Elemente Moderne In Legendele Lui Gustavo Adolfo Becquer
INTRODUCCION
El Romanticismo fue una corriente que se desarrolló entre los últimos años del siglo XVIII y la mitad del XIX. Apareció en Inglaterra como una rebeldía frente a las normas estrictas y rígidas del clasicismo .
Penetró en Francia y después en toda la Europa. Sus más famosos representantes fueron: Byron, Shelley Walter Scott en Inglaterra; Hugo, Lamartine, Chateaubriant en Francia; Schlegel en Alemania, Manzoni en Italia.
Sus sobras reflectan mejor el espíritu liberal de la época, los rasgos fundamentales de la corriente, la esencia romántica.
El Romanticismo penetró en España en 1810 pero no tiene victoria hasta el estreno de “Don Álvaro” del Duque de Rivas en 1835.
El Romanticismo español siguió las características de la corriente pero tuvo una propia individualidad muy perteniente al lugar y a las ideologías de su gente.
EL Romanticismo español es una especie de romanticismo muy atada al alma española. En sus obras representativas se puede respirar el ambiente español, su alma, su manera de vivir y sentir, los sentimientos.
Sus máximos representantes fueron: José de Espronceda, el Duque de Rivas, Fernando de Moratín, Mariano Larra, José Zorilla.
El Post Romanticismo fue una corriente de que se manifestó propiamente dicho como un latido tardío de la corriente. Sus máximos representantes, Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer, trataron de reanudar el Romanticismo antes de la aparición del Realismo.
Gustavo Adolfo Bécquer escribió unas obras muy interesantes en lasque todavía late el corazón romántico. Aunque fue un postromántico sus líneas generales se mantienen dentro de la corriente.
Las leyendas representan el cumbre de sus escrituras. El intenta de utilizar varios procedimientos para regalar al lector un espectáculo vivo de la vida y las creencias del pueblo español.
Aunque las legendas tienen un matiz popular y tradicional, Bécquer consigue implementar unos elementos modernos que dan una modernidad propia a las leyendas. Por sus atmósferas de irrealidad y la modernidad narrativa, las legendas adquieren una clase de inmortalidad. Las leyendas son una producción moderna y tradicional a la vez. Bécquer supo encajar estos rasgos importantes para crear unas joyas literarias. Su obra imprime un gran valor a la literatura española.
CAPITOLUL I
El Romanticismo
El Romanticismo empezó como una rebellón del individuo ante la sociedad, de la personalidad el escritor ante las normas clásicas agobiantes. Estas clases de rebeldía se manifiestó ante todos los valores establecidos :
lo sagrado – violación de los conventos la ley de la clausura rota (Don Juan ).
La sociedad – aparecen los rebeldes como Byron y Shelley que rompen con las reglas de la sociedad de aquellos tiempos y se convierten en don Juanes sin escrúpulos y sedientes de libertad.
El Romanticismo apareció en los últimos años del siglo XVIII afirmándose plenamente en la primera mitad del siglo XIX. El Romanticismo trae los ecos intelectuales y morales que toda Europa vivía en aquella época. Representa una continuación, un aumento de unas concepciones, las tendencias, actitudes, temas, motivos anteriores.
La mentalidad romántica marca el entero campo humanístico de la cultura, la historia, la filosofa, la estética, la literatura, la música, los artes plásticos.
El Romanticismo literario significó un desarrollo de unas problemas y preguntas apasionadas dentro de la conciencia de los escritores porque se exprimo bajo la forma de una crisis moral o al contrario de una firme toma de posición.
1.1 Circunstancias Históricas
El romanticismo, fenómeno cultural correspondiente a la primera mitad del siglo XIX se halla vinculado con una seria circunstancias históricas las que es necesario aludir.
La reacción que se opera en toda Europa contra el poder Napoleón lasta cristalizar en el Congreso de Viena (1815), puede explicarnos, en parte el matiz conservador del Romanticismo hacia estos años, ya que al declinar la estrella de Napoleón el espíritu liberal que este había difundido por toda Europa sufre un rudo golpe.
Los gobiernos de la Restauración absolutista procuraron arrancarlo de cuajo volviendo a las ideas de la tradición y religiosidad, mientras el orgullo de los pueblos sometidos al Emperador reaccionaba contra el sentido unificador del arte neoclásico francés, afirmando sus particularismos nacionales.
Junto con este romanticismo arcaizante, tradicionalista y cristiano, tomó incremento, años más tarde, otro de tipo revolucionario y liberal cuya bandera de combate constituía la destrucción del todos los dogmas morales, políticos, estéticos hasta entonces vigentes. Su auge coincide con la revolución francesa de 1830 y el triunfo del liberalismo en la mayor parte de los países europeos.
El Romanticismo como corriente literaria apareció en Inglaterra una vez con la aparición de las escrituras de lord Byron y Shelley. Penetra en Francia donde hecho raíces más fuertes una vez con la revolución de 1830 (revolución de terciopelo). En Francia tuvo grandes representantes de fama mundial como Víctor Hugo, Lamartine etc. Luego se difundió en toda Europa y la lleno de fervor en todos los campos artísticos. La nueva corriente despertó en los escritores y los artistas una nueva energía creadora, una nueva vida, los hizo respirar un nuevo aire que hizo posible realizar unas de los obras más bellas y llenas de sensibilidad.
1.2 Rasgos del Romanticismo
El romanticismo no se reduce a un fenómeno literario, sino que abarca todos los aspectos de la cultura de la época – desde la política hasta el arte, desde la literatura hasta las modas – porque en el fondo viene a constituir en una especial actitud frente a la viada. De ahí que deba hablarse de la psicología del hombre romántico frente a la producción estética.
El culto al yo – uno de los rasgos capitales – sino esencial – del Romanticismo reside en su espíritu individualista. Si el siglo XVIII representa en términos generales el respecto a la norma el Romanticismo equivale a la rebelión de individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad. El yo al que ahora se tributa un culto frenético, constituye el máximo objetivo de toda la vida espiritual.
El ansia de libertad – el acentuado individualismo del hombre romántico había de producir necesariamente una protesta contra las trabas que hasta entonces tenía cohibido a su espirito, y, en efecto, un ansia de libertad se reflecta en todas las manifestaciones de la época:
– la política – el siglo neoclásico es el momento del absolutismo, en el que la voluntad del rey se ejerce sin contar para nada con la opinión de los subditos. La época romántica proclama en cambio – basándose en los postulados de la revolución francesa – la libertad del ciudadano para manifestar su punto de vista y para intervenir en el gobierno de la Nación. En defensa de sus creencias liberales el romántico conspirara, levantara barricadas o marchara al destierro haciendo de su ideal político uno de los móviles esenciales de su vida.
– la moral – también la moral es la que se olvida de las normas tradicionales e instaura la pasión y el instinto como única ley de la vida. Ya no son la Religión y la Razón los que marcan las líneas de conducta sino la naturaleza libre y el impulso espontáneo. De ahí las simpatías que inspira la figura del salvaje, cuya bondad instintiva no se halla cortada por preceptos establecidos por la civilización.
los sentimientos – en la época del enciclopedismo, la razón suponía poner freno a la expansión de sus sentimientos como dice Ortega y Gasset: “solía el hombre avergonzarse de sus emociones, demasiado orgulloso de sus ideas”. Pero a partir de Rousseau, se rompen las cadenas que contenían el empuje de lo afectivo y se produce un espectacular desbordamiento sentimental. A los sentimientos y las emociones humanas se les da su valor merecido y las pasiones son libradas. El alma humano brota a hora por el prisma de las pasiones, de los sentimientos. Se da permiso a amar libremente, a exprimir todos los deseos del hombre. Los románticos hablan ahora de toda una paleta sentimental que ellos experimentan: amor, pasión, melancolía, nostalgia, soledad, alegría, desesperación, añoranza. Todos estos sentimientos violentos tienen echo en cada alma. El romántico viene en total desosiego, no tiene paz, su vida entera esta gobernada de las emociones fuertes como en la música de Beethoven, Chopin, Chuman, que late con gran intensidad y los sentimientos son casi palpables.
La angustia metafísica – si el hombre clásico vive con jubilosa seguridad por una naturaleza che el cree perfecta, el romántico, por el contrario siente la vida como un problema si solución. Su instinto le denuncia la existencia de fuerzas sobrenaturales que son fuera del alcance de la razón y una invencible angustia sobrecoge su alma. Se sabe victima de un ciego Destino y de una naturaleza impasible a su dolor. La idea del infinito preside su vida, de ahí su inquietud febril y su desequilibrio.
el espíritu idealista – la aspiración hacia un mundo superior cristaliza a menudo el unos ideas concretos, que el romántico se impone como punto máximo de su vida. El hombre esta presentado como una creación sublime. La Humanidad, la Patria, la Mujer son los principales objetivos concretos hacia los cuales se dirige sus ardorosos afanes. Junto a estos sentimientos de filantropía, ideal patriótico y amor se manifiesta un cierto misticismo religioso cuya raíz se halla, en la tradición cristiana, el deísmo del siglo XVIII.
el choque con la realidad – el hombre romántico lleno de las ideas que el mismo ha creado, se encuentra como Don Quijote con que la realidad no corresponde a sus ilusiones de vida. Una vez con el choque viene el desengaño, el mundo que le rodea parece prosaico, gris, sin sustancia. Se siente inadaptado y a veces no encuentra un ambiente propio y huye o se rebela contra el. El romanticismo es como “Invitación al viaje” por esto muchos de ellos como Byron, Chatobriand, Espronceda abandonan sus patrias. Pero a veces ello no basta y la única solución posible, la única huida es el suicidio: Kleist, Larra, Nerval.
1.3 La técnica literaria
Al tipo psicológico ha correspondido una visión de arte distinta de la que había originado la producción del siglo XVIII.
Libertad de inspiración – el agudo individualismo del hombre romántico da lugar en el escritor a un deseo de prescindir de las ferreas normas del clasicismo, para llegar a la creación de una obra absolutamente personal. Las viejas reglas son consideradas como trabas sin sentido que con vierten al arte en un puro mecanismo.
El poeta se deja llevar confiadamente por su imaginación, por sus sentimientos, por su instinto personal.
En el campo de la poesía surgen junto a la métrica tradicional, nuevos tipos de versificación, nuevos ritmos, nuevas estrofas. Aparece la musicalidad de los versos, la musiquilla fácil o en sonoridades aparatosas. Aparece el romance – metro tradicional español que es usado por Meléndez Valdés adquiere un máximo prestigio como la forma más indicada para la narración poética.
