguna de estas formas seguida de la preposición de se trata forzosamente de una construcción comparativa: Ellos son los que estudian más de toda la clase = Ellos son los que más estudian de toda la clase). No obstante, en las de superioridad, la forma que adopta la construcción que no en dos casos especiales:

·       cuando el segundo elemento ya va encabezado por otro que: Me gusta más que trabajes que no que seas un holgazán.

·       cuando el término de comparación es un infinitivo: Es mejor cocinar que no salir de restaurantes.

Comparación "numerada"

Cuando la comparación conlleva una cantidad numerable, el primer elemento nexual adopta las formas multiplicativas o partitivas de los numerales: Este coche es el triple de caro que el que tenías antes; Las bicicletas son ahora la mitad de baratas que antes.

Formas latinas

Cuando el término de la comparación es un adjetivo de los que conservan su grado comparativo latino, este término asume al mismo tiempo las funciones de nexo y de elemento oracional de la primera oración: Es mejor que su primo; Es mayor de lo que aparenta; Lo que tú has de recitar es anterior a lo que recite tu compañera.

El nexo "nada más que"

[La construcción nada más que (Juan compró nada más que ese libro), pese a su evidente significación comparativa, produce oraciones inordinadas adverbiales de cantidad].

Comparativas de igualdad

Los nexos correspondientes a las comparativas de igualdad pueden ser clasificados en dos grupos atendiendo a si pueden ser usados en forma correlativa o no:

Nexos no correlativos

Las formas que no pueden presentarse de modo correlativo acercan sobremanera estas oraciones a las inordinadas adverbiales de modo:

·       cual: Se alejó de la esquina cual alma que ve al demonio.

·       tal cual: El acto transcurrió tal cual se esperaba.

·       tal y como: Debes hacerlo tal y como yo te he dicho

·       como: Cerró la puerta de la tienda como tenía por costumbre.

·       como si: Me acuerdo de ella como si la hubiera visto hace un rato.

·       como que: Se tapaba con el periódico y hacía como que leía.

Nexos correlativos

Las formas que sí pueden aparecer en forma correlativa presentan los siguientes casos:

·       igual (de) (…) que:  Hoy se ha comportado igual que ayer; Construyó la casa de su tía igual de bien que el chalé de su padre. Pero se trata de una coordinación copulativa en el caso de Igual comeré carne que pescado.

·       lo mismo (de) (…) que: Habla el chico lo mismo que su abuelo; El chico está lo mismo de alto que su hermano mayor. Pero se trata de coordinada copulativa en Lo mismo comeré carne que pescado.

·       tan (tanto)…(como) (cuanto): Es tan importante como me imaginé; Tiene tantos antojos como una embarazada; Quedó tan preso de mis amores cuanto lo dieron bien a entender sus demostraciones. Obsérvese que no se trata de construcciones consecutivas, las cuales precisan de la conjunción que: Es tan importante que no te lo puedes ni imaginar;…

·       así como…así también: Así como la lluvia cae del cielo, así también desciende sobre vosotros la gracia de Dios.

·       cual…tal: Cual la madre, tal la hija; Cual oveja perdida en el monte, tal es el alma alejada de Dios.

·       de…como: Era de alto como yo.

Otras formulaciones comparativas

Presenta la lengua otras formas para indicar la comparación, no estrictamente nexuales, pero semejantes todas pues en su significación entra la idea de una posible comparación:

·        con el verbo preferir o construcciones semánticas análogas: Prefiero que rías a que llores.

·        con el uso de un adjetivo que permita semánticamente la comparación: Yo hago eso de modo diferente a como tú lo haces; Eso es distinto de lo que vienes afirmando;

·        con el uso de otros cuantificadores: No hizo otra cosa que estorbar; Igual cree que no lo he visto; Lo mismo se piensa que estoy borracho.

·        con el uso de ciertos adverbios: Antes me quedo en casa que salir con ella.

CONCLUSIONES

Habiéndose dado a conocer, aunque de un modo general, los varios elementos de que se compone la oración,tenemos que mencionar el orden y dependencia en que los colocamos, que es lo que se llama Sintaxis.

La palabra dominante en la oración es el sustantivo sujeto, a que se refiere el verbo atribuyéndole alguna cualidad, acción, ser o estado. Y en torno al sustantivo sujeto o al verbo se colocan todas las otras palabras, las cuales, explicándose o especìficándose unas a otras, miran, como a sus peculiares últimos_puntos de relación, las unas al sustantivo sujeto, las otras al verbo.

El sustantivo, sea sujeto, término o predicado, puede ser modificado:

Por adjetivos o por sustantivos adjetivados: el hombre honrado, la dama duende.

Por complementos: las orillas del Maipo

Por proposiciones: aquel gran bulto que allí se ve; la persona a quien vimos ayer en el paseo; la campiña por donde transitábamos.

El adjetivo es modificado:

1. Por adverbios: muy prudente, demasiado astuto.

2. Por complementos: abundante de frutos, liberal con sus amigos, sobresaliente en el ingenio.

3. Por proposiciones: severo en sus costumbres, como lo habían sido sus padres.

El adverbio es modificado:

1. Por otros adverbios: muy bien, algo tarde.

2. Por complementos: cerca del río, encima de la cama, dentro de la selva.

3°.Por proposiciones: alli sólo ƒlorecen las artes, donde se les proponen recompensas

Los complementos son modificados:

1 .Por adverbios: muy a propósito; bien de mañana. «Es muy de caballeros andantes el dormir en los páramos y desiertos, y lo tienen a mucha ventura› (Cervantes). `

2. Por proposiciones: sin luz como estaba el aposento.

El verbo es modificado:

1. Por predìcados: es virtuoso, es mujer de talento, vive retirada, la creo feliz.

2.Por adverbios: habla bien, escribe mal, nos acostamos tarde, se levantan temprano, conversábamos agradablemente.

3. Por complementos: va al campo, está en la ciudad, volverá por mar, ha engañado a sus amigos, le aborrecen, te darán el empleo, deseo que escribas, cuento con que corresponderá a mi confianza: (el neutro que es complemento acusativo en el ,penúltimo ejemplo, y término de la preposición con en

el último, anunciando en ambos la proposición que lo especifica

4. Por proposiciones: cuando el cuadrillero tal oyó, túvole por hombre falto de juicio( la proposición subordinada precede aquí a la subordinanate; como sucede a menudo si el relativo lleva en sí mismo su antecedente.

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