En el teatro se olvidan las famosas tres unidades de lugar, tiempo y acción y puede recorrer los más apartados lugares, durar varios anos, y des doblarse en dos acciones paralelas. Desaparece la unidad de estilo y se confunden los géneros, mezclándose lo trágico con lo cómico, lo sublime y lo grotesco, la prosa y el verso.
Todo el arte se enfoca hacia la expresión de lo particular, de lo individual, de todo lo que escapa de la regla. Lo feo, proscrito por la estética clásica esta usado como contraste de perfección arquetípica. Con las reglas des apareces tan bien la noción de arte moralizador y atribuye a este una simple finalidad estética. El tema primordial será la expresión del yo y el objeto de la obra excitar fuertemente la sensibilidad del lector con variadas emociones: tristeza, entusiasmo, conmiseración, et terror, la sorpresa.
Las viejas reglas son consideradas como trabas sin sentido que con vierten al arte en un puro mecanismo.
El poeta se deja llevar confiadamente por su imaginación, por sus sentimientos, por su instinto personal.
En el campo de la poesía surgen junto a la métrica tradicional, nuevos tipos de versificación, nuevos ritmos, nuevas estrofas. Aparece la musicalidad de los versos, la musiquilla fácil o en sonoridades aparatosas. Aparece el romance – metro tradicional español que es usado por Meléndez Valdés adquiere un máximo prestigio como la forma más indicada para la narración poética.
En el teatro se olvidan las famosas tres unidades de lugar, tiempo y acción y puede recorrer los más apartados lugares, durar varios anos, y des doblarse en dos acciones paralelas. Desaparece la unidad de estilo y se confunden los géneros, mezclándose lo trágico con lo cómico, lo sublime y lo grotesco, la prosa y el verso.
Todo el arte se enfoca hacia la expresión de lo particular, de lo individual, de todo lo que escapa de la regla. Lo feo, proscrito por la estética clásica esta usado como contraste de perfección arquetípica. Con las reglas des apareces tan bien la noción de arte moralizador y atribuye a este una simple finalidad estética. El tema primordial será la expresión del yo y el objeto de la obra excitar fuertemente la sensibilidad del lector con variadas emociones: tristeza, entusiasmo, conmiseración, et terror, la sorpresa.
Se opina que cada época tiene su propia literatura y por lo tanto sus propios modelos en tono con su peculiar sentir. De esta forma se abandona la línea clásica y el fervor literario se orienta hacia otras latitudes.
Los primeros anos del siglo XIX registran un gran interés por el mundo helénico: Goethe, Byron. También son preferidos los autores medievales del siglo XVII, no francés, los contemporraneos extranjeros. De la Edad Media interesan el falso Ossian, Dante, la poesía popular, el romancero español, las baladas germánicas .Del teatro se destacan los nombres de Shakespeare, Lope y Calderón. Entre los modernos privare Goethe, Byron, Heine, en la poesía Víctor Hugo y Dumas en el teatro Walter Scott en la novela.
En el campo de la geografía surge un nuevo centro de atracción: los países nórdicos Alemania y Inglaterra.
1.4 Los temas
De acuerdo con todas las formas del romanticismo se puede establecer ciertos rasgos del romanticismo, se puede establecer normas generales que son características de la corriente.
La intimidad del poeta
La literatura romántica ofrece como tema capital la propia personalidad del autor. El poeta se ofrece a si mismo en espectáculo, ofreciendo sus dudas, anhelos, deseos, afanes. “La poesía, decía Víctor Hugo, es lo mas intimo de todo” y la misma idea esta sostenida por Lamartine:”La poesía debe mostrarnos menos al poeta y mas al hombre mismo” Ella debe sacar la luz l tienden a llegar mas allá de las apariencias, en las profundidades de la vida psíquica. Por esto los poetas románticos deben penetrar dentro de las profundidades infinitas del alma, descifrando experiencias ultra consiencia.
El interés hacia las profundidades de la vida trae inclinación hacia meditación filosófica y la cultivación del sueno. Su obra se reduce a una confesión pública en la que se manifiesta lo íntimo. Toda la literatura adquiere un fuerte matiz subjetivo y la lírica se convierte así en el género más característico del momento.
El descubrimiento del paisaje
Los románticos consideran el hombre un pequeño universo que se encuentra en perfecta armonía con la naturaleza. En el universo de la naturaleza romántica se manifiesta con predilección los abismos de la noche, el cielo, los luceros, el mundo sideral, el mar, los lagos, los arroyos, los bosques.
El paisaje rustico se manifiesta al mediados del siglo XVIII en las obras de los prerrománticos. El paisaje se adapta perfectamente a sus sentimientos cumbres, selvas impracticables, el mar tempestuoso. La naturaleza estática y armoniosa de los clásicos contrasta con su inquietud espiritual. Se prefieren ríos tormentosos, cataratas, calles llenas de arenas, árboles peinados. También se ejerce una atracción por el paisaje nocturno: la luna, el ambiente sepulcral, las ruinas, los monasterios, de acuerdo con los sentimientos del poeta.
El descubrimiento del infinito espacial y temporal
En la búsqueda de otros cielos, el escritor romántico aspira hacia el infinito por el amor de su universalidad .A la limitación clásica se opone la inclinación hacia el infinito, por la convinción de que la esencia del hombre se cumple en el infinito. Por esto aparece la sed por el absolutota incansable búsqueda hecha a pesar de todos los obstáculos, de caminos hacia el ideal, la necesidad de sobrepasar la realidad, de la condición dada.
La idea esta sorprendida por Novalis en toda su profundidad:”en nosotros o en ninguna parte esta la eternidad con sus mundos, el pasado y el futuro”.
El descubrimiento del infinito da forma al ego romántico y explica otras características como: nostalgia por el primordial, el arcaico, el mítico, la añoranza por las profundidades de la historia. La agitación del alma atraída por el infinito -ávida por el absoluto-no conoce tranquilidad, que para el escritor romántico la verdad no se encuentra en la idea sino en la inmensidad del infinito.
Los motivos exóticos
La presencia del exotismo en la temática romántica obedece también en parte el exacerbado individualismo del momento. El poeta siente tan vivamente su personalidad que acaba chocando con cuanto le rodea. De ahí su insatisfacción, su tendencia a la huida, la evasión hacia lo lejano.
Los países que mayor sugestión ejercen sobre la imaginación son los que constituyen una novedad después de tres siglos de clasicismo: los orientales, los nórdicos. De Oriente interesa el colorido brillante, la pompa fastuosa, la refinada caballerosidad, Alhambra, los romances moriscos. De los países nórdicos célticos o germánicos tomaron su brumoso y nostálgico paisaje, sus misteriosas selvas, sus leyendas mitológicas, sustituyen también con ventaja al mundo de las tradiciones clásicas.
El culto del sentimiento
Los románticos han roto los límites del ideal de la humanidad y de concepciones artísticas clásicas a través de la exaltación de la sensibilidad de la fantasía y la liberación de las fuerzas del hombre. Suprimiendo los limites y las leyes se la experiencia concreta da a la conciencia y a la imaginación un campo sin limites, dando al espíritu individual la libertad y capacidad de un lugar libre para los manifestaciones del alma y de su propio ego. Víctor Hugo afirma que “el corazón humano no cambia pero el se queda como el base del arte”.
La vuelta a la Edad Media
Tiene como causas los estudios eruditos del siglo XVIII que exhuman monumentos literarios como “El cantar de mío Cid”, la exaltación de las tradiciones vernáculas, la valoración del cristianismo frente al paganismo clásico.
La rehabilitación de lo medieval se lleva al cabo con escaso sentido crítico y en ella interviene más la imaginación que la investigación científica. La Edad Media suele verse como una época de fantasía y ensueño poblada por caballeros andantes, trovadores enamorados y monjes de virtudes heroicas. Esta evocación ha llevado a un intenso entusiasmo por su arte su literatura y hasta sus modas; se valora el estilo gótico, viejas catedrales, se construyen en un estilo neogótico, los poetas resucitan versos medievales, hasta que se considera que el romanticismo tiene como elemento sustancial la Edad Media.
En estrecha relación con todo esto se halla el empleo de lo maravilloso cristiano como tema literario.
La exaltación de lo nacional y lo popular
La valoración de las tradiciones populares nacionales es uno de los aspectos fundamentales del Romanticismo. La unificación espiritual de Europa, llevada a cabo por la cultura francesa del siglo XVII y continuada más tarde en lo político por la invasión napoleónica, suscito en todos los países del continente una reacción orientada hacia la afirmación de los valores nacionales.
Con la afirmación del yo poético y el egocentrismo, lo nacional e incluso lo regional adquieren una mayor importancia.
Todos los países europeos: Francia, España, Alemania, Inglaterra tratan de impregnar a sus literaturas un matiz nacional en donde lo popular se mezcla con lo medieval para sacar a luz todo lo típico lo pintoresco lo diferencial.
La exaltación nacional hace lugar a otros fenómenos como la importancia concedida al pueblo como sustentador y vehiculo de las tradiciones nacionales.
Lo popular y lo folklórico adquieren gran prestigio dando lugar a un nuevo género que será conocido en la época como Costumbrismo. En España vuelven a la escena los héroes de la vieja poesía épica y del romancero.
Las preocupaciones filosóficas y políticas
La literatura romántica, sin perder su carácter de producción esencialmente artística suele verse en temas de una gran transcendéncia filosófica, moral o política que le confiere la apariencia de arma de combate ideológico. Pero aun en los casos en que la obra parece convertirse en un medio propagandista al servicio de cualquier idea, observamos que al autor le interesa, tanto como atraer la adhesión del lector, la expresión de su personal sentir.
La inquietud espiritual del momento hace aflorar los grandes temas metafísicos desdeñados por el racionalismo materialista del siglo XVIII; Dios, el Alma el sentido de la Vida y de la Muerte la idea del Destino, ciego poder que determina la existencia humana, alcanza caracteres de verdadera obsesión y llega a constituir – como en el teatro griego – el eje de numerosas dramas.
Junto a estos grandes temas, reclaman también el interés de muchas unas series de graves preocupaciones de índole político u social heredadas de la filantropía enciclopedista; el bienestar de la humanidad los derechos del pueblo, la idea del Progreso el porvenir de la Patria.
1.5 El estilo
La valoración de la nota individual influye también poderosamente en el lenguaje literario dando lugar a una expresión que intenta ser reflejo directo de la personalidad del autor .Ahora bien dada la especial psicología de la época no ha de extrañarnos la aparición de un estilo violento y dinámico que no teme caer en las mayores estridencias. La búsqueda de lo original, de lo nuevo, de lo sorprendente es otro de los medios con que el autor romántico trata de afirmar su yo frente a la tradición literaria, frente a lo común y vulgar.
Desaparece en cambio el sentido de la perfección y del buen gusto – imprescindibles en la estética neoclásica – para dejar paso a la expresión intensa, desigual o confusa pero fuertemente emotiva. Y no interesa la forma armoniosa y equilibrada ni la serena belleza a que aspira todo clasicismo porque el objetivo primordial del artista es conmover, excitar violentamente la sensibilidad de su publico valiéndose de los más variados recursos Unas veces se intenta con el colorido brillante, de modo parecido a lo que en sus lienzos llevan a cabo Goya o Delacroix, iniciadores del Romanticismo en la pintura; otras mediante el halago musical de nuevos ritmos y sonoridades ; otras en fin , pulsando enérgicamente la cuerda sentimental . No falta la nota suavemente melancólica; pero en general la blanda sensiblería lacrimosa del momento prerromántico aparece sustituida por un tono más apasionado y febril.
Es pues un estilo esencialmente retórico efectista y a menudo gesticulante, que hace del contraste uno de sus procedimientos favoritos- y que como dice un autor de la época “una conspiración urdida y llevado a cabo en un baile, en medio de las flores y la música, nos causa mas horror que si la viésemos en un lugar desierto y retirado”- que busca en todo momento la forma más coloreada y expresiva.
No hay que olvidar que su público ya no es la selecta minoría cultural del siglo neoclásico. El arte del Romanticismo es un arte de masas, que aspira a interesar a una mayoría reclutada sobre todo entre el elemento burgués entre la clase media. El poeta- cuya figura cobra un gran prestigio frente a la del filosofo humanitario del siglo XVIII- ya no se halla sometido a las limitaciones que en otro tiempo le suponía la protección oficial del Estado u del algún noble mecenas ; vive de su publico y en intima coincidencia con los gustos de este, crea un tipo de arte en el que la inspiración arrebatada, los“ ímpetus naturales” ocupan el lugar de las viejas reglas .
1.6 Los dos polos del Romanticismo
Ya indicamos que el romanticismo no es un fenómeno de dirección única. Por eso hay que distinguir por lo menos dos tendencias fundamentales aunque no siempre claramente delimitadas en los casos concretos: la tradicional y la revolucionaria.
Hay en efecto un “Romanticismo histórico” orientado hacia la restauración de los viejos valores tradicionales, que exalta lo nacional y dirige los ojos con nostalgia hacia la Edad Media caballeresca y cristiana. Es el que con diversos matices representan los Schlegel en Alemania, Walter Scout en Inglaterra, Chateaubriand en Francia, Manzoni en Italia, Zorilla en España.
Frente a el existe otro romanticismo de tipo liberal y revolucionario que, en lugar de mirar al pasado, con espíritu conservador y fervor arqueológico aspira a crear una nueva cultura haciendo tabla rasa de las ideas hierárquicas: religiosidad y tradición. Esta corriente tiene su punto de arranque en la Enciclopedia; de ahí su carácter escéptico y su rabioso subjetivismo. A ella pertenece: Byron, Hugo, Leopardo, Espronceda.
Aunque ambas orientaciones se dan paralelamente desde principios de siglo – Walter Scout y Byron son contemporáneos – la segunda no llega a su momento cumbre hasta que la oleada liberal de 1830 favorece su expansión por Europa .
CAPITOLUL 2
El Romanticismo español
El Romanticismo propiamente dicho nace en España lentamente a partir de1810 y comienza la difusión de sus teorías. La victoria de la nueva escuela tiene lugar en 1835 ano del estreno del “Don Álvaro” del Duque de Rivas.
El romanticismo penetra a España por dos caminos; Cataluña y Andalucía. Cataluña y el resto del Levante español acogen preferentemente la tendencia tradicionalista, como la demuestra el tomo de la revista “El Europeo” y la gran cantidad de traducciones que alcanzan las obras de Walter Scout y Chateaubriand.
Andalucía y luego Madrid, incorpora la tradicionalista la revolucionaria, volviendo la vista a Byron y Hugo.
Hay que notar, sin embargo, que de las dos corrientes fue la primera- con su fervor tradicionalista, histórico- la que arraigo antes y con mas fuerza en España. La revolucionaria- orientada hacia la plena exaltación de lo intimo como realidad esencial de la vida o a la afirmación de lo subjetivo frente a cualquier traba ideología- dio tan solo escasos frutos, originando, a veces, actitudes desprovistas de autentica sinceridad y hondura.
Como puede observarse, las influencias extranjeras que se ejercen sobre el Romanticismo español son variadísimas, pero en términos generales puede afirmarse que el gran movimiento romántico de España, es decir, el que triunfa en 1835, procede directamente del francés.
La revolución del Romanticismo español tiene tres fases:
La primea corresponde a las tres primeras décadas – Fernando VI- y representa la introducción progresiva de los nuevos puntos de vista- polémicas, revistas, traducciones.
La segunda década de 1830 –“Maria Cristina” la entrada de las tendencias liberales y el pleno desarrollo de una producción original.
La tercera fase de1840- Isabel II represento la asimilación de los elementos importados, desvanecida ya la febril agitación del momento anterior.
2.1 Causas que contribuyen al desarrollo del Romanticismo
I – Los precursores del siglo XVIII- el Romanticismo no aparece súbitamente, sino por grados y como resultado de una serie de cusas de muy diversas índoles. En términos generales, su punto de partida se halla en las dos tendencias de fines de siglo XVIII: la enciclopedista y la prerromántica.
De la primera se han heredado la posición individualista, del espíritu artístico, la ideología liberal de la segunda, la exaltación del sentimiento y de la naturaleza libre, aunque por otra parte se oponga al frío racionalismo de aquella y supere la blanda sensiblería lacrimosa de esta.
En fin podemos señalar como síntomas que anuncian la llegada del Romanticismo, el sentimentalismo y la visión del paisaje rustico en Meléndez Valdez las preocupaciones patrióticas y humanitarias de Jovellanos o el gusto por la escenografía sepulcral de Caldaso; aunque de menor transcendencia, resultan también muy significativas, la aparición del tema cristiano en Reinoso, al atracción por los motivos orientales en Noroña, la defensa del gótico en el autor del “Elogio de las bellas artes”.
II – Las traducciones- la producción romántica no adquiere un franco desarrollo en España hasta el segundo tercio del siglo XIX, pero durante las primeras décadas se llevan a cabo con enorme éxito una serie de traducciones que preparan el triunfo de la nueva escuela.
Las primeras traducciones datan de fines de siglo XVIII así las de Ossian “Pablo y Virginia”, las “Noches” de Young, “Pamela”.
Entre 1800y1814 se traduce “Werther”, “Atala’, “El vicario de Wakefield”, entre 1814-1830 Rousseau, “ Mistress Radcliffe”, Byron: en la década de 1830 Manzoni, Hugo y sobre todo Walter Scout, en la se 1840 se difundieron Balzac, Dumas, Sué.
III – Teorías y polémicas- una gran influencia en el desarrollo del Romanticismo español tuvieron las polémicas suscitadas durante los primeros anos del siglo en torno al valor de dos aspectos esenciales de nuestra literatura nacional; el Romancero y el Teatro.
En 1814 el alemán Nicolás Bohl de Faber inicia en Cádiz una campaña a favor de ella exponiendo los elogios , comentarios de Schlegel sobre el teatro del siglo XVIII; su gesto hace nacer en 1818 una larga polémica en que las teorías de los románticos alemanes son atacadas – partiendo del punto de vista neoclásico- por J. J. de Mora.
Bohl de Faber continua su trabajo de rehabilitación de la vieja literatura española publicando “ Floresta de rimas antiguas castellanas’ y “El teatro español anterior a Lope de Vega”.Su ejemplo fue seguido por Agustín Duran que en 1828 comienza a editar “Romancero” y pronuncia un “Discurso” en el que ataca el teatro clasicista y alaba el de Lope y Calderón.
En Cataluña las primeras avanzadas del espíritu romántico se hallan representadas por la revista “El Europeo” (18230) en la que colaboran Ariban y López Soler, y cuya tendencia es también tradicionalista, aunque su entusiasmo se proyecte tanto como sobre lo español, sobre la literatura europea contemporánea de orientación arcaizante y cristiana: Chateaubriand, Scott.
La ultima fecha importante en terreno de la teoría literaria la marca la publicación “El moro expósito” del Duque de Rivas (1834) en cuyo prologo realiza Alcalá Galiano una defensa del nuevo estilo, que por su amplitud y brío puede considerarse como el gran manifiesto romántico, con valor análogo al Prefacio del “Cromwell” de Víctor Hugo, aunque demuestra tener una idea bastante vaga del Romanticismo alemán.
IV – La vuelta de los emigrados – la explosión de entusiasmo patriótico provocado por la Guerra de la Independencia creo, desde 1808 un nuevo clima espiritual, en el que hubieran podido fructificar las nuevas tendencias románticas de no haberlos impedido las represiones absolutistas de 1814 y 1823, dirigidas por Fernando VII contra los políticos liberales. No obstante , estas contribuyeron también al advenimiento del romanticismo, al obligar a huir de España a una serie de figuras cumbres de las letras: Martínez de la Rosa , EL Duque de Rivas, Espronceda , Acalá Galiano- que en el extranjero pudieron ponerse en contacto con la producción europea del momento y conocer el entusiasmo que los autores del Siglo de Oro suscitaban en todo el continente. Por el comienzo de la fase verdaderamente romántica de la literatura española coincide con el fin de esta etapa absolutista y la vuelta de los emigrados españoles entre 1831-1834.
Los románticos de España tenían una clase de asociación literaria clandestina que funcionaba en el Café del Príncipe. También existieron muchas revistas como “Ateneo”(1835), “El Liceo”, “El Artista “ que reflejan la efervescencia literaria de los años que siguieron la vuelta de los emigrados.
2.2 Valor y significado del Romanticismo español
El arte romántico europeo puede considerarse en el terreno de la música y lírica uno de los más altos productos de la cultura europea. Desde el punto de vista de la historia literaria del Romanticismo tiene una enorme transcendencia ya que – aparte de restablecer el vinculo con las tradiciones nacionales y de haber intentado llegar al ultimo secreto de la vida a través de la inspiración y el ensueño – representa la aceptación de una serie de principios básicos de la literatura posterior : la libre expresión del mundo de lo intimo y de lo subjetivo , el valor de lo original y espontáneo y en ultimo termino de la intuición personal en el terreno del arte, es decir de lo que pomposamente se designaba entonces como los derechos del mismo genio creador.
El Romanticismo español esta parte integra de los defectos y las cualidades del Romanticismo europeo. Aunque sus figuras no se alzan al nivel de Shelley, Novalis o Hugo, representa un verdadero surgimiento en la literatura española. Ella reside tanto en la capacidad creadora de los románticos españoles cuyas obras, aunque no sobrepasan las creaciones europeas de la época, tienen un individualismo aparte y una sensibilidad especifica que solo se encuentra en el alma española caracterizada por espíritu lírico e individualista.
Siguiendo las tradiciones de la época, los románticos españoles también siguieron la línea tradicional: espíritu dinámico y expresivo, apego a lo local, lo propio, a la identidad española. Por eso la literatura española del Romanticismo tuvo gran éxito y popularidad dentro de la literatura romántica europea. Los extranjeros vieron a España como un país extremadamente romántico, dotado con una fuerte tradición medieval y nacional y consideraron su literatura romántica digna de ser imitada.
2.3 El fin de la época romántica
La época romántica en España se puede dar por terminada hacia 1850 en el momento en que el gusto de los autores se orienta hacia una nueva corriente literaria – el Realismo.
Aunque el Romanticismo en España duro tan solo unos quince años, los autores de la época lograron crear obras de mayor sensibilidad y siguieron las líneas románticas. Por esto la literatura romántica de España tuvo un gran éxito y fue caracterizada por su estilo castizo e único dentro las creaciones románticas europeas.
Al fin y al cabo, la literatura romántica española se puede interpretar como una nueva modalidad de mirar hacia el futuro teniendo un fuerte espíritu anticlásico que logro imponerse en la cultura europea.
2.4 El primer tercio del siglo XIX
El romanticismo no triunfo en España hasta el segundo tercio del siglo. Los primeros años representan una mera continuación de las líneas neoclásicas y prerrománticas. En este periodo abundan las traducciones de obras románticas extranjeras y el espíritu crítico tiende hacia las posibilidades de un nuevo cambio de rumbo.
En el teatro continua la tradición neoclásica (Moratín, Quintana) pero es inevitable su decadencia. Triunfa la opera italiana que esta muy gozada por el publico.
En cuanto la poesía permanece la influencia neoclásica y hacia el final de la época aparecen producciones de índole romántico (Espronceda, Rivas).
La novela sigue todavía sin cultivo y su ausencia esta suplida por traducciones románticas que tienen gran popularidad. Aparecen las traducciones de las novelas “Nueva Eloisa’, “Pablo y Virginia”, “Pamela”, “ Atala”, etc.
En fin este periodo es pobre en cuanto las producciones literarias y no se rehabilita hasta la llegada de los emigrados – el fin del reinado de Fernando VII. Una vez con la vuelta de los emigrados penetra en España las nuevas tendencias de la corriente romántica y empiezan a aparecer obras valiosas que hacen florecer el comienzo del periodo.
CAPITOLUL 3
EL POSTROMANTICISMO
En España, hacia los mediados del siglo la literatura tendía inclinarse hacia el Realismo, tendencia que se manifiesto en el teatro y en la novela. No podemos decir lo mismo sobre la poesía porque era el único género literario que aun seguía las líneas románticas. Aunque la poesía experimenta un cambio de rumbo, su esencia sigue siendo de índole romántica. Decae el gusto por la narración histórica y legendaria y se orienta hacia la anécdota sentimental que tiene sus raíces en la vida cotidiana.
También aparecen nuevas direcciones en cuanto los efectos visuales y auditivos. La nueva poesía tiende a ser más colaborada, más brillante y acompañada de una nueva musicalidad que le brinde un nuevo matiz y unicidad. Los poetas de este periodo de dividen en dos partes: los que vienen a ser una derivación del siglo pasado y los que no rompen totalmente con el Romanticismo, pero también siguen las tendencias de su tiempo.
En las creaciones del primer grupo observamos que empieza una clase de depuración de los procedimientos románticos. Desaparecen los gestos estridentes, la musiquita fácil, la hojaresca retórica. Por esto la poesía adquiere mayor profundidad e intensidad lírica, como es el caso de Bécquer y Rosalía de Castro.
En los segundos permanece la nota sentimental pero la exaltación sentimental se ve reemplazada por una blanda sensiblería burguesa que en los peores casos llega al prosaísmo. Junto con la dicha descomposición de la sensibilidad característica al Romanticismo se alzan nuevos matices: escepticismo irónico que contrasta con el entusiasmo romántico (Campoamor); la preocupación por los problemas morales el día (Nuñez de Arce); atracción de paisaje natal (Gabriel y Galán).
En general, la poesía de la segunda mitad del siglo, excepto Bécquer y Rosalía es muy mediocre ahogada por una retórica sin sentido y sin color, refleja muy bien una época y en la cual el sentido lírico desaparece.
La lírica de Bécquer sigue las tendencias románticas del siglo pasado. En ella podemos encontrar la musicalidad específicamente romántica, el colorido agradable. En esta época se ve claramente las influencias alemanas, porque existe alguna semejanza entre los dos líricos.
Aunque Gustavo Adolfo Bécquer sigue siendo clasificada como un postromántico, en realidad el es un romántico tardío como pasa con Mihai Eminescu en la literatura rumana. A pesar de que la llama del Romanticismo empezaba a declinar en toda la Europa, tanto Bécquer como Eminescu escribieron obras de gran valor siguiendo las normas románticas. Esto es consecuencia de que la época romántica duró tan poco y las almas románticas no tuvieron tiempo de revelarse y de mostrar su valor real.
Bécquer renueve la esencia romántica por influjo de Heine y de su propia personalidad para crear una belleza mas intima, más tenue que la lírica del Romanticismo. También crea una música especial, vibrante, muy particular.
La obra de Bécquer fue influida por la de Heine a través de las traducciones de Eulogio Florentino Sanz. Su alma puramente germánica se mezcló con la somnolencia andaluza para crear el genio de Bécquer.
CAPITOLUL 4
GUSTAVO ADOLFO BECQUER
Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo de Joaquina Bastida Vargas y José Domínguez Insanti, pintor sevillano mas conocido como José Bécquer o José Domínguez Bécquer, apellido este ultimo procediente de unos antepasados flamencos establecidos en Sevilla.
Gustavo quedo huérfano de padre cuando tenia cinco años. Estudió los primeros años en el Colegio e San Antonio Abad, ingreso a los diez años en el colegio de San Telmo donde se recogían los huérfanos pobres pertenecientes a familias de noble estirpe.
En 1847 falleció su madre en febrero y dejó el colegio para irse a vivir con su madrina Manuela Monehay. Allí pudo leer a Chateaubriand, Madame de Stael, Byron, Musset, Lamartine, Hugo, Espronceda, Hoffman.
En 1852empezo a pintar en el taller de Antonio Cabral Bejarano y luego con su tío Joaquín Domínguez Bécquer, pero siguiendo sus consejos se apegó al estudio de las humanidades. Empezó a escribir desde muy joven. A los doce anos escribió “Oda a la muerte de Don Alberto Lista”. Algunos años más tare en 1852 escribió el primer poema amoroso que todavía se conserva: “Oda a la señorita Leonora en su partida”. Poco después publicó en el periódico local “La Aurora “sus primeros intentos literarios “Cartas desde mi celda IV”.
Llegó a Madrid en el otoño de 1854 en busca de la fama y de la gloria literaria. Allí publico en la revista “El Trono y la Nobleza” su soneto (1855)y el romance “ La plegaria y la corona” (1854). En Madrid fue un perfecto desconocido, pobre sin solemnidad, aspirante a poeta. Encargo puesto como periodista, adaptador de las obras teatrales, escritor de rimas, leyendas y relatos cronistas de diversas celebraciones, director de periódico. También fue saltador de visillos y ventanas, amante no correspondido, enamorado de una pupila azul fecundo tejedor de melancolías.
En 1857 se publica la primera entrega de la “Historia de los templos e España” con una introducción de Bécquer y en 1852 se publica la ultima parte del estudio sobre San Juan de los Reyes. En 1856 llevo a cabo la adaptación teatral junto con Nombela y García Luna de la novela de Hugo “Nuestra Señora de Paris” con el titulo de “Esmeralda”.
También en 1856 escribió junto con García Luna la comedia en un acto “La novia” y un año más tarde escribió la zarzuela “ La venta encantada”.
Publicó en “la Época” los artículos “critica literaria” y “ El maestro Harold” proseguida en “ La Crónica de Ambos mundos” donde publico la leyenda “ La cruz del Diablo”(1860).
En el primer número del “Contemporáneo” de diciembre 1860 publica la primera de sus “Cartas literarias a una mujer”. En 1860 trabo relación con Casta Esteban, hija del doctor Francisco Esteban. Con ella contrato matrimonio a mediados de mayo del ano siguiente. Tuvieron tres hijos pero en 1868 tras siete anos y medio de matrimonio de separaron. Durante su enfermedad escribió “Cartas desde mi celda” publicadas en 1864 en “El Contemporáneo”
Bajo el seudónimo “Adolfo Rodríguez” estreno en 1862 en el Teatro de la Zarzuela “El Nuevo Figaro” opereta bufa en dos actos “Clara de Rosemberg”.
En diciembre de 1864 fue nombrado director de “El Contemporáneo”, el ministro Gonzáles Bravo, amigo de Bécquer le consiguió el puesto de censor de novelas y queda en el cargo hasta 21 de junio.
Se mudó a Toledo acompañado por su hermano y dos de sus hijos. Allí compone de memoria sus “Rimas” y las incorpora al “Libro de los Gorriones” que concluyó con “Introducción Sinfónica” y con el trabajo inacabado de “La mujer de piedra”.
En 1870 en “El Entreacto” publico la primera parte de “Una tragedia y un ángel”. Falleció el día 22 diciembre de 1870 tres meses mas tarde de la muerte de su hermano a los 34 anos de edad.
CAPITOLUL 5
LAS RIMAS
Toda la producción lírica de Bécquer se halla comprendida en un centenar de “Rimas” que, publicadas en diversas revistas fueron en parte recogidas en volumen a su muerte. La ordenación tradicional establece aproximadamente la siguiente sucesión de temas:
Varias rimas donde se alude a la poesía, a la inspiración, al genio :” Del salón en el ángulo oscuro”
– Surge el tema amoroso –que habrá de ser el leit –motiv capital del conjunto. De momento es el amor inconcreto- “es el amor que pasa”-mas tarde el gozo del enamorado “Hoy la tierra y los cielos me sonrían”. Pero el júbilo dura poco, Bécquer no es el cantor de la alegría sino el poeta “del amor desesperado”.
– Rimas en las que se expresa el dolor de los cielos, de la desilusión, del rompimiento, de la soledad “Olas gigantes, que os rompéis bramando en las playas desiertas y remotas…”
– Las composiciones posteriores aluden a la última fase del proceso sentimental: la melancolía del vacío espiritual, la monotonía de la vida sin amor:
“Hoy como ayer, mañana como hoy
Y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno,
Y andar …., andar!”
Solo queda ya el olvido y con el la idea del repaso eterno. En los dos últimos versos de las rimas:
“ Oh que sueno tan callado el de la muerte”!
“Que sueno del sepulcro tan tranquilo!”
La lírica esencial y emotiva que encontramos en las “Rimas” lo une a una corriente que parece ser la del temblor y que intuye una gran universalidad.
Aunque sus rimas tratan diversos temas, tienen el mismo matiz propio del poeta, tristeza incansable que vive dentro de su cerebro. Sus versos son llenos de una musicalidad viviente que nos hace pensar y, por un momento nos parece escuchar los ruidos de la naturaleza: el caer de las hojas, playas solitarias, el viento entre los árboles.
Su lírica es a la vez intensa y sencilla, honda y rica de contenido poético, en que el creador de belleza se confunde con los sonidos y aromas de todas las cosas. Entre los elementos de sus observos son: luces, sonidos, sombras, atmósferas nace versos de una belleza perfecta que con su musicalidad inefable y emoción quedan como monumentos para el mundo literario.
En algunas de sus poemas el crea una forma nueva de un simbolismo delicado y único, presente en: “Del salón en el ángulo oscuro” y “Las ropas desceñdas”.
En la “Rima III” el poeta nos da una clave de sus poesías y composición se su alma, y de su arte poético, y de su caos organizado que crea unos versos esplendidos. En la “Rima VII” nos da un ejemplo de plasticidad y sugerencia emotiva solo propio del Romanticismo español si no que se acerca al tipo de poesía de los comienzos de este siglo.
Azorín acierta que “su poesía es aláda y fugitiva” que contrasta con el efectismo de Espronceda. No falta la alusión a los valores plásticos como nos lo presenta en los versos:
“alas de tul del sueno”…
“flotar con la niebla dorada”…
“cendal flotante de leve bruma”…
“como rayo de luz tenue y difuso”…
Si atendemos al factor musical, observamos la misma tendencia de huir de la rotundidad sonora. Sus versos son sencillos y espontáneos en los que predomina la rima asonante. También carecen de resonancias orquestarles, pero tienen una teme musicalidad temblorosa.
El sentido de contención se advierte en la expresión de lo íntimo, de su alma. El desencanto amoroso, los celos, la soledad no provoca ni un comportamiento lleno de gritos, violencia si no solo un mundo lleno de soledad. El poeta se encierre en si mismo como un caracol antes del peligro. El dolor o el orgullo herido le hacen prorrumpir en acres exclamaciones que no siempre son de buen gusto.
Dámaso Alonso dice que “aunque a veces haya sarcasmo, este flota sobre un fondo de honda tristeza de niño. “ Lo esencial que Alonso subraya es que el sarcasmo del poeta no puede ser más fuerte que el aire de tristeza pura que rodea el alma del poeta. Esta tristeza es como un escudo que es muy difícil de penetrar, una tristeza que tiene su raíz en su infancia infeliz que se aumenta con los anos.
Hay en Bécquer algo que es característico al Romanticismo alemán pero ausente en el Romanticismo español. Esto da a sus versos un inconfundible tono personal y una aguda intuición de una misteriosa realidad oculta a todos los sentidos. En gran parte de las Rimas se advierte una actitud anhelante e inquieta frente a un mundo invisible, tan solo percibido confusamente y cuya expresión poética es una serie de vagas alusiones con las que el poeta manifiesta su oscuro presentimiento, su dolorosa incertidumbre o una turbadora sensación de vértigo.
5. 1 Valor de la poesía de Bécquer
Las “Rimas” aunque llegaron a originar la formación de un pequeño núcleo de poetas becquerianos no alcanzaron en su tiempo la resonancia que merecían. Hubo que esperar muchos anos par que la critica más exigente advierten no solo su extraordinaria originalidad si no la aguda intuición de lo esencialmente poético que revelan.
La poesía de Bécquer, una de cuyas raíces hondas habría que verla en “el don preclaro de evocar los sueños”, como dice Machado, aparece hoy como una valiosa muestra de esa gran tradición lírica que comienza con El Romanticismo alemán y continúa con el Simbolismo francés. Ello es así no solo por la calidad de la forma si no por el hecho de haber iluminado zonas hasta entonces inexploradas por la poesía española, valiéndose de la capacidad expresiva de la visión, de la imagen simbólica y del sueño.
Figura cumbre de la lírica del siglo XIX, Bécquer pudo ser considerado, gracias al hondo subjetivismo y a la forma desnuda y alada de sus versos, como el punto de arranque de una línea que habrá de conducir a la obra de los grandes poetas de la primera década de nuestro siglo.
CAPITOLUL 6
LAS LEYENDAS
La leyenda es una especie del genero épico de la literatura popular en prosa, pero tan bien puede ser en verso, de corta dimensión que utiliza elementos milagrosos o fantásticos. La leyenda quiere dar una explicación genética y causal a un evento de la realidad. Unas de ellas son llevadas directamente del folklore pero hay muchas que son un poco prelucradas por el mismo autor que les cogió.
Las leyendas y su estudio llevan al conocimiento del pensar y de la historia folclórica y popular de un pueblo, de su mitología, de sus creencias, del arte narrativo de este. La leyenda representa una trenza de elementos reales, fantásticos y populares que nos hace creer en lo maravilloso y bonito de la vida. El bien siempre vence lo malo y los personajes siempre de carácter impecable logran vencer las vicisitudes de la vida y las maldades de los próximos.
6.1 Fuentes de inspiración
Las leyendas nacieron de sus propias entonaciones antes de que fuentes extranjeras influyeran su escritura. El escribió sus leyendas usando elementos de tradición de acuerdo con sus parámetros estéticos, usando temas comunes del folklore universal.
Identificamos en las leyendas de Bécquer muchas temas del folklore español y universal: origen búdico del mundo indio: “La Creación”, “El caudillo de las manos rojas”
la descripción del cielo y los ángeles : “Creed en Dios”
el sentido de la muerte y de su romántico misterio aparece en leyendas con un asomo del mundo ingrávido e inquietante de la ultratumba: “El monte de las animas”, “El Miserere ”
un ejemplo de tema sombrío y opaco donde se mezcla el amor, el sacrilegio y fondo gótico tradicional: “La Cruz del Diablo”, “La ajorca de oro”.
influencia británica o germánica donde aparece elementos de mitología céltica (el agua dialoga con el viento), “El Gnomo”.
misterio del sentido trágico de la naturaleza y del amor, leyendas confusas de contornos muy poéticos: “La corza blanca”, “Los ojos verdes”.
la busca de la mujer ideal: “El rayo de luna”.
motivos del alma oriental: “La cueva de la mora”.
intolerancia judía teniendo como tema la victima “Rosa de pasión”, situado en el misterioso ambiente de Toledo.
CAPITOLUL 7
ANÁLISIS DE LAS LEYENDAS
La Creación
La leyenda fue publicada en el “Contemporáneo” en Madrid el 6 junio de 1861. Desde el prisma de una concepción pesimista de hombre y el mundo, presente ya en “El caudillo de las manos rojas” y en el Apólogo y expuesta al comienzo de esta parábola humorístico poética pretende Bécquer ofrecernos la historia maravillosa de la creación del mundo según el mito de Brahma. Antes de escribir esta leyenda, Bécquer leyó la Ramayana, Epopeya del pueblo indio.
Antes de la aparición del mundo habitado por los humanos existen otras manifestaciones de la capacidad creadora de Brahma: los gandharvos o cantores celestes, el Edén, los cuatro elementos: (fuego, aire, agua, tierra) y los astros.
El mundo humano es fruto de una transgresión y su nacimiento y naturaleza no obedece a una formula precisa si no que tiene su origen en el caos y la confusión.
El mundo aparece así como el fruto de un gran desequilibrio como una mezcla de elementos opuestos. La antitesis es la base de la estructura temática de la leyenda. De la fusión de ingredientes opuestos nace nuestra deformidad. Somos frutos del descuido de un Dios. Somos el resultado de los quehaceres lúdicos de pequeños demiurgos en el taller de nebulosas.
Según afirma Rica Brawn, Bécquer se adelanta e mas de medio siglo a Rudyard Kliping en la percepción del encanto de las leyendas indias y su interpretación europea.
La leyenda comienza con el relato del paisaje del mundo indio y del país. Son presentados los elementos representativos: la flor de loto, el santo río Ganges, árboles gingantescos. Después de presentarnos el mundo físico, el autor nos presenta el mundo religioso del espacio indio: Brahma, El Dios Creador.
La acción empieza cuando Brahma decide crear un mundo para no estar mas solo: “El era todo y todo era el” así que el Dios se aburría de tanta soledad. Entonces el fecundo la creadora Maya y aparecieron los gandharvos (espíritus del paraíso) que intonaban himnos de gloria a su creador.
En busca de una diversión que “matase su eterno fastidio”, Brahma se entregó a la alquimia entrando en su laboratorio. Así el creo los elementos de la tierra: los metales, las piedras preciosas, las riquezas del suelo. También creo los cuatros elementos primordiales: Agnis (fuego), Vajous (viento), Varonas (agua) y Prithivi (tierra).
Después creo las virtudes, las pasiones, los deseos, el sentido de la vida y de la muerte, del bien y del mal.
Los labores de Brahma despertaron la curiosidad de los gandharvos que lo espionaban por la huella de la llave. Cuando se canso, Brahma salio del laboratorio y dejo la puerta sin cerrarla. Entonces les garnharvos empezaron a mezclar elementos de manera caótica, destruyeron los pergaminos, los instrumentos.
Crearon un mundo imposible y lleno de imperfecciones. Después ellos empezaron a reír y Brahma les oyó. Entonces entro en el laboratorio y vio el desastre. Los gandharvors le rogaron que no destruyese su creación. Brahma les cumplió el deseo y esperaba que su poder no durara mucho.
La moral de la leyenda es que los chiquillos no deben tener poder creadora. En sus manos no resiste ningún juguete.
La cueva de la Mora
Esta leyenda fue publicada en el “Contemporáneo” en Madrid el 16 de enero de 1863. En la leyenda falta algo esencial: las recreaciones políticas, las descripciones de ambientes, el lirismo de la prosa pictórica y sensorial, el aleteo de la imaginación, la inclusión de lo sobre natural.
Bécquer se limita a narrar apresuradamente la historia, sin a hondar en el interior de los protagonistas, mirar el crepúsculo o echar los ayes de los soldados heridos y el fragor de la batalla.
Solo la descripción inicial de las ruinas del castillo árabe se acerca a su estilo. Historia de amor y muerte, de pasión y conversión, de expiación y pecado. El pecado del amor pasional se castiga con la muerte. Pero el amor tiene capacidad generativa. Por eso en el último instante se funden en una misma liturgia los dos vectores del relato: el amor y la religión.
El último instante de lucidez recobra virtualidad bautismal y redendora. Como casi siempre se cumple la esquema tentación – pecado – castigo; pero con la peculiaridad de que el castigo tiene una vertiente recreadora. Lo que fue transgredido por la posesión es redimido ahora por el agua bautismal.
La acción de la leyenda esta localizada en Aragón en las ruinas de un castillo árabe, teatro de unos acontecimientos increíbles, y de unas luchas fieras durante la Reconquista. El autor estaba allí por motivos de salud y de decidió visitar las ruinas. Su guía le contó la historia de la cueva que parecía habitada por una fantasma.
Durante la Reconquista, un caballero cristiano cayo prisionero al castillo de los moros. Durante su encierro el caballero se enamoro de la hija del alcailde moro que era sumamente guapa.
Cuando regreso a sus hermanos logro reunir una pequeña armada y se fue a conquistar el palacio. Lo tomaron por sorpresa y lograron sacar los moros de allí. Sus compañeros creían que el querían vengarse pero su propósito era el amor.
Los moros juntaron una armada más numerosa y empezó el asalte. Pero el moro quería que los asediados asaran hambre. Esto llego pero los cristianos resistieron con valentía y ninguno de ellos traiciono su capitán.
Los moros dieron un nuevo ataque a medianoche. Al mismo tiempo murió el alcailde moro y el caballero quedo herido. Los cristianos empezaron a replegarse. Entonces la mora tomo a su enamorado moribundo y lo arrastró hacia el patio de las armas. Ella toco un resorte y desapareció en el subterráneo. Cuando el caballero volvió en si, pidió agua. Ella se fue hasta el río y cuando estaba a punto de regresar unos soldados moros la hirieron. Ella logro escaparse hasta la cueva su enamorado al verla llena de sangre la pregunto si quisiera ser bautizada cristiana. Ella aceptó y después del bautismo los dos se murieron.
Al día siguiente los dos soldados siguieron el rastro de la sangre y encontraron los cadáveres de los dos amantes.
Hoy el día la fantasma de la mora puede ser vistea a veces en la cueva y en su rededores todas las noches.
El rayo de Luna
Fue publicada en “El Contemporáneo” el 12 y 13 febrero de 1862.
La leyenda esta marcada por breve prologo y brevísimo epilogo y conducida por el hilo protagónico de Manrique, la narración lineal esta estructurada en cuatro momentos básicos: etopeya, alucinación, búsqueda y desengaño.
Prologo y epilogo unidos por la aparición del yo narrativo en primera persona son un testimonio del reconocimientos intelectual de la primacía de la realidad sobre la ensoñación, primacía a la que Bécquer desde el punto de vista de creador artístico reconoce escasa virtualidad practica en sus avatares biográficos porque su cualidad irrenunciable de soñador se resiste a ver y admitir el perfil siempre hiriente de la realidad.
Rápidamente llevo acabo Bécquer la caracterización del protagonista y la fijación del relato en un determinado tiempo histórico (final de medioevo).
En Manrique se encuentran el ideal renacentista de las armas y de las letras, aunque con acusada descompensación hacia las últimas. No solo siente Manrique inclinación hacia los viejos pergaminos donde hay versos de trovador, si no también hacia el ejercicio solitario de la poesía y ensoñación.
Aquí se anticipa Bécquer a la afirmación rilqueána de que toda obra de arte es de infinita soledad. Subraya intensamente el requisito de soledad como indispensable para que se produzca figuraciones, nazca la poesía, brote el verso, se escuche el latido de una flor o el aroma del sueno.
Manrique, “loco sonador de quimeras imposibles” acierta a ver lo que solo puede vislumbrar un poeta: los mundos invisibles que se esconden bajo la apariencia. Es evidente la identificación entre Manrique y Bécquer, sus tiradores ambos por lo inefable. En el primero nuestro poeta proyecta sus ansias de ideal de su fibra de artista amante de la soledad y ensoñación, su aspiración y búsqueda de la belleza soñada, concentrada en forma de mujer o esencia de poema.
También Manrique aplica Bécquer la conclusión de esta leyenda, el desengaño brutal del soñador la “verdad muy triste” en el prologo proclamando. El hecho de recalar y subrayar como rasgo de la etopeya del protagonista su carácter de sonador de formas imaginarias, tiene como fin el preparar, siguiendo una técnica habitual en la narrativa becqueriana, la verosimilitud novelesca de las figuraciones. Para que surgen visiones y reinterpretaciones es preciso que existe, a de mas de concurso de la luna como desatadora de lo mágico, una disposición de trance emocional y estético.
Cierto es que los elementos de la realidad de los que surge la figuración imaginaria posee en un componente estético y sensorial de no despreciable calidad: rayo de luna entre las hojas de los árboles, relación de la luz lunar sobre la estela de agua, gótico ventanal iluminado. La luz como introductora de la confusión entre realidad y sueno. Pero sobre todo el componente estético de la realidad, la imaginación del artista. En este punto coinciden los planos de la realidad y la imaginación.
Manrique recorre las estrechas, oscuras y tortuosas calles sorianos y espera la llegada del alba para sufrir el primer desengaño. El prosigue la infatigable peregrinación en pos del ideal, mientras comienza a resbuerbajarse el muro de su esperanza. En sus itineraciones y búsquedas Manrique pose e inicialmente la certeza de la obstinación fanática. Pero con el pasar del tiempo y la acumulación de los fracasos el aparentemente inexpugnable al cazar de la certeza comienza a desmoronarse cuando la realidad siempre certero ariete del sueno hace desaparece las figuraciones.
La Rosa de pasión
Fue publicada en “El Contemporáneo” en Madrid el 24 de marzo de 1864 y tiene como tema principal la intolerancia judía.
Tras un prologo de definición recolectora de el primer capitulo tiene lugar a la presentación de los personajes principales, Daniel Levi y su hija Sara y la exposición del conflicto del judío sobre todo su etopeya, precedida por el signo de la doblez. La aparente humildad y mansedumbre se transforman más tarde en energía organizativa y en afán de venganza. Destaca también la figura de Sara cuya juventud y belleza están preanunciadas por el simbolismo de la hiedra y la luz. El capitulo acaba con el golpe de efecto producido por las celosías al cerrarse, que sugieren la existencia de una simultaneidad de acciones, luego implícitamente desmentida por la reflexión de la heroína tras el dialogo mantenido con el barquero.
En el tercer capitulo tiene lugar el desenlace dramático Sara se ofrece como victima para salvar a su enamorado cristiano y para apostrofar la conducta de los judíos.
Un breve epilogo de renacimiento floral completa el relato. La alegría inicial del labio enamorado levemente sensual y el dramatismo de la pasión y muerte, epifanía de la resurrección como rosa de luminosas pétalos. El amor actúa como factor de conversión religiosa y elemento inductor del martirio. El misterio, lo oculto y secreto de las acciones y movimientos, la noche, las sombras fantasmagóricas del atrio y el trasfondo litúrgico y literario de la sangre.
La resurrección casi no existe. Apenas es presente: leve latir de rosas misteriosas y campanas de catedral, huérfanos ya de los suspiros escondidos tras la celosía de los ajumeces. Todo esta escondido la vivienda de Daniel Levi, Sara tras las celosías, el barquero entre la noche, la iglesia en la lejanía, la flor y el esqueleto de bajo de la tierra.
Lo que mas destaca de la leyenda es la intolerancia religiosa de los judíos. Daniel Levi es el tipo de judío oculto, enigmático y muy malo en fondo de su corazón. Cando se entera de la idila de su hija con el cristiano el la castiga cerrándola e la casa con las celosías en la ventana. El odiaba los cristianos con toda su alma. Su sonrisa mansa que todo Toledo conocía resulta ser una mascara. El querría que su hija se casara con un judío pero ella se negaba.
Ente los judíos empezaron los rumores de que Sara amaba a un cristiano. Entonces Daniel les dijo que se reuniesen en la noche. En la noche de Viernes Santa, después de la misa de las Tinieblas, Sara traversa el Tajo en barca. Antes habían pasado los judíos y el barquero le confirmo que su padre era con ellos. En su alma ella sabía que su padre preparaba algo malo y decide seguirles. Sara sigue el camino hasta llegar a unas ruinas. Allí ella descubre la cara verdadera su padre. Los judíos han preparado una cruz de madera para crucificar a alguien como a Jesús. Ella se muestra y les dice que su enamorado no vendrá porque ella lo ha prevenido de lo que lo esperaba.
Ella también confesa su conversión al cristianismo porque ha descubierto la ternura y el amor de esta religión y los horrores que ellos han cometido. Al escuchar esto los judíos la agarraron y se vengaron de ella crucificándola.
Al día siguiente Daniel abrió la tienda como de costumbre pero Sara no volvió a ser vista nunca.
Después de unos anos un pastor encontró en el lugar de la execución una flor extraña. Debajo de la flor encontraron un esqueleto de una mujer que la gente acertó ser el de Sara.
Junto con estas leyendas Bécquer escribió “El caudillo de las manos rojas”, “El Gnomo,” “El Miserere”, “Los ojos verdes”, “Creed en Dios”, “La corza blanca“, etc.
7.1 Elementos modernos en la leyendas
Un aspecto importante de las leyendas es su lenguaje poético, su modernidad narrativa. En las leyendas de Bécquer consigue los más altos valores de sensibilidad, plasticidad, armonía musical, suntuosidad estética. A veces una leyenda esta formada de una serie de atmósferas y una serie de rasgos importantes- las atmósferas de irrealidad y misterio.
– La modernidad narrativa – consigue en las leyendas los más altos valores de sensorialidad, plasticidad, armonía. Las leyendas tienen cumbres de gran cualidad poética e instantes de intenso lirismo. El poeta esta detrás de los acciones como una sustancia misteriosa que impregna los intersticios del discurso narrativo como una tela interpuesta entre eventos y palabras. La modernidad narrativa de las leyendas no ha sido puesta en duda por ningún estudio de la prosa de Bécquer.
El ensaya a veces un sentido cinematográfico del ritmo eligiendo con cuidado las escenas, los encuadres, deteniéndose para captar los ámbitos sonoros o el perfume del aire.
En muchas leyendas se suceden las escenas mostradas secuencialmente abundando de fotogramas llenas de ritmo y dinamismo, virtuosidad y colorido, intensidad y brillantez y en algunas es magistral el movimiento de masas o la captación de la presencia de la muchedumbre. En relación con la técnica narrativa se halla la capacidad del narrador para crear atmósferas.
– Las atmósferas o ambientes sensorializados abarcan diversos ámbitos cromáticos, auditivos, sicológicos, mágicos amorosas, costumbristas, etc. Tienen la función no solo de configurar el ambiente propicio para que se desasrrolle o produzca un hecho narrativo, sino de enriquecer e intensificar sus contenidos plásticos o sensoriales para que preferentemente junto al discurso de la acción, nazca un brote de lirismo u florezca lo maravilloso. Entre las atmósferas sonoras destacaríamos la que se produce en el epígrafe III de “El monte de las animas” y el clima, la música y ruido que se genero en “Maese Pérez el organista”.
Ejemplos de atmósferas pictóricas hay en “El Cristo de la calavera”. Poseemos en “La promesa” dos preciosas manifestaciones de ambiente totalizador: cuando Bécquer describe la salida de las huestes del conde de Gómara o cuando la cámara becqueriana recorre el campamento cristiano situado a orillas del Guadalquivir.
– Espacios y tiempos –Bécquer, evocador de los aromas y los campanillas azules de las calles sevillanos , deambulador por el ámbito toledano a la búsqueda de tintineo de espuelas o diálogos de espadas ; recorredor de la geografía de Madrid isabelino, con un verso en el labio y un temblor en la pupila, lleno en su tiempo de iglesias románicas y palacios platerescos; atisbador de ventanas y visillos; poblador y reanimador ocasional de claustros góticos; evocador de un Medio Evo pasado; incorpora el espacio vivido, el ámbito geográfico o el paisaje idealizado a su obra narrativa como ejes de un universo donde se mezclan la fantasía, la realidad y el recuerdo .
Los espacios que sirven para escenario son muchos y variados. Entre ellos recordamos Toledo, Soria, Fitero, Aragón, la India, Sevilla y Cataluña.
Toledo es el escenario para varias leyendas como: “La ajorca de oro”, “El Cristo de la calavera”, “El beso”, y la “Rosa de pasión”.
En la ciudad de Soria y sus inmediaciones se desarrolla la acción de “El rayo de luna”, “El monte de las animas”.
Cerca de la ciudad castellana de Moncayo “Los ojos verdes”, “El Gnomo”, “La corza blanca”.
En las cercanías de Fitero “El MIserere”, y “La cueva de la mora”, en Sevilla “Maese Pérez el organista” y algunas escenas de “La promesa”.
Por la trayectoria de peregrinación “El caudillo de las manos rojas” describe un amplio periplo por ciudades y países de la India.
El ámbito catalán transcurre en “La Cruz del Diablo”, “Creed en Dios”.
Diversos escenarios piden diversos tiempos: medioevo, siglo XVI la Guerra de la Independencia. Los siglos finales de la Reconquista están situadas entre otras “La cueva de la mora”, “La promesa”, “La corza blanca”, “El Cristo de la calavera”.
Algunas leyendas no tienen una precisa locación temporal quedando situadas en el genérico propio de los cuentos populares-“Hace muchos anos” como “La ajorca de oro”, “El Gnomo” mientras que otras tiene su tiempo muy bien especificado “El beso” (La Guerra de Independencia), “Maese Pérez el organista” (Reinado de Felipe II).
7.2 Elementos tradicionales
Dentro de las leyendas de Bécquer sobren los elementos tradicionales que les da un sabor especial muy español.
A lo largo de las leyendas, los elementos tradicionales salen a la luz para la vida española de aquellos tiempos con todos sus aspectos.
Casi todas las leyendas becquerianas tienen las mismas dos formulas de introducción; “Hace mucho tiempo” y “Pues es el caso”.
– La cruz del diablo- en esta leyenda los elementos tradicionales son: la cruz maldita, el miedo casi palpable en el alma del sacrílego ladrón, las tradiciones que se desarrollan en la noche de los muertos, creencias populares, supersticiones. Un elemento importante es la religiosidad con todos sus aspectos: el cielo con todos sus círculos, los ángeles, los arcángeles y los queruvines: los rezos y las plegarias, el paraíso, el purgatorio, la fe ciega, el arrepentimiento.
El motivo del mal caballero con su armadura encantada que parece tener sus raíces en la literatura medieval europea.
Otro rasgo popular es la creencia en espíritus malignos que tienen fuerzas sobrenaturales
La creación –Tiene como eje la tradición india con sus dioses polifacéticos. También los mitos religiosos búdicos son muy importantes en la leyenda; los gandharvos, espíritus inferiores a los dioses presentados como músicos divinos que cantan odas en el honor a ellos. También son presentes los dioses de los elementos naturales: Agnis(fuego), Vayu(Viento), Varuna(el agua, el regidor), Pithivi (la tierra).
La ajorca de oro –en esta leyenda sobresale el motivo de la animación de las estatuas muy tradicional en la literatura europea.
Aquí las estatuas bajan de sus nichos y altares para intimidar. La religiosidad es muy presente en la leyenda, los personajes rezan mucho y con muy creyentes. A pesar de esto, ellos parecen ver cosas que no son. Al personaje femenino se le aparece la Virgen de la estatua en forma de una mujer. El sacrilegio también es presente en la leyenda. Pedro roba la ajorca e oro de la estatua. El castigo por un tal sacrilegio es la locura del ladrón.
– El monte de las ánimas – Aquí el tema principal es la del cazador maldito (condenado por sus pecados sacrílegos a vagar eternamente sobre cabalgadura sobrenatural). Este tema es muy frecuente en la literatura europea.
Los ciudadanos de Soria creían que las ánimas de los caballeros Templarios se juntan en el monte de las ánimas en una capilla ruinosa y tañen la campana.
Otro elemento tradicional es relacionado con los costumbres del día de los muertos. Entonces la gente recuerda a los que se han ido en el otro mundo contando sobre los muertos y sus inclusiones en este mundo de los vivos.
– Los ojos verdes- Los elementos tradicionales en esta leyenda es el mito del cazador de ilusiones; la caza organizada por los hombres del Conde, el motivo de la dama del lago que tiene varios correspondencias en la literatura medieval. Ella encarna el espíritu maléfico que lleva a la muerte a través del beso.
– Maese Pérez el organista-en esta leyenda Bécquer nos presenta el mundo de Sevilla, su gente y tipologías; las costumbres, las ropas. También sobresale la figura del maese Pérez el organista que ha dedicado su vida al tocar el órgano. Una noche- la Nochebuena- el maese llego a la iglesia. Tocó el órgano tan bien como si los ángeles cantaban y el final se quedo muerto. El nuevo organista tocaba muy mal y todos estaban muy enojados por esto. Los fieles escucharon el órgano tocando solo y acertaron que el alma del maese Pérez tocaba.
– El rayo de luna- es una leyenda menos atada a las tradiciones. Aparece en ella el mito de la mujer y la búsqueda del ideal. Esto pasa a través de la ensoñación y el delirio. El joven solitario que cree en espíritus de la naturaleza. La aparición de la mujer es el eje de su delirio. Hacia el final aparece el desengaño y la locura del personaje masculino al no lograr tocar el ideal.
– Creed en Dios – la leyenda presenta las blasfemias del primogénito de una familia rica. Sus hazañas se fueron a tanto que mato un sacerdote en la iglesia porque este le advirtió sobre el castigo de Dios. El fue arrojado de este mundo en el cielo y vio a Dios, y más allá el infierno. Cuando volvió encontró su castillo convertido en convento y supo que las personas le han olvidado. Avergonzándose el pidió admisión en la orden del convento para arrepentirse de sus pecados
– El Miserere-Es el motivo de los monjes resucitados que se reúnen en su iglesia para el canto. El tema central es el arrepentimiento de un músico y quedar limpio ante Dios. En la búsqueda del Miserere se entera de una versión del canto que cantan los espíritus que no han llegado al paraíso pero regresan del purgatorio a pedir misericordia a Dios.
– La cueva de la mora –el motivo central de la leyenda es del espíritu de la mora enamorada que habita una cueva encantada y se acerca al río. Es un motivo tradicional español. Otro motivo muy tradicional es la lucha contra los moros, es decir la Reconquista con todos sus implicaciones: prisioneros, luchas fiéres, conquista de castillos, sitios, asaltos.
Pero el motivo más importante es el del bautismo de la mora o de su conversión en último instante al cristianismo.
– La corza blanca-El motivo central se inscribe en un externo ciclo narrativo tradicional que trata de la transformación de una joven en animal casi siempre de color blanco. El motivo es muy popular dentro el folklore europeo. Otro motivo es el de la caza que parece ser motivo común de la leyenda.
– La rosa de pasión –los motivos e esta leyenda son: el martirio por crucifixión, a imitación del de Jesús, muy difundido en la tradición europea; el motivo de la metamorfosis del cadáver en flor. También existe en la leyenda el motivo de amor de un cristiano y una judía, el amor imposible; el motivo el atravezamiento del río como un paso seguro hacia la muerte.
7.3 Elementos reales
En las leyendas de Bécquer los elementos reales se mezclan con los elementos fantásticos para darnos una imagen muy clara sobre la tradición española.
Los dos elementos importantes no se mezclan, ellos son muy bien definidos dentro e la estructura de cada leyenda. Hay pocas leyendas en las que predomina el lado fantástico, pero muchas de ellas tienen muy presente el ámbito real: “El caudillo de las manos rojas”, “La creación“ que fueron tomadas directamente de la tradición india: “Creed en Dios”, “ El Cristo de la calavera”
– La cruz del diablo – el prologo presenta un viaje a orillas del Segre a Bellever del autor y sus compañeros. El presenta la pequeña población, el ambiente del lugar, sus casas, el relieve de la región y una cruz que se halla en un lugar. Es una cruz de hierro muy destrozada por el tiempo y la naturaleza. El autor comienza a rezar cuando un guía local le impidió hacerlo porque la cruz era maldita. En la noche entorno fe la hoguera el guía les cuenta la leyenda de la cruz.
– La ajorca de oro – la leyenda comienza con un relato del autor sobre los personajes, su gran amor, que llegaba hasta el frenesí. Por esto lo que le pasa es increíble.
– El monte de las ánimas- comienza con un relato del autor que fue despertado por las campanas en la noche de difuntos. El se encontraba en Soria y decidió escribir la leyenda. El final nos presenta algunos relatos del autor sobre las creencias del pueblo sobre los acontecimientos.
– Los ojos verdes – el prologo de la leyenda nos presenta al autor recordando a ver visto un par de ojos verdes, casi magníficos. Por esto recuerdo empieza a contar la historia de los ojos
– Maese Pérez el organista – la leyenda comienza con un relato del autor sobre el órgano e la iglesia Santa Inés y su organista. El autor nos cuenta en tono de burla su experiencia en una misa. Después mencionaba el organista viejo y su órgano que sonaba como música celeste.
– El Miserere – El comienzo del relato nos presenta al autor revisando los registros y libros de una vieja abad. Entre los papeles encontró un Miserere. Al hojearlo se dio cuenta que no era terminado, que la música acababa de una manera brusca. El pidió ayuda de un anciano y este le contó la leyenda de Miserere.
– El Gnomo – el comienzo nos presenta al Tío Gregorio que era el mas viejo del lugar. Era muy querido por los hombres porque sabia mil cuentos y leyendas y tenia el don de contar que cautivaba la gente. Unas jóvenes se le acercaron un día y le pidieron que les contase una historia. El cuento era un consejo: que no salgan de noche a tomar agua de la fuente porque en los inviernos los lobos bajaban del monte. Una vez con los lobos bajaban los espíritus de los exorcismos de la iglesia, los gnomos.
– La cueva de la mora – El autor se encontraba en los baños del Fitero para relajarse. Un día llego a unas ruinas del castillo árabe y quiso penetrar en la cueva que estaba allí. El guía local que le acompañaba le advirtió que no lo hiciera y le contó el razón de sus palabras.
– La rosa de pasión – El relato empieza en los jardines de Toledo. El autor se encontraba allí sonando y besando una rosa que tenía en sus manos. El color de la rosa le trajo en la memoria la leyenda de Sara la judía.
Los elementos reales de las leyendas son muy bien delimitados de los fantásticos. El autor emplea el procedimiento llamado cuento dentro del cuento. Este procedimiento de escribir es muy común en la literatura europea y universal Gustavo Adolfo Bécquer nos presenta sus leyendas acompañadas por un “Prologo “ y a veces un ‘Epilogo “ para introducirnos en el mundo legendario. También hay leyendas que no tienen prologo y que comienza con el tema.
7.4 Elementos fantásticos
Definimos lo maravilloso, de acuerdo con Todorov, como la oscilación entre lo real y lo sobrenatural, capaz de provocar incertidumbre perceptiva en el lector, vacilación respecto a lo conocido, explicable, inmediato y real.
En Bécquer, delirios de la fantasía, o como llama el poeta a las lucubraciones de sus sueños “absurdas sinfonías de la imaginación”- van sembrando de hechos fantásticos o sobrenaturales los desarrollos narrativos, construyendo episodios o mundos mágicos y atmósferas visionarias.
Siguiendo a Antonio Risco podemos establecer la siguiente clasificación de lo sobrenatural o maravilloso en las leyendas:
lo maravilloso puro, donde se da un cosmos regido por leyes difere ntes al nuestro como: “El caudillo de las manos rojas“, leyenda en la que tienen lugar intervenciones sobrenaturales en un mundo exóticos o como “La creación”,
– un mundo opuesto en sus leyes: “Los ojos verdes”, “ La corza blanca”, “El monte de las animas”, “El Miserere”, “Creed en Dios’’, “El Gnomo”, “La ajorca de oro “
– y la irrumpción de lo maravilloso en un mundo supuestamente real; siendo lo maravilloso exterior al hombre: “Maese Pérez el organista”, “La promesa “, “El beso“, “La cueva de la mora“, “El Cristo de la calavera”, “La cruz del diablo”, “La rosa de pasión’’.
El plano maravilloso comprende un amplio catalogo de acciones: las manos de un caudillo se manchan de sangre que no puede borrarse; habitan espíritus diabólicos una vieja armadura vacía, a la que son finalmente encadenados cuando de convierten en una cruz, en el descuido de un dios surge maravillosamente el mundo difórme que habitamos; un robo sacrílego despierta de sueños de piedra una corte de saurios y figuras fantasmales, resuena el galope de fosforescentes caballeros en pos de una mujer que gira eternamente alrededor de la noche; los ojos del ideal sonado encierran espejismos mortales a pesar de la ausencia de su dueño y maese, un órgano respetuoso regala música de arcángeles , luna falsifica en sus rayos el eterno lenguaje del sueno, tras cabalgada mágica pasan cien anos mientras dura un suspiro, la medianoche reconstruye arquitecturas y salmos penitenciales, una voz apaga luces y emborrona sombras para que no se derrame inútilmente la sangre cortesana, emiten sus mensajes la tierra y el aire, mientras diocesillas menores habitan recónditas catedrales, vaga por las inmediaciones un espíritu de la mora enamorada, una mano solicita doliente acusa y acaricia, interpela y defiende para después en primavera ser cauce de árboles y flores, al conjuro de la luna y la noche se transforman les corzas en mujeres desnudas, ante besos sacrílegos se llenan de dignidad y vida las estatuas, y finalmente el martirio dibuja rosas insólitas y signos de crucifixiones.
No solo el clima de irrealidad o la intervención de lo maravilloso actúan como rasgos definidores de las leyendas, sino que la presencia o ausencia de lo sobrenatural afecta la calidad del discurso narrativo.
CAPITOLUL 8
TÉCNICA NARRATIVA, LENGUAJE Y ESTILO
En las leyendas abundan los prólogos de ficción recolectora en los que Bécquer manifiesta que actúa como simple retransmisor de informaciones orales, simple cronista de historias escuchadas. Estos prólogos tienen la función de desatar los mecanismos de atención en el lector.
Abundan los puestos en escena rebasantes de eficacia narrativa, encuadradas con pupila de cámara cinematográfica. Ligereza del ritmo y brillantez del lenguaje y colorido. Otro aspecto destacable es la teatralidad de algunas escenas localizable en las siguientes leyendas: monodiálogo con valor de acción y depuración verbal en: “Maese Pérez el organista”, tratamiento teatral en : “El beso”, sobre todo en el dialogo escenificado de Zocodover y en el crecimiento de la tensión dramática de la ultima escena de “La rosa de pasión”, cuando Sara sube al ruinoso escenario a inmolarse por su nueva fe, síntesis de amor y religión .
Es notable la captación de los matices cromáticos y pictóricos en albas y atardeceres, y la definición de la medianoche como despertadora de lo mágico. Es obsesiva en Bécquer la fijación de la acotación temporal en la trayectoria del día. Rara es la escena donde no queda puntualizado en que parte del día o de la noche suceden los acontecimientos: alba, mañana, mediodía, tarde medía tarde, crepúsculo, noche, medianoche.
Bécquer es un enamorado del crepúsculo. Un crepúsculo que recorre toda una trayectoria completa desde el momento en que se apagan los ruidos de la tarde (El Gnomo) hasta el instante en que se asoma la luna desatadora de transformaciones (La corza blanca).
Por lo general la noche esta llena de densidades y lenguajes, de signos y admoniciones (El monte de las animas). Son continuas en la prosa becqueriana las muestras de sensorialidad estética, percursora de las paginas de Gabriel Miro. En algunos párrafos de prosa musical y luminosa esta preanunciado el lenguaje exquisito y decadentes de las sonatas valencianas.
El estilo de Bécquer teje una prosa que se desgrana con sencillez y hermosura, con densidad pictórica y aleteo de ave, que modula ritmos y cadencias y que finalmente se convierte en depurado manantial de entonaciones.
Si en las Rimas Bécquer alcanza la culminación del intimismo y la esencia , en las leyendas consigue los mas altos valores de sensorialidad, plasticidad, armonía musical . Estéticamente, las leyendas tienen cumbres de gran efecto poético. El alma del poeta esta detrás de las acciones como sustancia misteriosa que impregna los intersticios del discurso narrativo como un telón de niebla interpuesto entre suceso y palabras.
CONCLUSIONES
El romanticismo fue unas de las corrientes literarias más importantes de la literatura europea. A pesar de su corta existencia, ha dado obras valiosísimas. El autor romántico se rebela contra lo clásico y lo rígido, tiende hacia nuevos horizontes de expresión literaria. Los autores románticos también imprimen en sus obras una gran parte de su alma y de su espíritu.
Las leyendas son obras representativas del Postromanticismo español. Sus elementos modernos se unen con los tradicionales para sacar a luz el alma española y la unicidad de la gente.
En mi opinión, las leyendas son una producción magnifica en la cual se mezcla lo tradicional con el moderno.
Son historias de amor, pasión, donde el plano real se mezcla con el plano fantástico. Los vivos penetran en el mundo de los espíritus y viceversa.
Las leyendas son un verdadero espectáculo para el lector. El se siente transportado en el mundo de las leyendas, de las fantasmas y espíritus, en el mundo mágico.
Este tipo de escrituras de índole romántica demuestra que aunque la época romántica se haya terminado, el espíritu romántico sigue siendo presente
Gustavo Adolfo Bécquer sigue las tendencias románticas que son muy presentes dentro de su producción legendaria.
BIBLIOGRAFIA
HISTORIA DE LA LITERATURA ESPANOLA Tomo III
Ángel Valbuena Pratt
Editorial Gustavo Gilli, Barcelona- 1974
LEYENDAS
Gustavo Adolfo Bécquer
Cátedra Letras Hispánicas, Madrid 1994
RIMAS Y LEYENDAS CARTAS DESDE MI CELDA
Maria del Pilar Palomo
Editorial planeta, Barcelona 1982
INTERNET
www. literatura.española.com.
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